
OSIFICACIÓN ENDOCONDRAL. Principal causante de la formación de huesos largos y cortos.
Se origina a partir de un modelo de cartílago hialino.
El primer tejido óseo de los huesos largos se forma por osificación intramembranosa a partir del
pericondrio que recubre la parte media de la diáfisis y forma el collarete óseo, donde los
condrocitos que éste envuelve se hipertrofian, mueren por apoptosis y la matriz de cartílago se
mineraliza.
Los vasos sanguíneos provenientes del periostio atraviesan el collarete óseo junto con células
osteoprogenitoras que se diferencian en osteoblastos que sintetizan matriz ósea que después se
mineraliza. Así se genera tejido óseo primario sobre restos de cartílago calcificado.
En la diáfisis se forma el centro primario de osificación que crece en sentido longitudinal junto
con el collarete óseo. También surgen osteoclastos que producen la resorción del tejido óseo en
el centro del cartílago y se forma el conducto medular donde las células sanguíneas dan origen a
la médula ósea donde se van a producir todos los tipos de células de la sangre a lo largo de la
vida tanto intrauterina como después del nacimiento.
Más tarde se forman, en cada epífisis pero no al mismo tiempo, los centros secundarios de
osificación que crecen en sentido radial y también contienen médula ósea.
Una vez que ha terminado de formarse el tejido óseo, el tejido cartilaginoso ocupa dos lugares: el
cartílago articular y el cartílago de conjunción o disco epifisiario (ubicado entre el tejido
óseo de las epífisis y la diáfisis) que va a encargarse del crecimiento longitudinal del hueso hasta
cerca de los 20 años de edad.
Las 5 zonas del disco epifisiario:
- Zona de cartílago en reposo: cartílago hialino sin modificación.
- Zona de cartílago seriado: los condrocitos se dividen y forman hileras de células
aplanadas y apiladas en sentido longitudinal.
- Zona de cartílago hipertrófico: los condrocitos aumentan de tamaño, la matriz forma
tabiques delgados y los condrocitos entran en apoptosis.
- Zona de cartílago calcificado: se mineralizan los tabiques delgados de matriz y termina
la apoptosis de los condrocitos.
- Zona de osificación: zona donde aparece el tejido óseo. Capilares sanguíneos y células
osteoprogenitoras provenientes del periostio invaden las cavidades antes ocupadas por
los condrocitos. Las células osteoprogenitoras se diferencian en osteoblastos que
depositan matriz ósea sobre la matriz cartilaginosa calcificada. La matriz osea se
mineraliza y rodea osteoblastos que se transforman en osteocitos.
Crecimiento. El tejido óseo se renueva constantemente por la acción coordinada de
osteoclastos y osteoblastos. Los osteoclastos se encargan de la resorción ósea de una parte del
hueso donde luego los osteoblastos van a sintetizar matriz ósea que se va a mineralizar
formándose así hueso nuevo que sustituye al hueso viejo destruido por los osteoclastos.
Cuando los osteoclastos finalizan la resorción desaparecen por apoptosis. En cuanto a los
osteoblastos, cuando finalizan la síntesis de matriz quizás en una cierta proporción también
sufren apoptosis. Sin embargo, muchos se quedan embebidos en la matriz que van sintetizando
y se transforman en osteocitos.
- Articulaciones y membranas sinoviales. Líquido sinovial. Componentes.
Las articulaciones unen entre sí dos o más huesos. Se las puede clasificar en diartrosis,
anfiartrosis y sinartrosis (movimientos limitados o inmóviles).
Las diartrosis están dotadas de gran movilidad y por lo general unen huesos largos (articulación
de la rodilla, del hombro, de la cadera). En ella la cápsula articular (membrana sinovial + capa
fibrosa) une los extremos de los huesos y delimita la cavidad articular que contiene el líquido
sinovial, éste contiene hialuronano que gracias a su efecto lubricante permite el deslizamiento de
las superficies articulares. Además la presencia de agua le da gran capacidad amortiguadora.