Eli Mingo
Espacio Lingüística
@elim.lingüística
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"La lengua elabora sus unidades al constituirse entre dos masas amorfas." aquí quiere explicar que la lengua elabora,
es decir, organiza y delimita sus unidades, los signos linguísticos. Y esa elaboración se da a partir de las dos masas
amorfas (el pensamiento y el sonido).
"La lingüística trabaja, pues, en el terreno limítrofe donde los elementos de dos órdenes se combinan; esta combinación
produce una forma, no una sustancia." Los elementos de dos ordenes que se combinan son pensamiento y sonido que, a
partir del recorte arbitrario da lugar al signo lingüístico. Por eso es que la lengua es forma y no sustancia. Forma, porque
implica cierta organización entre el pensamiento y el sonido. Y no es sustancia, dado que la sustancia es considerar el
pensamiento y el sonido en sí mismo, sin asociación psíquica.
Es por esto entonces que "la lengua es forma y no sustancia". Forma, porque lo que determina el funcionamiento de los
signos en el seno de un sistema es su organización y su delimitación y, también características que lo diferencian con
otros signos. Esta forma está determinada por relación, oposición, diferencia y negatividad en el propio sistema.
Tal como explicamos anteriormente, esta delimitación es arbitraria, injustificada Es decir, de manera arbitraria,
inmotivada, cada lengua une un determinado significado con una sucesión de sonidos (significantes) determinada para
constituir un signo: esto es, por ejemplo el significado "mate" sin motivo y sin justificación se asocia a los fonemas /m/,
/a/, /t/, /e/. El lazo entre significado y significante es radicalmente arbitrario en tanto vincula dos entidades igualmente
obtenidas gracias a un corte arbitrario en la sustancia acústica y en la sustancia significacional.
La arbitrariedad debe entenderse en dos sentidos:
- por un lado, expresa la falta de razones naturales, lógicas para determinar asociación entre el significado y significante
-y, por el otro lado, significa que las distinciones de la lengua son "independientes" de las características de la sustancia
semántica (concepto - significado) y de la sustancia acústica (imagen acústica - significante) en la que se introducen esas
distinciones.
Ahora bien, esos cortes que realiza la lengua son arbitrarios, esto es, la elección de una porción acústica para una idea no
tiene una razón lógica para establecerse, sino que es producto de una convención: "No solamente son confusos y amorfos
los dos dominios enlazados por el hecho lingüístico, sino que la elección que se decide por tal porción acústica para tal
idea es perfectamente arbitraria."
Saussure luego establece la relación entre el valor y arbitrariedad: "Si no fuera éste el caso, la noción de valor perdería
algo de su carácter, ya que contendría un elemento impuesto desde fuera." Es decir que, si no fuera arbitrario habría
alguna justificación, algún motivo, por lo cual no sería psíquico, porque tendría algún vinculo con la realidad. Entonces, al
no tener nexo con la realidad, y no tener nada impuesto desde afuera el valor es puro, por ende puramente psíquico.
(..) Pero de hecho los valores siguen siendo enteramente relativos, y por eso el lazo entre la idea y el sonido es
radicalmente arbitrario." Es decir, puramente psiquicos porque sólo se determinan por el sistema de la lengua.
A su vez lo arbitrario del signo nos hace comprender mejor por qué el hecho social es el único que puede crear un
sistema lingüístico. La colectividad es necesaria para establecer valores cuya única razón de ser está en el uso y en el
consenso generales; el individuo por sí solo es incapaz de fijar ninguno."
A partir de estas ideas aparece la noción de VALOR LINGÜÍSTICO. El valor de un signo está determinado en su relación
con los otros signos que forman parte del sistema de la lengua. El valor de una unidad lingüística está determinado,
limitado, precisado por el de las otras entidades del sistema: El valor emana del sistema e implica la presencia concreta
del sistema en cada uno de sus elementos.
El valor de un signo se determina en el seno de un sistema por oposición, diferencia, relación y negatividad. O lo que es lo
mismo, decir que los valores siempre son opositivos, diferenciales, relacionales y negativos.