KARL, Marx. Manuscritos económico-filosóficos de 1844
Capítulo 2: El trabajo alienado
Incialmente, se podría considerar a la alienación y la enajenación en igualdad de términos,
dado que ambos refieren a una separación, aun así, se destacan dos acepciones de la
nocion: por un lado, es la
cesión voluntaria de un bien, pero por el otro lado, es una cesión no voluntaria del bien.
La economía política parte del hecho de la propiedad privada, pero sin una explicación al
respecto, pues expresa el proceso material de la propiedad privada, por medio de fórmulas
generales y abstractas que confluyen en leyes, pero no hay una denotación del modo en
que derivan de la esencia de la propiedad privada. No hay una explicación del motivo de la
separación entre trabajo y capital. Para lograr una explicación de la propiedad privada, ha
de comprenderse el encadenamiento esencial entre la propiedad privada con la sed de
riqueza y la separación entre el trabajo, el capital y la propiedad, el valor y la depreciación
del hombre, el monopolio y la competencia, etc.; en resumen, el vínculo de toda la
alienación con el sistema del dinero.
La economía política explica algo partiendo de un estado originario íntegramente fabricado,
es decir, supone que ya ha sido deducida la necesaria relación entre dos cosas. La
propuesta de Marx es el abordaje de un hecho económico actual: el obrero es tanto más
pobre cuanta más riqueza produce. El obrero es convertido en una mercancía más
deplorable cuanta mayor cantidad de mercancía produzca.
La depreciación del mundo de los hombres aumenta cuanto más se incrementa el mundo
de las cosas. El trabajo produce mercancías, se produce a mismo, y produce al obrero,
como mercancía
1.Alienación respecto del objeto del trabajo (como objeto producido).
El objeto producido por el trabajo obrero, su producto, se le enfrente al obrero como un
objeto extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el
trabajo fijado, concretado en un objeto, es decir, es la objetivación del trabajo. Entonces, si
la realización del trabajo es
su objetivación, también es la pérdida de la realidad del obrero, es la desrealización. La
objetivación como pérdida del objeto (o la servidumbre al objeto) y la apropiación como
alienación o desapropiamiento.
•La realización del trabajo, como pérdida de la realidad del obrero, es la perdida de toda
realidad del trabajador –incluso hasta morir de hambre–.
•La objetivación, como pérdida del objeto, es el despojamiento de todo objeto necesario
para la vida como para el trabajo, hasta convertir el trabajo en objeto.
•La apropiación de objeto, como alienación, es que “el obrero, cuantos más objetos
produce, menos puede poseer, y más cae bajo la dominación de su producto: el capital”.
Todo esto es una consecuencia de un hecho: “el obrero se relaciona con el producto de su
trabajo como con un objeto extraño”. Por cuanto más se exterioriza el obrero en su trabajo,
más poderoso se vuelve el mundo extraño, objetivo, que crea frente a él.
Ejemplo de la religión: En la medida que el hombre pone más cosas como cosas divinas o
de Dios, menos conserva para mismo. En la medida que el obrero pone más en su
producto –producto que ya no le pertenece, sino al objeto–, y el producto mismo sea más
grande en efecto, tanto menos es el obrero.
La alienación por el producto significa que el trabajo del obrero es convertido en un objeto
por una exteriorización, además del poder autónomo del objeto frente al productor. En tal
proceso, hay una hostilización y extrañamiento de la vida misma, que se ha prestado al
objeto.
La objetivación o la producción del obrero, incluida la alienación o pérdida del objeto
producido.
El obrero no es capaz de producir sin la naturaleza –sin el mundo exterior–, sino que la
naturaleza provee los medios de subsistencia del trabajo, y estrictamente, los medios de
subsistencia del obrero. Sin embargo, a mayor apropiación de la naturaleza, mediante el
trabajo obrero, mayor privación de los medios de subsistencia:
En primer lugar, porque el mundo exterior deja de ser un objeto perteneciente al trabajo
del obrero, deja de ser un medio de
subsistencia del trabajo obrero.
En segundo lugar, porque el mundo exterior deja de ser un medio de subsistencia en
sentido inmediato, para la subsistencia física del obrero.
Desde este doble punto de vista, el obrero se convierte en un esclavo de su objeto: en tanto
recibe un objeto del trabajo (el objeto le permite su existencia como obrero), y en tanto
recibe medios de subsistencia (el objeto le permite su existencia como sujeto físico). Como
agravio, únicamente su calidad de obrero le permite conservarse aun como sujeto físico.
El trabajo debe ser para todo hombre–una manifestación de su personalidad, pero en el
obrero es solo un medio de subsistencia, porque solo puede conservarse como sujeto físico
en su condición de obrero, ya no en condición de hombre con acceso a los medios de
subsistencia de la naturaleza.
Las leyes de la economía política sobre la alienación del obrero en su objeto se expresan
como “mayor producción del obrero es menor consumo del mismo, mayor creación de valor
es mayor depreciación del obrero, convirtiéndose en un esclavo de la naturaleza".
La economía política esconde la alienación, que está en la esencia del trabajo, por el hecho
de que no considera la relación directa entre el obrero –el trabajo– y la producción. Para
Marx, la esencia del trabajo consiste en que este es una manifestación de la personalidad,
la objetivación de la personalidad.
La economía política no considera el trabajo en su relación con el hombre, sino solo en su
forma alienada o enajenada, es decir, en la medida en que es productor de valor. El trabajo
produce palacios para el capitalista pero villa para el obrero.
La relación inmediata del trabajo con sus productos es la relación del obrero con los objetos
de su producción. La relación del capitalista con los objetos de producción es una
consecuencia de la anterior.
2.Alienación respecto de la actividad productiva (como sacrificio)
Si el producto del trabajo es la alienación, la actividad productiva también debe de ser
alienante, por lo que, la alienación del producto es una síntesis de la alienación del
desapropiamiento en la actividad misma del trabajo.
La alienación del trabajo consiste en el hecho de una exteriorización del trabajo obrero, una
desapropiación del trabajo que logra un obrero no-afirmado en su trabajo, martirizando el
cuerpo y arruinando el espíritu. Consecuentemente, el obrero solo posee una sensación de
estar consigo mismo cuando está fuera de su trabajo, mientras que durante el trabajo se
siente fuera de sí: el trabajo del obrero no es voluntario sino forzado, y no es la satisfacción
de una necesidad, sino un medio para la satisfacción de varias necesidades básicas, al
margen del trabajo.
El carácter extraño del trabajo aparece en el hecho de tratarse de un bien propio, sino un
bien ajeno, que es un trabajo ajeno, perteneciente al capitalista que compró su fuerza de
trabajo: el trabajo es sufrimiento.
El objeto no es del obrero, ni para el obrero, es un objeto extraño, puesto que la actividad
está dividida, imposibilitando una representación del objeto como una totalidad o unidad.
Sumado a que el objeto se vuelve hostil, dominante del obrero, dado que la fuerza de
trabajo es cedida al capital.
Como resultado, el obrero solo ha de sentir libertad en sus funciones animales –comer,
beber, procrear, etc. –, ya que el hombre, separado abstractamente del resto de la actividad
humana, es bestial.
Tras considerar, primero, la relación del obrero con el producto como objeto extraño (como
también hacia el mundo exterior, hacia sus objetos, mundo opuesto hostil y extrañamente),
y segundo, la relación
del trabajo del obrero con la producción, dentro del trabajo, como actividad extraña.
3.Alienación respecto del ser genérico.
Todas las condiciones descriptas omiten el carácter más propio de lo humano: el hombre es
un ser genérico, no solamente desde lo práctico-teórico que hace del género humano un
objeto humano, sino
porque además se comporta frente a mismo como frente al actual genero viviente, como
frente a unser universal, y por tanto libre.
La vida genérica del hombre –y del animal–, desde el punto de vista físico, se manifiesta en
la actividad mediante la cual se apropia de la naturaleza, vive de la naturaleza inorgánica:
tanto como ser un medio inmediato de subsistencia como ser –complementariamente– la
materia, el objeto y la herramienta de su actividad vital. La naturaleza –lo no corpóreo– es el
cuerpo inorgánico del hombre, con el que mantiene un proceso constante para no morir.
El trabajo alienante logra un extrañamiento del género del hombre, es decir, en la naturaleza
y en el hombre mismo (como actividad vital). Tras volver extraño al ser genérico y al ser
humano individual, los reduce a una abstracción, desapareciendo la especie y quedando
sólo el individuo: hace de la vida genérica el medio de la vida individual.
En primer lugar, la vida productiva –o el trabajo o la actividad vital– solo se le presenta como
un medio de satisfacer una necesidad (de conservación de la existencia física), pero la vida
productiva es la vida genérica, que contiene todo el carácter genérico del hombre, su
carácter de especie y su carácter de actividad libre.
Dentro de la alineación, el hombre no puede ver su actividad como una manifestación de la
esencia de su especie, como la libre producción social del mundo humano, sino sólo como
un medio individual para la mera satisfacción de sus necesidades privadas, y el salario se
gasta en la reproducción y subsistencia, equiparando el hombre al animal.
El animal se identifica de modo directo con su actividad vital, y en el caso del hombre, hace
de la actividad vital el objeto de su voluntad y su consciencia: la actividad vital consciente
distingue al hombre de la actividad vital del animal. La esencia del ser genérico se
encuentra allí: su actividad es actividad libre (a diferencia del animal, que sólo produce bajo
el influjo del instinto y obligado por la necesidad). El hombre produce de un modo universal,
es decir, produce libre de la necesidad física y sólo produce realmente liberado de ella”.
El animal solo se produce a mismo mientras el hombre reproduce toda la naturaleza; el
producto del animal forma parte directa de su cuerpo físico mientras el hombre enfrenta
libremente su producto.
En el hecho de la elaboración del mundo objetivo, de la producción en misma, es donde
el hombre empieza a experimentarse como ser genérico: la producción es su vida genérica
activa, el objeto de trabajo es la objetivación de la vida genérica del hombre.
Consecuentemente, en la pérdida del objeto de producción, el trabajo alienado le quita
también su vida genérica, su verdadera objetividad genérica (de modo que el hombre, como
ser consciente, hace de su actividad vital solo un medio de existencia).
4.Alienación respecto del semejante (como enemigo). El hombre respecto del
hombre.
En la alienación del obrero, el resto de los obreros no serán allegados, sino medios o
competidores, no serán miembros del mismo género. No estamos en un mundo de seres
humanos.
Como aclaración: el burgués capitalista (próximo a ser el enemigo acérrimo del obrero)
también se encuentra en alienación, porque todo el tiempo es gastado en la apropiación del
trabajo de otro. El trabajo alienado es causa y consecuencia de la propiedad privada,
trabajo alienado engendra propiedad privada: sólo porque la fuerza de trabajo es separable,
es que otro puede apropiársela. Es necesario que la fuerza de trabajo sea comprable para
que otro la pueda comprar. No se trata de un robo de lo ya producido. Pero por otro lado, si
la propiedad privada no impusiera una barrera que separa al obrero de su cuerpo, ¿por qué
vendería éste su fuerza de trabajo? Sólo esto ocurre si el obrero está alienado, ya que no le
queda otra opción.
Una consecuencia inmediata del hecho de que el hombre se vuelva extraño al producto de
su trabajo, a su actividad vital, a su ser genérico, es que “el hombre se vuelve extraño al
hombre”. Y cada uno de los hombres se vuelve extraño a la esencia humana.
La alienación del hombre solo se actualiza y se expresa en la relación en que se encuentra
el hombre con los demás hombres. Por lo tanto, en la relación con el trabajo alienado, cada
hombre considera a los demás como obrero.
El otro pasa a ser para cada individuo una cosa, un medio, los enfrenta y los transforma en
extraños y hasta hostiles uno para el otro.
EL CONCEPTO DE TRABAJO ALIENADO EXPRESADO Y REPRESENTADO EN LA
ECONOMÍA POLÍTICA.
•Desde el punto de vista del obrero.
El producto del trabajo resulta extraño y ajeno (producto que enfrenta al obrero como un
poder extraño), la actividad productiva vital resulta extraña y ajena. El producto –con su
goce– y el trabajo –con su servicio– pertenecen a un ser extraño (históricamente en la
divinidad antigua de la civilización egipcia, griega, latina, hindú o la divinidad cristiana del
medioevo), pertenecen a un hombre que resulta extraño, hostil, poderoso e independiente
de él, un ser que es dueño del objeto y el trabajo.
La actividad productiva es un padecimiento para el obrero, puesto que el goce y la alegría le
pertenecen al otro: el obrero está al servicio del ser extraño, bajo su dominio, opresión y
coerción.
La alienación opera con un medio práctico. Por medio del trabajo alienado, el hombre se
extraña del producto y de la producción, pero también de otros hombres (que a su vez,
hombres con respecto a su producto, producción y otros hombres). La propia producción es
la propia privación de la realidad, es su propio castigo.
•Desde el punto de vista del no-obrero.
La relación obrero-trabajo engendra la relación obrero-capitalista (en tanto el capitalista es
el dueño del trabajo), dando como resultado el producto como una propiedad privada,
consecuencia del trabajo
alienado, de la relación exterior del obrero con la naturaleza y consigo mismo: la propiedad
privadaderiva del trabajo alienado.
El concepto de trabajo alienado, extraído de la realidad de la economía política, es el
resultado de la propiedad privada, pero el análisis demuestra que en vez de ser la causa del
trabajo alienado, más bien es
una consecuencia de este (al igual que los dioses no son, originalmente, la causa del
pensamiento humano, sino un efecto del mismo), volviéndose una acción recíproca.
•El desarrollo de la propiedad privada y la alienación esclarece diversos razonamientos:
La propiedad privada posee un carácter ambiguo: es el producto del trabajo alienado como
también es la realización de la alienación del trabajo. En este desarrollo, el salario y la
propiedad privada son idénticos: porque el salario (donde el producto, objeto del trabajo,
remunera el trabajo mismo) no es más que una consecuencia necesaria de la alienación del
trabajo, donde el trabajo no es una finalidad, sino un sirviente para el salario. El salario es la
consecuencia directa del trabajo alienado, y el trabajo alienado es
la causa directa de la propiedad privada, por consiguiente, la desaparición de uno de los
dos términos arrastra la del otro.
La propiedad privada comprende la relación del obrero con el trabajo y con el producto de
su trabajo, al igual que el no-obrero comprende la relación del no-obrero con el obrero y con
el producto del trabajo obrero.
1.La esencia general de la propiedad privada y su relación con la propiedad humana.
El trabajo alienado se resuelve a partir de dos elementos, condicionados recíprocamente, o
como dos caras de una misma moneda: la apropiación aparece como alienación, como
desapropiamiento, y el desapropiamiento como apropiación.
El hombre en su apoderamiento de la naturaleza, cayó en la alienación, la cual, como causa
originaria de la propiedad privada, fue una apropiación. La alienación del hombre fue el
desarrollo de la riqueza de su naturaleza, su mundo, los cuales resultaron extraño.
La propiedad privada una expresión material resumida del trabajo alienado, comprendiendo
dos relaciones: la relación del obrero con el trabajo, con el producto de su trabajo y con el
no-obrero, y la relación del no-obrero con el obrero y con el producto del trabajo obrero.
Tras ver la relación del obrero con la apropiación de la naturaleza, mediante el trabajo, pudo
dilucidarse a la apropiación como alienación, la actividad propia como actividad ajena, el
proceso vital como sacrificio de vida, la producción del objeto como perdida del objeto en
beneficio de un ser extraño.
2.La relación del ser extraño con el obrero en el trabajo y en su objeto
El desapropiamiento o la alienación del obrero aparece en el no-obrero como
desapropiamiento o alienación: el obrero o productor aliena su naturaleza de hombre, por su
actividad, así como el no-obrero o capitalista, por no trabajar y no producir es extraño a la
naturaleza del hombre.
El comportamiento práctico real del obrero en la producción –y con relación a su
producto–aparece en el no-obrero que lo enfrenta como comportamiento teórico.
El no-obrero hace contra el obrero todo lo que el obrero hace contra mismo, pero no
hace con respecto a si mismo lo que hace contra el obrero.
ANOTACIONES
En la concepción de Marx, dentro del sistema de producción capitalista, el hombre se
cosifica, es decir, se vuelve cosa o mercancía, usada por el propietario de los medios de
producción sólo como un instrumento más en la cadena de producción de bienes. La
propiedad privada convierte los medios y materiales de producción en fines en mismos,
donde lo subordina al mismo hombre. La propiedad privada aliena al hombre porque no lo
trata como fin en mismo, sino como mero medio o instrumento
para la producción.
La alienación es un concepto que se opone al concepto de naturaleza humana: el hombre
está alienado porque está desnaturalizado.
El planteo de Marx revela que, en el sistema capitalista, el trabajador queda rebajado a una
mercancía y que la propiedad privada es la consecuencia directa del trabajo alienado, dado
que, tanto el producto de su trabajo como el proceso de producción, no es propio del obrero,
sino una pertenencia del capitalista, convirtiéndose el trabajador en mero objeto para la
obtención de mercancías.
En la medida que el obrero no se afirma mediante su trabajo –sino en una negación al
mismo–, el trabajo le es impuesto.
La alienación respecto del producto, es decir, el objeto de su trabajo es ajeno al trabajador
se efectúa en la necesidad de un sueldo para suplir las necesidades familiares, salario que
le resulta insuficiente: el empobrecimiento del obrero aumenta en dirección al aumento de la
riqueza del burgués –producida por el obrero–, como también el crecimiento del poder y el
volumen de la producción del capitalista.
El obrero es convertido en una mercancía más barata cuanta más mercancía produce.
Según la teoría de la plusvalía de Marx, el salario nominal del jornalero es el mismo, aunque
disminuya el salario real (con una disminución del valor de cambio en mercancías) y el
salario relativo (con un aumento de la riqueza del dueño), gracias a que el excedente de la
ganancia de la mercancía con respecto al trabajo acumulado es la plusvalía, la cual marca
la diferencia entre el valor del trabajo y el valor de la mercancía.
Fetichismo de mercancía
Una mercancía tiene un valor de uso (necesario por su utilidad), aunque también un valor
de cambio (permisor del intercambio de mercancías). Por lo tanto, el verdadero valor de un
bien es el trabajo que contiene, medido en razón del tiempo –socialmente necesario– que
se empleó para su producción, es decir, el tiempo promedio de un obrero para la producción
de la mercancía.
El fetichismo de la mercancía es que el valor de una mercancía dada se presente como
resultado del valor de uso o como fenómeno de la competencia del mercado, y no de la
cantidad de trabajo socialmente necesario para su incorporación.
La mercancía adquiere un valor muy alto, mayor al valor del hombre mismo, encubriendo
toda forma de dominación por detrás de la producción de tal mercancía.
Los tipos de alienación son:
La alienación con respecto al producto de trabajo: El trabajador se relaciona con el
producto de su trabajo como un objeto extraño o ajeno, como un poder independiente del
productor.
La objetivación del trabajo en el producto es la cosificación del obrero (en tanto se hace una
cosa), o bien, la realización del trabajo es la des-realización del trabajador.
La apropiación del objeto aparece como extrañamiento, dado que cuanto más produzca un
obrero, menos alcanza a poseer.
La alienación respecto al trabajo: La producción misma es la alienación activa, es decir, el
proceso de producción le resulta ajeno, el trabajo no le pertenece a su ser.
En el trabajo hay una negación, y no una afirmación ante el mismo, ni tampoco hay
felicidad, por su privación de mismo durante el proceso de producción, en un
impedimento a su creatividad y libertad, que solo se le otorga fuera del trabajo. El trabajo no
es una satisfacción de una necesidad, sino únicamente un medio para la satisfacción de
una necesidad (por fuera del trabajo).
El trabajo no es propio del obrero, sino más bien, ajeno o extraño, el trabajo es la perdida de
mismo.
La alienación del hombre respecto del hombre: La alienación torna extraño al hombre en
su propio cuerpo, en una enajenación del otro, donde cada trabajador se encuentra
enajenado de la esencia humana.
Sumado a la escasez de ocasiones para un espacio de compañerismo dentro de una
jornada, sintiendo ajena esa propia esencia humana.
La alienación respecto a la naturaleza: En tanto un trabajador no produce los medios de
su propia subsistencia, sino que por medio de un salario puede cambiar por otras
mercancías en el mercado, en esa medida el hombre trabajador queda separado de la
naturaleza, asumiéndola como extraña a mismo, haciendo de la actividad de trabajo un
mero medio de subsistencia.
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