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Psicología Evolutiva: Niñez
Cátedra I
TRABAJO DE CAMPO
Ayudante de Trabajos Prácticos: Cecilia Kalejman
Apellido y nombre:
N.º de Libreta Universitaria:
e-mail:
Apellido y nombre:
N.º de Libreta Universitaria:
e-mail:
Comisión: 7
Cuatrimestre: 1°
Año: 2024
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Datos del niño o niña
Nombre:
Edad: 2 años y 10 meses
Fecha de nacimiento:
Sexo: Masculino
Escolaridad (si posee): Jardín maternal (guardería)
Datos de la familia
- Adulto/a responsable:
Nombre:
Edad: 38 años
Ocupación: Ingeniera
Nivel de escolaridad alcanzado: Universitario completo. (Posgrado)
- Adulto/a responsable
Nombre:
Edad: 37 años
Ocupación: Empleado
Nivel de escolaridad alcanzado: Universitario completo.
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1. OBSERVACIÓN
Consigna a padres
Comunicación por WhatsApp (jueves 11 de abril, a las 13:24 hs)
Nos contactamos con la madre del niño a observar por medio del teléfono celular.
La misma es la hermana de la novia del hijo de la pareja de la madre de una de
las integrantes del trabajo de campo. Nos damos a conocer como estudiantes de
la licenciatura de Psicología de la Universidad de Buenos Aires que buscan una
familia para la realización de un trabajo con fines pedagógicos para la asignatura
“Psicología Evolutiva Niñez”. Se le detalla que la observación tendrá que ser en el
domicilio del niño bajo la presencia de un adulto responsable y que el tiempo
estimado a utilizar para la misma será alrededor de 45 minutos (15 minutos para
solicitar cierta información de registro y 30 minutos para la observación en sí).
Asimismo, se indaga y establece día y horario para abordar la observación del
niño en la cual podamos acceder a su rutina diaria exceptuando las horas de
sueño, de baño y de alimentación que quedan exentas de abordaje. Por último,
damos a conocer y compartimos mediante WhatsApp el consentimiento que
deberán firmar tanto madre como padre el día de la observación que las
integrantes de dicho trabajo de campo deberán a su vez compartir con la
profesora de trabajos prácticos de la materia. Sin más, nos despedimos y
acordamos retomar contacto el día de la observación por cualquier eventualidad o
mismo, para notificar nuestro viaje hacia su encuentro.
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Datos de la Observación
Fecha de la observación: 13/04/2024
Lugar donde se realizó la observación: XXX , Capital Federal.
Duración de la observación: 50 minutos.
Registro de la observación
La observación se lleva a cabo el día Sábado 13/04/2024 a las 16.40 horas,
finalizando a las 17.30 horas. El niño a observar se llama XXX de 2 años y 10
meses, hijo único, el cual vive con sus respectivos padres, y , y su perro “”.
Las observadoras arriban a la casa ubicada en planta baja en el barrio XXX
alrededor de las 16.35hs. Una de ellas da aviso a la madre del niño vía celular
para indicar que esperaban afuera (la madre había comentado hora y media antes
que el timbre funcionaba mal). Las mismas son recibidas por la madre en la puerta
de calle quien las invita a pasar. Para ingresar a la propiedad, uno debe atravesar
un largo pasillo de paredes color rosa hasta luego dar con la puerta principal que
dirige hacia el interior de la casa. Una vez dentro, uno se encuentra un pequeño
pasillo de paredes blancas conectado a la derecha por dos puertas contiguas, las
mismas se tratan de la habitación principal y el baño. Luego, al final del pasillo, se
puede localizar la cocina integrada a un living/comedor. Allí, en primer lugar, uno
se topa con una mesa rectangular pegada a la pared con 4 sillas color celeste
frente a la cocina, y, seguidamente, un living decorado por dos cuadros coloridos,
un sillón principal de 3 cuerpos color beige oscuro, en el cual y sobre uno de sus
cuerpos, se divisa un pequeño parlante portátil reproduciendo música infantil (en
aquel momento se escucha la canción de “Pin Pon”). Frente al sillón se observa un
televisor apagado colgado en la pared; a su costado, una pequeña biblioteca con
varios libros de cuentos, y ya casi llegando a la esquina de la habitación, una
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mesita baja con varios cajones de plástico llenos de juguetes por encima del
mismo y una sillita arrinconada haciendo juego. En la parte central del ambiente
encontramos una alfombra de juegos donde se logran ver varios juguetes
desparramados, entre los cuales se observan camioncitos de plásticos de distintos
colores y tamaño. Por último, se encuentran dos ventanales en el centro del cuarto
que dejan ver el patio trasero, lo cual proporciona que el espacio sea realmente
luminoso.
Luego de ingresar, las observadoras se acomodan en el living y proceden a
saludar al niño y al padre que se hallan parados en el centro de la alfombra frente
a la puerta principal. Al niño se lo divisa vestido con unos jogging gris oscuro, buzo
similar color con letras blancas inscriptas detrás y medias blancas. Lleva el pelo
corto color castaño, de tez morena, ojos marrones, contextura delgada y estatura
mediana. Desde su postura erguida y derecha propina un - ¡Hola! - de lejos hacia
una de las observadoras, mientras que besa en la mejilla seguido de un abrazo a
la otra, quien se había acercado a su encuentro. Luego del saludo, las
observadoras proceden a preguntar si el niño conocía la motivación por la cual
estaba siendo visitado, a lo que respondió con un -Si- casi inmediatamente. La
madre colaboró en reforzar la respuesta con lo ya expresado por las
observadoras: - ¡Vienen a verte jugar! -. Consecutivamente, las observadoras
solicitan ciertos datos de registro antes de comenzar con la observación.
Finalizado, la madre se dirige al niño y lo invita a retomar el juego en el cual
estaban inmersos antes de ser interrumpidos con la llegada de las observadoras.
Las mismas proceden a ubicarse en distintos lugares para poder observar al niño
desde distintos ángulos. Una observadora se posiciona en la mesa de la cocina
que se encontraba en diagonal a donde estaba la alfombra de juegos, y la otra, se
acomoda en el sillón desde donde podía observar de frente al niño. - ¡Bombero,
bombero, ayuda! Necesitamos ayuda- le dice la mamá al mismo tiempo que se
coloca de cuchillas en la alfombra del living ubicada frente al niño. Él por su lado,
se ubica rápidamente (corriendo) a un costado del sillón a la vez que sostiene el
casco rojo en su cabeza con su mano izquierda y un destornillador en su mano
derecha observando atentamente a la madre sin emitir sonido alguno. - ¿Tenes
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vergüenza? - indaga la mamá. A lo cual el niño responde: -Quiero hacer otra
cosa-, entonces la madre pregunta: - ¿Queres jugar con la masa? -, el niño
asiente con la cabeza. En simultáneo, se acerca el padre a la escena, quien se les
une a la actividad sentándose en posición india sobre la alfombra. -Vamos a
guardar primero los juguetes- indica, a lo cual los tres proceden a tomar cada
uno un juguete distinto para ubicarlo al costado del sillón donde se guardan los
demás juguetes. La madre busca y dispone un tupper con varias masas y moldes
en su interior que apoya en una mesa auxiliar que el padre acaba de acomodar en
medio de la habitación. El niño se posiciona en uno de los laterales de la mesa
aguardando a que el padre instale su sillita, luego se acomoda en ella quedando
frente al sillón. - ¿Qué color querés? - le pregunta la madre haciendo referencia a
la plastilina. -Yellow- contesta el niño. La mamá toma de uno de los cajones un
vasito color amarillo, en el que se podía leer la marca “play-doo”, un poco de
plastilina amarilla y se la da al niño. Este la apoya sobre un platito que tiene en el
centro la forma de un corazón, que estaba sobre la mesita para usarlo como
molde. Empieza a aplastar con la palma de la mano para luego cortar el sobrante
alrededor del molde con un cuchillito de plástico amarillo que también se
encuentra sobre la mesa. Sostiene con la mano derecha el cuchillito y con la otra
el molde donde se encontraba la plastilina para que esta no se mueva. Se hace de
otro pedazo de masa y lo apoya sobre otro molde. Lo aplasta con toda la palma de
la mano para marcar la forma, saca la masa del molde con mano izquierda, utiliza
el dedo índice y medio para poder lograr despegar la masa del molde, - ¿Y el otro
de este? - pregunta a la mamá, señalando el molde que estaba usando, -no sé,
ese lo encontré hoy- contesta mientras revisa el cajón de juguetes que tenía en
la mano. Agrega: -Acá tenes para hacer letras- a lo que el niño dice: -Quiero la
L y la O-. -¿Qué vas a escribir?- le cuestiona la mamá. Él responde: -L y O de
Lolo-. La mamá busca los cortantes con las letras pedidas en el cajón y se los
entrega. Los cortantes consistían de un cuadrado plástico de color rojo donde, de
un lado, tenían sobresalida la letra indicada y del otro, un palito que servía de
agarre. El niño sostiene uno de los cortantes por el extremo, sujetándolo entre los
dedos pulgar e índice de la mano derecha. Procede a apoyarlos sobre la masa
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que había estado usando anteriormente, hace una leve presión con ambas manos,
agarra el cuchillito plástico del mango con mano derecha, sosteniéndolo entre el
dedo pulgar y el índice, pero con el serruchito para arriba y utiliza la punta del
mismo para intentar cortar el sobrante. Luego de cortar todo el excedente levanta
el cortante de la letra. - ¡Más fuerte! - le indica el padre al notar que no se había
marcado la letra sobre la masa. El padre le muestra cómo utilizar el cortante y el
cuchillito y él lo observa en silencio. Luego retoma la actividad e intenta
nuevamente. - ¡Más fuerte, más fuerte, más fuerte! - le repetía el padre mientras
el niño hacía presión sobre la masa con el cortante utilizando ambas manos
abiertas. Cuando el padre termina de alentarlo, el niño procede a levantar el
cortante y sonríe al notar que se había cortado la letra que estaba intentando
hacer. Repite el proceso varias veces con el mismo cortante antes de pasar a
agarrar otro. Después de haber utilizado los dos cortantes, los deja sobre la mesa
y empieza a acomodar las letras que había formado para poder escribir su
nombre. - Pongamos las “L” por un lado y las “O” por otro”- indica el padre. A
lo que el niño acata y ríe luego de descubrir la cantidad hecha. -Hice muchas “L”
y "O”-. indica. Seguidamente, la madre se retira hacia la cocina y el niño despega
una de las formas que había hecho antes que estaba sobre la mesa. Mientras la
sostiene desde la parte de abajo, con el dedo pulgar en la parte de atrás y los
otros cuatro en la parte de adelante, tapando gran parte de la misma, se gira sobre
su silla y dice: - ¡Un corazón! -. -mostrando la figura en dirección a la madre.
Luego vuelve a sentarse derecho, frente a la mesa y empieza a unir todos los
pedazos de plastilina que tenía, haciéndolos una pelota entre las dos manos.
Toma otro cortante que hay sobre la mesa y dice - ¡Quiero hacer eso! -. - ¿Qué
es eso? - le pregunta el padre en referencia a la forma que tenía el molde que
había agarrado: -Un cocodrilo. - responde. Padre: -No, es un dinosaurio. - El
niño indaga: - ¿Que es un dinosaurio? -. Padre: -Un animal muy grande que ya
no existe más. - Niño: - ¿Por qué ya no existe más? -. Madre: -Porque se
murieron todos- contesta desde la cocina. Padre: -Un día vamos a ir a ver los
fósiles de los dinosaurios, si queres. - Niño: - ¿Qué son los fósiles? - Padre: -
El esqueleto de los dinosaurios. Los huesos-. Luego de esa conversación, el
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niño retoma su trabajo con la plastilina. El cortante en forma de dinosaurio
consistía en la forma hueca del animal y había que rellenarlo de plastilina para
poder obtener la forma. El padre toma una nueva masa dentro del cajón de
plastilinas, la madre advierte que la misma posee un color raro lo cual el niño
procede a observar llevando todo su cuerpo hacia adelante encontrando de frente
el objeto. -No sé si es celeste- Dice la mamá. Mientras que el padre la destapa y
la misma cae al piso. Ante la situación ríen todos y la mamá indica: - ¡Esta viejita!
-. El niño ríe nuevamente, pero esta vez llevando ambas manos abiertas a su boca
para taparse la misma. Deciden no usarla y el niño procede a tomar otra de la
mesa: - ¡Masa verde! - Exclama y da continuidad al moldeado. En posición
derecha y apenas con la cabeza inclinada hacia abajo levanta de la mesa el molde
sosteniendo con las manos cada extremo. Cuando lo levanta de la mesa, parte de
la masa se cae y queda colgando de la formita, entonces el niño ríe a la vez que
comienza a girar sobre su silla para que todos podamos ver la masa colgando. Lo
vuelve a apoyar en la mesa y empujando con dos dedos saca la masa restante de
la silueta del dinosaurio. Luego apoya la masa sobre la mesa y le hace presión
con ambas palmas de las manos para que quede estirada. Luego con el dedo
índice de una mano le empieza a hacer agujeros. Niño: -Hice agujeritos-. Padre: -
¡Es un panal de abejas, mejor que no vengan! - Niño: - ¿Por qué? - Madre: -
Papá no entiende nada-. Niño repite: -Papá no entiende nada-. Sigue. -La casa
donde viven las abejas. - dice después de un ratito. Madre: - ¿Cuántos
agujeros? - Procede a contar hasta llegar a once y exclama: -11, ¡un montón! -.
Madre: - ¿Qué hacen las abejas? - le pregunta. - Miel. - le contesta el niño, y
después de un rato agrega: - y dulce de leche. - A lo que la madre se ríe y
corrige: - no, dulce de leche no, eso hacen las vacas.-. El padre interviene: - A
mí me dan miedo las abejas. - Madre: - No hacen nada, papá. - El niño repite la
oración. - Si, te pican. - le contesta el padre y se tapa con la capucha del buzo
que tenía puesto – es mi escondite. - El niño se levanta de su silla, va hacia
donde estaba el padre e intenta meterse dentro de la capucha. - No, este es mi
escondite, búscate el tuyo. - le dice el padre. El niño se busca una capucha en el
cuello de su remera, al no encontrarse, el padre le dice ponete así y le lleva la
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parte de adelante de la remera hacia arriba tapándole toda la cabeza. - No, no
hagas eso. - interviene la madre con un tono serio hacia el padre. – vení vamos a
buscar una sábana y te escondes con eso. - indica al niño. Ambos salen por el
pasillo hacia la habitación y al ratito vuelven con una sábana chiquita. El niño se
sienta en el piso al lado del padre y le pregunta - ¿Nos escondemos? - Madre: -
¿Entonces puedo guardar las masas? - el niño asiente con la cabeza. El padre
estira la sábana y tapa la cabeza de ambos. - Buuuu! - gritan. Desde abajo de la
sabana, el niño corre la misma y deja ver su cabeza para preguntarle a la madre: -
¿Vos te asustaste? -. Madre: -Si, un poquito-. Niño: -Juguemos a las
escondidas. - y le indica a la mamá que cuente. - ¿Hasta qué número? - le
pregunta ella. Niño: - Hasta el 6.- le responde y le indica al padre que se vuelvan a
esconder debajo de la sabana. - Pero si se quedan así voy a saber dónde se
escondieron-. agrega la madre. - Conta. - le responde el niño. La madre cuenta
en voz alta desde el uno hasta el seis mientras guardaba la plastilina que habían
estado usando anteriormente en el baúl. Cuando termina de contar empieza a
llamar al niño en voz alta. - ¡Lolo!!! ¡! ! ¿Dónde están? - repetía la madre. - Acá
estoy- dice el niño saliendo de la sabana. - Ahora nosotros nos escondemos y
vos contás. - le indica la madre. Ella y el padre salen de la sala para esconderse.
El niño se arrodilla en el piso justo por delante de la tele, se tapa la cara con
ambas manos y empieza a contar en voz alta y muy velozmente: - uno, dos, tres,
cuatro, cinco, seis, doce, trece, dieciséis, once, diecisiete, diecinueve, veinte.
- Se levanta y sale corriendo de la sala en su búsqueda. Encuentra primero a la
madre que enseguida vuelve a la cocina. Luego da con el padre que se
encontraba escondido en el baño y ambos vuelven hacia el living. - ¿Queres ir al
baño? - le pregunta la madre apenas el niño regresa. Niño: -Si. - y retoma en
dirección hacia el baño. El padre procede a prender la luz y el niño cierra la puerta.
Desde la cocina, la madre le recuerda lavarse las manos una vez terminado, a lo
que el niño responde con un -Si- rotundo. Al regresar, se dirige en dirección hacia
la mesita donde había estado jugando antes y dice: - Está sucia, hay que
limpiarla-, y se va en dirección a la cocina. - Toma. - le indica la madre y le da un
desengrasante en spray. Agrega: - ¡Usa poquito eh! -. El niño vuelve a la mesa
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con el limpiador sujeto con ambas manos y mientras que sostiene la botella por la
base con una mano aprieta el gatillo varias veces con la otra. - ¡Listo! - le dice la
madre, que observaba acercándose detrás con un trapo para poder limpiar la
mesita. Finalizada la tarea de limpieza, y siendo las 17.30hs, las observadoras
registran el tiempo y proceden a levantarse de sus lugares disponiéndose a
retirarse del hogar. Indican a la madre la voluntad de finalizar con la observación
para después dirigirse al niño a fin de comunicarle que había sido muy lindo
conocerlo y verlo jugar. El niño despide a las observadoras mediante un beso y
abrazo a cada una. Seguidamente saludan al padre, y la madre acompaña a las
mismas hasta la salida. Se indica a modo de amable recordatorio que en
aproximadamente un mes nos estaríamos poniendo en contacto nuevamente para
llevar a cabo la entrevista. Se le agradece nuevamente por la participación y se
despiden.
Fin de la observación.
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2. ENTREVISTA A PADRES
Fecha: 18 de mayo del 2024.
Lugar: Casa de XXX .
Duración: Una hora y veinte minutos (17:00 a 18:20 hs)
Como les comentamos anteriormente, esta entrevista es para un trabajo de la facultad
con fines únicamente pedagógicos. Vamos a realizarles una serie de preguntas que
abarcarán desde el nacimiento de hasta la actualidad, con el fin de conocer su
desarrollo evolutivo. Les reiteramos que esto es confidencial, no se busca realizar
ningún diagnóstico ya que es sólo con fines pedagógicos.
Si están de acuerdo comenzamos ahora.
M: Si, empecemos.
P: Ok.
E1: ¿Cómo se conocieron?
M: Nos conocimos en un congreso, en la asociación de ingeniería industrial y carreras
afines, que es una asociación que nuclea diferentes universidades. A le tocó en el 2010
armar el congreso de ese año y yo representaba a la delegación de . Ahí nos
conocimos. Ambos empezamos a viajar seguido, él a y yo a y ahí se dio.
E1: ¿Hace cuánto se conocen?
M: Desde el 2010.
E1: ¿Cómo recibieron la noticia del embarazo?
M: A principios del 2020 yo quedé embarazada, nos estábamos cuidando asi nomas y
yo perdí el embarazo. Por una cuestión estresante que viví lo perdí y tardé dos meses
en que se me vaya todo del organismo. Fue re dura esa situación, asique después de
eso decidimos esperar unos meses. Maso menos en Agosto lo volvimos a considerar
con Beto, a tener la idea concreta de tener un bebé. Lo volvimos a intentar y quedé
embarazada al toque.
E1: ¿Cómo fue el desarrollo del embarazo?
M: Fue espectacular, como me había pasado la primera situación, decidí comportarme
de otra manera. Hice terapia previo al embarazo y me lo empecé a tomar como algo
egoísta. Empecé a aislarme de todas las situaciones y a dedicarme solo a mí. Me
cuidaba con las comidas con mi nutricionista, tenía una preparadora física, que además
era mi obstetra, y además trabajaba desde mi casa. Fue un embarazo espectacular,
super cuidada. Fui consciente de todo lo que iba pasando. Me encantó el embarazo que
tuve y que haya sido en la época de pandemia que estaba tranquila en mi casa.
E1: ¿Hubo alguna enfermedad de base o complicación de salud durante el
embarazo?
M: Nada, salud perfecta. Durante el embarazo no se me generó ninguna enfermedad.
E1: Mamá, ¿Vos cómo te sentiste a lo largo del embarazo?
M: Tuve un excelente embarazo. Al principio, a los tres meses ,no podía ni caminar y
eso que no tenía ni panza! (Ríe) Pero es que tenes un cansancio extremo. No lo podía
creer, no podía hacer ni un paso que ya me agitaba, pero después de esos tres meses
fue placentero.
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E1: ¿Y vos Papá?
P: Fue bastante tranquilo, como dice ella. No fue nada traumático como todos dicen.
Fue re tranquilo, cero capricho, cero antojo.
E1: ¿Quienes los acompañaron durante el embarazo?
M: Y como fue la pandemia estuvo bueno porque estábamos aislados, me sirvió para
protegernos ante esta situación. Fuimos solo nosotros.
E1: ¿Cómo fue la elección del nombre?
M: Fue en un viaje a . Habíamos hecho una lista y él quería que se llamará “Juanjo”, y
yo le dije que no porque lo conozco y a todo le quería poner “Juanjo”. Era todo “Juanjo”
(Ríen MyP). A mí me daba igual. Asique fue en un viaje a , el unico viaje que hice
embarazada,
P: A fin de año.
M: Si, a los 3 meses de embarazo. Fue en la casa de mi hermano, hicimos una lista de
nombres y votamos con toda la familia. Estaba “” por si era nene y “Francesca” por si
era nena. Esos fueron los más votados.
E1: ¿Y cómo vivieron el parto?
M: Fue parto vaginal, y con una semana posterior a la fecha que nos habían dicho. Yo
en la semana 40 había tenido contracción, pero el médico prefirió esperar una semana
más y si no me programaba la cesárea. El bebe estaba encajado pero no había bajado
lo suficiente. El domingo 30 a la madrugada, a las 5am empiezo a tener contracciones,
ya se me había salido el tapón mucoso. Fui controlando las contracciones con un
cronómetro para saber cuándo llamar a la partera. A las 7 de la mañana llamé a la
partera y me hizo tomar una buscapina, me explicó que si a la hora no se me pasaba
tenía que volver a llamarla para ir a la clínica. Ahí nos preparamos y salimos con el
bolso al médico. Fue un parto largo donde tuvieron que acelerarme las contracciones
para inducirlo. Estuve desde las 9am hasta las 12am empujando. Cuando venía la
contracción con el máximo dolor tenía que aprovechar para pujar. Me ayudaron a
empujar también.
P: Los médicos se le tiraban arriba de la panza.
M: Se me tiraban arriba de la panza pero yo no decía nada. Papá además llevo música,
llevo una playlist de spotify con música que me gustaba. Yo no se lo había pedido pero
seguro leyó algo y le pareció una buena idea.
E1: ¿Quienes lo presenciaron?
Nosotros solos. Como era época de pandemia no dejaban entrar a nadie. Igual que con
los controles.
E1: ¿Venían trabajando para el momento del parto?
Si, tenía una preparadora que me enseñó técnicas para respirar y como pujar, para
aprovechar al máximo el dolor y la fuerza de las contracciones.
E1: ¿Cuánto peso al nacer?
M: 3,752kg
E1: ¿Y cuánto midió?
M: 52cm
E1: ¿Cómo fue tu reacción al ver a por primera vez Papá? ¿Cómo fue tu reacción
XXX?
P: Creo que no lloré pero no me acuerdo.
M: Creo que te caía una lágrima. Yo lloraba mucho así que no sé.
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P: Apenas lo vi estaba todo azul y rápidamente se lo llevaron a una incubadora. Yo
acompañé y vi cuando lo limpiaban y le hacían las mediciones. Después lo dejaron en
Neo porque tenía falta de oxígeno.
Quedó como 5 horas ahí. Ella me hacía ir cada 10 minutos para que fuera a ver como
estaba.
M: Porque yo ya estaba en la habitación y no me lo traían. Pensábamos que había
pasado algo y que no me querían decir. Pero no era nada, era hasta que se estabilizará
y después me lo trajeron.
E1: ¿Cuántos días en la clínica se quedaron?
M: Dos noches, lo normal. Nos hicieron mediciones, nos controlaron y como dio todo
bien nos fuimos los tres a casa.
E1: ¿Cómo fue la vuelta a casa con ?
M: Yo me quería matar (Ríe)
P: ¡Se arrepintió! Que había hecho, pensó ella.
M: Es que a uno le baja el cansancio y el bebé encima quiere tomar la teta y yo estaba
dolorida. Le di siempre teta pero me dolió amamantar.
E1: ¿Le costó prenderse al pecho? ¿Cómo fue?
M: Fue una elección. Yo fui a varias apicultoras hasta que intentaba ver cómo encajarlo
y cómo iba a ser mejor la forma, pero te duele un montón y encima estás cansada.
Lloraba arrepentida (Ríe). La pasé mal por el enganche. Él se enganchó al toque pero
me lastimaba.
E1: ¿Fue siempre materna?
P: Si, siempre. Recién cuando el médico nos dijo que podía comer le incorporamos los
sólidos pero si no siempre pecho.
E1: ¿Cada cuánto tomaba?
M: Cada dos horas, pero siempre dependía de su curva de crecimiento. Yo procuraba
dejarle cuando me iba a trabajar pero nunca fue más de dos horas.
E1: ¿Y cómo fue el destete?
M: Al año y ocho meses. Yo estaba convencida del destete. (Ríe) Lo siento con el alma
pero ya me había cansado porque no podes tomar alcohol o te dicen que sí, pero tenes
que esperar unas horas. Igual lo que más me afectaba era el sueño porque empezó a
los 10 meses el jardín y ahí empezamos a distanciar las tomas. Yo lo dejaba y al
mediodía iba a darle la teta y después, apenas salía ya se enganchaba de nuevo. Pero
a la noche se despertaba cada 1 hora, tomaba para dormir, la usaba de chupete.
E1: ¿Usó chupete?
M: No, no uso chupete.
E1: ¿Donde dormía de recién nacido?
M: Nosotros teníamos la cuna de colecho asique lo acostábamos ahí y no era que
ocupaba mucho espacio, pero si había que darle teta a cada rato asique nos resultaba
más práctico.
E1: ¿Necesitaba la presencia de alguien o algo para dormirse?
M: A partir de los 5 meses quería dormir a upa. Él nunca lo podía hacer dormir (lo mira
al marido), por eso yo siempre estaba cansada. Siempre necesito de mi presencia para
poder dormir, no él, siempre intentó pero el bebé lloraba. De hecho hasta el día de hoy
lo hago dormir yo.
E1: ¿Actualmente como duerme?
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M: Ahora tiene su camita, pero lo duermo yo y después lo acuesto en su camita.
Duerme de corrido, pero va variando. Actualmente leemos cuentos en nuestra cama y
cuando se duerme lo pasamos. Todavía necesita contacto.
E1: ¿Y cómo es al despertarse?
M: Bien, re contento. Quiere salir a jugar.
P: Si, no es que quiere seguir durmiendo, él ya quiere jugar. Se levanta bien. De buen
humor.
E1: ¿Ustedes recuerdan desde cuando sostuvo la cabeza por sí solo?
P: A los 3 o 4 meses más o menos.
M: A los 5 meses se sentó. Se sentaba solo, ahí aprendió.
E1: ¿Y gateaba?
P: No gateo mucho, gateaba medio raro.
M: Eso fue antes de los 7 meses. Entre los 6 y 7 meses hacía fuerza para despegarse
del piso. Hacía como flexiones (rien con el padre).
E1:¿Cuándo fueron sus primeros pasos?
M: Al año. Unos días antes de cumplir el año tiró un par de pasos y después de eso se
soltó.
E1: ¿Y con el baño cómo se comporta?
P: Si, va solo. Ahora sabe prender la luz. Ahora que le sacamos la pelela va al inodoro,
hace pis parado.
M: Si, tuvimos que esconder la pelela. Él ya sabe ir al inodoro, pero le resulta como más
fácil. Más práctico.
E1: ¿A qué edad dejo los pañales para pasar luego a la pelela?
M: Al año y 7 meses.
P: Noo!, dos años dejó los pañales.
M: Ah sí, dos años y ahí se fue a la pelela. Pero hacer pis parado será como hace dos
meses que lo hace.
E1: ¿Necesita ayuda a la hora de ir al baño?
M: No, él va solo. Lo único que le costaba era prender la luz pero ahora ya no.
E1: ¿Cómo es el momento del baño, la ducha, la bañera?
P: Desde hace un par de meses que se baña en la ducha, en la bañera no porque ya
no entra más.
M: (lo interrumpe): Entra de suerte.
E1: ¿Pero tiene historia en el momento de bañarse?
P: Si, a veces no quiere bañarse, lo usa como momento de juego.
M: Ahora está cómo competitivo. El que llega primero al baño gana y él llega primero al
baño. Antes era tipo, te ponemos unos cuentos, te ponemos música. Entonces estamos
siempre buscando, cuando no le gusta la estrategia o se cansa de eso, estamos
buscando estrategias nuevas para que se vaya a bañar.
P: Después no lo podemos sacar, le decimos que se acaba el agua.
E2: Una pregunta con respecto a cuando dejó los pañales, ¿Tuvo algún
accidente,
algún retroceso o le sucedió algo?
M: El acompañamiento de ese momento vino a través del jardín. A mi me dijeron: “Mira,
fíjate que ya está preparado para dejar los pañales, fijense ustedes y cuando quieran
los acompañamos”. A todos los padres les dijeron eso, pero después iban viendo casos
puntuales. Como él es el más chiquito de la clase, había nenas que ya habían dejado
los pañales e iban a hacer pis al inodoro o a la pelela y entonces ya empezaba a ver
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eso. Entonces en una reunión pregunto: “¿Cuales son los síntomas?” “¿Cómo me doy
cuenta de que él ya está preparado para dejarlos?” Y me dijeron: “una señal puede ser
que no se haga pis en toda la noche, eso significa que ya tiene tiempos de retención”. Y
nosotros ya teníamos la pelela dando vuelta por toda la casa. Entonces un día se
levanta seco, viene a la cama, lo toco y digo: “, está seco!”.Le pregunto: “¿Vamos al
baño ?”, “Si, vamos al baño”. Y a partir de ahí, hacíamos que haga pis en la pelela y
avisamos en el jardín. A los dos días de eso nos dicen: “Ya traele una calzoncillo” A lo
que yo pregunté: ¿Qué hago si se me hace pis en el camino. “Como vos quieras” me
contestó la señorita: “Si no traele el calzoncillo y se lo pones acá y nosotras lo vamos
controlando”.
P: (interrumpe) Lo llevamos al jardín con pañales, lo llevamos al baño, hace pis y le
ponemos el calzoncillo.
E1: ¿Las maestras se ocupaban de generar el hábito de ir al baño?
P: Si si, ellas lo llevaban al baño a cada rato.
E1: Entonces ¿Accidentes no tuvo?
M: Siii, en el jardín…
P: (interrumpe): No, en la siesta o a la noche cuando dormía.
M: Si, esos son los momentos más difíciles.
P: Hay padres que lo hacen de forma más lenta, nosotros se los sacamos de una. De
día, de noche, se los sacamos todos juntos. En dos semanas los dejo más o menos.
M: Porque yo les preguntaba a mis amigas: “Chicas, ¿Cómo hago?” y ellas me decían:
“Bueno, pero si no le sacas el pañal de noche, se va a confundir”. Entonces al principio
se lo dejábamos a la noche y a los dos días, más o menos, ya se lo sacamos todo. Y se
habrá hecho pis dos o tres veces y no se hizo más, en la escuela tampoco.
E1: ¿Dormía de corrido o se despertaba durante la noche y les decía que quería ir
al baño?
M: Un día nos sorprendió porque se despertó, vino a la cama y dijo: “Mamá, quiero ir al
baño”, entonces lo agarré y lo llevé al baño. Lo acompañe al baño porque está todo
oscuro. Yo dejo una lucecita prendida, pero igual lo acompañe porque tiene que subir
un escaloncito. Esa vez me sorprendió. Y después, hace poco, ¿Te acordas antes de
Córdoba que se hizo pis dos veces? (le pregunta al marido). Pero no sé si fue porque
tenía frío o algo…
P: (interrumpe)O porque tomo mucho líquido.
E1: ¿Cómo fue el lenguaje?
M: Hablo de re chiquito. “Mamá” dijo antes del año. Dijo “mamá” primero (lo dice
riéndose en dirección al marido) antes que “Papá”. Y después “Oco, Coco” que significa
Roco.
P: “Tío”.
M: Si, “Tio”. A todos les decía “Tío”. Los abuelos también eran “Tío”. Aprendió esa
palabra y la usaba para todos. Todos los que no fuéramos nosotros eran “Tíos”.
E1: ¿Cómo le suelen hablar ustedes?
P: Nosotros nunca le hablamos como un bebé. “Guau, guau o tutu” no, nosotros jamás
le dijimos nada de eso.
E1: ¿Y se acuerdan cuando empezó a decir frases completas?
M: Yo creo que al año, año y medio como mucho porque él a los dos años ya cantaba
el feliz cumpleaños completo. El hecho de cantar, creo, que es difícil porque tiene que
unir muchas palabras y seguir el ritmo. Así que al año y medio ya hacía frases largas y
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