recomendaban la abolición de los castigos y la implantación de tratamientos psiquiátricos.
Es importante tener en cuenta que esta tesis nació en la época del ascenso al poder de
las ideologías totalitarias de la Italia fascista, la Alemania nazi y la Unión Soviética
comunista, en las que los psiquiatras estaban dispuestos a cooperar con gobiernos
dictatoriales en la represión de los ciudadanos.
Por su parte, Thomas Szasz, desde la publicación de “El derecho, la libertad y la
psiquiatría”(1963), ha advertido que la Psiquiatría Institucional se ha convertido en una
agencia represiva de control social .
Esta psiquiatrización del crimen ha dado origen al mito del paciente mental peligroso: con
bastante frecuencia los medios masivos de comunicación informan sobre un crimen al
que, enseguida y tras la entrevista a un psiquiatra o psicólogo, se le endilga el calificativo
de trastorno mental. Aunque no hay ninguna evidencia de que los llamados pacientes
psiquiátricos son más peligrosos que los normales(la situación actual apunta más bien a
todo lo contrario), el mito del paciente mental peligroso se resiste a morir.
4. El consumo de drogas legales e ilegales. Aunque la humanidad ha usado(y abusado
de) drogas tales como el alcohol, la coca, la marihuana, el opio y sus derivados, y el
tabaco durante siglos, el llamado problema de la droga, o drogadicción, o
farmacodependencia, o abuso de drogas fue una creación del siglo XX con la
promulgación de las primeras leyes antidrogas , y la inclusión del uso de ciertas drogas en
la lista oficial de trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana. Hasta ese
entonces, no teníamos el llamado problema de la droga, ni la palabra drogadicción tenía
la connotación peyorativa que hoy tiene. (De hecho, adicción quiere decir apego,
dedicación como cuando decimos que Fulano es adicto al Partido Liberal, o Mengano es
adicto al catolicismo).
Décadas más tarde, la guerra antidrogas, supuestamente ejecutada para erradicar el
consumo, es llevada a cabo con tanta insensatez y ferocidad que sus terribles
consecuencias(un ambiente de persecución inquisitorial, criminalidad, corrupción, daño
ecológico y toxicidad agregada por la impureza) han terminado por afectar a toda la
sociedad. Pero en vez de atribuir estas nefastas consecuencias a la ilegalidad y la guerra,
los gobiernos las achacan a las drogas , los drogadictos y los traficantes.
Por mi parte, sugiero que prohibir ciertas drogas porque su abuso puede ser dañino para
la salud es tan sensato como prohibir los automóviles porque su abuso puede ser