
Página 6 de 21
• Terceridad es el modo de ser de aquello que es tal como es, al relacionar una segunda y una tercera
cosa entre sí.
Llamo a estas tres ideas las categorías cenopitagóricas.
Puede decirse que la Primeridad es cualidad, la Segundidad es efecto, y la Terceridad es producto, y que la
Primeridad es posibilidad (un quizás 'pueda ser'), la Segundidad es actualidad (lo que 'es, aquí-ahora'), y la
Terceridad es probabilidad o necesidad (lo que debería ser, según las circunstancias que existen 'aquí-
ahora').
La Primeridad de por sí no es una cualidad concreta (como, por ejemplo, la sensación del color y la forma de
una manzana que quizás estuviéramos percibiendo en este momento). No es más que una mera posibilidad,
sin partes definibles, sin antecedentes ni consecuencias. Es simplemente lo que es, sin que alguien sea
plenamente consciente de la cualidad que es. Pierce se refiere a la Primeridad como pura libertad,
espontaneidad, originalidad, la posibilidad de que acontezca algo nuevo. Es, por ejemplo, cuando en el instante
en que alcanzo a percibir un libro azul sobre la mesa, lo que veo es sencillamente una mancha de cierto color,
antes de que la haya clasificado como una forma rectangular de color azul, y sin que la haya denominado
'libro'. Es nada más una cualidad, sin conexión con todo lo demás que hay a su alrededor. Es sólo una
posibilidad que, en algún momento futuro, quizás pueda formar parte de una clasificación determinada
de manera que entre en interrelación semiótica con otros signos posibles.
La Segundidad trata precisamente de algo actualizado. Ese algo existe 'aquí', en 'este' momento. Es una
singularidad, una particularidad. Es lo que tuvimos delante de nosotros como Primeridad, sin que
(todavía) hubiéramos sido plenamente conscientes de ello. Pero ahora sí. Ya nos dimos cuenta más o menos
de lo que esa singularidad es, como Segundidad, y nos enfrentamos con el hecho de lo que es, queramos o no.
Es para nosotros un mero 'hecho bruto', como parte de nuestro mundo físico, o es una imaginación o un
pensamiento en la mente. A esta altura de nuestra consciencia, sabemos que la singularidad es algo aparte de
nosotros. Es algún otro, sin que (todavía) lo hayamos podido clasificar o describir. Es decir, como pura
Segundidad, queda fuera de la conceptualización, que pertenece propiamente a la Terceridad. En otras
palabras, la Segundidad es la otredad en el sentido más primitivo de la palabra. Goza de autonomía respecto
a nosotros; es un pleno producto del mundo físico o del mundo mental. Si la Primeridad es afirmación, la
Segundidad es negación en el sentido de que implica la existencia de algún 'otro'.
La Terceridad se define a través de un conjunto de tres términos: (1) mediación, (2) transformación, y (3)
evolución o crecimiento vital. En el acto de mediación, dos entidades se interrelacionan por medio de una
tercera entidad mediadora. Por ejemplo, un signo de interrelacionalidad, media entre un objeto al que está
entretejido y un interpretante, e incorpora también a quien esté interpretando el signo: todos quedan
íntimamente entrelazados en un abrazo líquido que fluye por el río de la semiosis. Como vimos en la Figura
1, el signo es un eje de intersección interdependiente y interrelacionado que entra en interacción con el
organismo que lo interpreta, de modo que todos, incluso el mismo organismo, componen un signo complejo.
La Terceridad lleva a cabo una transformación en tanto que su función es la de traducir (interpretar) una
entidad semiótica en otra. Por lo tanto, la Terceridad marca el desarrollo vital de los signos. Es un proceso
creador por medio del cual el caos se hace orden, y la confusión se hace claridad. Es el proceso de la semiosis,
la producción de interpretantes que engendran otros signos que a su vez engendran otros interpretantes. En
cuanto al aspecto temporal de la semiosis, el presente -huidizo, efímero, esquivo- del que el intérprete de un
signo (todavía) no tiene consciencia plena, es propio de la Primeridad; el pasado, que ya es un hecho
permanente y estático -aunque accesible a múltiples interpretaciones- es propio de la Segundidad; y la
futuridad, foco de esperanzas, deseos, anticipación, y hábito, es de la Terceridad.
Clasificación de signos:
1. Símbolo: Un símbolo es un tipo de signo que se relaciona con su objeto referente por convención o
acuerdo. La conexión entre el símbolo y su objeto no es intrínseca ni natural, sino que se basa en el