
UNIDAD 4
Stasiejko: La teoría de la Gestalt
Es una escuela alemana de psicología que surgió en 1915 desarrollándose en contra del elementalísimo
asociacionista y del positivismo aceptando un enfoque epistemológico diferente para llevar adelante los estudios
de temas psicológicos: EL FENOMENALISMO.
Franz Brentano creo una corriente denominada “Psicología del acto” adhiriendo al enfoque fenomenológico,
decía que la experiencia consciente (objeto de estudio de la psicología de la Gestalt) son detalles, vivencias
conscientes de los fenómenos pensando a la consciencia como un acto dirigido hacia algo, es decir, nuestra
conciencia se dirige hacia fenómenos que nos llaman la atención. Desde este punto de vista, sujeto y objeto no
están tan separados como planteaba el positivismo porque la concepción fenomenológica plantea que un
fenómeno existe cuando hay un sujeto que percibe ese fenómeno y un fenómeno a percibir, pero ambas partes
son parte del fenómeno (son dos caras de la misma moneda), a diferencia del positivismo que decía que para
garantizar objetividad y cientificidad intentaba separar el sujeto de la experiencia del objeto a conocer,
justamente lo que plantea el fenomenalismo es todo lo contrario por esto la Gestalt piensa que en la experiencia
consciente hay algo de común y de inmediato entre esos dos elementos que no se pueden separar en el
momento del fenómeno.
¿Qué se entiende por "fenómeno"? Un "fenómeno" es aquello que se ofrece a la conciencia y la "conciencia"
supone una relación intencional con un objeto. La propiedad esencial de la conciencia es su intencionalidad, es
decir, su dirección centrífuga hacia un objeto. Al ser entendida de este modo, la conciencia siempre es
"conciencia de" y no un simple receptáculo de sensaciones, estados afectivos e imágenes de objetos externos. El
ser humano tiene experiencias conscientes y lo que se encuentra en el centro de cualquier experiencia consciente
es un fenómeno, es decir, aquello que se ofrece a la conciencia. El modo en que la conciencia capta al fenómeno
que se le ofrece se denomina "vivencia".
Wertheimer fue el primer psicólogo de la Gestalt que estudio el efecto del movimiento de imágenes generadas
por un taquistoscopio, al que bautizo como fenómeno phi. Este fenómeno hace referencia a la posibilidad de
percibir movimiento en un objeto que esta inmóvil. Según los psicólogos de la Gestalt, percibimos un movimiento
como si fuera real cuando físicamente no hay movimiento, esto nos sirve para pensar que la experiencia
consciente se presenta ante nosotros como una totalidad organizada y significativa, es decir, nunca percibimos los
elementos de forma separada como planteaba el elementalísimo asociacionista. Wertheimer afirma que la
percepción no se organiza como plantea el elementalísimo asociacionista, por lo tanto, no es verdad que para
estudiar la conciencia necesitemos métodos de las ciencias naturales, exclusivamente lo experimental
apoyándose en la observación y lo artificial en el laboratorio. Desde la perspectiva elementalista-asociacionista, la
experiencia consciente se había definido como una composición de elementos simples, de sensaciones
producidas por estímulos externos que llegaban a la consciencia a través de vías sensoriales específicas. Se
consideraba que el mundo externo era la causa de las sensaciones que compondrían a la experiencia consciente.
Relacionando con Wundt, éste lo fundamentaría como elementos independientes, dividir los elementos que la
componen para luego entender la asociación que hay entre ellos y llegar a explicar el todo. Para la Gestalt es todo
lo contrario, por eso su lema es: El todo es más que la suma de sus partes, la identidad del todo no es abordable
en la descomposición porque es más que la suma de las partes. Un todo no puede reducirse a la suma de las
partes que lo constituyen, no es una agregación sucesiva de elementos, no es una asociación de piezas. Para
entender una totalidad, es indispensable captar la coexistencia entre las partes que conforman a una totalidad en
particular, en un momento y en lugar específico. La totalidad se capta de una sola vez, de manera inmediata. Es el
punto de partida de cualquier experiencia psicológica y nunca el punto de llegada. A partir de la visión
estructuralista, los elementos son estructurados por esa organización y por fuera de ese todo pierden su valor.
(Por ejemplo, la familia tipo).
Tomando el ejemplo del pato-conejo, no existe organización falsa ni verdadera, ni está determinado el orden en
el que se tendría que hacer presente cada configuración. Lo que se va percibiendo y las modificaciones que van
emergiendo, dependen de la relación dinámica que se vaya estableciendo entre los componentes de cada figura,