
Unidad I. La Monarquía
1. Origen de la Monarquía. La fundación de Roma. La leyenda y sus críticas
La Monarquía corresponde al primer período de la historia de Roma, desde la fundación de la
ciudad, el 21 de abril de 753 a. C., hasta la caída del último rey, Tarquino el Soberbio, en el año
509 a. C.
La leyenda rodea el origen de la ciudad de Roma. Se cuenta que Eneas, héroe en la guerra de
Troya, huyó con sus dioses, llegando al norte de África, a un lugar cercano a lo que luego sería
Cartago, donde sedujo a la reina Dido y luego la abandonó para dirigirse a Italia, al Lacio,
donde se casó con Lavinia, hija de un rey llamado Latino, al que ayudó ante los ataques
etruscos. La reina Dido se suicidó, y de allí dicen que provendría el odio de los cartagineses a
los romanos. Eneas, tuvo con Lavinia, un hijo llamado Ascanio, que fundó la ciudad de Alba
Longa. Luego de sucesivos reyes, asumieron el trono, Numitor y Amulio. Este último destronó a
su hermano Numitor, e hizo sacerdotisa vestal a su hija Rea Silvia (su propia sobrina). Las
vestales no podían casarse, pero ella se unió secretamente con el Dios Marte, y de esa unión,
nacieron los mellizos, Rómulo y Remo. Por orden de Amulio, ambos niños fueron arrojados al
Tíber, se salvaron, siendo amamantados por una loba, y ya adultos, restituyeron en el poder, a
su abuelo Numitor, y fundaron Roma.
Geografía de la región y pueblos que la habitaron:
Solo un quinto de la superficie total de Italia es considerado como llanura, y más del setenta
por ciento está en el valle del Po, al norte. El resto es meseta y montaña. Esto hace que haya
regiones con climas y paisajes distintos. Italia está separada de Europa Central por los Alpes,
pero esto no la mantuvo aislada, salvo en invierno, donde los pasos entre montañas se cubren
de nieve. Al este, sobre el mar Adriático los suelos no son fértiles. Al sur de la Italia
Continental, está la Italia Peninsular, al oeste de los Apeninos, donde se encuentran de norte a
sur, las regiones de Toscana, Lacio y Campania, con colinas, valles y montañas volcánicas, que
le otorgan al suelo fertilizantes naturales. Roma se encuentra en el valle del río Tíber, en la
región del Lacio, al oeste de la cadena montañosa de los Apeninos.
Al noreste estaban los sabinos, en el monte Quirinal, personas muy religiosas, creyentes en los
augurios y dedicadas principalmente a la actividad ganadera. Los romanos estaban en el Lacio
en la margen izquierda del Tíber, sobre el monte Palatino. Además, del Palatino y el Quirinal,
hay allí cercanos otros montes: el Esquilino, el Celio, el Aventino, el Viminal y el Capitolio.
Pocos meses después de fundarse la ciudad tuvo lugar el rapto de las sabinas, que desembocó
en una guerra y luego la reconciliación entre sus líderes Rómulo y Tito Tacio. Cuenta la
leyenda, que los romanos invitaron a los sabinos a una fiesta, los emborracharon y
aprovecharon para raptar a sus mujeres, ya que no había muchas féminas entre ellos. Los
sabinos se enfrentaron a los romanos, quienes habían dejado la ciudad al cuidado de una joven
llamada Tarpeya, quien, a cambio de que el rey sabino le entregara lo que llevaba en el brazo
izquierdo (un brazalete de oro) los condujo a la ciudad. Una versión cuenta que el rey sabino
ordenó matar a la traidora con los escudos que llevaban en su brazo izquierdo, y, otra versión,
dice que la mataron los romanos, arrojándola desde un precipicio, el que, a partir de entonces,
se conoció como roca Tarpeya. En medio de la batalla, las mujeres sabinas se interpusieron
entre ambos bandos, pues la lucha era entre sus maridos, a quienes ya amaban, y sus queridos
padres y hermanos; y, así se firmó la paz. Luego se sumaron a la población de la nueva ciudad,
los etruscos, habitantes de la Toscana actual (antes Etruria) al noroeste del Tíber. Los etruscos