FACTORES DE EXPOSICION
Para realizar una radiografía capaz de ofrecer un diagnóstico, se requiere una
adecuada exposición del paciente a los rayos X.
Con tal objetivo, entonces es trabajo del técnico controlar todos los factores que
influyen y determinan la calidad y cantidad de radiación a la que se somete el paciente.
La exposición adecuada de un paciente a la radiación X es necesaria para producir una
radiografía diagnóstica. Los factores que influyen y determinan la cantidad y calidad de
radiación X a la que se expone el paciente se denominan factores de exposición. Hay que
recordar que «cantidad de radiación» se refiere a la intensidad de radiación medida en
mR o mR/mAs. «Calidad de radiación» se refiere a la penetrabilidad del haz de rayos X,
medida con la capa de valor medio (FHR, FILTRO HEMI REDUCTOR). Todos estos factores
están bajo el control del técnico radiólogo, excepto los que estén predeterminados por el
diseño del equipo de rayos X.
Los cuatro principales factores de exposición son el Kilovoltaje pico (Kvp), la corriente
(dada en miliamperios [mA]), el tiempo de exposición y la distancia desde el foco hasta el
receptor de imagen (DFP).
1. Kvp: Para comprender el Kvp como un factor de técnica de exposición hay que
asumir que el Kvp es el control primario de la calidad del haz de rayos X y, por tanto, de
la penetrabilidad del haz. Un haz de rayos X de mayor calidad es un haz de mayor energía
y, en consecuencia, con más probabilidades de penetrar la anatomía de interés. El Kvp
tiene más efecto que cualquier otro factor en la exposición del receptor de imagen
porque afecta a la calidad del haz.
Cuando se incrementa el Kvp los rayos X tienen más energía y penetrabilidad. Por
desgracia, puesto que tienen más energía, también interaccionan más por efecto
Compton y producen más radiación dispersa, lo que resulta en una reducción del
contraste de la imagen.
El Kvp controla la escala de contraste de la radiografía acabada porque a medida que
el Kvp aumenta, hay menos absorción diferencial. Por tanto, un Kvp alto causa una
reducción del contraste de la imagen.
2. mA: La estación de mA seleccionada determina el número de rayos X producido y
consecuentemente la cantidad de radiación. Hay que recordar que la unidad de corriente
eléctrica es el amperio (A). Un amperio es igual a 1 culombio (C) de carga electrostática
fluyendo cada segundo en un conductor de la manera siguiente:
1 A = 1C/s = 6,3×10
18
electrones por segundo
Cuantos más electrones fluyen a través del tubo de rayos X, s rayos X se producen.
Asumiendo un tiempo de exposición constante, esta relación es directamente
proporcional. Un cambio de 200 a 400mA significa un incremento del 100% o duplicar la
corriente del tubo, los rayos X producidos y la dosis del paciente.
Un cambio en los mA no cambia la energía cinética de los electrones que fluyen del
cátodo al ánodo. Simplemente cambia el número de electrones. Consecuentemente, la
energía de los rayos X producidos tampoco se modifica, sólo cambia su número.
3. Tiempo de Exposición: Los tiempos de exposición radiográfica se suelen mantener
tan cortos como sea posible. El principal motivo no es el de minimizar la dosis del
paciente, sino el de minimizar la pérdida de definición que puede resultar del
movimiento del paciente. Los tiempos de exposición cortos reducen la pérdida de
definición por movimiento.. En consecuencia, cuando se reduce el tiempo de exposición,
los mA deben aumentarse proporcionalmente para conseguir la intensidad de rayos X
requerida. En sistemas de toma de imagen antiguos, el tiempo de exposición se expresa
en fracciones de segundo, mientras que los sistemas actuales identifican el tiempo de
exposición en milisegundos (ms). Una manera fácil de saber si un sistema de toma de
imágenes de rayos X es monofásico, trifásico o de alta frecuencia es mirar el tiempo de
exposición mínimo disponible. Los sistemas monofásicos no pueden producir tiempos de
exposición menores de 1/120 segundos u 8 ms. Los sistemas trifásicos y los generadores
de alta frecuencia pueden producir normalmente exposiciones tan cortas como de 1 ms.
Los mA y el tiempo de exposición (en segundos) se combinan habitualmente y se usan
como mAs. De hecho, la mayoría de consolas de rayos X no permiten la selección
separada de mA y tiempo de exposición y permiten solamente la selección de mAs.
Aunque el técnico radiólogo puede tener que seleccionar un tiempo de exposición, éste
se selecciona siempre considerando la estación mA. El parámetro importante es el
producto del tiempo de exposición y la corriente del tubo.
Con un tiempo de exposición constante, los mA controlan la cantidad de rayos X y, por
tanto, la dosis del paciente. Aunque el técnico radiólogo puede tener que seleccionar un
tiempo de exposición, éste se selecciona siempre considerando la estación mA. El valor
de mAs determina el número de rayos X en el haz primario y, por tanto, controla
principalmente la cantidad de radiación de la misma forma que los mA y el tiempo de
exposición lo hacen separadamente; el mAs no influye en la calidad de radiación. El ajuste
de mAs es el factor clave del control de la densidad óptica en la radiografía.
En un sistema de toma de imágenes de rayos X en el cual sólo se pueden seleccionar
los mAs, los factores de exposición se ajustan automáticamente al valor de mA más alto y
al tiempo de exposición más corto permitido por el generador de alto voltaje. Este tipo
de diseño se denomina generador de caída de carga.
4. DFP (Distancia Foco-Película): La distancia afecta a la exposición del receptor de
imagen de acuerdo con la Ley del Inverso del Cuadrado.
Los Rayos X tienen, al igual que la luz visible, la propiedad de disminuir su intensidad
con la distancia desde el origen. En consecuencia el diámetro de un haz de radiación
varía en proporción directa a la distancia entre el foco y la película y cualquier aumento
en el área dará lugar a una disminución proporcional en la intensidad.
En matemática esto se conoce como: Ley del Inverso del cuadrado, la misma establece
que:
“La intensidad de la radiación decrece en relación inversa al cuadrado de la
distancia de su aplicación”
Las DFP estándar han estado en uso durante muchos años. Para la radiografía de mesa
son habituales 100cm, mientras que las radiografías de rax se suelen tomar a 180cm.
Con los avances en diseño de generadores y receptores de imagen se pueden llegar
distancias aún más grandes. Radiografías de mesa a 120cm y radiografías de tórax a
300cm son ya habituales.
FACTORES DE EXPOSICION DEPENDIENTES DEL EQUIPO
1. Tamaño del punto focal
La mayoría de tubos de rayos X están equipados con dos tamaños de punto
focal. En la consola se identifican habitualmente como pequeño y grande. Los
tubos convencionales tienen dos puntos focales de tamaño normal:
0,5mm/1,0mm, 0,6mm/1,2mm, o 1,0mm/2,0mm. Los tubos de rayos X usados
en los procedimientos intervencionistas vasculares o radiografía de
magnificación tienen puntos focales de 0,3mm/1,0mm. La mayoría de tubos de
mamografía tienen puntos focales de 0,1mm/0,3mm. Se denominan tubos de
microfoco y están diseñados específicamente para tomar imágenes de micro
calcificaciones a DFP relativamente pequeñas.
Para una toma de imágenes normal se usa el punto focal grande. Esto
asegura que se emplee un tiempo de mAs suficientemente grande para tomar
imágenes de partes del cuerpo gruesas o densas. El punto focal grande
proporciona también tiempos de exposición más cortos, lo que minimiza la
pérdida de definición por movimiento. Una diferencia entre los puntos focales
grandes y pequeños es su capacidad de producir rayos X. Se pueden originar
muchos más rayos X con el punto focal grande porque la capacidad de calentar
del ánodo es mayor. Con el punto focal pequeño, la interacción de los
electrones ocurre en un área mucho más pequeña del ánodo y el calor
resultante limita la capacidad de producción de rayos X.
Los puntos focales pequeños se reservan para las radiografías de detalle fino,
donde la cantidad de rayos X es relativamente pequeña. Los puntos focales
pequeños se emplean siempre para la magnificación radiográfica. Se utilizan
normalmente en radiografías de extremidades y en exámenes de otras partes
delgadas del cuerpo donde una cantidad más alta de rayos X no sea necesaria.
2. Filtrado
Se usan tres tipos de filtrado: inherente, añadido y de compensación. Todos
los rayos X se ven afectados por las propiedades inherentes de filtrado de la
envoltura de vidrio o metal del tubo de rayos X. Para tubos de uso general, el
valor del filtrado inherente es de aproximadamente 0,5mm Al equivalente.
Algunos sistemas de toma de imágenes de rayos X tienen filtrados añadidos
seleccionables, Normalmente, el sistema de imagen se pone en servicio con la
mínima filtración añadida posible. A medida que se aumenta el filtrado añadido,
el resultado es un incremento en la calidad y la penetrabilidad del haz de rayos
X. El resultado en la imagen es el mismo que el que se observa con un
incremento de kVp: más radiación dispersa y menos contraste.
3. Generación de alto voltaje
El técnico radiólogo no puede seleccionar el tipo de generador de alto
voltaje que debe usarse en un examen concreto. Este parámetro está
determinado por el tipo de sistema de toma de imágenes de rayos X.
FACTORES QUE DEPENDEN DEL PACIENTE
Tal vez la tarea más difícil para el técnico radiólogo es la evaluación del
paciente. El tamaño del paciente, su configuración y su estado físico influyen
enormemente en la técnica radiográfica que debe usarse. El tamaño del
paciente y su configuración física se denominan hábito corporal, de los que
existen cuatro tipos.
El paciente esténico (que significa «fuerte, activo») es el paciente medio. El
paciente hipoesténico es delgado pero goza de un buen estado de salud
aparente. Este paciente necesita una técnica radiográfica inferior. El paciente
hiperesténico es ancho y usualmente presenta sobrepeso. El paciente asténico
es de pequeño tamaño, frágil, en ocasiones escuálido y con frecuencia de edad
avanzada.
El reconocimiento del hábito corporal es esencial en la selección de la técnica
radiográfica. Una vez éste se ha establecido, deben determinarse el grosor y la
composición de la parte anatómica que se va a examinar.
Grosor: cuanto más grueso es el paciente, más radiación X se va a necesitar
para que penetre en el paciente hasta el receptor de imagen. Por esta razón, el
técnico radiológico debe usar un calibrador para medir el grosor de la parte
anatómica que se va a irradiar. El grosor del paciente no debe estimarse «a ojo».
Según el tipo de cnica radiográfica que va a utilizarse, tanto la selección de
los mAs como la del Kvp deben colocarse en función del grosor de la parte
anatómica.
Constitución: el técnico radiólogo no sólo debe medir el grosor de la parte
anatómica en cuestión. Además debe realizar valoraciones adicionales cuando
seleccione la técnica radiográfica apropiada. El tórax y el abdomen pueden
tener el mismo grosor, pero la técnica radiográfica que se usa para cada parte
puede ser considerablemente diferente. El técnico radiólogo debe estimar la
densidad de esa parte anatómica y también el intervalo de densidades que
puedan existir. En general, cuando se quieren reproducir únicamente tejidos
blandos, se suelen usar valores bajos de Kvp y altos de mAs. Sin embargo, con
una extremidad que tiene tanto tejidos blandos como músculo, se usan valores
bajos kVp porque esta parte del cuerpo es relativamente delgada.
Cuando se radiografía el tórax, el técnico radiólogo aprovecha el alto
contraste de esta parte del cuerpo. El tejido pulmonar tiene una densidad muy
baja, las estructuras óseas por el contrario son de densidad alta y las estructuras
mediastínicas tienen una densidad intermedia. Consecuentemente, lo más
ventajoso es el uso de altos kVp y bajos mAs. Esta técnica produce una imagen
con un contraste satisfactorio y una baja dosis de radiación al paciente. Las
estructuras del tórax tienen un contraste alto; las del abdomen tienen un
contraste bajo.
Los diferentes tejidos se definen con frecuencia por su grado de
radiolucencia o radiopacidad Los tejidos radiolúcidos atenúan pocos rayos X y
aparecen negros en la radiografía. Los tejidos radiopacos absorben muchos
rayos X y aparecen blancos en la radiografía.
Patología: el tipo de patología, su tamaño y su composición influyen en la
técnica radiográfica. En este caso, el formulario de solicitud de exploración del
paciente y las radiografías previas pueden ser de cierta ayuda. El técnico
radiólogo no debe dudar en solicitar más información al médico del paciente, al
radiólogo o al mismo paciente con relación a la patología que se sospecha.
Algunas patologías son destructivas y hacen que los tejidos sean más
radiolúcidos. Otras patologías pueden aumentar de manera constructiva la
densidad de la masa y causar que el tejido sea más radiopaco. La práctica y la
experiencia guiarán al técnico en su juicio clínico,
FACTORES DE CALIDAD DE IMAGEN
La expresión factores de calidad de imagen se refiere a las características de
la imagen radiográfica; éstas incluyen la densidad óptica, el contraste, el detalle
de imagen y la distorsión.
Estos factores ofrecen al técnico radiólogo los medios para realizar, revisar y
evaluar las radiografías. Los factores de calidad de imagen se consideran el
«lenguaje» de la radiografía y con frecuencia es difícil separar unos de otros.
Densidad óptica
La densidad óptica (DO) es el grado de ennegrecimiento de la radiografía
final. La DO tiene un valor numérico y puede presentarse en varios grados,
desde el negro total, donde no se transmite luz a través de la radiografía, a la
claridad o transparencia casi completa. El negro es equivalente numéricamente
a una DO de 3 o más, mientras que las partes más claras muestran valores
inferiores a 0,2.
En la imagen médica pueden darse muchos problemas debidos a una imagen
que sea «demasiado oscura» o «demasiado clara». Una radiografía demasiado
oscura tiene una DO alta, resultado de una sobreexposición. Esta situación se
debe a que demasiada radiación X ha alcanzado al receptor de imagen. Una
radiografía demasiado clara ha sido expuesta a escasa radiación X, lo que
produce subexposición y una DO baja.
Tanto la sobreexposición como la subexposición pueden ser la razón de una
calidad de imagen inaceptable y hacer necesario que el examen se repita.
Se puede controlar la DO en las radiografías mediante dos factores
principales: los mAs y la DFP. La DFP se fija usualmente a 90cm para los
exámenes portátiles, a 100cm para los estudios de mesa y a 180cm para los
exámenes de tórax en bipedestación. Sin embargo, cuando la distancia es fija,
como suele ocurrir, los valores de mAs resultan ser la variable técnica principal
que se usa para controlar la DO. Ésta aumenta directamente con los mAs, lo que
significa que si la DO ha de aumentarse en una radiografía, la posición de los
mAs ha de ser incrementada en concordancia.
La DO puede verse afectada por otros factores, pero el valor de los mAs ha
de ser el factor de elección para controlarla. Se requiere un cambio en los mAs
de aproximadamente el 30% para producir un cambio visible en la DO. Como
regla general, cuando sólo se cambia la posición de los mAs, se debería reducir
a la mitad, o bien duplicarse. Si no se requiere un cambio significativo,
probablemente no será necesaria la repetición del estudio.
Dado que se consigue un incremento en la DO de la radiografía final
mediante un incremento proporcional en los mAs, ¿ocurre lo mismo con el
kilovoltaje? Sí, pero el incremento no es proporcional. Según aumentan los Kvp,
la calidad de la radiación aumenta y más rayos X penetran esa parte anatómica.
Como resultado, hay más rayos X para formar la imagen. El contraste de la
imagen se ve afectado cuando se cambian los Kvp para ajustar la DO. Esto hace
mucho más difícil optimizar la DO con los Kvp.
Los cambios técnicos relacionados con el Kvp resultan complicados. Un
cambio en el Kvp afecta a la penetración, a la radiación difusa, a la dosis que
recibe el paciente y especialmente al contraste. Por lo general se acepta que, si
ha de incrementarse la DO en una radiografía con el Kvp, un aumento en el Kvp
del 15% es equivalente a doblar los mAs. Esto se conoce como la regla del 15%.
Cuando únicamente ha de cambiarse la DO, la regla del 15% no debe usarse,
porque ese importante cambio en el Kvp modificaría el contraste de la imagen.
El método más simple para aumentar o disminuir la DO en una radiografía es
aumentar o disminuir los mAs. Esto reduce otros posibles factores que podrían
afectar a la imagen final.
Contraste
La función del contraste en la imagen es hacer más visible la anatomía. El
contraste es la diferencia en densidad óptica entre estructuras anatómicas
adyacentes o las variaciones de dicha densidad en una radiografía. El contraste,
por tanto, es uno de los factores más importantes de la calidad radiográfica.
El contraste en una radiografía es necesario para hacer visibles los bordes de
una estructura. El contraste es el resultado de las diferencias en atenuación a los
rayos X según atraviesan los diferentes tejidos del cuerpo.
La resolución de contraste de los tejidos blandos puede realzarse reduciendo
el Kvp, pero a expensas de una mayor dosis de radiación al paciente.
La penetrabilidad del haz de rayos X se controla mediante los Kvp. La
obtención de un contraste adecuado requiere que la parte anatómica sea
penetrada de manera apropiada; por tanto, la penetración resulta ser la llave
para entender el contraste de la imagen.
La escala de grises del contraste se refiere al intervalo de densidades ópticas
desde la parte más blanca a la parte más negra de la radiografía. Las
radiografías de alto contraste producen una escala de grises corta. Estas
radiografías pasan del blanco al negro en sólo unos pocos pasos. Las
radiografías de bajo contraste producen una gran escala de grises y muestran
muchos tonos diferentes de gris.
Para reducir el contraste, el técnico debe realizar una radiografía con una
escala de grises mayor, y por tanto, con mayor número de grises. Esto se puede
conseguir aumentando el Kvp. En el límite de los 50 a 90 Kvp se necesitan
cambios de aproximadamente un 4% en el Kvp para producir alteraciones
perceptibles en la escala de contraste. Cuando se usa un Kvp inferior, cambios
de 2 Kvp pueden ser suficientes, mientras que si se usan Kvp mayores pueden
necesitarse cambios de 10 Kvp para lo mismo. Un alto contraste, «un montón
de contraste» o «una escala corta de contraste» se obtienen usando técnicas de
exposición con bajo Kvp. Bajo contraste significa lo mismo que «gran escala de
contraste», y es el producto de técnicas de exposición con alto Kvp.
El ajuste del contraste radiográfico es un problema clínico habitual que el
técnico radiólogo ha de afrontar. Se ha realizado una imagen, pero la escala de
contraste es o bien demasiado grande (demasiados grises) o demasiado corta
(excesivo negro y blanco). Para solucionar este problema, aplique la regla del
15%. Aumente el Kvp en un 15% y al mismo tiempo cambie el mAs a la mitad o
al doble.
Ejemplo: La rodilla de un paciente mide 14cm y se realiza una exposición a
62kVp/12 mAs. La escala de contraste resultante es demasiado corta. ¿Cuál
debería ser la técnica en la repetición?
Respuesta: Aumentar el Kvp en un 15%
62 kVp×0,15=9,3 Kvp
Nuevo Kvp=62+9=71 Kvp
Reducir mAs 1/2: 12 mAs×0,5=6 mAs
Técnica de la repetición=71kVp/6 mAs
A veces, se necesitan técnicas de compensación inferiores para cambiar la
escala de contraste. Un incremento de un 5% en el Kvp se puede acompañar de
una reducción de los mAs de un 30% para producir la misma densidad óptica
con una escala de contraste ligeramente reducida. Ésta se conoce como la regla
del 5%.
Ejemplo: Se necesita una modesta reducción en el contraste de la imagen
para una rodilla expuesta a 62KVp/12 mAs. ¿Qué técnica debería intentarse?
Respuesta: Aplicar la regla del 5%:
62 kVp×0,05=3,1 Kvp 62+3=65 Kvp
12 mAs×0,30=3,6 mAs 12 – 4=8 mAs
Técnica de la repetición=65kVp/8 mAs
La técnica de compensación apropiada que ha de realizar el cnico
radiólogo es una cuestión de juicio. El técnico experimentado considera en su
conjunto todas las características, como la parte anatómica, el hábito corporal,
la patología que se sospecha y las características del receptor de imagen de
rayos X. Esto llega a ser un hábito con la práctica y la experiencia.
TABLAS DE TÉCNICA DE EXPOSICIÓN
El kVp, los mA, el tiempo de exposición y la DFP son los principales factores
de técnica de exposición. Es importante para el técnico radiólogo conocer cómo
manipular estos factores de técnica de exposición para producir la densidad
óptica, el contraste radiográfico y el detalle de imagen que se desean en la
radiografía final.
Sin embargo, no es necesario ser creativo con cada nuevo paciente. En cada
sistema de imagen radiográfico hay disponible una guía que describe métodos
estandarizados para producir de manera coherente imágenes de alta calidad.
Esta ayuda recibe el nombre de tabla de técnica radiográfica.
Las tablas de técnica radiográfica ofrecen los medios para determinar los
factores técnicos específicos que han de emplearse en un examen radiográfico
determinado. Para que una tabla de técnica radiográfica tenga éxito, el técnico
radiólogo debe entender su propósito, cómo ha sido confeccionada y cómo ha
de usarse. Más importante aún, el técnico debe conocer cómo hacer ajustes
para un hábito corporal o un proceso patológico determinado. Cuando se usan
de manera apropiada, las tablas de técnica radiográfica permiten realizar de
manera adecuada imágenes con buena calidad diagnóstica. La escala de
contraste y la densidad óptica son más predecibles que si no se usara tabla
alguna. Las tablas de técnica radiográfica se pueden preparar de manera que se
ajusten a cualquier tipo de instalación radiológica.
Los tipos principales de tablas están basados en el kilovoltaje variable, el
kilovoltaje fijo y la exposición automática. Cada tabla ofrece al técnico
radiólogo una guía en la selección de los factores de exposición para todo tipo
de pacientes y para todo tipo de examen. La mayor parte de las instalaciones
seleccionan un tipo de tabla particular y preparan tablas similares para todas y
cada una de las salas de examen radiológico. El tipo de tabla seleccionada
generalmente depende del director técnico de radiología, del tipo de sistema
de imagen disponible, de la combinación de pantalla y película y de los
accesorios disponibles. Las tablas de técnica radiográfica y su uso también son
un factor importante en relación a la protección del paciente.
Al técnico radiólogo se le pide que use sus conocimientos para producir la
mejor imagen posible con una sola exposición. La repetición de los exámenes
únicamente sirve para aumentar la dosis de radiación al paciente. Una gran
ventaja de usar tablas técnicas
es la coincidencia en la exposición entre un técnico y otro, de manera que se
facilita la comparación de los exámenes del mismo paciente realizados en
diferentes fechas y por distintos técnicos. Al preparar una tabla técnica no es
necesario comenzar completamente de cero. Cada sistema de imagen
radiográfica es único en sus características de radiación. Por tanto, se debería
preparar y comprobar un tipo de tabla específica para cada sala de examen.
Antes de que comience la preparación de la tabla de técnica radiográfica, el
equipo de rayos X debe ser calibrado por un especialista en física médica y el
sistema de procesado debe ser evaluado de manera integral.
La tabla técnica radiográfica con kVp variable usa un valor de mAs fijo y
un Kvp que varía de acuerdo al grosor de la parte anatómica. La característica
básica de una tabla con Kvp variable es que produce una escala de contraste
corta de manera inherente. En general, las exposiciones realizadas con este
método producen radiografías con una escala de contraste más corta debido al
uso de Kvp inferiores.
Las exposiciones realizadas mediante la tabla variable de Kvp generalmente
producen una mayor dosis al paciente. Para conseguir resultados satisfactorios,
el técnico radiólogo debe medir de manera cuidadosa la parte anatómica antes
de seleccionar los factores de exposición de la tabla. Sin esta atención y
cuidado, la parte anatómica podría no ser completamente penetrada debido al
uso de un bajo Kvp.
El Kvp varía con el grosor de la parte anatómica en 2kVp/cm. Al formular una
tabla con técnica de Kvp variable existen procedimientos aproximados para
establecer un Kvp de comienzo. El Kvp de comienzo depende del tipo de voltaje
tal como se muestra a continuación: Kvp de comienzo (alta frecuencia)
=2×grosor anatómico (cm)+23.
Para preparar una tabla de técnica radiográfica hay que seleccionar la parte
del cuerpo que se va a examinar. Por ejemplo, si se elige la rodilla, se puede
usar un modelo simulado de rodilla para todas las pruebas de exposición. En
primer lugar, se mide el grosor de la rodilla con un calibrador diseñado para
este propósito. Se multiplica el grosor de esa parte por 2 y se añade 23; el
resultado indica el kVp con el que debería comenzar si el generador de alto
voltaje es de alta frecuencia. Si el generador de alto voltaje es monofásico o
trifásico, hay que añadir los factores 30 y 25, respectivamente.
Para preparar una tabla radiográfica con técnica de Kvp variable para otras
partes anatómicas, se usa el mismo procedimiento. Debido a que los radiólogos
prefieren escalas de contraste similares para el examen de la misma parte
anatómica, la tabla de técnica con Kvp variable en general se ha reemplazado
por la tabla técnica con Kvp fijo.
La tabla técnica radiográfica con Kvp fijo es la que se usa más
frecuentemente. Desarrollada por Arthur Fuchs, es un método para seleccionar
las exposiciones que producen radiografías con una mayor escala de contraste.
Se selecciona el Kvp óptimo requerido para penetrar la parte anatómica. Esto
generalmente hace que se seleccionen valores de Kvp algo mayores que con la
técnica de Kvp variable.
Una vez seleccionado, el Kvp queda fijo en ese nivel para cada tipo de
examen y no varía de acuerdo al diferente grosor de la parte anatómica. Los
mAs, no obstante, se cambian de acuerdo al grosor de la parte anatómica
para producir una DO correcta. Por ejemplo, todos los exámenes de la rodilla
pueden requerir 60 Kvp, ajustando los mAs de acuerdo a las diferencias en
grosor. Dado que la técnica de Kvp fija generalmente requiere Kvp más altos,
uno de los beneficios es que generalmente se produce una menor dosis para el
paciente
Con este método la medición de la parte no es tan importante, dado que se
agrupa en pequeña, media o grande. Para la mayoría de los exámenes de rayos
X de la columna vertebral y el tronco el Kvp óptimo es aproximadamente 80 Kv.
Para las partes blandas del abdomen, aproximadamente 70 Kv es lo más
apropiado. Para las extremidades lo óptimo sería 60 Kv aproximadamente.
TÉCNICAS DE EXPOSICIÓN AUTOMÁTICA
El aspecto de las consolas de aparatos de rayos X está cambiando gracias a la
incorporación de sistemas de tecnología asistida por ordenador. Hay
disponibles varias técnicas de exposición automática en la actualidad, pero
ninguna de ellas libera al técnico radiólogo de la responsabilidad de identificar
ciertas características del paciente y de la parte anatómica que va a examinarse.
Los sistemas de exposición automática asistidos por ordenador usan un
medidor electrónico del tiempo de exposición. La intensidad de la radiación se
mide mediante una fotocélula o una cámara de ionización y la exposición se
corta cuando se ha alcanzado la apropiada exposición a la radiación en el
receptor de imagen.
Los sistemas de control de rayos X automáticos no son completamente
automáticos. Es incorrecto pensar que, dado que el técnico no tiene que
seleccionar el Kvp, los mAs y el tiempo de cada examen, un técnico menos
cualificado puede usar el sistema.
Generalmente, el técnico radiólogo debe usar una guía para la selección del
kVp, igual que en el método del kVp fijo. La selección de la DO se presenta de
forma numérica progresiva, posibilitándose una pre calibración de los sensores
con relación a cambios en el tamaño o la anatomía que requieran ajustes de la
DO. El posicionamiento del paciente debe ser absolutamente exacto, dado que
ciertas partes anatómicas específicas deben colocarse sobre los dispositivos de
fotometría para asegurar una apropiada exposición.
El Kvp se selecciona de acuerdo a la parte anatómica específica que va a
examinarse. La exposición a la radiación durante la radiografía en la mayoría de
los aparatos de rayos X queda determinada por el control de exposición
automático (CEA). El CEA incorpora un dispositivo que mide la cantidad de
radiación que incide sobre el receptor de imagen. A través de un circuito
electrónico de retroalimentación, la exposición a la radiación queda cortada
cuando una cantidad suficiente de rayos X ha alcanzado al receptor de imagen
para producir una densidad óptica aceptable.
Existen, además, otros factores que deben considerarse cuando se emplean
los sistemas de exposición automática, como los que se detallan en la siguiente
Tabla:

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