
En “Más allá del principio del placer” profundiza en la descripción del aparato
psíquico y detalla los conceptos de principio de placer y displacer así como las
nociones de pulsión de vida y de muerte.
Se refiere a la posición especial que tiene la conciencia para recibir estímulos
externos e internos.
Dirá posteriormente que el sistema Conciente también recibe los estímulos que
proceden del interior y que trata los peligros internos como si fueran externos, es
decir, reprimiéndolos. Lo que plantea Freud es que aquí actúa el mecanismo de
proyección. Se trata de un texto importante para comprender el mecanismo de la
angustia ya que en él profundiza la idea de que en la angustia neurótica
interviene un peligro interior que el yo siente y trata como si fuese externo.
En 1923 con “El yo y el Ello”, Freud diferencia los tres sistemas de la segunda
tópica: Yo, Ello y Superyo y esto le llevará a repensar la teoría de la angustia.
En el Capítulo 5 comienza a verse un giro hacia su tercer teoría de la angustia ya
que sostiene que el yo es el único almácigo de la angustia. Ésta es una definición
fundamental porque ya no se trata de que la libido reprimida se descarga como
angustia sino de que la angustia parte del yo.
En esta época Freud define al yo como la parte organizada del ello, percibidor de los
estímulos internos y externos, un yo que advierte del peligro. ¿Y cómo realiza esa
adevertencia? Generando angustia. El funcionamiento tal como lo explica Freud es
el siguiente: “Amenazado por tres distintos peligros, desarrolla el yo el reflejo de
fuga, retirando su carga propia de la percepción amenazadora o del proceso
desarrollado en el ello y considerado peligrosa y emitiendo angustia.”
Para finalizar señalaremos el texto fundamental en el que Freud plantea y desarrolla
ampliamente la tercer teoría de la angustia. Se trata del texto “Inhibición, síntoma
y angustia” del año 1926 en el que sostiene que el motor de la represión es la
angustia de castración. Es decir que aquí los términos se colocan a la inversa de
la segunda teoría: primero se genera angustia en el yo y como consecuencia se
produce la represión.
En el Capítulo IV del texto citado, Freud se basa en el caso Juanito, caso de una
fobia infantil, para explicar su tercer teoría de la angustia. Reflexiona: “…a menudo
he sustentado la tesis de que por obra de la represión la agencia representante de
la pulsiones desfigurada, desplazada, etc., en tanto que la moción de la libido es
trasmudada en angustia. Ahora bien, la indagación de las fobias, que serían las
llamadas a demostrar esa tesis, no la corrobora y aún parece contradecirla
directamente”.