WEBER, M. - ECONOMÍA Y SOCIEDAD
1. Concepto de la sociología y del significado en la acción social.
La sociología es una ciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social para
de esa manera explicarla causalmente, en su desarrollo y efectos. Por Acción se entiende
una conducta humana siempre que el o los sujetos enlacen a ella un sentido subjetivo. La
acción social es una acción en donde el sentido mentado por su sujeto esta referido a la
conducta de otros, orientándose por esta en su desarrollo.
*Por Sentido entendemos el sentido mentado y subjetivo de los sujetos de la acción, bien
a) existente de un hecho. a) en un caso históricamente dado b) como promedio y de un
modo aproximado, en una determinada mesa de casos: bien: b) como construido en un
tipo ideal con actores de este carácter. Se trata de un sentido objetivamente justo. Allí
radica la diferencia entre las ciencias empíricas de la acción, la sociología y la historia,
frente a toda ciencia dogmatica, jurisprudencia, lógica, ética, estética las cuales quieren
investigar en sus objetos el sentido justo y valido.
*Los limites entre una acción con sentido y un modo de conducta simplemente reactivo,
no unido a un sentido subjetivamente mentado, son elásticos. La frontera entre ambos es
de interés para la sociología, especialmente la acción puramente tradicional
*Toda interpretación tiende a la evidencia. La evidencia de la comprensión puede ser
racional (matemática) o endopatica (afectiva, receptivo-artística). En el dominio de la
acción es racionalmente evidente lo que de su conexión de sentido se comprende
intelectualmente de un modo exhaustivo. Y hay evidencia endopatica de la acción cuando
se revive plenamente la conexión de sentimientos que se vivió en ella. Racionalmente
comprensibles son las conexiones significativas, recíprocamente referidas, contenidas en
las proposiciones lógicas y matemáticas. (2x2=4) De igual manera, cuando alguien
basándose en los datos ofrecidos por hechos de la experiencia que no son conocidos y en
fines dados, deduce para su acción las consecuencias claramente inferibles acerca de la
clase de medios a emplear. Con suficiente evidencia comprendemos aquellos errores en
los que somos capaces de incurrir. Contrariamente, muchos de los valores y fines de
carácter último que parecen orientar la acción de un hombre no los podemos comprender
a menudo con plena evidencia, sino en circunstancias, captándolo intelectualmente.