Resumen semiología
VITORINO ZECCHETTO
SEMIÓTICA/ SEMIOLOGÍA: es la ciencia o el conjunto de conocimientos que analizan y explican los
signos y los fenómenos comunicativos, los sentidos y las significaciones que se producen en la
sociedad a través de la actividad de la semiosis.
DISCUSIÓN SOBRE LOS TÉRMINOS
La teoría de los signos fue bautizada con el nombre de “semiología” por Saussure. Pero pronto el
termino entro en colisión con la palabra “semiótica”, utilizada con anterioridad. Se instalaron dos
tradiciones etimológicas: La de F. Saussure que uso el termino semiología, y la del filósofo Ch. Pierce
que opto por la palabra semiótica. Finalmente, en 1969, al instruirse en La Haya, la Asociación
Internacional de Estudios Semióticos, se convino en unificar las posiciones, y se adoptó el termino
semiótica.
MOTIVO Y FINALIDAD DE LA MIRADA SEMIÓTICA
a) Descripción.
El objeto primario de la semiótica la define como la teoría de los signos, y su propósito es estudiar los
conceptos básicos y generales que atañen a la problemática signica. Según esto, a la semiótica le
corresponde verificar la estructura de los signos y la validez que pueden tener en las percepciones
culturales, procurando, además, enfrentarse con explicaciones teóricas que den razones
coherentes de esos fenómenos que involucran la comunicación humana.
La semiótica está relacionada con el problema del conocimiento, y con el modo mediante el cual
podemos llegar a él a través del vehículo ineludible de los signos. Incluye y presta atención a la
semiosis, es decir, a la dinámica concreta de los signos en un contexto social y cultural dado. Es un
fenómeno operativo contextualizado, en el cual los diversos sistemas de significaciones transmiten
sentidos, desde el lenguaje verbal al no verbal, pasando por los lenguajes audiovisuales, hasta las
más modernas comunicaciones virtuales.
b) El punto de vista semiótico
La semiótica presta atención a la multitud de objetos, de seres y de hechos que llenan nuestra
realidad, especialmente aquellos que son fruto de la cultura humana. Pero, lo propio de la
semiótica es considerar los fenómenos y los hechos de cultura “sub especie communications”, esto
es, desde el ángulo o el punto de vista de la comunicación.
Los rasgos peculiares que caen bajo la mirada especifica de la semiótica tienen que ver con el
estudio de los fenómenos de semiosis en cuanto generadores de significados, o, en otras palabras,
el análisis de los hechos de comunicación en relación con la comunicabilidad de sus significantes.
La semiótica tiene la tarea de buscar leyes y otras generalidades relativas a su objeto de estudio, o
sea, debe ser una ciencia de las representaciones signicas y de los fenómenos de semiosis.
La semiótica basa su conocimiento en la construcción de modelos para que sirvan de marcos
referenciales en la tarea de análisis y estudio de los fenómenos de comunicación. Mediante ese
instrumento teórico, se confronta y se evalúa la validez de la investigación. Un modelo semiótico es
como una categoría a priori, de carácter más bien hipotético y con posibilidad de circunscribirlo a
un determinado objeto de estudio.
El espacio semiótico, incluye todos los aspectos que tocan las formas y las relaciones signicas de las
cosas, por tanto, es como si todo fuera materia significante de semiosis, o sea, signos y lenguajes
que alimentan fenómenos de significación. Se pasó, pues, de la semiótica entendida como “ciencia
de los signos”, a la semiótica comprendida como “ciencia de las significaciones”. Pero ambos
aspectos van unidos, no pueden separarse. De este modo, la semiótica permanece como la
ciencia de los signos que circulan y producen sentido en el ámbito de las culturas y sociedades
humanas, tomando en cuenta sus lenguajes, lo que ellos revelan, lo que dicen y como dicen las
cosas que la gente hace.
LA DIVISIÓN DE LA SEMIÓTICA EN TRES RAMAS
A partir del siglo XX la semiótica se ha sistematizado y se ha dado un estatuto científico. Como otras
ciencias, se subdivide en varias disciplinas. La división propuesta por Morris. Él distingue tres ramas en
la semiótica: la Semántica, la Pragmática y la Sintáctica. Cada una de ellas posee objetivos y
métodos específicos. El criterio de esta triple división se establece en las relaciones diádicas que
establecen los signos.
a) La semántica
En primer lugar, pueden estudiarse las relaciones de los signos con los objetos a los que son
aplicables, es decir, a lo que los signos quieren significar al referirse o al denominar cualquier tipo
de seres o de entidades. Esta relación se denomina Dimensión Semántica de la semiosis, y su
estudio se llama sencillamente “Semántica”. La semántica, es considerada una rama empírica
de la semiótica, hace referencia a las relaciones concretas de los signos con las cosas.
Hay una doble perspectiva en la práctica semántica: una “intencional” por cuanto todo signo o
enunciado designan alguna índole propia o nota de los objetos; otra perspectiva es
“extensional” pues señala o alude al tipo o conjunto de cosas u objetos a los cuales se aplican
las propiedades indicadas en los signos o enunciados.
La semántica es más bien una disciplina descriptiva y técnica de los significados de un
determinado lenguaje, por tanto, su instrumental es aplicable no sólo a los textos verbales, sino
también a los audiovisuales. En cambio, la semiótica asume una perspectiva más global y
teórica del conjunto de los lenguajes, y desde este ángulo, la semántica entonces debe
considerarse subordinada a la semiótica.
b) La pragmática
También puede estudiarse la relación de los signos con los intérpretes con las personas que
utilizan los signos de modo concreto. En este caso, aparece la Dimensión Pragmática de la
semiosis, y su estudio recibirá el nombre de “Pragmática”.
Dentro de las ciencias del lenguaje la Pragmática es la disciplina que analiza las formas y las
estrategias concretas que asumen las expresiones comunicativas, con el fin de descubrir las leyes
que las rigen y establecer sus características generales. Le interesa el estudio de los diálogos
conversacionales, los casos que reporta la etnolingüística, los enunciados de los medios masivos
en sus diversos contextos, situaciones, circunstancias.
La pragmática trata de descubrir los ejes modélicos del lenguaje y del comportamiento humano
comunicacional en sus realizaciones prácticas.
c) La sintáctica
Finalmente se ha de considerar la relación formal de los signos entre sí. La sintaxis se interesa por
los sistemas formales (llamados “gramáticas”) diseñados para analizar los lenguajes. Es muy difícil
imaginar la existencia de un lenguaje en base a signos aislados, al menos en potencia todo signo
tiene relaciones con otros signos; puesto que tanto los emisores de mensajes como los
destinatarios, sólo logran interpretar un signo, cuando lo ven puesto en combinación estructural
con otros. La presencia de estas relaciones y combinaciones signicas, establece una dimensión
de la semiosis tan importante como las dos anteriores (semántica y pragmática). Esta es la
Dimensión Sintáctica de la semiosis, y su estudio recibe el nombre de “Sintaxis”.
Semiosis: es la actividad misma de la comunicación. Es el proceso de interacción comunicativa que
se produce entre las personas, los grupos sociales y las instituciones.
Semántica: (del griego “semantikos” = lo que tiene sentido), es el estudio del significado de los
signos, de los enunciados y de cualquier texto o discurso mediático, dentro del proceso que asigna
tales significados.
LOS SIGNOS
Signo: Es todo aquello que está en el lugar de otra osa con el fin de significarla.
LA PISTA SEMIÓTICA EN TORNO A LOS SIGNOS
Como trasfondo de toda actividad signica se halla la realidad del ser, la realidad de todo aquello
sobre lo cual es posible decir algo o simplemente pensarlo y, en consecuencia, representarlo con
signos. Las cosas que existen y con las cuales entablamos relaciones, son el fundamento de la
posibilidad de los signos, porque éstos, en último término, también son “seres”. Si queremos tener un
contacto significativo con la realidad, o sea, con el ser y los seres, nos vemos obligados a construir
otros seres llamados “signos” y ellos nos permiten captar las cosas con algún significado.
NATURALEZA, RASGOS Y VOCACIÓN DE LOS SIGNOS
Los signos son un fenómeno social, y por ello sirven como instrumento de comunicación.
En primer lugar, el signo ofrece datos sobre la realidad representada, es un conjunto de
elementos que están en lugar de otra cosa y que la designan.
El signo, además, es una interpretación de la realidad representada.
El signo es siempre también una hermenéutica, es decir, la interpretación de algún sentido
que tiene la realidad conocida. Cada vez que pensamos o imaginamos alguna realidad,
hacemos una reproducción mental de la misma, pero bajo el aspecto o la forma en que
nuestra mente la percibe, y por tanto interpretamos las informaciones recibidas. La
percepción del ser inicia nuestro diálogo con las cosas, y los signos son un modo de
apropiarse y de interpretar el mundo.
En conclusión, el signo es un simulacro de la realidad que comienza en nuestra mente. Es correcto
decir, entonces, que el pensamiento, la idea, es un signo, porque está en lugar de otra cosa, de
cualquier ente percibido dentro o fuera de nosotros, o simplemente creado por nuestra fantasía.
Pero también son signos muchos otros objetos construidos con el propósito de estar en lugar de otras
cosas: una foto, la señal vial, un gesto para saludar... y todo aquello que podemos tomar
convencionalmente como signo.
Llegamos a la definición clásica del signo: un objeto presente se relaciona con otro que está
ausente. Tenemos entonces este juego de relaciones: “A” está por “B” y esa sustitución es
reconocida por “C”. Lo que equivale a decir que “A” es signo de “B” y lo percibe “C”.
Todo signo tiene -semióticamente- las siguientes tres características.
Una forma física por la cual se hace perceptible a los sentidos (el sonido de alarma),
Debe referirse a algo diferente de sí mismo (advierte sobre la presencia de un virus),
Alguien debe reconocerlo como tal, o sea, como signo (yo capto el significado).
Los signos no son entes abstractos, sino elementos de uso vital, sometidos a continuos
reconocimientos a veces caprichosos y bizarros.
DOS ENFOQUES SOBRE EL SIGNO
En la historia de la semiótica han surgido varios modos de conceptualizar los elementos que
componen la estructura del signo. Vale la pena presentar las dos corrientes más conocidas en la
actualidad.
a) La postura lingüística de Ferdinand de Saussure
Para F. de Saussurre el signo es una unidad lingüística que tiene dos caras:
Una sensible llamada Significante. Puede ser acústica (los sonidos de las palabras), o bien
visual (letras de la escritura), pero siempre es algo material.
Otra es inmaterial: la idea o concepto evocado en nuestra mente, y se llama Significado.
Saussure cita como ejemplo la palabra “árbol”: el significante es la forma física del término, mientras que el
significado es el concepto mental de “árbol”.
El signo, además, hace referencia a alguna cosa, y a esa realidad Saussure la denomina
realidad referencial; es el objeto, la cosa o el fenómeno, al cual se alude mediante el signo.
Saussure piensa que el referente no integra la estructura del signo y que éste posee sólo una
semblanza diádica.
Saussure sostiene que, en los códigos lingüísticos, la relación entre el significante y el significado
es arbitraria, porque no está motivada por el objeto al cual se refiere, sino que está fundada en
el consenso social por el cual los grupos humanos deciden asumir esa asociación. Este fenómeno
explica la gran cantidad de idiomas que hay en el mundo. Por sí solo un signo no tiene valor, es
necesario juzgarlo dentro de un sistema o estructura que es la lengua. Allí entra en relación con
otros signos y se vincula con los demás elementos de todo el sistema lingüístico.
b) El modelo tríadico de Charles S. Peirce
Se trata de un pensamiento pragmático destinado a captar los efectos y los significados
prácticos que puede tener un conocimiento en el obrar del individuo, ya que “la finalidad de la
acción es la de producir algún resultado sensible.” Peirce cultivó la lógica como el instrumento
que permite pasar de lo desconocido a lo conocido, del no saber al saber, y de ese modo
controlar nuestros conocimientos. En ellos están involucradas las “las creencias” que acompañan
nuestra experiencia existencial cognitiva, y son expresiones de nuestros hábitos cuya finalidad es
determinar nuestras acciones.
En este contexto se ubica también su teoría del significado de los entes. La tesis tradicional
sostenía que el significado de una cosa era una especie de esencia objetiva presente en los
objetos. Para Peirce, en cambio, el significado está en el
pensamiento, pero no en forma pasiva como una imagen en el
espejo, sino activamente, como una acción por la cual
organizamos y transformamos los campos de la experiencia en
vista a intervenir en el mundo. Entonces el significado de algo
se configura como el conjunto de implicaciones prácticas que
el objeto posee para algún sujeto. Conocer quiere decir captar
esas implicaciones y por tanto su significado.
Para Peirce el signo es algo que, bajo cierto aspecto,
representa alguna cosa para alguien. Esto significa que el signo
posee una composición tríadica, y en ese cuerpo emergen y se
hacen presente en él, sus tres elementos formales.
Sin embargo, el signo no es un ente aislado. Su composición
tríadica, se inserta en el conjunto de las ideas semióticas de
Peirce, y para comprenderlo en forma adecuada hay que
ubicarlo en el marco global de su filosofía. En ella el soporte
teórico, consiste en una clasificación fenomenológica de toda la realidad en tres categorías
fundamentales:
La primeridad: es la categoría que da cuenta de lo indefinido de las cosas, es el sentimiento o
impresión primera, antes de toda determinación o concreción del ser. Son las cualidades
puras e indeterminadas de los entes. Por ejemplo, “la rojidad”.
La secundidad: es la categoría de la relación con la primeridad, o de un fenómeno de
primeridad relacionado real o analógicamente con otro. Es la toma de posesión de la
concreción experiencial. Por ejemplo “el rojo” de un objeto concreto.
La terceridad: es la categoría que regula la unión y la síntesis de la primeridad con la
secundidad, es la ley, la convención que conecta dos fenómenos entre sí. Por ejemplo, las
palabras para decir: “Este papel es rojo”.
La realidad, puesta en conexión dinámica con estas tres categorías fundamentales lógicas,
permite “encontrar la raíz de toda verdadera distinción del pensamiento, por sutil que sea” Y en
este universo lógico, es claro que también el signo deba asumir la modalidad tríadica. He aquí
los tres elementos que, según Peirce, conforman el signo:
El representamen: es lo que funciona como signo para que alguien lo perciba, o sea, la cosa
que funge de signo, el signo mismo como tal. El representamen está siempre en lugar de otra
cosa, es el sustentador o portador de esa cosa para los que han de verla o considerarla en el
signo.
Esta tríada del signo
puede explicarse con un
ejemplo. Si miramos el
afiche de un hermoso
paisaje (= un signo), se
produce un proceso de
semiosis donde:
el representamen es la
imagen del afiche
percibida como signo.
El interpretante es la
relación mental que
establecemos entre el
representamen y su
objeto; en definitiva, es
la idea del signo del
afiche.
El interpretante: es la idea del representamen en la mente del que percibe el signo, o sea, es
un efecto mental causado por el signo (otra idea del signo), apenas se inicia el proceso de
semiosis a través del representamen. En definitiva, el interpretante es otra representación
referida al objeto signo, es un significado de los significantes.
El objeto: es aquello a lo que alude el representamen. Dice Peirce: “Este signo está en lugar
de algo, su objeto-esto es- aquello al que el signo está referido. El objeto (igual que el
referente), no necesariamente es una cosa concreta, puede tratarse de ideas, de relaciones
o de entes imaginarios y ficticios. El objeto exterior al signo se llama objeto dinámico, y el
objeto captado al interior del mismo signo es llamado objeto inmediato.
Peirce define el signo no en relación con el significado de la cosa, sino remitiéndolo a otro signo,
generándose de ese modo una semiosis infinita, porque el interpretante de una cosa “se
convierte a su vez en un signo y así ad infinitum”.
c) Un esquema complementario
La comunidad de semiólogos en la actualidad, está en grado de señalar los puntos
fundamentales más seguros y adquiridos que se refieren a la estructura del signo. El consenso
existe en torno a lo siguiente: Signo es todo lo que está en lugar de otra cosa y la significa; es la
marca sensible de una intención de comunicar un sentido. Se origina de la situación presencia -
ausencia, es decir, presencia del signo y ausencia del objeto que denota. El signo tiene una
composición ternaria, cuyos elementos han recibido diferentes nombres, según los autores que
los han reflexionado.
LO CUBIERTO Y LO MANIFIESTO DE LOS SIGNOS
a. Los signos disimulan
b. Entidades culturales
El signo es siempre institucional, en este sentido sólo existe para un grupo limitado de usuarios.
Tal grupo puede reducirse a una sola persona. Pero fuera de una sociedad, por más reducida
que ella sea, los signos no existen.
LAS FUNCIONES DE LOS SIGNOS
Los signos tienen un valor social, es decir, cumplen una función dentro de los grupos humanos, sirven
para reconocer significados y permiten la comunicación. Los signos más antiguos son los lingüísticos,
o sea, las palabras de un idioma que desde el inicio de la historia ha utilizado la humanidad para
designar y significar las cosas, las experiencias y poder comunicarse. Hoy sabemos que son vastas las
funciones que desempeñan los signos
a- Las funciones según Roman Jakobson (1896 -1982)
Una de las más conocidas clasificaciones de las funciones de los signos es la que elaboró el
lingüista ruso emigrado a Estados Unidos, Roman Jakobson. Este investigador hizo un elenco de
seis funciones de los signos y lenguajes según la ubicación que adquieren dentro de un modelo
de comunicación, en el cual se distingue:
Emisor (sus intenciones),
Los Códigos y las formas,
El canal por el que pasa el mensaje,
El mensaje o contenido,
El referente u objeto.
El preceptor (sus reacciones y efectos del mensaje).
Hoy esta clasificación se usa para interpretar las diversas clases de textos y mensajes que emiten
y difunden los medios de comunicación social.
b- La postura de Karl Buhler (1879-1963)
Este lingüista alemán parte del concepto de Platón según el cual “el lenguaje es un instrumento
para comunicar uno a otro algo sobre las cosas”. Bühler opinó que en esta fórmula se
evidencian tres elementos básicos de un esquema de comunicación: alguien que habla para
comunicar algo a otra persona que recibe el mensaje emitido. A partir de este esquema, Bühler
establece las tres funciones fundamentales del lenguaje:
Representar las cosas y los fenómenos, es decir, transmitir mensajes y contenidos sobre algo que
se relata, analiza o estudia. Es el nivel referencial de los signos, cuyo lenguaje se usa para
describir el mundo, la naturaleza, los fenómenos sociales, históricos y científicos. También gran
parte de los relatos del periodismo, son representativos de los sucesos y acontecimientos sociales
de cada día.
Expresar nuestras percepciones de las cosas y de la vida o para reflexionar sobre ellas en forma
subjetiva. Con esta función damos a conocer nuestras opiniones, sentimientos, estados de
ánimo...etcétera.
Comunicar con los demás y mantener nuestros contactos como interlocutores. Es una función
con abundantes elementos apelativos y de carácter muy variado, desde las conversaciones
telefónicas, hasta órdenes, peticiones, toma de compromisos, contratos, recetas, y muchas otras
formalizaciones de las relaciones interpersonales.
El proceso y el recorrido generativos de los signos, va unido a las funciones que la gente le asigna
al interior de los discursos y en relación con los contextos de su uso. Generalmente los niveles y las
funciones que los signos asumen, se entrecruzan y se mezclan unos con otros, de modo que la
presencia de una función no es excluyente, sino que coexiste con las demás, aunque alguna de
ellas tenga un perfil más destacado.
CLASIFICACIÓN DE LOS SIGNOS
Se han elaborado diversas clasificaciones de los signos, algunas de ellas bastante complejas y
completas, utilizando como criterios para clasificarlos puntos de vista diferentes.
a. No hay signos naturales
Una división muy difundida es la que distingue entre signos naturales y signos hechos por el
hombre o artificiales. Por ejemplo, el humo producido por el fuego, la huella del pie dejada en la
arena, el suelo mojado por la lluvia, etcétera. Estos no son signos, sino fenómenos físicos y que el
ser humano utiliza como indicios o señales para mejor desenvolverse en su medio.
b. Signos verbales y no verbales
Para el uso pedagógico y educativo, parece preferible clasificar los signos en dos grandes
grupos:
Signos verbales: son los más numerosos, abundantes y también los más utilizados en todas las
sociedades humanas. Prácticamente no hay actividad de comunicación sin la palabra, y casi
todas las demás formas de semiosis la incluyen. En conclusión, es la palabra el vehículo normal y
más usado en la transmisión de los pensamientos y de los relatos sobre las actividades humanas y
lo que pasa en el mundo.
Los signos no verbales: incluyen todos los demás signos que se generan en las sociedades
humanas: imágenes de cualquier tipo y género, símbolos figurativos, musicales, señales fónicas,
logos, señales de tránsito, gestos o movimientos convencionales, etcétera.
c. Creación y movilidad de los signos
Los signos tienen necesariamente un ritmo de vida dinámico y cambiante. Los hay que, por su rol
operativo y universal, tienen una larga duración, otros en cambio, son efímeros y desaparecen al
poco tiempo de haber nacido. La cultura humana es una ininterrumpida fábrica de signos, pero
es también un cementerio donde el tiempo va sepultando aquellos que ya nadie usa y que
están destinados a desaparecer.
LAS DINÁMICAS COMBINATORIAS DE LOS SIGNOS
En el sistema de los signos nada está aislado, sino que los diversos elementos se integran
funcionalmente. Saussure utilizó el modelo binario para distinguir e integrar el plano de los
significantes con el plano de los significados. Pero en el juego del tablero estructural de los signos,
observó además la presencia de otros elementos o ejes combinatorios binarios, y de ese modo
introdujo los conceptos de sintagma y el paradigma, la diacronía y la sincronía.
a- El despliegue temporal del signo: su sincronía y diacronía.
El término sincronía (del griego “sin crono” = junto con el tiempo), significa sólo
contemporaneidad, y se asume como criterio para el estudio sistemático de los signos o
hechos lingüísticos y asumirlos como un sistema organizado actual en un espacio dado.
Mientras que diacronía (“dia chronon” = a través del tiempo), indica sucesión. Los lingüistas
que antes estudiaban el origen de las lenguas, usaban el método diacrónico para analizar la
evolución de las palabras.
La Sincronía alude a sistema, a sintagma, a relación con una estructura en el espacio;
mientras que la diacronía se refiere a la historia, a las relaciones en el tiempo. La relación
entre sincronía y diacronía es una relación asimétrica: puede haber un estilo sincrónico que
prescinde de los momentos diacrónicos, pero el estudio diacrónico se propone siempre como
fin el análisis sincrónico, estructural o sistemático. Se trata, pues, de dos funciones
complementarias en cualquier estudio semiótico o de otras ciencias.
b- Las coordenadas del sintagma y el paradigma
La identidad de los signos lingüísticos reside en su valor establecido mediante un sistema de
relaciones y/u oposiciones. Por tanto, el funcionamiento de una estructura de signos
depende de las relaciones que éstos establezcan entre sí, y no de su entidad autónoma. El
sistema de oposiciones binarias es aplicable a cualquier estructura lingüística, pero también a
otros fenómenos comunicacionales y se hace operativo en el uso de dos formas de lectura, y
cada una genera los propios valores; nos estamos refiriendo al sintagma y al paradigma.
El plano del sintagma
Llamamos sintagma a la combinación de signos (o fenómenos) que tienen por soporte la
extensión y la contigüidad (el espacio). El sintagma es, pues, una relación de presencia, lo
que factualmente existe en una estructura dada. En el lenguaje articulado esta extensión es
lineal e irreversible, porque dos o más elementos lingüísticos no pueden ser pronunciados al
mismo tiempo; el valor de cada término depende de su relación con los que le preceden y
con los que le siguen. En resumen, el sintagma es una combinación de signos en una misma
cadena lineal. Los sintagmas constituyen el eje horizontal de una estructura, y cada uno de
ellos es parte integral de su sentido en un determinado momento.
El plano del paradigma
Se habla de paradigma cuando hay referencia a un modelo o estructura teórica que explica
a un conjunto de elementos que tienen entre sí algo en común. Ese algo común es
precisamente un modelo referencial que conecta en profundidad a grupos de signos o de
fenómenos diversos (culturales, comunicativos, sociales, etc.).
Saussure denominó “relaciones asociativas” a los paradigmas lingüísticos. Con ello quería
decir que en la lengua no sólo percibimos los grupos sintagmáticos, sino que nuestro espíritu
“capta también la naturaleza de las relaciones que los unen en cada caso y crea con ello
tantas series asociativas como relaciones diversas hay”. Por ejemplo, si escuchamos diversas
poesías, podemos percibir que todas ellas, están relacionadas por un único esquema poético
o por un modelo fónico común de rimas. Estas relaciones asociativas se llaman “paradigma”
y operan en relación de ausencia respecto al plano sintagmático, aunque mantenga con él
una estrecha relación.
Vemos, pues, que en la cadena de sintagmas que ordenan una determinada estructura, el
paradigma emerge como el eje vertical que orienta uno o más sentidos de dicho conjunto.
La relación entre sintagma y paradigma
Las relaciones entre los ejes sintagmáticos y paradigmáticos son estrechas, cada aspecto es
dependiente del otro y constantemente interactúan entre sí. Esto es muy visible en el uso de
los idiomas, donde se entrelazan y asocian varias unidades lingüísticas de modo sucesivo o
simultáneo.
Por ejemplo la televisión, donde se percibe claramente este fenómeno: el eje paradigmático
lo constituye los grandes temas que trazan el eje vertical de los programas, mientras que el
eje sintagmático se visibiliza a través del desarrollo que cada canal o programa realiza de
dichos temas.
Mientras los sintagmas sufren las contracciones propias de su visibilidad concreta y particular,
los paradigmas se abren al amplio espacio modélico que atraviesa toda la cadena
sintagmática. La organización de los signos de las producciones mediáticas se basa en los
juegos y combinaciones de sintagmas y paradigmas. Las convenciones sintagmáticas y
paradigmáticas, suelen operar de modo unitario en las estructuras narrativas.
F. SAUSSURE
Saussure fue un lingüista suizo que estudió la lengua desde una perspectiva estructuralista y se lo
considera el fundador de la semiología. Dictaba clases de lingüística general y sus alumnos
publicaron un libro de los apuntes que tomaron en esas clases. Esa publicación tenía teoría de
lingüística, semiología y análisis del discurso. También buscó un método y objeto de estudio para
que la lingüística estructuralista sea una ciencia.
A Ferdinand Saussure le interesa recortar una parte del lenguaje para estudiarla de manera
sistematizada. Entonces divide al lenguaje en lengua y habla. Estudia el lenguaje como un conjunto
de actos de la comunicación humana y rechaza cualquier explicación sobre lo natural o metafísico.
Pero solo se dedica al estudio de la lengua.
Lenguaje: es una capacidad humana universal para expresar pensamientos y sentimientos a través
de los signos.
El lenguaje es entendió como un objeto binario, tiene por un lado un componente social que
es la lengua, y por otro lado un componente individual que es el habla.
Es multiforme y heteróclito (regular extraño y fuera de orden).
No se deja clasificar en ninguna categoría de los hechos humanos por que no se sabe cómo
desembrollar su unidad.
Tiene tres clases de fenómenos:
PSIQUICA que consiste en la capacidad del cerebro para asociar ideas o conceptos
con sonidos que tienen lugar en la mente.
FISIOLOGICOS es cuando el aparato de fonación (boca, garganta, cuerdas bocales)
reaccionan ante una orden que envía el cerebro para traducir los signos de la mente
en sonidos de la lengua oral.
FISICO implica la propagación de las ondas sonoras o de imágenes por un medio
propicio para el acceso del mensaje a un receptor.
Lenguaje articulado: miembro, parte, subdivisión en una serie de cosas. En este la articulación
puede designar la subdivisión de la cadena habla en sílabas, o en unidades significativas. No
es el lenguaje hablado al natural, sino la facultad de constituir una lengua. Ejemplo del árbol:
El significado es la idea que tengo de lo que es un árbol (tronco con ramas hojas etc.) y el
significante es los fonemas A-R-B-O-L que forman la palabra “árbol”.
Lengua: Es el objeto de estudio de la lingüística, es decir, la parte esencial del lenguaje. Es a la vez
un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones para permitir el
ejercicio de esa facultad en los individuos. (Es un sistema de signos que son aceptados por una
comunidad y constituyen un idioma).
La lengua es un sistema de signos con sus respectivas reglas de combinación (pregunta de
examen).
Los individuos necesitan aprenderla para comprender y conocer su funcionamiento.
(pregunta de examen).
Es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos de lenguaje. La lengua, es
la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por sí solo no puede ni crearla, ni
modificarla.
Es un objeto que se puede estudiar separadamente.
De naturaleza homogénea: es un sistema de signos en el que sólo es esencial la unión del
sentido y de la imagen acústica.
Es un objeto de naturaleza concreta, los signos de la lengua son “tangibles”, ya que se
pueden plasmar a través de la escritura.
Habla: Es un acto individual de voluntad e inteligencia. Es la lengua puesta en acto, es decir, pone
en práctica los códigos que constituyen la lengua. Y podemos distinguir:
Combinaciones del código de la lengua, para expresar el pensamiento del hablante;
Un mecanismo psicofísico, que permite exteriorizar estas combinaciones.
Es el acto individual de apropiación de la lengua por parte de un hablante. (pregunta de
examen).
El signo lingüístico es la unión entre un concepto y una imagen acústica (su huella psíquica). Es
una entidad psíquica de dos caras, consistentes en el concepto (significante) y la imagen acústica
(significado).
El Significado (el concepto) es la representación mental o psíquica de una idea, y un
concepto social, ya que es común a todos los hablantes.
El Significante (imagen acústica) es la huella mental del sonido, es decir, la representación
psíquica del sonido.
Características del signo:
Arbitrariedad: El signo lingüístico es arbitrario con relación al significado, ya que el enlace que
une el significado con el significante es inmotivado, es decir, no existe motivo por el cual
existe una relación entre significante y significado.
Es la cualidad por la cual la masa hablante requiere de la normatización para su uso, en
tanto la relación entre el significado y el significante es inmotivada. (pregunta de examen).
Linealidad: El signo es lineal porque el significante se desenvuelve sucesivamente en el
tiempo, es decir, no pueden ser pronunciados en forma simultánea, sino uno después del
otro, en unidades sucesivas que se producen linealmente en el tiempo. Ejemplo: a-c-a-b-o-d-
e-ll-e-g-a-r
Es una característica del significante que implica una extensión en el tiempo, formando una
cadena. (pregunta de examen).
Inmutabilidad: Se refiere a que un significante es elegido libremente con relación a la idea
que representa, pero es impuesto con relación a la comunidad lingüística que lo usa.
Se dice inmutable porque los hablantes de una comunidad no lo eligen ni pueden cambiar el
signo o reemplazarlo. Para la sociedad el signo es algo heredado.
Las causas de la inmutabilidad son:
1. El carácter arbitrario del signo.
2. La multitud de signos necesarios para constituir cualquier lengua.
3. El carácter demasiado complejo del sistema.
4. La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística.
Mutabilidad: Es un cambio o alteración del signo lingüístico en cuanto a que este continua en
el tiempo, el cual siempre conduce a un desplazamiento de la relación entre el significado y
el significante.
Sean cuales fueren los factores de alteración, siempre conducen a un desplazamiento de la
relación entre el significado y significante.
Lingüística estática y evolutiva.
La lingüística esta ante la noción de valor, se trata de un sistema de equivalencia entre coas de
ordenes diferentes: significado y significante.
Ejes para el estudio de la lengua
1. Eje de simultaneidades (AB), que concierne a las relaciones entre
cosas coexistentes, de donde está excluida toda intervención del
tiempo.
2. Eje de sucesiones (CD), en el cual nunca se puede considerar
más que una cosa a la vez, pero donde están situadas todas las
cosas del primer eje con sus cambios respectivos.
Sincronía y diacronía
La lingüística sincrónica se ocupará de las relaciones lógicas y psicológicas que unen términos
coexistentes y que forman sistema, tal como aparecen en la conciencia colectiva. Esta confinada a
un determinado tiempo con el fin de entender el sistema de la época. La sincronía es en el sentido
de orden y arreglo, de principio de regularidad. Observa la lengua desde un punto de vista estático,
realiza un corte temporal y determina cuáles son las pautas que en ese momento estructuran la
lengua, aceptada por la comunidad lingüística. Ejemplos
El acento nunca va más allá de la antepenúltima.
Todas las palabras terminan en vocal o en s, n, r, con exclusión de cualquier otra consonante.
La lingüística diacrónica estudiara las relaciones que unen terminaos sucesivos no percibidos por
una misma conciencia colectiva y que se reemplazan unos a otros sin formar sistema entre sí. Estudia
el lenguaje en su evolución. La diacronía supone, un factor dinámico por el cual se produce un
efecto, un algo ejecutado. Los sucesos diacrónicos siempre tienen carácter accidental y particular.
Examina la evolución de la lengua en el tiempo. Se centra en investigar de qué forma se modifican
los signos de las palabras, aparecen nuevos y otros se vuelven arcaicos. Ejemplos:
La s inicial ante vocal se ha hecho h.
La m final se ha cambiado en n.
Las oclusivas finales se han perdido.
Valor lingüístico
El valor, tomado en su aspecto conceptual, es un elemento de la significación, y es muy difícil saber
cómo se distingue la significación a pesar de estar bajo su dependencia.
El valor de una palabra es la propiedad que tiene esa palabra de representar una idea y además,
el signo se define como tal, a partir de la relación que mantiene con otros signos del sistema.
El valor lingüístico se define por la negativa, un signo es lo que otros no son.
El valor de las leras es negativo y diferencial.
Los valores de la escritura funcionan por su oposición reciproca en un sistema definido.
El medio de producción del signo es indiferente, no interesa para el sistema.
Relaciones sintagmicas y asociativas.
Relaciones sintagmicas: Se les llama así a los elementos alineados uno tras otro en la cadena del
habla, se compone de dos o más unidades consecutivas. Ejemplo: re-leer, contra todos, si hace un
buen tiempo etc.
Se atribuye a la lengua todos los tipos de sintagmas construidos sobre formas regulares. Los
sintagmas combinan elementos de manera sucesiva en un enunciado. (pregunta de examen).
Relaciones asociativas: Los grupos formados por asociación mental no se limitan a relacionar os
dominios que presentan algo de común; el espíritu capta también la naturaleza de las relaciones
que los atan en cada caso y crea con ellos tantas series asociativas como relaciones diversas haya.
Ejemplos: De la palabra ENSEÑANZA, pueden salir 4 asociaciones diferentes: (enseña, enseñemos),
(aprendizaje, educación), (templanza, esperanza), (lanza, balanza).
Una palabra cualquiera puede evocar todo lo que sea susceptible de estarle asociado de un modo
u otro, mientras que un sintagma evoca en seguida la idea de un orden de sucesión y de un
número determinado de elementos, los términos de una familia asociativa no.
CHARLES PIERCE
Charles Peirce busco construir y fundamentar una teoría de los signos como el marco para una
teoría del conocimiento. El único pensamiento que puede conocerse es pensamiento en los signos,
todo pensamiento debe existir necesariamente
en los signos. No podemos pensar sin signos. Para
Pierce, la semiótica es equiparable a la lógica.
La semiótica tiene como objeto de estudio a la
semiosis, la cual es siempre para Peirce un
proceso tríadico de inferencia mediante el cual
a un signo (llamado representamen) se le
atribuye un objeto a partir de otro signo (llamado
interpretante) que remite al mismo objeto. Todos
ellos (representamen, objeto e interpretante) son
signos.
Signo
El signo recibe el nombre técnico de REPRESENTAMEN. Este es una “cualidad material” que está en el
lugar de otra cosa: su objeto, de modo que despierta en la mente de alguien un signo equivalente
al que se denomina interpretante, que aclara lo que significa el representamen y que a su vez
representa al mismo objeto.
Condiciones para que algo sea un signo:
El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo.
El signo debe tener un objeto.
La relación semiótica debe ser tríadica, comportar un representamen que debe ser reconocido
como el signo de un objeto a través de un interpretante.
Interpretante
El interpretante es otro signo u otra representación, que se refiere al mismo objeto que el
representamen y que puede asumir diversas formas:
Un signo equivalente de otro sistema semiótico. Ej.: el interpretante de la palabra “perro”, puede
ser el dibujo de un perro.
El dedo índice que apunta a un objeto, aunque se sobreentiende que se trata de “todos los
objetos como este”. Ej.: Un dedo índice que apunta hacia un perro.
Una definición ingenua o científica formulada en el mismo sistema de comunicación, en la
misma lengua que en la que es construido el representamen. Ej.: el representamen es SAL y el
interpretante el cloruro de sodio.
La traducción del término a otra lengua.
La traducción del término a otro de la misma lengua mediante un sinónimo.
Una asociación emotiva con un valor fijo. Ej.: El interpretante de la palabra “perro” puede ser
“fidelidad”

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