
conectivo elástico, aunque no es conectivo estrictamente hablando, a las paredes de las arterias, ya que en
este caso hay numerosas células musculares lisas que contribuyen a sintetizar las fibras elásticas.
2.3. Conectivo reticular
El tejido conjuntivo reticular se caracteriza por poseer fibras reticulares. Las células que las producen son
fibroblastos denominados células reticulares. Las fibras reticulares o de reticulina pueden aparecer en otros tejidos
conectivos, pero es en éste donde son más abundantes. Están formadas sobre todo por colágeno tipo III, que se
organiza en fibras más delgadas, ramificadas, anastomosadas y con mayor contenido de carbohidratos. El
aspecto ramificado de las fibras reticulares distingue estas fibras de otras formados por los tipos I y II. Este tejido es
típico de estructuras linfoides como el bazo, el timo y los ganglios linfáticos. También es importante en la médula
ósea, en el hígado y en las paredes de las arterias. La principal misión del tejido reticular es formar un andamiaje que
sirve de soporte a otras células, como son los linfocitos, células adiposas, musculares lisas, macrófagos, células
madre hematopoyéticas, etcétera. Así, la densidad celular es mayor que en otros tejidos conectivos. Normalmente
las células reticulares están unidas a las fibras reticulares y ambos quedan relativamente fijos, mientras que las
otras células se mueven con facilidad por el tejido. Los ganglios linfáticos son lugares de reunión de linfocitos T, B,
células dendríticas y macrófagos. Estas congregaciones las hacen en un ambiente creado por los fibroblastos
reticulares que forman el tejido conectivo reticular. Los fibroblastos reticulares son fibroblastos especializados en el
sistema inmune.
III. TEJIDO CONJUNTIVO EMBRIONARIO
1. Conectivo mucoso
El tejido conectivo mucoso o gelatinoso tiene aspecto de gelatina, está muy hidratado, es turgente y presenta una gran
resistencia mecánica. Esto es debido a sus componentes celulares y a su matriz extracelular. Así, la mayor parte del
tejido es matrix extracelular pudiendo representar hasta el 95% de su contenido. Posee pocas células, que tienen
características similares a los miofibroblastos. La proteína más abundante de la matriz extracelular es el colágeno tipo
I, que forma fibras delgadas. Los proteoglicanos, abundantes en la matrix extracelular, contienen sobre todo condrotitín
sulfato y dermatán sulfato. El ácido hialurónico es también muy abundante. Este tejido abunda en el
periodo embrionario y es poco frecuente en adultos. Es el principal componente del cordón umbilical, donde se organiza
formando una estructura espiral retorcida denominada gelatina de Wharton. Al contrario que otros tejidos conectivos,
en el tejido conectivo mucoso de humanos no se ha encontrado otro tipo celular diferente a los miofibroblastos (células
con características intermedias entre musculares y fibroblastos), ni tampoco posee vasos sanguíneos, ni linfáticos,
excepto las dos arterias y una vena que comunican al embrión con la placenta. Este tejido se encuentra en regiones
concretas como la placa coriónica de la placenta y alrededor de los capilares fetales, y también en la cresta de algunas
aves. El tejido mucoso del cordón umbilical está siendo estudiado muy intensamente puesto que de sus células se
pueden derivar células madre pluripotenciales que pueden diferenciarse en células diferenciadas de diferentes tejidos.
Esto le aporta una gran potencialidad como fuente celular para terapias regenerativas e ingeniería de tejidos.
2. Conectivo mesenquimático
El tejido conectivo mesenquimático o mesénquima está formado por células indiferenciadas o mesenquimáticas y
materia extracelular laxa de aspecto gelatinoso. Esta disposición laxa permite a las células una gran movilidad, muy útil
para organizarse en estructuras nuevas durante las etapas embrionarias. Se puede considerar como un
tejido pasajero puesto que es abundante en el embrión, pero aparece también en menor medida en algunos órganos
de animales adultos como en la médula ósea, en la grasa, músculos, y pulpa dental de los dientes de leche. A estas
células en adultos se les llama células madres mesenquimáticas. A partir de él se forman, durante el desarrollo
embrionario, no sólo los tejidos conectivos propiamente dichos sino también cartílago, hueso, los sistemas sanguíneo
y linfático, incluso se puede diferenciar en músculo liso. Además, mediante señales enviadas por el mesénquima al
tejido epitelial se inicia la formación de numerosos órganos del cuerpo.