U2-3 TEMA
CONCEPTOS BÁSICOS
"Marxismo y literatura" de Raymond Williams
4. Ideología
(Pag 71) El concepto de “ideología” no se origina en el marxismo, sin embargo, existe
evidentemente un concepto importante en casi todo el pensamiento marxista sobre la
cultura y especialmente sobre la literatura y las ideas. La dificultad consiste en que
existen tres versiones habituales del concepto:
a) Un sistema de creencias característico de un grupo o clase particular
b) Un sistema de creencias ilusorias que puede ser contrastado con el conocimiento
verdadero o científico
c) Un proceso general de producción de significados e ideas.
(Pag 72-73) No existe una única definición marxista de ideología, por lo que es más
adecuado entender su desarrollo histórico.
El concepto de ideología fue acuñado como término en las postrimerías del siglo XVIII,
por el filósofo francés Destutt de Tracy, con la intención que configurara un término para
la “ciencia de las ideas”. Las ciencias de las ideas debe ser una ciencia natural. (Locke
y la tradición empirista, y al mismo tiempo es empirismo científico). El rechazo de la
metafísica constituía un objetivo característico, confirmado por el desarrollo de la
investigación empírica precisa y sistémica. En una etapa posterior, la acepción
despectiva de la ideología, considerada como una teoría irreal o una ilusión abstracta,
introducida en primer instancia por Napoleón, fue adoptada por Marx desde una nueva
posición. Marx y Engels introdujeron el verdadero terreno de la historia, (el proceso de
producción y de autoproducción) a partir del cual podían delinearse los orígenes y el
desarrollo de diferentes productos teóricos.
(pag 83) En diferentes estadios del marxismo, se entiende a la ideología como un
proceso llevado a cabo por los denominados pensadores, conscientes aunque en
realidad con una falsa conciencia. Los verdaderos motivos que lo alientan permanecen
desconocidos para él, ya que de otro modo no habría en absoluto un proceso
ideológico. Por lo tanto él imagina motivos falsos y aparentes. Debido al hecho de que
es un proceso de pensamiento, él deriva su forma como su contenido del pensamiento
puro, tanto de su propio pensamiento como del pensamiento de sus predecesores.
(pag 83 - 84) La ideología, también ha sido específicamente identificada con la división
del trabajo, como una teoría separada (el hogar natural de las ilusiones y la falsa
conciencia) y su análisis debe involucrar la recuperación de sus verdaderas conexiones.
De este modo el concepto de ideología oscila entre un sistema de creencias
característico de cierta clase y un sistema de creencias ilusorias que puede ser
contrastado con el conocimiento verdadero, científico.
(pag 88) Finalmente existe una evidente necesidad de un término general para describir
no sólo los productos, sino los procesos de toda significación, incluyendo las
significaciones de los valores. “Ideología” e “ideológico” han sido ampliamente utilizados
en este sentido.
TEORIA CULTURAL (SEGÚN ESTRUCTURA DEL LIBRO)
1. Base y superestructura
Teoría cultural (pag 93)
Se puede abordar, principalmente, a partir de dos perspectivas o proposiciones:
a) Marxista, una base determinante y una superestructura determinada
b) El ser social determina la conciencia
Estas proposiciones no necesariamente se niegan entre si, o contradicen, aunque
algunas veces puede la primera resultar inaceptable para la segunda.
Superestructura
(Pag 95) El concepto de superestructura puede ser confuso, ya que Marx lo utiliza en
tres sentidos diferentes. Por tanto, es conveniente diferenciar cada uno de los sentidos
para comprender de que se habla cuando se utiliza el concepto superestructura:
1. las formas legales y políticas que expresan verdaderas relaciones de producción
existentes. (las instrucciones)
2. las formas de conciencia que expresan una particular clasista del mundo. (las formas
de conciencia)
3. un proceso en el cual, respecto de toda una serie de actividades, los hombres tomen
conciencia de un conflicto económico fundamental y lo combatan mediante formas
ideológicas. (prácticas políticas y culturales).
Estas tres áreas están relacionadas y por ello en el análisis deben interrelacionarse.
Base
(Pag 100) Por otro lado, la “base” es la verdadera existencia social del hombre,
conforma las verdades relaciones de producción que se corresponden a un estadio del
desarrollo de las fuerzas productivas materiales, es un modo de producción en un
estadio particular de su desarrollo.
(Pag 101) Solo cuando comprendamos que la “base” es en si misma un proceso
dinámico e internamente contradictorio, podemos liberarnos de la noción de un “área” o
una “categoría” con ciertas propiedades fijas para la deducción de los procesos
variables de una “superestructura”.
Por lo tanto, en oposición a su desarrollo en el marxismo, no son la base y la
superestructura las que necesitan ser estudiadas, sino los verdaderos procesos
específicos e indisolubles dentro de los cuales, desde el punto de vista marxista, la
relación decisiva es la expresada por la compleja idea de la determinación
6. La hegemonía
(pag 129)
La definición tradicional de hegemonía: “es la dirección política o dominación,
especialmente en las relaciones entre los Estados
La definición marxista: amplio la definición de gobierno o dominación, a las relaciones
entre las clases sociales, especialmente a la clase dirigente.
El concepto de “hegemonía” alcanzo mayor significancia con Antonio Gramsci. Él
planteó una distinción entre “dominio” y “hegemonía”, el dominio se expresa mediante la
coerción directa o efectiva, durante un periodo de crisis y la “hegemonía” es un
complejo entrelazamiento de fuerzas políticas, sociales y culturales.
El concepto de hegemonía incluye a los conceptos de:
1- Cultura: proceso social total en que los hombres definen y configuran sus vidas.
2- Ideología: (en cualquiera de los sentidos marxistas) sistema de significados y valores
que constituye la expresión o proyección de un particular interés de clase.
El concepto de “hegemonía” tiene un alcance mayor que el concepto de “cultura” por su
insistencia en relacionar el proceso social total con la distribución del poder y la
influencia. Afirmar que los “hombres” definen y configuran por completo sus vidas sólo
es cierto en un plano abstracto. En toda sociedad verdadera existen ciertas
desigualdades específicas en los medios y por lo tanto en la capacidad para realizar
este proceso.
(Pag 130) De la misma manera, el concepto de “hegemonía” tiene un alcance mayor
que el concepto de “ideología”. No solamente resulta decisivo el sistema conciente de
las ideas y creencias, sino todo el proceso social vivido, organizado prácticamente, por
significados y valores específicos y dominantes (no solamente las ideas, se incluyen las
prácticas).
(Pag 131) Cuando se habla de hegemonía, no se reduce la conciencia a las
formaciones de la clase dominante, sino que comprende las relaciones de dominación y
subordinación según sus configuraciones asumidas como conciencia práctica, como
una saturación efectiva del proceso de la vida en su totalidad; no solamente de la vida
actividad política y económica, no solamente de la actividad social manifiesta, sino de
toda la esencia de las identidades y las relaciones vividas a una profundidad tal que las
presiones y límites de lo que puede ser considerado en última instancia un sistema
cultural, político y económico nos da la impresión a la mayoría de nosotros de ser las
presiones y limites de la simple experiencia y del sentido común. La hegemonía
constituye todo un cuerpo de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la
vida.
(Pag 132 - 133) En este sentido es una cultura, pero una cultura que debe ser
considerada asimismo como la vívida dominación y subordinación de clases
particulares.
Por lo tanto, lo cultural no constituye una superestructura porque la tradición y la
práctica cultural son comprendidas como algo más que expresiones
superestructurales-reflejos, mediaciones o tipificaciones- de una estructura social y
económica configurada. Por el contrario, se hallan entre los procesos básicos de la
propia formación.
(Pag 134) La hegemonía es un proceso. De ser continuamente renovada, recreada,
defendida y modificada; también es continuamente resistida, limitada, alterada,
desafiada por presiones que de ningún modo le son propias, y de ello deviene, que
cada vez que haya una hegemonía habrá una contrahegemonía y una hegemonía
alternativa, que son elementos reales y persistentes de la práctica.
(Pag 135) La hegemonía es dominante, pero jamás lo es de un modo total o exclusivo.
Una hegemonía estática, del tipo indicado por las abstractas definiciones totalizadoras
de una “ideología” o de una concepción del mundo dominante, puede ignorar o aislar
formas alternativas u opuestas, pero en la medida que éstas son significativas, la
función hegemónica decisiva es controlarlas, transformarlas o incluso incorporarlas.
Dentro de este proceso activo lo hegemónico debe ser visto como algo más que una
simple transmisión de una dominación, por el contrario debe estar en un estado
especialmente alerta y receptivo hacia las alternativas y la oposición que cuestiona o
amenaza su dominación.
Williams plantea también el debate acerca de si realmente las hegemonías alternativas
tienen un origen independiente o si están limitadas y originadas por la hegemonía
dominante. Su respuesta es que aunque moldeadas por la cultura hegemónica, las
culturas afirmativas constituyen una ruptura significativas respecto de ella, y ello
generará una reacción de la hegemonía, convirtiendo en dinámico el proceso.
7. Tradiciones, instituciones y formaciones
(pag 137) La hegemonía constituye siempre un proceso activo, esto no significa que se
trate simplemente de un complejo de rasgos y elementos dominantes. Siempre existe
una interconexión y una organización, de lo que de otro modo serían significados,
valores y prácticas separadas.
Para comprender este proceso, es necesario distinguir tres aspectos dentro de
cualquier proceso cultural:
1. la tradición,
2. las instituciones y
3. las formaciones.
La tradición no es solamente la supervivencia del pasado, sino que es la expresión más
evidente de las presiones y límites dominantes y hegemónicos. La tradición es el medio
de incorporación práctico más poderoso. Williams se refiere a “tradición selectiva” es
“una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y un presente
preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de
definición e identificación cultural y social”.
(pag. 138) Es selectiva porque a partir de un área total posible del pasado y el presente,
dentro de una cultura particular, ciertos significados y prácticas son seleccionados y
acentuados, y otros significados y prácticas son rechazados o excluidos. Lo que debe
decirse entonces acerca de toda tradición es que constituye un aspecto de la
organización social y cultural contemporánea del interés de la dominación de una clase
específica. Es una versión particular del pasado que pretende conectarse con el
presente y ratificar. En la práctica, la tradición es un sentido de predispuesta
continuidad.
La tradición es un proceso muy poderoso, ya que se halla ligado a una serie de
continuidades prácticas- familias, lugares, instituciones, un idioma- que son
directamente experimentadas. Por otro lado es también un proceso vulnerable ya que
en la práctica debe descartar áreas de significación totales, reinterpretarlas, diluirlas o
convertirlas en formas que sostengan –o al menos no contradigan- los elementos
verdaderamente importantes de la hegemonía habitual.
(pag 139) Es en los puntos vitales de conexión en que se utiliza una versión del pasado
que ratifica el presente y da indicaciones del futuro, donde una tradición selectiva es a la
vez poderosa y vulnerable.
Es poderosa por que se haya sumamente capacitada para producir conexiones activas
y selectivas, dejando a un lado las que no desea bajo la denominación de “fuera de
moda” o “nostálgicas” y atacando a las que no puede incorporar considerándolas “sin
precedentes” o “extranjeras”. Y también es vulnerable porque el verdadero registro es
efectivamente recuperable y gran parte de las prácticas alternativas o en oposición, son
todavía aprovechables.
Las formaciones son los movimientos y tendencias efectivos, en la vida intelectual y
artística, que tienen una influencia significativa y a veces decisiva sobre el desarrollo
activo de una cultura y que presentan una relación variable y a veces solapada con las
instituciones formales.
(pag 140) Las instituciones formales tienen una profunda influencia sobre el proceso
social activo. Lo que en la sociología ortodoxa es abstraído como “socialización” es en
la práctica, un tipo de incorporación.
(Ej. La educación transmite las habilidades y el conocimiento necesarios, pero siempre
a través de una selección particular de la totalidad de la esfera aprovechable). En las
sociedades modernas debemos sumar los medios de comunicación, que materializan
las noticias y la opinión seleccionada y también una amplia gama de percepciones y
actitudes seleccionadas.
(pag 141) La verdadera condición de la hegemonía, es la efectiva autoidentificación con
las formas hegemónicas, una socialización específica e internalizada de la que se
espera que resulte positiva pero que, si ello no es posible, en un (resignado)
reconocimiento de lo inevitable y necesario.
8. Dominante, residual y emergente
Dominante
(pag 143) Un proceso cultural es considerado un sistema cultural, que determina rasgos
dominantes.
(pag 144) Lo dominante y lo efectivo es lo hegemónico.
Residual
(pag 144) Lo arcaico es lo que se reconoce plenamente como un elemento del pasado
para ser observado que ocasionalmente puede ser “revivido”. Lo residual es algo muy
diferente. Lo residual ha sido formado efectivamente en el pasado, pero todavía se halla
en actividad dentro del proceso cultural, no sólo como un elemento del pasado, sino
como un efectivo elemento del presente. Lo residual puede presentar una relación
alternativa e incluso de oposición con respecto de la cultura dominante. (pag 145) Es en
la incorporación de lo activamente residual – a través de la reinterpretación, la
disolución, la proyección la inclusión y la exclusión discriminada – cómo el trabajo de la
tradición selectiva se torna especialmente evidente.
Emergente
(pag 145) Emergente son aquellos nuevos significados y valores, nuevas prácticas,
nuevas relaciones y tipos de relaciones que se crean continuamente. La cultura
emergente depende fundamentalmente del descubrimiento de nuevas formas o de
adaptaciones de forma.
(pag 147 - 148) Lo que realmente debe decirse, como modo de definir los elementos
importantes, o lo residual y lo emergente, y como un modo de comprender el carácter
de lo dominante, es que ningún modo de producción y por lo tanto ningún orden social
dominante verdaderamente incluye o agota toda práctica humana, toda energía
humana, y toda la intención humana. Lo excluido es considerado como lo personal, lo
privado, y es en estos términos, donde se expresa el área excluida, ya que lo que
efectivamente ha aprehendido lo dominante es la definición dominante de lo social. Es
esta aprehensión la que debe ser resistida.
(pag 149) Por último, lo que realmente importa en relación con la comprensión de la
cultura emergente, como algo distinto de lo dominante así como de lo residual, es que
nunca es solamente una cuestión de práctica inmediata, en realidad, depende
fundamentalmente del descubrimiento de nuevas formas o de adaptaciones de forma.
Williams sugiere que se debe observar una preemergencia activa e influyente aunque
todavía no este plenamente articulada, antes que la emergencia manifiesta que podría
ser designada con una confianza mayor. Es con la finalidad de comprender más
estrechamente esta condición de la preemergencia, así como las formas evidentes de lo
emergente, lo residual y lo dominante, es que se examina el concepto de “estructuras
del sentir”.
9. Estructuras del sentir
(Pag. 155) Las estructuras del sentir. Es: Estructura: un grupo de relaciones internas
específicas, entrelazadas y a la vez en tensión. Es así mismo una experiencia social
que todavía se halla en proceso, que a menudo no es reconocida verdaderamente
como social sino como privada en incluso aislante, pero que en el análisis tiene sus
características emergentes, conectoras y dominantes y sus jerarquías específicas.
(pag 154) Es social de dos maneras: primero, en el hecho de que son cambios de
presencia y segundo en el hecho de que aunque son emergentes o preemergentes, no
necesitan esperar una definición, una clasificación o una racionalidad antes de ejercer
presiones palpables y de establecer límites efectivos sobre la experiencia y sobre la
acción.
El término sentir ha sido elegido con la finalidad de acentuar una distinción respecto de
los conceptos más formales de “concepción del mundo” o “ideología”. No se trata
solamente que debamos ir más allá de las creencias sistemáticas y formales
sostenidas, aunque siempre debamos incluirlas. Se trata de que estamos interesados
en los significados y valores tal como son vividos y sentidos activamente, y las
relaciones existentes entre ellos y las creencias sistemáticas o formales, en la práctica
son variables en una escala que va desde un asentimiento formal con una disensión
privada hasta la interacción más matizada existente entre las creencias seleccionadas e
interpretadas y las experiencias efectuadas y justificadas
(pag 156) Las estructuras del sentir pueden ser definidas como experiencias sociales en
solución.
Las estructuras del sentir es lo social atravesando lo individual, sobre todo en la
conciencia práctica. Es decir cuando ciertas conductas que son sociales son
incorporadas por los individuos en sus prácticas cotidianas. Esta es una hipótesis
cultural que intenta explicar los elementos sociales e individuales que en su tensión
inherente quieren ser entendidos tal como son vividos y sentidos activamente, y no
entendiendo a la cultura como algo estático y ya pasado.
Desde una perspectiva en principio sociológica, Raymond Williams insistió en el uso de
la noción de “estructuras del sentir” para construir una descripción teórica de “cultura”
como el proceso de “interacción”, “conflicto”, tensión incómoda, disturbio, malestar,
resistencia, atasco, cruce más o menos violento entre ideología y experiencia. Frente al
“modelo social” articulado en expectativas, convenciones, ideas y actitudes valoradas y
disponibles (“lo que se piensa que se está viviendo”), la literatura o el arte emergen
como la configuración material de lo que -fuera de esas articulaciones- se está
experimentando, siempre disimétrico o divergente respecto del modelo en la medida en
que las relaciones sociales nunca son otra cosa que prácticas de sujetos históricos,
vidas en proceso, amenazas siempre activas de la desujeción y la incertidumbre. Arte o
literatura serían así reacciones y respuestas, presiones y bloqueos con que “lo vivido”
se produce en términos de un excedente que en cada caso deja “constancia de las
omisiones” y altera tarde o temprano los límites de una hegemonía que sólo
parcialmente puede incorporarlo.
A través de la misma es posible vincular la experiencia del presente con la del pasado;
el sentimiento con el pensamiento; lo socialmente construido con lo personalmente
vivido. Esta interacción y la conciencia generada de ella, es dinámica y permanente,
constructiva y deconstructiva por lo que se habla de experiencias sociales en solución,
donde diversos grupos e individuos resignifican lo vivido. Por lo general, las mutaciones
y tensiones en las estructuras del sentir anticipan los cambios sociales que luego se
consolidarán tanto en las instituciones como en las conductas individuales.
(pag 157) El ejemplo que nos da Raymond Williams es que en la Inglaterra de la
segunda mitad del siglo XVII, coexistían dos estructuras del sentir, las de los puritanos
derrotados y las de la corte restaurada.
U2 - 4 TEMA
STUART HALL. “ENCODING/DECODING.”
Al principio de su famoso artículo, Stuart Hall señala que el acontecimiento
comunicativo propio de los medios de comunicación de masas suele conceptualizarse
como un acto lineal entre emisor, mensaje y receptor, modelo que ha sido criticado
porque no permite el análisis de los diferentes momentos de este complejo proceso de
relaciones. Hall propone que es posible concebir este circuito como una cadena
estructurada de momentos distintivos –producción, circulación, distribución, consumo,
reproducción- que se articulan por medio de prácticas interconectadas que, no obstante,
mantiene la especificidad de cada uno de ellos. Hall tiene como propósito analizar la
diferencia de la “producción discursiva de otros tipos de producción en nuestra
sociedad”, cuyo objeto son los significados y mensajes presentados como
“signos-vehículos” organizados de un modo específico que, como cualquier lenguaje, se
organizan por medio de códigos dentro de la cadena sintagmática de un discurso. En un
polo se encuentran los medios de producción, sus tecnologías, relaciones sociales y
prácticas y organización institucionales que que conjuntamente integran “los vehículos
simbólicos” que permiten la circulación del producto en tanto que construyen el mensaje
de acuerdo a un conjunto determinado de códigos que se inscriben en algún discurso.
Para que ese circuito de producción se complete es necesario que el producto sea
distribuido a distintos públicos, quienes a su vez transforman el producto al convertirlo
en práctica social. Si el significado no es aprehendido ni puesto en práctica no tiene
efecto porque no hay consumo. Para facilitar la actualización deseable del mensaje por
parte de sus receptores, es necesario que los mensajes producidos estén codificados
en la forma de un discurso significativo que pueda ser decodificado adecuadamente.
Hall advierte que es necesaria la articulación de todos los momentos del circuito, pero
que el paso de uno a otro no está siempre garantizado porque puede ser interrumpido.
Por ejemplo, existe el riesgo de una asimetría o no coincidencia entre los códigos de
codificación y de decodificación, desfase que muestra la “autonomía relativa” de estos
dos momentos del circuito comunicativo.
Dado que los signos son por naturaleza inestables y polisémicos, esto es, su significado
no es fijo, el discurso de los medios masivos de comunicación hace uso de códigos
naturalizados para limitar el proceso de significación, códigos que funcionan como
“mapas de significado” en una cultura o comunidad determinada. En cualquier sociedad
o cultura hay “mapas de sentido” o dominios del discurso preferidos que son
necesariamente ideológicos en tanto que imponen un orden institucionalizado a los
diferentes elementos de la vida social. No obstante, Hall rescata la posibilidad del
malentendido que ocurre cuando discrepan los códigos de codificación y de
decodificación. Aunque no es frecuente que esta última sea completamente aberrante,
Hall identifica tres formas hipotéticas de recepción: la dominante, cuando el espectador
decodifica el mensaje de acuerdo con el código dominante que coincide con la
significación hegemónica; la posición negociada que se caracteriza por la combinación
de elementos oposicionales y adaptativos: reconoce la legitimidad de las definiciones
hegemónicas al tiempo que las interpreta en contextos más locales. Los códigos
negociados operan por medio de una lógica ubicada en tanto que situaciones o
acontecimientos generalizados y compartidos pasan por el tamiz de una interpretación
localizada. La tercera posición es aquella en la que el espectador identifica y comprende
los códigos dominantes empleados para enmarcar el mensaje pero lo decodifica de
forma contraria con base en otro marco de referencia, oposicional. Este sería el caso
del televidente que escucha un debate acerca de la necesidad de limitar los salarios
pero que interpreta toda referencia al “interés nacional” como “interés de clase.” Es en
este acto de reinterpretación donde Hall ubica la posibilidad de una política de la
significación.
U2 - 2 TEMA
LOS FUNDADORES DE LOS 'CULTURAL STUDIES'
La etapa de cristalización que constituye el reconocimiento institucional de las cultural
studies en los años 1960 sería incomprensible sin tomar en consideración el trabajo de
maduración que se inicia diez años antes y que es simbolizado por tres figuras
principales.
En primer lugar, Richard Hoggart publica en 1957 un libro considerado como fundador
de los Estudios Culturales. Esta obra se titula The Uses of Literacy: Aspects of
Working-Class Life with Special References to Publications and Entertainments. El autor
estudia la influencia de la cultura difundida en la clase obrera a través de los medios de
comunicación modernos. Tras describir con una gran finura etnográfica el paisaje
cotidiano de la vida popular, este profesor de literatura inglesa analiza la manera según
la cual las publicaciones destinadas a este público se integran en este contexto. Su idea
central es que se tiene cierta tendencia a sobrevalorar la influencia de los productos de
la industria cultural sobre las clases populares. "No conviene olvidar nunca que estas
influencias culturales inciden de manera muy lenta sobre la transformación de las
actitudes y que están neutralizadas a menudo por unas fuerzas más antiguas".
Los ciudadanos de a pie no tienen una vida tan pobre como su lectura de la literatura
dejaría pensar. Es difícil demostrar rigurosamente semejante afirmación, pero un
contacto continuo con la vida de las clases populares es suficiente para favorecer una
toma de conciencia. Incluso si las formas modernas de ocio fomentan entre la gente de
a pie unas actitudes consideradas como nefastas, es cierto que varias dimensiones de
la vida cotidiana siguen estando protegidas ante estos cambios" (Hoggart 1970: 378).
La atención prestada por los análisis de Hoggart a los receptores no impide que estas
hipótesis sigan estando profundamente marcadas por su desconfianza hacia la
industrialización de la cultura. La idea misma de resistencia de las clases populares que
subtiende su enfoque de las prácticas culturales se refiere a esta creencia.
La idea de resistencia al orden cultural es consustancial a la multiplicidad de los objetos
de investigación que han caracterizado los dominios explorados por las cultural studies
durante más de dos décadas. Hace referencia a la convicción de que es imposible
abstraer la cultura de las relaciones de poder y de las estrategias de cambio social. Este
axioma explica la influencia ejercida sobre el movimiento por los trabajos de inspiración
marxista de dos otras figuras británicas en ruptura con las teorías mecanicistas:
Raymond Williams (1921-1988) y Edward P. Thompson (1924-1993). Ambos están
vinculados a la formación permanente de las clases populares y están en contacto
directo con la New Left, cuya emergencia en los años 1960 significa un renacimiento de
los análisis marxistas.
Thompson es uno de los fundadores de la New Left Review. Con Williams comparte
sobre todo el deseo de superar los análisis que han convertido la cultura en una variable
dependiente de la economía. Como lo afirma Thompson en 1976, "mi preocupación
principal a lo largo de mi obra ha sido abordar el silencio de Marx sobre el sistema de
valores. Un silencio con respecto a las mediaciones de tipo cultural y moral". El trabajo
de Thompson puede describirse como una historia centrada en la vida y las prácticas de
resistencia de las clases populares. Su obra más conocida, titulada The Making of the
English Working Class (1963), constituye un clásico de la historia social y de la reflexión
sobre la socio-historia de un grupo social.
Cinco años antes, Raymond Williams publica Culture and Society (1958) que constituye
una genealogía del concepto de cultura en la sociedad industrial, desde los románticos
hasta Orwell. Explorando el inconsciente cultural presente en los términos de cultura, de
masas, de muchedumbre o de arte, fundamenta la historia de las ideas en una historia
del trabajo social de producción ideológica. Las nociones, las prácticas y las formas
culturales cristalizan unas visiones y actitudes que expresan regímenes así como
sistemas de percepción y de sensibilidad. Esta obra esboza una problemática,
desarrollada en The Long Revolution (1961), en la que subraya el rol de los sistemas de
educación y de comunicación así como el papel de los procesos de alfabetización en la
dinámica de cambio social. Contribuye así a dibujar un programa de reforma
democrática de las instituciones culturales.
Tanto Williams como Thompson comparten la visión de una historia construida a partir
de las luchas sociales y de la interacción entre cultura y economía en la cual la noción
de resistencia al orden capitalista aparece como central. Esta época está dominada,
entre los intelectuales de izquierda, por el debate que opone la base material de la
economía a la cultura, convirtiendo esta última en un mero reflejo de la primera. Las
cultural studies pretenden salir de este dilema considerado como imposible y reductor.
Este esfuerzo de superación desemboca en el nuevo descubrimiento de las formas
específicas que han tomado el movimiento social y el pensamiento socialista en Gran
Bretaña. Ello explica que Thompson haya hecho una nueva lectura de William Morris en
la cual ve uno de los primeros críticos de un determinismo estricto que ha conducido al
empobrecimiento de la sensibilidad, a la primacía de unas categorías que niegan la
existencia efectiva de una conciencia moral y la exclusión de la pasión imaginaria. Esta
idea central es defendida por Williams en su trabajo de columnista cultural en el
Guardian. A su vez, manifiesta un interés creciente a propósito de los medios de
comunicación. A partir de 1962, en su libro Comunicaciones, participa en el debate
político, formulando propuestas para un control democrático de los medios de
comunicación como medios de influencia y de agitación.
Al trío de los fundadores de las cultural studies se añade un cuarto hombre: Stuart Hall.
Este pertenece a una nueva generación que no ha participado directamente en la
Segunda Guerra mundial. Elemento central de las revistas de la nueva izquierda
intelectual, la producción científica de Hall solo llega a su madurez al inicio de los años
1970.
No obstante, la aparición y el posterior desarrollo de las cultural studies no se explican
únicamente por la acción de algunas personalidades. Más allá de su contribución
teórica, los founding fathers han construido igualmente unas redes que han posibilitado
la consolidación de nuevas problemáticas, tales como las encarnaciones de las
dinámicas sociales que afectan a amplios sectores de las generaciones nacidas entre el
final de los años 1930 y la mitad de los años 1950. Conviene recordar el contexto
político de los años 1950. 1956 es a la vez el año de Budapest y el de Suez, el de la
decepción hacia el comunismo y el de una intervención militar que relanza la
movilización "anti-imperialista" entre los intelectuales británicos. La pérdida de atracción
del laborismo y del comunismo, el potencial movilizador de las luchas anticoloniales, la
desconfianza ante las promesas de un consenso social que acontece gracias a la
abundancia, hacen surgir un conjunto de movimientos de reacción en los núcleos
intelectuales. En un contexto de desarrollo del empleo terciario, unos jóvenes de las
clases media y popular encuentran en el sistema educativo un trampolín para ascender
socialmente.
Este deshielo relativo de las estructuras sociales, que se produce bajo diversas formas
en numerosos países europeos durante los "treinta gloriosos", estimula una actitud
crítica en los dominios de las artes, de la política y de la vida intelectual. El mundo
literario británico de los años 1950 está marcado en particular por la irrupción de los
autores de teatro John Osborne y Arnold Wesker y los escritores Alan Sillitoe y Kingsley
Amis. Sus obras y personajes expresan una rebelión contra lo que perciben como el
peso de las tradiciones y de las jerarquías sociales, las rutinas "hipócritas" de su
sociedad. También ponen de manifiesto su malestar y su frustración ante su movilidad
social ascendente. Esta corriente, que se descompone en los años 1960, introduce en
la literatura una pintura realista de la vida cotidiana de las clases populares. En política,
la efervescencia de la New Left refleja estos cambios (Kenny 1995).
Esto explica en parte el impacto creciente de las cultural studies. Es cuestión de
convertir las culturas populares y los estilos de vida de las nuevas clases en objetos
dignos de investigar, acompañando así una movilidad social inconfortable para las
nuevas generaciones de intelectuales y poniendo un punto de honor a continuar la lucha
política en el terreno académico. Como lo subraya Hall, "ha aparecido en un periodo
determinado de los años 1960 donde se produce una evolución en la formación de las
clases. Había un conjunto de personas en transición entre las clases tradicionales.
Había gente con orígenes populares, escolarizados por primera vez en colegios o en
escuelas de arte, que accedían a altos cargos o se convertían en profesores de
universidad. La New Left era un punto de encuentro entre personas que oscilaban entre
las clases. Una serie de clubes se hallaban en nuevas ciudades en las cuales sus
padres habían podido ser trabajadores manuales. Ellos, sin embargo, habían tenido una
mejor educación, al acceder a la universidad, y se convertían en profesores" (Morley y
Kuan-Hsing 1996: 494).
En el ámbito académico, dos formas de marginalidad marcan las figuras fundadoras de
las cultural studies. Se trata para Williams y Hoggart de un origen popular que los
convierte en unos personajes a contra-empleo en el mundo universitario británico. En el
caso de Hall y Thompson interviene una dimensión cosmopolita y una experiencia de la
diversidad cultural, que crea un perfil específico del intelectual y crea una forma de
sensibilidad hacia las diferencias culturales. Estas trayectorias sociales atípicas o
improbables se enfrentan a la dimensión socialmente cerrada del sistema universitario
británico y condenan los "intrusos" a integrar este sistema o a permanecer en su
exterior. Los fundadores son nombrados en los centros pequeños y recientes, en las
instituciones situadas al margen de la Universidad y entre forman parte de los
componentes extra-territoriales del mundo universitario.
Esta dinámica centrífuga habría podido representar un hándicap para la consolidación
de las cultural studies. Pero, otra característica de los padres fundadores, es decir su
compromiso más allá del laborismo, va a constituir un recurso para evitar su
marginación. Hall y Charles Taylor animan la University and Left Review, creada en
1956. La pareja Thompson juega un papel relevante en el funcionamiento de la New
Reasoner, revista creada este mismo año y que expresa una sensibilidad humanística
de izquierda o de disidentes del Partido comunista británico. La fusión de estas dos
publicaciones dará lugar en 1960 a la New Left Review. Tres años más tarde, Perry
Anderson y nuevos jóvenes intelectuales de Oxford no tardan en tomar el poder para
orientar la revista hacia un perfil más universitario y con el objetivo de presentar las
investigaciones llevadas a cabo en el extranjero (Davies 1995). Esta revista se organiza
en torno a una cuarentena de New Left clubs donde Hall y Davies juegan un papel
importante. Contribuye a estructurar una red de conexiones entre los militantes de la
Nueva izquierda y las instituciones de educación popular. En el seno del mundo
universitario, los investigadores que estudian unos objetos poco reconocidos, elegidos
en función de sus compromisos políticos, consiguen igualmente constituir unas redes de
intercambio intelectual. Este será el rol de las revistas Past and Present o de la History
Workshops (Brantlinger 1990). Los historiadores sociales valoran especialmente la
oralidad y la herencia de las culturas no escritas en el trabajo del historiador.
Los heréticos y marginales del final de los años 1950 han sabido a la vez integrar el
mundo político para procurarse unos medios de coordinación y dotarse de sólidas redes
de aliados jugando sobre su posición intermedia entre el campo político y académico y
creando una revista que contribuye a difundir unos nuevos autores y objetos de estudio.
Sin olvidar el peso de las personalidades del mundo cultural, como Doris Lessing, que
gravitan en entornos próximos a los padres fundadores. La ocupación de las periferias
universitarias se hace rentable cuando, a lo largo de los años 1970, el desarrollo del
sistema universitario británico se realiza a través de sus suburbios que constituyen la
preservación de los santuarios académicos contra la democratización gracias a la
creación de las Open University. Esta doble red política y universitaria se traduce en los
años 1970 por la aparición de editores de izquierda et incluso de editores feministas.
#U2-1TEMA
ANTECEDENTES
En el transcurso del siglo XIX hace su aparición un pensamiento conocido como Cultura
y sociedad
difundido por intelectuales del humanismo romántico
Comparten la denuncias de los estragos de la vida mecanizada, bajo los efectos de la
sociedad moderna. La identidad nacional se enfrenta al mismo tiempo con la middle
class que ha descalificado al arte por considerarlo no rentable. Hay una pérdida de la
influencia aristocrática y la irrupción de las clases populares.
El concepto de cultura se convierte en el centro de una filosofía política y moral y la
literatura en su símbolo y su transmisor, frecuentar las obras de arte, sostienen podrá
modificar la frontera de la sensibilidad y la creencia del poder purificador de ellas para
difundir valores cívicos en el ámbito de los estudios de la literatura inglesa.
Los ENGLISH STUDIES van a acompañar la gestación de una concepción
sociohistórica de la idea de cultura que va a desembocar luego en los CULTURAL
STUDIES,
iNGLATERRA SIGLO XIX: Cultura y sociedad
Carlyle Thomas
El hombre de letras como héroe e intelectual de la modernidad es un producto de los
nuevos tiempos, ese héroe que perdurara como una de las principales formas de
heroísmos de las edades futuras y mientras subsista el arte de la escritura.
Según este autor la historia universal consiste en biografías reunidas son hombres
providenciales aptos para recrear una nueva alma del mundo con el fin de detener la
crisis de la civilización. No es una religión que anuncia un nuevo Cristo, sino un cuerpo
de creencias cotidianas para el mundo presente
La fuerza de estos nuevos legisladores ( los escritores) puede re insertar a la sociedad
dentro de la vitalidad natural para frenar los mecanismos de la máquina mundo.
Carlyle extrae sus referencia de los escritores y filósofos románticos alemanes Goethe y
Fichte. A los que considera el parangón de los hombres de letra y el reverso de su
fascinación por lo alemán es su prejuicio respecto del espíritu francés.
El pensamiento claro anula cualquier forma de actividad espontanea y reprime la
expresión de las ordenes ciegas e instintivas de la vida. El autor quiere tender un
cordón sanitario alrededor de las fuerzas del desarrollo económico.
Mathew Arnold
Es el inventor de una filosofía de la educación . Antes de los ensayos sobre la igualdad,
la democracia , la función crítica de la vida publica. en Cultura y Anarquía un estudio en
Critica política y social.
Cree que hay una desintegración de la totalidad orgánica igual que Carlyle pero no tiene
una devoción por el idealismo alemán. Galófilo no oculta su admiración por los logros de
la revolución francesa y la participación. con la participación de la intelectualidad en la
vida de la ciudad y el papel central del estado, se interesa por el sistema de educación
elemental francés.
Inspector durante 35 de años en 1859 emprende un viaje por el continente que dará
lugar a un informe con el titulo La educación Popular en Francia.
que es un alegato para que el poder público instaure un sistema nacional de educación,
obligatorio , universal y laico y pone de ejemplo el sistema francés.
La antigua Inglaterra orgánica que Arnold pone por las nubes es la sociedad isabelina y
su principal figura Shakespeare,
Sostiene que la clase media confunde grandeza con riqueza y su comportamiento no
acredita sino tosquedad, su forma de vida, sus costumbre, sus modales, sus tonos de
voz, la literatura que lee, las palabras que sale de su boca. Y es incapaz de erigirse en
referente cultural, tan autoaislada en su carrera por la hegemonía comercial.
Los hombres de cultura son agentes de igualdad y se y se apasionan por la difusión de
la cultura para que prevalezcan las mejores ideas
William Morris
Establece una relación entre humanismo romántico y la causa de la clase obrera. Lo
lleva a ser co fundador de la liga socialista a la izquierda del socialismo británico. Estuvo
en el "Circulo de jóvenes, artistas, pintores en rebeldía frente al arte académico" que
denuncia a la civilización moderna y la esclavitud de la división del trabajo.
En su libro denominado "Contraste" hace un manifiesto en pro del retorno de la
arquitectura gótica. los edificios religiosos contrastan con la fabrica. Luego cambia de
sentido al leer las obras de Marx y Engel .
Debates del Siglo XIX
3 aspectos :
1, Centralidad respecto del impacto de la Rev. Industrial en la Cultura Nacional , la
amenaza que representa para la cohesión social y la preservación de una vida
intelectual.
2. Responsabilidad que les adjudican a los intelectuales de productores a defensores de
la cultura en cuanto al rol de despertadores y de educadores.
3. Contradicciones de esta referencia en lo cultural y a sus retos de poder . Incluso mas
allá de las diferencia y aún en los más conservadores se observa una sensibilidad
moderna hacia lo cultural.
Leavis
La entronización de los estudios ingleses en el plan normal de enseñan de las
universidades se dará en la entre guerra y se aprovechara la experiencia acumulada en
la educación para adultos
La corriente que se impone opta por la fórmula de una pedagogía centrada en el
análisis de los textos de literatura inglesa y se asumen los lineamientos de Arnold sobre
el hombre de la cultura.
Uno de los discípulos de Arnold Leavis con su libro publicado en 1932 se convierte en la
biblia de la nueva disciplina . La lectura metódica es el antídoto estético moral para la
contaminación producida por la sociedad mercantil.
Mass observation
Se especializan en obtener material sobre la vida cotidiana en Gran Bretaña. Son
observaciones realizadas en 1937 hasta los primeros años de 1950. Fue una
organización de investigación social que termino en los 50 pero fue revitalizada en
1980. Era su finalidad registrar la vida cotidiana a través de 500 observadores
voluntarios que mantenían contacto a diario o respondían cuestionarios abiertos y
también hicieron observaciones. y anotaban conversaciones y el comportamiento de
personas en el trabajo, la calle, reuniones publicas , eventos deportivos y religiosos.
Sus creadores provenian de Cambridge
Houson Antrop.
Madge poeta
Jenning cineasta
Durante la 2GM fue muy influyente en la configuración de la política, después de la 2
GM cambiaron sus investigaciones al centrarse en los hábitos comerciales
U2
LAS BASES DE LOS ESTUDIOS CULTURALES SEGÚN RAYMOND WILLIAMS
A lo largo de su obra, Raymond Williams ha abordado diferentes temáticas en torno a la
cultura para poner las bases de lo que, actualmente, se conoce como “Estudios
Culturales”.[1] En el siguiente trabajo desarrollo los cinco puntos que E. San Juan, Jr.
plantea en su artículo “Raymond Williams and The Idea of Cultural Revolution” como
ejes principales de la obra de este autor con respecto a la temática de la cultura actual
o, mejor dicho, de los estudios culturales de los que Williams se encuentra a la cabeza
como pionero en el área.
Para comenzar, considero importante aclarar un poco la visión de Williams sobre los
estudios culturales a los cuales considera como un proyecto, en principio, no sólo de
oposición, sino también liberador. Para Williams consiste en traer a tanta gente como
sea posible, a esa dimensión del conocimiento humano y social para darles la
posibilidad crítica que les fue negada por el mundo de las prioridades del mercado y las
abstracciones burocráticas en las que el capitalismo los ha sumergido.
En otras palabras, el programa de estudios culturales tiene como objetivo la aceptación
y la posibilidad de más amplias relaciones comunes, en una búsqueda compartida para
la independencia del mundo de la producción capitalista; para ello, Williams propone la
orientación a una nueva forma de vida, basada en la práctica, la auto-gestión, la
auto-renovación de las sociedades, en donde las personas se preocupan primero por
los demás y por el mundo en que viven. En resumen, los estudios culturales tienen por
objetivo promover una verdadera democracia en la que los sistemas de producción y
comunicación se basan en la satisfacción de las necesidades humanas y el desarrollo
de las capacidades humanas.
A continuación, presento los cinco puntos planteados por E. San Juan Jr. como las
aportaciones más importantes y duraderas de Raymond Williams para el campo de la
preocupación política e intelectual llamado “Estudios Culturales”.
En primer lugar, la idea de cultura como los procesos y prácticas sociales que tengan
como fundamento principal las relaciones sociales materiales en los sistemas de
mantenimiento (economía), decisión (política), el aprendizaje y la comunicación
(cultura), y la generación y crianza (el dominio de la reproducción social), debe estar
basado en el principio de tierra de cualquier enfoque progresista y salvador. Con esto
Williams se refiere a que la cultura debe ser el eje central de una sociedad, es decir, el
elemento base capaz de mover todo el sistema, por eso lo equipara con el sector
primario, la tierra, ya que a partir de él es que comienza todo el sistema de producción y
alienación del capitalismo y que si fuera la cultura sembraría a la crítica como semilla de
un nuevo sistema.
En segundo lugar, la historización de todas las prácticas culturales y los procesos se
debe a una necesidad de aprehender la ideología y la política de sociedades divididas
en clases en el capitalismo tardío. Por lo que, al dejarse de lado es un hecho que va
propiciando las desigualdades Norte-Sur, los desequilibrios ecológicos y los conflictos
étnico-raciales; de tal forma, que las situaciones a las que conllevan la suma de todos

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