RECEPTORES TACTILES:
-En primer lugar, algunas terminaciones nerviosas libres, que están distribuidas
por todas partes en la piel y en otros muchos tejidos, son capaces de detectar el
tacto y la presión. Por ejemplo, incluso un contacto suave con la córnea, que no
contiene ningún otro tipo de terminaciones nerviosas aparte de las libres, puede
llegar a despertar sensaciones de tacto y de presión.
-En segundo lugar, un receptor al tacto dotado de una gran sensibilidad es el
corpúsculo de Meissner, que es una terminación nerviosa encapsulada alargada
perteneciente a una gran fibra nerviosa sensitiva mielínica (de tipo Aβ). Dentro de la
cápsula hay muchos filamentos nerviosos terminales ramificados. Estos
corpúsculos están presentes en las partes de la piel desprovistas de pelo o
lampiñas y son especialmente abundantes en las yemas de los dedos, en los labios y
en otras zonas cutáneas que presenten una capacidad muy desarrollada para
discernir la localización espacial de las sensaciones táctiles. Los corpúsculos de
Meissner se adaptan en cuestión de una fracción de segundo después de ser
estimulados, lo que significa que resultan especialmente sensibles al movimiento
de los objetos sobre la superficie de la piel, y también a la vibración de baja
frecuencia.
-En tercer lugar, las yemas de los dedos y otras zonas que contienen una gran
cantidad de corpúsculos de Meissner también suelen albergar un número elevado
de receptores táctiles de terminación bulbar, uno de cuyos ejemplos son los discos
de Merkel. Las partes de la piel cubiertas de pelo presentan asimismo una cuantía
moderada de receptores de terminación bulbar, aunque prácticamente carecen de
corpúsculos de Meissner. Estas estructuras difieren de los corpúsculos de
Meissner porque al principio transmiten una señal intensa pero parcialmente
adaptable, y después una señal más débil y continua que se adapta solo con
lentitud. Por tanto, son responsables de suministrar las señales estables que
permiten determinar un contacto continuo de los objetos contra la piel. A menudo,
los discos de Merkel se encuentran agrupados en un órgano receptor llamado
receptor en cúpula de Iggo, que adopta una orientación ascendente contra la cara
inferior del epitelio cutáneo. Esta proyección ascendente hace que el epitelio
sobresalga hacia fuera desde este punto, lo que crea una cúpula y configura un
receptor sumamente sensible. Todo el grupo de discos de Merkel está inervado por
una sola fibra nerviosa mielínica grande (de tipo Aβ). Estos receptores, junto con los
corpúsculos de Meissner comentados antes, cumplen funciones importantísimas