HAY PARTES MUY TEXTUALES CON EL FIN DE ESTUDIAR MEJOR OS TEMAS. Las referencias son las que se
encuentran al principio de cada tema.
2021 1er y 2do Parcial
Entrevista
Resúmenes de la bibliografía básica.
Grazzia Guarino.
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MÓDULO 1
Salomone, G. Las dos dimensiones de la ética profesional: la ética y deontología.
Uno de los puntos de mayor complejidad en la Ética profesional de las prácticas en Salud
Mental lo constituye el estar unido por dos campos diferenciados que los estructura.
Estos dos campos son:
- Por un lado, la dimensión del código, de las normas
- Por el otro, la dimensión del sujeto.
ETICA PROFESIONAL:
Campo normativo: primer movimiento de la ética.
Deontología
Códigos
Estado del arte
Dimensión del sujeto: segundo movimiento de la clínica.
Dimensión clínica
El caso singular
En la practica se encuentran dos posiciones distintas:
- La de aquellos que toman como única referencia la letra de los códigos
- La posición contraria del anterior de obviar por completo la normativa vigente.
Se verifica una exclusión entre el campo deontológico y la dimensión cnica de un tratamiento.
Dicho tratamiento se supone una relación imposible entre la llamada ética profesional y la
dimensión ética del sujeto.
La deontología refiere a los deberes relativos a una práctica determinada, los cuales, en su
forma de enunciados normativos se plasman en los códigos de ética.
La deontología se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de los psicólogos.
Códigos deontológicos:
1. Establecen pautas que regulan nuestra práctica.
2. Resumen el conocimiento alcanzado en el campo profesional.
3. Las normativas de los códigos encuentran una referencia en las normas jurídicas.
Intimidad sexual con Expaciente: los psicólogos no se involucran sexualmente con un
expaciente o cliente hasta por lo menos dos años de la finalización/interrupción de la terapia.
Los profesionales no se involucran con los expacientes incluso hasta después de dos os,
salvo circunstancias excepcionales.
Ley nacional de Ejercicio profesional, Argentina.
… guardar riguroso secreto profesional sobre cualquier acto o prescripción relaizados en su
ámbito profesional, si no se cumple hay una multa. Solo puede hablar por “justa causa”
Respecto a los derechos y la dignidad de las personas:
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Respetan el derecho de los individuos a la privacidad y la autonomía.
Los psicólogos son conscientes de las diferencias culturales e individuales, incluyendo aquellas
debidas a la edad, genero, raza, nacionalidad, religión, incapacidad…
El circuito que configurado así:
PRACTICA PROFESIONAL
NORMATIVA DEONTOLÓGICA
LEY SOCIAL
CONSTITUCIÓN NACIONAL
NORMATIVA INTERNACIONAL
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
EN RESUMEN: los códigos deontológicos
- Resumen el estado del arte de la disciplina
- Atravesados por valores morales de la época
- Funcionan como una referencia anticipada a situaciones eventuales.
- Tienden a una regulación de todas las situaciones posibles.
Excepción de la norma:
Los códigos velan por los derechos de privacidad, autodeterminación, confidencialidad,
autonoa de las personas. Sin embargo, la deontología establece excepciones al deber de la
confidencialidad cuando hay una “justa causa”. Es importante que el psicólogo tenga en
cuenta que, aunque haya razones validas para romper la confidencialidad, de todos modos,
estamos sacándole al paciente el derecho de privacidad. Se rompe la confidencialidad en caso
de que estemos seguros que “hay daño para terceros”, aparece el conflicto entre el interés
individual y el bien común.
Los códigos deben expandirse con respecto a todos los casos posibles, en todas las
circunstancias y para todos los sujetos, la norma ordena pero la condición es que ordene más
allá del cada uno; hace homogéneos a los cada uno en un todo.
Para evaluar los daños a terceros, primero debemos preguntarnos que es un daño, cuáles son
los limites de la noción de peligrosidad, cual sería una legítima “justa causa”.
La perspectiva ética: el desafío es ensayar los fundamentos que la perspectiva del eje
universal-singular nos aporta.
Se trata de analizar la situación y su encuadre deontológico desde la perspectiva ética.
La perspectiva ética nos obliga a incluir esa dimensión singular excluida de lo particular. Tal
como mencionábamos anteriormente, en el campo normativo se trata de un sujeto anónimo.;
todos y a la vez ninguno, lo cual coincide con la idea de lo general. El sujeto singular, no-
anónimo, que debe responder por sus actos, no está contemplado allí.
Desde el primer movimiento de la ética, abordando lo general del caso y no lo singular, solo
podremos aportar reflexiones teóricas que eventualmente funcionen como marco para las
decisiones clínicas.
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Por supuesto que un caso tomado en singularidad, atendiendo a sus peculiaridades únicas e
irrepetibles, nos volverá a confrontar a la inconsistencia radical. Hará falta un segundo
movimiento de la ética que suplemente el abordaje general.
BLEGER, J. TEMAS DE PSICOLOGÍA.
Anotaciones básicas y generales.
La entrevista es un instrumento fundamental del método clínico. Esta técnica tiene sus propios
procedimentos o reglas empíricas con los cuales no solo se amplía y se verifica el conocimiento
científico, sino que al mismo tiempo se lo aplica. La técnica es el punto de interacción entre las
necesidades prácticas y la ciencia.
La entrevista psicológica es aquella en la que se persiguen objetivos psicológicos
(investigación, diagnóstico, terapia).
La entrevista psicológica es el instrumento fundamental de trabajo no solo para el psicólogo,
sino para otros profesionales.
La entrevista cerrada es en realidad un cuestionario que toma contacto estrecho con la
entrevista en cuanto a que maneja ciertos principios y reglas de la misma facilita y posibilita la
aplicación del cuestionario.
La libertad del entrevistador en el caso de la entrevista abierta reside en una flexibilidad
suficiente como para permitir en todo lo posible que el entrevistador configure el campo de la
entrevista según su estructura psicológica particular. La entrevista abierta posibilita una
investigación amplia y profunda de la personalidad del entrevistado, mientras que la entrevista
cerrada permite una mejor comparación sistemática de datos
Consulta no es sinónimo de entrevista, la entrevista es uno de los procedimientos en los que el
técnico o profesional, psicólogo o médico, puede atender la consulta.
La entrevista no es una anamnesis, la anamnesis recopila datos de tal extensión y detalle que
permite obtener información del presente y la historia del individuo, de su enfermedad y su
salud. En la anamnesis, la preocupación y la finalidad residen en la recopilación de datos, y el
paciente queda reducido a un mediador entre su enfermedad, su vida, y sus datos, por un
lado, y el medico por el otro.
Una parte del tiempo de consulta debe reservarse como entrevista y otra parte como
indagación de aquellos datos que faltaron investigar.
La entrevista puede considerarse de la misma manera que el tuvo de ensayo para el quimico.
La diferencia entre entrevista y otro tipo de relación interpersonal como la anamnesis reside
en que en la primera la regla es tratar de obtener que el campo se configure especialmente y
en su mayor grado por las variables que dependen del entrevistado.
Cada ser humano tiene sistematizada su personalidad en una serie de pautas y son éstas las
que esperamos que se pongan en juego o exterioricen en el curso de la entrevista
La entrevista funciona como una situación en la que se observa una parte de la vida del
paciente que se desarrolla en relación a nosotros y frente a nosotros
Ninguna entrevista puede agotar la personalidad de un paciente, solo un segmento de ella.
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Respecto al encuadre, si el encuadre se podifica (cambian de sitio) debe ser tomado en cuenta
este cambio como una variable sujeta a observación tanto como lo es el mismo entrevistado.
Cada entrevista tiene los contextos definidos en funcn del cual se dan los emergentes, y
estos solo tiene sentido en función de dicho contexto.
La anamnesis se usa cuando el consultante conoce su vida y esta capacitado para contarla,
para dar datos de la misma, mientras que el supuesto de la entrevista es el de que cada ser
humano tiene organizada una historia de su vida y un esquema de su presente, y de esta
historia y de este esquema hay que deducir lo que no se sabe.
El observador participante:
La observación científica es objetiva, en el sentido de que el observador registra lo que ocurre,
los fenómenos que son externos e independientes del él, con abstracción o exclusión total de
sus impresiones y sensaciones.
Me interesa observar que en la entrevista el entrevistador forma parte del campo que en
cierta forma condiciona los fenómenos que pel mismo va a registrar.
La observación en condiciones naturales es una observación en unas condiciones en las que se
da realmente el fenómeno.
Entrevista e investigación:
No hay posibilidades de una optima entrevista si no incluye a la investigación.
La conducta es un campo de trabajo en el cual se investiga la conducta y personalidad de los
humanos. Una utilización correcta de la entrevista integra en la misma persona y en el mismo
acto al profesional y al investigador.
El grupo en la entrevista:
Entrevistador y entrevistado constituyen un grupo, sus integrantes están interrelacionados y
en el que la conducta de ambos es independiente. La conducta de uno consciente o no actúan
en forma intencionada o no como estímulo para la conducta del otro, y a su vez esta última
reactiva en calidad del estimulo para las manifestaciones del primero.
El tipo de comunicación que se establece es latamente significativo de la personalidad del
entrevistado.
Transferencia y contratransferencia:
La transferencia es la actualización en la entrevista de sentimientos, actitudes y conductas
inconscientes, por parte del entrevistado, que corresponde a pautas que este se ha
establecido en el curso del desarrollo. Se distingue entre transferencia negativa y positiva.
La contratransferencia incluye los fenómenos que se encuentran en el entrevistador, como
emergentes del campo psicológico que se configura en la entrevista; son las respuestas del
entrevistador a las manifestaciones del entrevistado.
Ansiedad en la entrevista:
Entrevistado y entrevistador se enfrentan a una situación desconocida, ante la cual no tiene
pautas reaccionales adecuadas, y la situación no organizada implica una cierta desorganización
de la personalidad de cada uno de los participantes; esa desorganización es ansiedad.
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Lo desconocido que se enfrenta no es solo lo externo sino también el peligro de lo que
desconoce e su propia personalidad.
La ansiedad la haya delegada o proyectada en otra persona que es quien solicita la entrevista y
manifiesta interés para que se realice.
La ansiedad del entrevistador se toma como motor de interés en investigación. Si hay defensas
el entrevistador intenta sacarlas.
El entrevistador:
El instrumento de trabajo es él mismo el entrevistador, su propia personalidad, que entra
indefectiblemente en juego a la relación interpersonal con el agravante de que el sujeto que
Tenes que estudiar es otro humano.
El entrevistado debe operar disociado: observar lo que ocurre y como ocurre de manera de
graduar el impacto emocional y la desorganización ansiosa
Cuanto más psicópata el entrevistado, más se posibilita que el entrevistador asuma y actúe
esos roles.
El entrevistado: para que una persona recurra a terapia tuvo que haber llegado a u n insight,
generalmente se expresan con ansiedad o temores.
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MÓDULO 2.
Alizade, A. El encuadre interno
El encuadre consiste en un conjunto de propiedades psíquicas que interactúan como radares o
antenas invisibles.
El analista incorpora el encuadre interno gracias a su propio análisis, es decir, su autoanálisis,
experiencia de vida y condiciones personales (talento en clínica, salud mental, vocación
analítica)
El encuadre interno es un proceso delicado que resulta del encuentro entre un analista que
posee el dispositivo interno de análisis y un paciente que acepta el despliegue del trabajo
analítico.
El paciente puede cuestionar los encuadres externos: negarse a tomar muchas sesiones por
semana, pelear los honorarios, exigir cambios de horarios etc. lo que no puede hacer es
sustraerse al impacto, a los efectos, y a la puesta en juego del encuadre interno que mueve
sutiles engranajes metapsicológicos y objetables.
El analista forma escuela por sí mismo, aunque profese en una capilla determinada. Esta idea
implica que toda persona “va siendo” psicoanalista en forma cambiante a lo largo de los años.
El analista forma escuela por si mismo, aunque profese en una capilla determinada. En las
profundidades de su ser es único: sin saberlo quizás es analista propio.
Propiedades inherentes del encuadre interno:
1. La escucha con el tercer oído Son las voces interiores de lo que no se dice con
palabras, de los mensajes subliminales que surgen de las profundidades del
inconsciente.
2. la permeabilidad del analista a su propio inconsciente y al del paciente. Su capacidad
incide sobre la intuición o empatía a fin de captar las vivencias y necesidades de su
paciente
3. La atención flotante: pone en función el radar visible del encuadre interno. La escucha
abierta y relajada capta las formaciones de inconsciente
4. La libre asociación de analista y paciente: e sus asociaciones libres disparadas por el
material del paciente encuentra nuevas claves significantes gracias a los puentes que
logre establecer con sueños antiguos del paciente, con material de sesiones de años
anteriores y recuerdos.
5. La observancia de las reglas de juego interactivas: la regla de abstinencia y de
neutralidad
6. La transmisión entre inconscientes. El ejercicio del encuadre interno requiere de la
aptitud analítica de conectarse con el inconsciente del paciente
7. La espontaneidad y creatividad. La creatividad se juega en soledad. El analista se arroja
a la piscina de sus intuiciones.
Si un analista por exceso de puntos ciegos, despliega un fuerte encuadre externo con poca
dosis de encuadre interno, seguramente el análisis servirá en su función de catarsis o de
holding pero el resultado mutativo y elaborativo será pobre.
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Cuando el análisis cursa con un encuadre externo laxo, pero con un ritmo sostenido de
transmisión inconsciente y develamiento transferencial mediante interpretaciones y
construcciones, las posibilidades de éxito son mayores.
Legugnaga,N y Lubartowsky,R. La entrevista en psicodiagnóstico.
Según Bleger: “nos interesa la entrevista psicológica, entendiendo por tal aquella en la que se
persiguen objetivos psicológicos (investigación-diagnóstico-terapia)”. Bleger acá describe la
entrevista en función a su finalidad.
El objeto en común es cernir lo psicológico, estructuran y se estructuran en función de
proyectos de campo que tiene clara delimitación.
Dicha delimitación habla de contigüidad y discriminación, situación que muchas veces conlleva
la idea subyacente de similitud.
Dentro de la categoría “entrevista psicológica” se distinguen varios procedimientos que
apuntan a un objeto en común pero la forma de descubrir este objeto se hace mediante
diferentes técnicas que pueden ser consideradas como subclases dentro de la clase “entrevista
psicológica”
Es importante saber que no hay rapport sin transferencia ni transferencia sin rapport, pero
existe una instrumentación previa a cada entrevista que va a determinar la manera o el monto
en que posibilitamos la incidencia de estos componentes.
Al articularse con la especificidad del “ objeto psicológico”, que determina por si mismo el
instrumento de aproximación al tiempo que este se verá limitado o ampliado por el propio
campo de la entrevista.
Bleger presenta lo de investigación-diagnóstico-terapia, dejando diagnóstico como el
intermediario entre investigación y terapia, posición que muestra las dos variantes que tienen
reciprocidad permanente.
Investigación: entrevista cerrada. Lo interrogado se organiza en función de una pregunta que
será transportada por el sujeto, el campo investigado dará respuesta a la hipótesis, siendo el
sujeto un intermediario entre la hipótesis y su investigacn, lo cual jerarquiza el valor del
rapport positivo.
Nos referimos a la investigación psicológica que procede esencialmente de las vertientes
experimentales, y que dejamos explícitamente fuera el psicoanálisis entendido como método
de investigación.
Diagnóstico: Entrevista abierta (entrevista semidirigida)
- Modelo científico: jerarquiza test y técnicas proyectivas.
- Modelo dinámico: lo consultante se irá desarrollando en el vínculo psicólogo-paciente,
circulo que aparece significado por variados interjuegos fantasmáticos que la
transferencia presentifica. Todo esto genera un contexto que abarca todas
las fases del psicodiagnóstico, incluyendo la aplicación de test.
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Terapia: Entrevista de orientación terapéutica. El modelo terapéutico prima sobre la entrevista
determinando el carácter de la misma, carácter que será pertinente al modelo. Aquí se puede
encontrar la entrevista semi-dirigida que puede encontrarse también en la entrevista abierta o
dentro de la orientación terapéutica, y hasta en el terreno experimental si el proyecto de
investigación lo admite.
MÓDULO 3.
LA ENTREVISTA INICIAL. S, DE OCAMPO.
La entrevista inicial es una entrevista semidirigida, ya que el paciente tiene libertad para
exponer sus problemas comenzando donde prefiera e incluye todo aquello que desee contar.
Permite que el campo psicológico configurado por el entrevistador y el paciente se estructure
en función de los vectores señalados por el paciente.
En este tipo de entrevista el psicólogo/entrevistador debe:
1. Señalar algunos vectores cuando el entrevistado no sabe cómo comenzar o continuar.
Dichas preguntas deben ser amplias en lo posible.
2. Señalar la situación de bloqueo o parálisis por incremento de angustia
3. Inquirir acerca de aspectos de la conducta del entrevistado, “lagunas” en la
información que el paciente ha dicho y que son de especial importancia,
contradicciones, ambigüedades y verbalizaciones “oscuras”.
Se recomienda que el comienzo sea con una presentación mutua y una aclaración del
encuadre por parte del psicólogo. Luego operar con técnicas de entrevista libre donde el
paciente exprese libremente el motivo por el que consulta. Al final, se debe forzosamente
adoptar una técnica directiva para rellenar lagunas. Cada psicólogo sabrá cuando hablar,
escuchar, callar.
Dos razones para realizar una e. semidirigida:
- Debemos conocer muy bien al paciente
- Responder a la necesidad de extraer datos para formular hipótesis, planificar la batería
de test e interpretar con precisión los datos de los test y de la entrevista final.
La entrevista cnica es una técnica, no LA técnica.
Es insustituible ya que cumple con ciertos objetivos del psicodiagnóstico, pero los test también
presentan ventajas que los vuelven irremplazables. Los test sirven más para diagnosticar
aspectos patológicos del paciente que pueden ser muy bien ocultos verbalmente.
La mayoría de ellos incluye interrogatorio. Operan consignas que son verbalizaciones
controladas y definidas que transmiten al paciente el tipo de conducta que esperamos de él en
ese momento frente a determinado estímulo.
Se pueden usar test y entrevista mezclados, incluso el encuadre de la entrevista siempre está
en la realización de un test. Además, los criterios que se aplican para interpretar la entrevista
inicial son coincidentes con los aplicados en el test. Se incluye: el tipo de vinculo que el
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paciente establece con el psicólogo, la transferencia y contratrasferencia, la clase de nculos
que establece con otros, etc.
Objetivos de la entrevista inicial:
1. Percibir al paciente tal como se aparece en el primer contacto con nosotros, y ver si
esta impresión se mantiene o cambia a lo largo de la entrevista. Se presta atención al
lenguaje corporal, su vestimenta, sus gestos, su manera de estar quieto, su semblante,
etc.
2. Atender a lo que verbaliza: con qué ritmo, cuándo y cómo lo hace, comparar esto con
la manera de hablar que tuvo aquella vez que piso agendar visita por primera vez.
Apreciar su lenguaje: tono, la preferencia por términos equívocos, ambiguos, si el
lenguaje es adecuado o no. El contenido de las verbalizaciones: es importante tener en
cuenta por qué aspecto de su vida comienza a contar su historia, a cuáles se refiere
preferentemente.
El paciente incluye tres tiempos en su verbalización: pasado, presente, futuro. Es
importante que ni el paciente ni el psicólogo se restrinjan a uno de esos dos
momentos vitales. A veces la persistencia en la evocación del pasado es porque el
paciente le cuesta o no le gusta su insight, su “aquí y ahora conmigo”.
La actitud mejor es enfocarse en el presente y desde aquí intentar integrar el pasado y
el futuro, y de esta forma observaremos su plasticidad para entrar y salir de esos
tiempos.
3. Establecer el grado de coherencia entre el lenguaje hablado y el no verbal. Lo que se
expresa no verbalmente es real y mucho menos controlado que las verbalizaciones. El
diagnostico se basa en el grado de coherencia o discrepancia entre los datos en la
primera entrevista, en los test, etc.
4. Planificar test. Elementos a utilizar, secuencia, ritmo.
5. Establecer un buen rapport para reducir al mínimo bloqueos y paralizaciones.
6. Captar lo que el paciente nos transfiere y suscita en nosotros, aspectos
transferenciales y co-transferenciales del vínculo. Identificar qué tipo de vinculo tarta
de establecer el paciente con el profesional.
7. En la entrevista inicial con los padres del paciente es importante ver cuál es la relación
que los une a ellos, también tener en cuenta el hijo ausente y ver lo que hablan de él
8. Estimar la capacidad de los padres de la elaboración diagnostica actual y potencial.
Se considera la presencia de ambos padres como algo fundamental ya que al niño se lo
considera como emergente de un grupo familiar y podemos entender mejor si vemos la pareja
parental
El hijo ha introyectado una imagen paterna que seguramente tiene que ver con su
sintomatología actual y la problemática subyacente. Operamos con el concepto de que el hijo
es producto de la pareja y por lo tanto ambos deben concurrir a la entrevista salvo que se trate
de un caso inusual.
No asegurar la presencia del padre equivale a pensar que él nada tiene que ver con ello.
Es posible que el aspecto disociado y depositado en el ausente sea el de una resistencia hacia
el tratamiento. Con respecto a la resistencia frente al manejo de la culpa: entrevistar solo a la
madre facilita la admisión de toda la culpa por la enfermedad del hijo, la presencia de ambos
(madre-padre) permite compartirla y así disminuirla.
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A veces a raíz de la consulta por un hijo, ambos terminan reconociendo la propia necesidad de
terapia.
La inclusión de ambos implica una observación in situ de como son, que roles desempeñan
cada uno respecto del otro, con el psicólogo, qué aporta cada uno, que aspectos del hijo
muestran respectivamente, como vivencian el psicodiagnóstico y la posibilidad de una terapia.
Si la actitud de uno es de mucha desconfianza y envidia, el otro quiere equilibrarla
agradeciendo, siendo más amable y confianzudo.
La presencia de ambos padres evita pensar al ausente como un chivo emisario”, como
depositario de lo malo del vínculo y al presente en terapia como el bueno. No incluir al padre
es tratarlo como tercero excluido y por lo tanto negar el complejo edípico que es básico en la
comprensión de cada caso.
El padre generalmente es el del tema económico, y por tanto es el que paga los honorarios.
Debemos incluirlo para que se sume a la responsabilidad económica y para que tenga
oportunidad de sentirse como reparador de su hijo y del psicólogo y no como quien solo tiene
que asumir una simple obligación comercial de “pagar y ya está”
Ahora bien, con respecto al profesional, la pareja unidad en alianza sana o patológica, puede
movilizar envidia y deseos de destruirla. La insistencia en ver solamente a la madre o a ambos
padres, pero por separado es una técnica evitativa que encubre esos sentimientos de querer
separarlos.
Si en el curso de la entrevista entre los padres del niño hay reproches y discusiones, el
psicólogo enfrenta una experiencia primaria sádica que reactiva la fantasía de haber logrado
romper la pareja.
En el caso de los hijos de padres separados, el psicólogo debe aceptar los actos consumados
por la pareja. Si esa pareja ya no existe como tal, los intentos de volver a unirla van a ser en
vano.
Si los pardes desean ir juntos a la entrevista no diferirá en nada, si viene por separado
simplemente hay que aceptarlo, incluso cada uno puede ir con su pareja actual
respectivamente
Acá hay que advertir al psicólogo respecto de los impulsos contrarios a los de unir la pareja, es
decir se refiere a casos donde contransferencialmente siente que esta pareja no le cae bien,
que “esa mujer no es para ese hombre” o al revés. Si actúa lo que ellos le han transferido,
tratará de lograr una separación pidiendo que vayan por separado o manejando la entrevista
con cierta dinámica de manera que vayan acentuando los puntos de divergencia entre la
pareja en lugar de crear el balance perfecto de los aspectos divergentes y convergentes que se
dan realmente.
En los hijos adoptivos generalmente son las madres quienes piden la consulta e iniciar el
proceso, transmitiendo la sensación de que todo trascienda lo menos posible. El psicólogo
debe tratar de que asistan ambos padres porque necesita investigar las fantasías de la
adopción en ellos (a quien dejarle la herencia, envejecer y no quedarse solo, etc.) otro dato
importante es conocer como se sienten los padres ante esta situación de padres adoptivos.
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El profesional deberá esclarecer a los padres de que el hijo tiene que saber la verdad, porque
tiene derecho a ello, y que decírselo no constituye como ellos creen un daño, sino que por el
contrario es un bien que el propio niño puede estar reclamando a través de otros conflictos de
manera inconsciente. Conflictos: robos, enuresis, problemas de aprendizaje…
A menudo los padres piensan que el profesional quiere destruir las fantasías que han
alimentado durante años, quitarle al hijo y por tanto, castigarlos. Si los padres aun sabiendo
que es bueno decirle a su hijo la verdad deciden no hacerlo, ellos deben asumir esa
responsabilidad de las consecuencias que traerá, debemos advertir a los padres de las
dificultades que trae en el trabajo diagnóstico con el niño. Si aceptamos la limitación impuesta
por los padres, establecemos una alianza con ellos basada en el engaño y decepcionamos al
hijo y hasta podemos transmitirle la información de que es enfermo y que desconfía de todos.
Es importante tener en cuenta en qué momento los padres comunican que ese hijo es
adoptivo, si surge espontáneamente, si lo dejan entrever en líneas (lagunas cuando se le
pregunta por el periodo de embarazo, etc.) o si lo ocultan hasta el último momento. A veces
puede ocurrir que lo digan de manera insight a raíz de algo que el psicólogo les está
explicando, por lo que podemos tomarlo como un dato de buen pronóstico.
Si han estado ocultando la verdad al psicólogo hasta el momento en que lo han sentido como
buen continente con quien se puede compartir la verdad, es la expresión de impulso
reparador.
En otros casos los padres esperan que el psicólogo haga una pregunta directa al respecto.
9. Es importante tener en cuenta el motivo de consulta, y esta bueno diferenciarlo entre
motivo manifiesto y latente. Es decir, algo le ha preocupado, reconoce que no puede
arreglarlo solo y solicita ayuda, en algunos casos el receptor de la señal de alarma es
un tercero que es quien solicita la consulta o moviliza al paciente para hacerlo, esto
nos indica que hay un menor insight con la propia enfermedad.
En el primer momento de consulta el profesional escucha y piensa, y por lo general el motivo
real de consulta es otro, no el que realmente está relatando el paciente, sino que es uno más
serio y relevante. A esto lo denominamos motivo latente, subyacente o profundo de la
consulta
Es importante el momento en que el paciente lo dice, si lo hace durante el proceso
psicodiagnóstico, es de mejor diagnóstico que si no lo hace.
En la entrevista devolutiva y pronostico importante habrá que decirle la información al
paciente en algún momento, según como reaccione el pronóstico puede ser favorable o no. En
caso de que lo acepte como posible es de mejor pronostico que si no lo hace y se niega a
reconocer poniendo resistencias fuertes y por lo tanto haciendo que el pronóstico no sea
favorable.
En esta devolución es donde se le da la oportunidad al paciente de que integre lo que aparece
disociado entre lo manifiesto y lo latente. En ciertos grupos familiares el grado de disociación
es tal que el miembro que taren a consulta es el menos enfermo, quedando así oculto el
verdadero foco del tema.
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Es importante saber si el síntoma aludido resulta egosintónico o egodistónico para el
paciente y su grupo familiar.
En caso de que no sufra no hay que investigar si es por defecto de su especial patología
(proyección del conflicto y de los sentimientos dolorosos en otro miembro del grupo que se
hace cargo de ellos) o si lo que le sucede es que él se ha convertido en el depositario de los
conflictos de otro/s miembro/s que no ha ido a terapia o que ha ido en calidad de madre o
padre, cónyuge.
La disociación es más acentuada y más resistente a la mejoría cuanto más intensos son los
sentimientos de culpa, ansiedad, represión, que tal conflicto moviliza al paciente y que
funcionan como responsables de la disociación.
El paciente cuenta su historia como puede, centra su punto de urgencia de sus problemas
donde le parece menos ansiógeno.
Frente a un caso presentado como un simple problema de aprendizaje se limita a investigar la
dificultad pedagógica descartando la existencia de otros conflictos que pueden ser más serios
Respecto al motivo de consulta se trata de investigar si el paciente funciona como tercero
excluido o incluido respecto del motivo de la iniciación del proceso psicodiagnóstico. A veces
pasa que los padres no aclaran al paciente/hijo porque lo están llevando a consulta. Si le
aclaran el motivo funciona como tercero incluido.
En algunos casos le comunican un motivo real pero no el que más les preocupa, y para tomar
esta determinación es porque deben existir ciertas fantasías respecto de lo que ocurriría si le
dijesen toda la verdad. Por lo que esos padres han transmitido al hijo el motivo manifiesto,
pero han callado el motivo profundo.
El profesional deberá investigar lo que realmente les preocupa a los padres y lo que realmente
al paciente, da la sensación de estar trabajando a “dos puntas”. Si los padres aceptan y
reconocen el motivo real de consulta y lo transmiten fielmente al psicólogo y al hijo el
panorama de la entrevista queda más coherente.
Por otro lado, se crean dificultades muy serias cuando el psicólogo debe dar su opinión
profesional en la entrevista devolutiva, en este momento puede optar por callar y estar así en
complicidad de los padres, o mantener una actitud ambigua sin callar del todo, pero tampoco
hablar claro, o decir la verdad a medida en que la fortaleza yoica de los padres y del paciente
lo permitan.
Es importante considerar y tener en cuenta la coincidencia o discrepancia entre el motivo
manifiesto y el latente, el grado de aceptación de los padres y el paciente de lo que resulte ser
el punto de mayor urgencia, y la posibilidad del paciente y sus padres de lograr el insight.
Lo que los padres o el paciente disocian o posterga trasmitir al profesional es lo más
ansiógeno, en otros casos, verbalizan lo que debería ser muy ansiógeno para ellos, pero no
asumen la ansiedad como algo propio, sino que se lo transfieren al psicólogo.
Algunos padres relatan con ansiedad un síntoma que parece poco relevante, pero en realidad
es porque hay otro que no comentan y realmente sí les produce preocupación.
Los primeros signos de ansiedad aparecen usualmente en la entrevista primera cuando los
padres comienzan a relatar la historia de su hijo, si el profesional no adopta una actitud de
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ingenuidad, no esperará registrar una historia que sea ordenada. Los padres transmiten la
historia que quieren y pueden dar.
Las amnesias son significativas, suponen un alto monto de ansiedad que ha determinado una
inhibición en el proceso mnémico.
Distintas alternativas se pueden registrar cuando los padres cuentan la situación de su hijo:
Uno muestra los aspectos sanos del hijo y el otro los más enfermos y esto se mantiene a lo
largo de la primera entrevista y de todo el proceso. Los roles se intercambian y cuando uno de
los dos muestran algo sano, el otro muestra algo negativo. Como en el caso de este tipo de
entrevistas, el psicólogo le da amplia libertad para que hablen, puede tomarse como punto a
observar la secuencia y darle significado.
- Padres que primero comienzan por los aspectos más sanos y gratificantes del hijo, y va
incluyendo paulatinamente lo más enfermo. En esta secuencia elegida, los padres se
preparan y preparan al psicólogo para recibir gradualmente lo más ansiógeno, además
puede decirse que adoptan una postura más protectora y menos devastadora hacia el
hijo y sus aspectos infantiles. Esto es posible que se conduzca a diagnosticar como
elaboración depresiva de la ansiedad
- Otros padres pueden solo mencionar lo positivo del hijo, hasta que le psicólogo le
pregunta la razón de la consulta y deba preguntarla a los padres mismos.
- Padres que primero mencionan lo más enfermo y luego ocasionalmente incluyen lo
adaptativo. Acá se refleja el deseo de depositar de forma rápida y masiva en el
psicólogo lo más ansiógeno para conseguir la entrevista con mayor tranquilidad y
soltura. Es como un desafío al yo del psicólogo, quien desde un comienzo se ve
acribillado por relatos angustiantes.
- También están aquellos padres que no rescatan nada positivo de sus hijos y lo tratan
como cajón de residuos que les sirva para no asumir sus propios aspectos enfermos y
la culpa por la enfermedad del hijo.
- El caso de los padres con roles francamente contrarios, no complementarios que son
los que se dan más frecuentemente. Uno de los padres asume el rol de abogado
defensor y el otro de acusador del hijo, uno aporta algo positivo y el otro algo negativo
que se asocia con lo anterior. No toleran estar de acuerdo, no soportan que el hijo sea
alguien coherentemente muestra lo mismo a todos. Estos padres no pueden ponerse
de acuerdo en lo que ven y a veces lo que ven no tiene mucho valor para ellos, se
enfrascan en una lucha indirecta o directa.
Lo mas sano es mostrar en que esta acertado cada uno y qué efectos produce en el hijo los
errores de cada uno.
Otra dificultad que se puede presentar en la primera entrevista es la similitud entre a patología
del hijo con la de uno de sus padres. Una reacción defensiva común del padre es “de chico yo
era igual y estoy bien”
Entrevista abierta:
El encuentro psicológico da lugar a un discurso de variados registros donde lo consultante se
desliza a través de distintas configuraciones y momentos.
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Configuraciones:
a. Transferencias por parte del paciente
b. Contra-transferencia por parte del psicólogo
c. Motivo manifiesto de consulta
d. Motivo “latente”
e. Lo consultante como entidad específica, aquello que se develará en el interjuego de
estas configuraciones.
El discurso de la entrevista aparece determinado por la movilidad de lo consultante, donde las
diferentes posiciones dependen de la configuración de la entrevista. Además, resulta un
verdadero entramado donde lo manifiesto y lo latente se integra o desintegra en función de la
movilidad de lo consultante.
Momentos:
Como aspecto particular de la entrevista abierta encontramos que la movilidad de lo
consultante tiene limitaciones: los tramos iniciales y fianles de la misma son los “verdaderos
momentos” que poseen una mayor saturación de los términos transferenciales (tanto del
psicólogo como del paciente)
a. apertura: el entrevistador tine como principal objetico cerar un vacío discursivo el
cual tenga la posibilidad de captar e instrumentar las ansiedades presentes de manera
que éstas no impidan por demasiada presencia o marcada ausencia, el desarrollo de la
entrevista.
b. La entrevista propiamente dicha: un cierto reconocimiento mutuo tiene como efecto
un alivio de las ansiedades. Los contenidos (material manifiesto) y los sentidos
inconscientes (lo latente) cobran su verdadera dimensión y se relativizan mediante la
puesta en juego de los procesos defensivos.
c. Cierre: hay dos cosas que operan acá:
- En el paciente se da la percepción de desprendimiento, que activará las ansiedades
personales de sus modelos históricos.
- En el psicólogo implica una nueva forma de neutralidad, donde recepta menos que
durante el proceso de la entrevista, para así poder facilitar la separación
Silencios:
La ausencia del discurso hablado es un componente activo de la entrevista abierta. Esta
ausencia identificada como silencio implica la puesta de una escucha diferente de aquella que
se realiza en el discurso hablado, y su aparición dentro de la entrevista se relaciona con la
especificidad del curso. Ricoeur lo llama el doble silencio psicológico: silencio del que escucha
y silencio de los marcos de referencia teóricos que no deben hablar silenciosamente.
Permite que lo que tiene que ser dicho sea dicho en ese doble discurso que apuntará a las
presencias fantasmatizadas por y a través del entrevistador.
E. Kacero. EL PSICODIAGNÓSTICO COMO ACONTECIMIENTO.

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