La tarea de orientación. Distintos enfoques. Josefina Pássera
El campo de acción de la OV contiene un entrecruzamiento de variables socio-económicas y
culturales además de las provenientes de la estructura y dinámica de la personalidad del individuo.
La problemática vocacional es resultante de esta compleja trama de variables sociales e individuales.
Sergio Rascovan sintetiza en 2003: desde una perspectiva social, la elección de carrera y ocupación
está estrechamente relacionada con el contexto económico, político y cultural que establece formas
particulares de org del trabajo, del aparato productivo y del sistema educativo en cada soc y
momento histórico. Desde una perspectiva subjetiva, lo vocacional está íntimamente vinculado con la
dialéctica del deseo. Es un recorrido de búsqueda hacia su satisfacción. Buscar objetos vocacionales
es un proceso incesante y se tramita a través de complejos procesos psíquicos con id y
sublimaciones.
La Ov como intervención que se lleva a cabo en un campo complejo, tendrá diferentes
particularidades según con el marco referencial con el que se trabaje y según el contexto en el que
se desarrolle. Será un accionar tendiente a facilitar el proceso de elección de objetos vocacionales y,
en un sentido amplio la Ov es → una experiencia que intenta aclarar aspectos relativos a la forma
particular de vincularse con los otros y con otras cosas que cada S tiene, es decir, de reconocer su
posición subjetiva en tanto S deseante, y desde allí poder proyectarse hacia el futuro.
Si tenemos en cta que el objetivo de la tarea orientadora es facilitar la conformación y desarrollo de la
id ocupacional (representación subj de roles ocupacionales por los que el S se vincula con el mundo
laboral), se va a requerir el análisis de diferentes tipos de variables o constructos psicosociales y
socio-dinámicos. → Estas variables serán conceptualizadas en las dimensiones de T y E, personales
y sociohistóricos.
La tarea de la orientación deberá ser permanentemente contextualizada para que sea vigente. La
misma, comienza por afrontar el “para qué” se realiza y “desde donde” se la enfoca. Implica revisar la
coherencia de los abordajes elegidos con las necesidades individuales y sociales de cada lugar, en el
contexto socio-histórico mundial. Considerar cada momento y situación constituye el enfoque de la
tarea.
El orientador deberá estar preparado para atender y entender diferentes tipos de consulta,
posiblemente su mayor desafío profesional sea la necesidad de abandonar el confort de la
planificación propia, del saber absoluto, ya que resultaría amenazada su id profesional por las
oscilaciones de límites y alcances de su disciplina.
Proceso espontáneo y proceso sistemático de elección vocacional
Holland sostenía que la elección vocacional - ocupacional es un acto expresivo y espontáneo de la
persona, Moujan refuerza esto diciendo que la lucha por la id es la misma lucha que la de lograr
“vocación”, ya que tener id es la vocación por excelencia del hombre.
Este proceso espontáneo de elección y definición vocacional se cumpliría durante muchos años,
mediante procesos identificatorios con figuras significativas de diferentes ámbitos de pertenencia. A
su vez, está marcadamente influenciado por los posibles cambios sociales y los ocurridos en las
relaciones interpersonales que pueden favorecer u obstaculizar este logro evolutivo.
Los lineamientos conductores de cada ámbito de pertenencia, deberían entrar en armonía a los fines
de favorecer el proceso espontáneo de desarrollo vocacional.
Los fenómenos acontecidos en esta sociedad actual hacen más difícil el logro de un desarrollo
vocacional espontáneo y generan demanda de procesos asistenciales de Ov. En este proceso
sistemático asistencial, el experto → se incluye en un punto de situación y en un momento del
proceso total. Ayudando a elaborar los posibles conflictos que impiden la elección, facilitando la
interpretación de la realidad socio-económica cultural, colaborará en el desarrollo de la id vocacional
en términos de roles ocupacionales
(Bonelli 1993).
Se trata de una intervención focalizada, generalmente de tiempo limitado, apunta primordialmente a
la prevención primaria y secundaria, aún cuando los efectos puedan ser terapéuticos.
Intervenir preventivamente → promueve la integración de diversas facetas de la personalidad y lo
que podríamos llamar salud integral. Al abordar como problemática evolutiva o situacional los
conflictos vocacionales - ocupacionales y detectar y atender en forma precoz , las perturbaciones de
estos procesos
(Muller 1992).
El enfoque preventivo y la tarea asistencial
Una perspectiva preventiva del desarrollo vocacional-ocupacional, nos llevaría a concebir a la
orientación como un proceso de paulatino y sistemático desarrollo, que acompañe al proceso
evolutivo normal, facilitando una exploración progresiva de las alternativas que ofrece el medio y
favoreciendo la expresión de posibilidades.
La elección inicial y las sucesivas elecciones vocacionales se producirían como una consecuencia
natural, como resultantes de un proceso en el que se han presentado diversas circunstancias
preparatorias , porque forman parte de un proyecto de vida.
Ateniendo a la prevención de conflictos vocacionales, el nivel institucional resulta especialmente
adecuado para desarrollar acciones psico-profilácticas, especialmente el de la institución educativa.
En la actualidad, el alcance preventivo en este nivel facilita la intervención antes que se consolide el
síntoma de desorientación. Si bien la Ov integrada a los objetivos de la educación sistemática
resultaría de efectos preventivos, su eficacia dependerá del grado de inserción en el sistema y de sus
posibilidades de enlace con el contexto.
La Ovo resulta en un PROCESO CONTINUO, GRADUAL, EVOLUTIVO Y PERMANENTE
, con
efectivos resultados preventivos. Su accionar puede concretarse en las distintas etapas vitales por
las que atraviesa el vínculo del hombre con su trabajo y contexto.
El enfoque preventivo se basa en el carácter multidimensional del problema vocacional ocupacional.
La persona puede, enfrentar el problema , incluyendo todas sus dimensiones y, comprendiéndolas,
procurar una decisión personal responsable para con su propio proyecto vital y el de su comunidad.
Enfoque preventivo no se reduce a la atención en crisis de elección de estudio/ocupación del
adole. Cabe destacar sus posibilidades durante todo el desarrollo de la id, x tanto la
psico-higiene del desarrollo de cualquier rol ocupacional, representa un campo de acción
correspondiente al nivel de prevención primaria, específico del especialista en orientación.
Desarrollo vocacional - ocupacional: proceso natural que tiende a darse espontáneamente a
lo largo de la maduración personal y se manifiesta a través de motivaciones, intereses,
aptitudes, elecciones y proyectos que va expresando el individuo en interrelación con otros.
Este proceso de desarrollo no está libre de conflictos, estos a su vez pueden representar
verdaderas crisis de crecimiento, pero a veces, impedimentos en la prosecución del proceso.
Proceso asistencial: de duración y objetivos delimitados, efectivizando a los fines de brindar
esclarecimiento e info en relación con problemas vocacionales - ocupacionales. Podrá estar
destinado a individuos, grupos o instituciones consultantes.
La OV como proceso asistencial (Bonelli):
Tiene su centro en la entrevista psicológica, grupal o individual.
Requiere de psicólogos entrenados que puedan observar, diagnosticar y operar en el aquí y
ahora de la entrevista operativa, facilitando los esclarecimientos necesarios.
Adquiere la modalidad de una asistencia psicológica focalizada en el logro de determinados
objetivos, siendo el fundamental, el esclarecimiento y desarrollo de la identidad.
Además, puede utilizar instrumentos psicométricos, proyectivos y dramáticos.
Instrumenta dinámicamente distintos recursos de sondeo e información sobre la realidad
ocupacional, la oferta educativa y la complejidad del contexto.
Investiga y reconoce el grado de asimilación: de los valores de la cultura imperante.
Restituye el carácter vocante de los objetos internos y externos expresados en intereses,
aptitudes, motivaciones, vínculos con las carreras u ocupaciones como objetos.
Alcances de la tarea de orientación
La mayor frecuencia de Ov, proviene del sector de la población que está próximo a egresar del nivel
medio de la educación, teniendo aspiraciones para ingresar al nivel terciario.
Pero es posible atender a otras situaciones vitales en las que el proceso de elección vocacional -
ocupacional se pone en marcha. Algunas, no implican el mismo grado de compromiso que la que
ocurre en la situación dicha anteriormente, pero pueden significar un ensayo anticipatorio de
importancia en el desarrollo de la id vocacional.
Pueden cumplirse tareas relativas a la orientación en instituciones que entienden la elección
vocacional - ocupacional como actividad reeducativa y rehabilitatoria para los individuos que
albergan.
También suele ejercerse el rol orientador mediante el asesoramiento en cualquiera de los niveles del
sistema educativo, formulando programas tendientes al desarrollo vocacional en diferentes espacios
curriculares y extracurriculares, ya que, la tarea tiende a propiciar aprendizajes que faciliten el
desarrollo de competencias que favorezcan la incorporación del educando en el mundo socio -
ocupacional.
Otra demanda cada vez más frecuente es la de re - orientación: acá se incluyen conceptos
sistemáticos de orientación brindados a aquellos sujetos que, independientemente de haber recibido
asistencia en otro momento, han efectuado alguna elección fallida o aquellos consultantes
jóvenes/adultos, que ya no se incluyen en la población adolescente.
Demandas de los adultos cada vez más frecuentes: por sus necesidades de desarrollar nuevos roles
para afrontar dicha etapa vital.
Una experiencia de abordaje interdisciplinario de la problemática vocacional – Pássera
Fundamentación para un programa preventivo en OV
Existe acuerdo entre los especialistas en considerar al proceso de OV como inminentemente
preventivo. Resulta claro admitir el alcance preventivo en situaciones puntuales del desarrollo
vocacional como → finalización de un nivel educativo y el ingreso al siguiente o al mundo laboral; la
elección de la carrera o estudios superiores; el ingreso y adaptación a la vida universitaria; la
deserción, el fracaso, reelecciones; el egreso, la inserción laboral; el retiro, la jubilación.
Esta síntesis nos lleva a confirmar que el desarrollo de la identidad vocacional es un proceso
en el que se suceden múltiples elecciones.
La OV en sí misma, es concebida como campo de problemáticas en el que se producen múltiples
entrecruzamientos sociales, psicológicos, culturales, económicos, políticos, históricos. Se intenta
abarcar la problemática vocacional a través de definiciones que enumeran distintos órdenes de
factores intervinientes, o que se expresan en matrices para dar cta de las interacciones de
elementos, o que describen órdenes institucionales que enmarcan al conflicto del elector.
Causalidad reticular → expresa a los entrecruzamientos de factores como un sistema continuamente
informado de los efectos producidos, de modo que éstos se modifican a su vez las causas originales,
conformando una red de variables independientes → el planteo puede significar una real
convocatoria interdisciplinaria en la que podemos expresar nuestros recursos profesionales. En
cambio, si desde una disciplina leemos el fenómeno parcialmente y, si pretendemos desde esa
parcialidad resolverlo, estaríamos transformando ilusoriamente la parte en todo.
Estas reflexiones nos llevaron a proponer el abordaje de la problemática vocacional
ocupacional a través de equipos multidisciplinarios, tendiendo a integrar los niveles de su
investigación, dx, preve y eventual resolución.
Las acciones relativas a la asistencia y prevención, pueden así funcionar simultánea e
integradamente. Pero, para operar con eficacia requieren de la investigación y ésta,
constituye de por sí una acción sobre la realidad que indaga. De este modo, el proceso
resulta de permanente interacción.
Los psicólogos debemos intervenir en situaciones posible de atender con un enfoque
psicoprofiláctico; tendiendo a la salud y delineando esas acciones desde la salud; en situaciones
humanas que requieran información, educación u orientación, a los fines de preservar el bienestar del
individuo y de la comunidad.
Estrategias de prevención sugeridas por la Asesoría de SM:
Nivel primario: se recomienda evaluar factores que puedan ser determinantes o
coadyuvantes de una afección con el propósito de controlarlos y aumentar la calidad de vida,
también, propiciar acciones de promoción de SM.
Nivel secundario: promover la detección precoz de las patologías y adoptar el criterio de
intervención en crisis para abordar situaciones evolutivas normales para las que el individuo
o grupo, no está suficientemente preparado.
Nivel terciario: propone atender a la pronta rehabilitación y reinserción laboral.
Niveles de prevención según Caplan
La prevención primaria está dirigida a disminuir el riesgo de enfermar. En nuestro caso se
define como primer nivel de prevención a la investigación de factores intervinientes en la
problemática vocacional de determinados sectores de la población.
La prevención secundaria se destina a disminuir el dominio de alguna afección en un tiempo
y espacio determinados. En el caso que nos ocupa, el segundo nivel de prevención se
enfocó a la detección precoz del conflicto vocacional.
La prevención terciaria procura reducir en una determinada comunidad, el funcionamiento
inadecuado del sector que ha sufrido una afección. Para el problema al que nos estamos
dedicando, el concepto se adaptó a un tercer nivel de prevención destinado a la asistencia de
la población que acusa síntomas de desorientación vocacional-ocupacional que llevan a la
consulta.
Conclusiones preliminares
Aceptando distintos enfoques, se logró acceder a la comprensión de la multicausalidad del problema
y de la operatividad del trabajo en equipos multidisciplinarios. Consecuentemente, a la consideración
de niveles de prevención de la problemática.
La experiencia puso de manifiesto la eficacia de los equipos de trabajo interdisciplinarios, en los que
se discriminen roles, funciones y niveles de acción específicos a los fines de propender a un
conocimientos más realista y a la prevención del problema. Como evaluación preliminar podemos
decir que el intercambio producido entre los equipos formados, ayudó a vivenciar los alcances del
enfoque propuesto.
Algunas teorías de referencia, abordajes en Orientación Vocacional - Clark y González
Entre los y las autores/as que han realizado una clasificación de los marcos referenciales de la OV,
destacamos a:
Casullo - 5 tipos ppales de aportes teóricos:
1- Las teorías sobre las interacciones sujeto-medio ambiente:
en estas teorías se proponen
analizar la correspondencia entre habilidades e intereses personales, y las oportunidades concretas
del mercado Laboral. Las propuestas apuntan a que esta correspondencia puede ser lograda y que
los logros implican la resolución de las conflictivas vocacionales y ocupacionales que pueda tener
una persona. Los autores que aportaron a las mismas fueron Parsons (1909), Kitson (1925) y Hull
(1928), entre otros.
2- Las propuestas de la Teoría del Aprendizaje Social:
Inspiradas en las conceptualizaciones de
Bandura. Autores como Krumboltz, Jones y Whiteley, entre otros, se refieren a lo que denominan
“reciprocidad tríadica”, para explicar que tanto los comportamientos como los procesos cognitivos,
afectivos y valorativos de la persona interactúan de forma permanente y recíproca con los
acontecimientos que tienen lugar en el mundo social, político y cultural en el que vive.
3- Las propuestas desde la perspectiva de la psicología del desarrollo:
dentro de este enfoque,
se encuentran Buhler (1933) y Super (1953). Los desarrollos teóricos y metodológicos más actuales
son los que plantean autores como Gottfresson, Lerner, entre otros, en cuanto a que los sujetos
desarrollan autopercepciones que se consolidan o modifican en el transcurso del ciclo de vida,
construyen imágenes y representaciones acerca del mundo del trabajo, que comparan con sus
autoimágenes en los momentos en los que enfrentan situaciones en las que tienen que tomar
decisiones laborales o vocacionales. Y tomar la decisión adecuada va a depender, en gran medida
de la integración entre ambos tipos de imágenes, acerca de uno mismo y de la realidad sociocultural.
4- La elección vocacional y las teorías de la personalidad:
la hipótesis básica de estas teorías es
que las personas eligen los trabajos porque lo perciben como fuentes potenciales de satisfacción de
sus necesidades. Autores como Ana Roe y Holland, estudiaron las características de personalidad de
los sujetos que desempeñan o eligen ocupaciones diversas, los estilos de vida y las psicopatologías
asociadas a la actividad profesional.
5- Los aportes de la teoría psicoanalítica:
Algunos concepto de las teorías psicoanalíticas son muy
importantes para comprender las decisiones vocacionales y ocupacionales. Por ejemplo, el proceso
de identificación, la fuerza o capacidad yoica en la selección de un determinado campo ocupacional,
el conflicto en la toma de decisiones. Entre los referentes se encuentran las propuestas de Peter
Blos, Kohut y Erikson.
López Bonelli - 4 modelos clásicos de abordaje de la OV:
- Descriptivo:
Inspirado en la teoría de Parsons (1909). A las personas se las podía conocer desde
la Psicometría, a través de la medición. Los aportes más importantes de esta teoría eran la
Psicología Diferencial y la Profesología.
- Psicodinámico:
El representante más visible, fue Rodolfo Bohoslavsky. (1971) con la estrategia
clínica de la orientación vocacional. Los aportes fundamentales son los conceptos freudianos,
aspectos ligados al inconsciente y a las motivaciones. Inclusión de la entrevista psicológica y los test
proyectivos.
- Evolutivo:
Representante más visible es Donald Super (1950), con el desarrollo del concepto de sí
mismo y las teorías evolutivas del desarrollo vocacional. Importancia de los recursos biográficos.
- Integrales:
Los representantes de estas teorías son Krumboltz, Holland (1970) entre otros.
Desarrollan un modelo socio fenomenológico y le dan importancia al ambiente.
Gavilán toma la clasificación de Crites:
El autor señalaba que los problemas vocacionales están relacionados con la incapacidad para poder
tomar una decisión, la que puede deberse a un factor o la combinación de varios, como por ejemplo,
ausencia de metas, existencia de barreras afectivas como la ansiedad extrema o temor al fracaso, el
conflicto entre las metas y los objetivos y ausencia de modelos identificatorios. Clasifica en tres
grandes grupos las teorías de la orientación vocacional, las no psicológicas, las psicológicas y las
integrales o generales.
No psicológicas
La elección vocacional está influida por situaciones externas al individuo, es decir por factores que intervienen en la toma de
decisiones, que son casuales y fortuitos, leyes de oferta y demanda, las costumbres e instituciones de la sociedad. Y
diferencia tres teorías dentro de este grupo:
Accidente o del Azar: la elección no surge como un hecho reflexivo y producto de la intervención del sujeto. El individuo
elige en función de “una exposición no planificada a estímulos poderosos” (Ginzberg (1951). Esta posición estaría
representada por Bandura (1982) quien expresa que “algunos encuentros eventuales influyen en las personas solo muy
ligeramente, pero toras dejan efectos duraderos, incluso algunos otros abren nuevas trayectorias a su vida”. Es decir, son
elecciones que no han sido pensadas, ni elegidas, ni tampoco planificadas por el sujeto. Miller y Form (1951) hablan de
situaciones azarosas ajenas al individuo.
Económicas: postula que el individuo elige un estudio u ocupación en función de los beneficios que aquellos le puedan
brindar. Parnes (1954); Thomas (1956); Castaño (1983) enfatizan la relevancia de este tipo de elección, de la ley de la oferta
demanda. Es una elección basada en la motivación económica (nivel de ingresos), oferta laboral y prestigio social.
Cultural y Sociológica: los factores más importantes en la elección de una carrera estarían determinados por la cultura y la
sociedad en la que vive el individuo. Rivas (1976) señala que los condicionamientos sociales inciden en primer lugar en las
elecciones de profesiones, la clase social limita la posibilidad de realizar una elección adecuada, la familia, la escuela, el grupo
de pares, los roles profesionales y medios de comunicación actúan como elementos de presión, el factor económico actúa
como facilitador. Otra de los aportes es lo de Anne Roe (1957) sobre las elecciones determinadas por la cultura y sociedad
en concordancia con los valores, la clase social, familia y escuela. Los aportes de la teoría cultural y sociológica se recuperan
en las teorías integrales y en los desarrollos teóricos de autores como Diana Aisenson (2002), Sergio Rascovan (2016), entre
otros, que ponen el acento en los elementos sociales culturales y contextuales que atraviesan la subjetividad.
Psicológicas
El individuo es la variable fundamental de la elección vocacional, y ésta es un acto individual influido por el medio en el cual
vive el sujeto. Los aspectos internos del individuo son los principales determinantes que explican la elección vocacional.
Teoría de rasgos y factores: Su representante es Parsons (1909) que los sujetos difieren en cuanto a rasgos personales y
aptitudes (todos ellos aspectos medibles y cuantificables) y, dado que las ocupaciones requieren también determinadas
aptitudes, tipos de personalidad, etc. La elección se hace en función de esta interrelación. Para ampliar la información de esta
teoría recupere el artículo, De la orientación examen a la orientación proceso. Abordajes teóricos y técnicos en el desarrollo de
la Orientación Vocacional disponible en la Unidad Nº 1, el modelo descriptivo actuarial de la orientación vocacional.
Teorías Psicodinámicas: Nacen con los aportes del psicoanálisis, teoría de Freud, Melanie Klein, entre otros. Postulan que
el sujeto no es sólo conciencia sino hay otros aspectos ligados a las motivaciones que interfieren en el proceso de elección, los
aspectos inconscientes. Describe al sujeto en profundidad, indagando los motivos de elección, y trata de llegar al conflicto
vocacional. Se clasifican en 3 tipos:
a) Psicoanalíticas:
Aportes de Brill (1949); Meadow (1955) Laplanche y Pontalis (1967) Bohoslavsky (1978). En este
esquema el mecanismo de sublimación
es básico y proporciona al individuo una manera aceptable para que éste
libere partes de su energía psíquica, que serían inadmisibles en la sociedad si se expresaran en forma directa. El
estudio y el trabajo ofrecen salidas para los impulsos y deseos sublimados. Brill (1949) consideró a la sublimación
como la base de la conducta vocacional. Meadow (1955) empleó esta teoría como marco de referencia y relacionó
tipos de personalidad (independiente, reactivo, agresivo, pasivo) con diferentes elecciones ocupacionales. Otro
aspecto que consideran es el concepto de identificación
que es de suma importancia para entender las
identificaciones ocupacionales en relación con los padres, amigos/as, profesores/as y otros sujetos significativos,
especialmente en la adolescencia. Bohoslavsky trazó una diferencia significativa entre dos paradigmas diferentes de
la orientación, la orientación vocacional como modalidad actuarial y con modalidad clínica. Este autor desarrolló y
relacionó conceptos tales como vocación, identidad vocacional, identidad ocupacional, elección y duelo
, los
momentos de decisión vocacional, indicadores diagnósticos, entre otros aportes
.
b) Basada en la satisfacción de necesidades:
se considera como fundamentales los deseos y necesidades que
estimulan al individuo a preferir determinada ocupación frente a otras. Anne Roe una de sus principales exponentes,
realizó numerosas investigaciones sobre las relaciones entre los factores familiares emocionales, intelectuales,
personales y sociales y su influencia en las elecciones vocacionales. Llegó a determinar tres estilos de interacción
familiar:
-Atención excesiva (demanda y sobreprotección) -Rechazante (negligencia física y emocional) -Aceptación
amorosa (calidez y equilibrio).
c) Basada en el concepto de sí mismo:
Sus representantes son Carl Rogers quien observa que el concepto de “sí
mismo” se desarrolla durante la vida del individuo a través de una serie de fases: -exploración; el sujeto nace con
tendencias innatas que se modifican y estructuran en su relación con el ambiente, lo que genera una serie de
conductas en el individuo; -autodiferencación: el sujeto conforme se va desarrollando, se va diferenciando del mundo
de los objetos y de las personas. -identificación
: el sujeto se acerca a los objetos o a las personas que le
proporcionan gratificación; -desempeño de roles:
a lo largo de la vida el sujeto desempeña diferentes roles que le van
a proporcionar el desarrollo de la imagen de “sí mismo”; -evaluación de resultados:
a partir de esta confrontación
con la realidad, surge una combinación constante del concepto de “sí mismo”. Donald Súper
, relacionó el concepto
de “sí mismo” con la elección vocacional.
Teorías evolutivas: Parten del concepto que la decisión vocacional no es estática sino dinámica, no se toma en un momento
determinado de la vida, sino que es procesual y abarca diferentes etapas del desarrollo del sujeto, su principal exponente es
Super
que introdujo el concepto de madurez vocacional como el grado de desarrollo individual del sujeto en que se da una
estabilización en este campo. “Madurez vocacional: es el grado en que el sujeto está interesado en los problemas
vocacionales y las variables asociadas a la posibilidad de logro de la madurez vocacional son factores biosociales,
ambientales, vocacionales, características de personalidad y logros alcanzados”.
Teoría de la Toma de decisiones: Sus representantes son Edwards; Gellat; Hillton. La misma proviene del campo de las
teorías económicas de la elección vocacional y consideraban que la elección se basa en que el sujeto debe confrontar,
analizar, superar y prever consecuencias, además de asignar valores personales para elegir. Otro de sus representantes
Fredrickson (1982) enumera una serie de supuestos comunes a los enfoques de toma de decisiones:
a) la toma de decisión de la carrera es un proceso secuencial y racional;
b) el individuo puede procesar la información, a la vez que una gran variedad de alternativas que se relacionan con los
objetivos de la carrera;
c) el sujeto puede seguir unos pasos o procedimientos en su proceso de elección vocacional;
d) toda información relevante sobre las distintas alternativas ha de ser conocida por el que va a tomar la decisión;
e) cada vez es más frecuente acceder a la información asistida por computadora.
Generales e integrales
Analizan las elecciones vocacionales en función de un más de punto de vista y dan origen a posturas que interrelacionan
distintas disciplinas
Aprendizaje social: es una de las teorías más recientes y recibió aportes de la psicología social de Bandura (1982) su
representante es Krumboltz
que concibe a los factores ambientales (económicos y sociales) y psicológicos como
condicionantes de la decisión vocacional. Desarrolla un nuevo enfoque para la toma de decisiones, en el cuál las conductas,
actitudes, intereses y valores se adquieren y modifican de forma continua y debido a las experiencias de aprendizaje. Existen
cuatro categorías de factores que influyen en la elección vocacional, ellos son:
Dotación genética; Condicionamientos ambientales; Experiencias de aprendizaje (instrumental y asociativa), y;
Destrezas de aproximación a la tarea
.
Estas categorías interactúan permanentemente y la falta de algunas de ellas en la toma de decisiones puede originar
elecciones no adecuadas, con los consiguientes desajustes personales y sociales.
Tipológica: Su representante es Holland que describe a la elección vocacional como el producto de factores y determinantes
de tipo personal y ambiental que interactúan y proporcionan una especie de simbiosis entre el individuo y el mundo del trabajo.
Existen para el autor seis tipos de personalidad (evaluables) que se corresponden con seis ambientes laborales (observables).
De su interacción resultarán elecciones ajustadas y desajustadas según se dé la interacción sujeto y medio ambiente.
Teorías Multiculturales: Apuntan a trabajar con poblaciones de diferentes culturas, en lo que hace a etnias, religiones, lengua
y situación social. A partir de la década de 1960 hasta la actualidad se han desarrollado varias investigaciones y de este modo,
los y las orientadores/as han ampliado la mirada multicultural. Sue, Ivey y Pedersen (1996) consideran que lo multicultural
debe incluir, además, las diferentes religiones, orientación sexual, edad, género y las personas con discapacidad.
Sue y colaboradores
→ el multiculturalismo tiene las siguientes características: valora el pluralismo cultural, la justicia social y
la equidad; le interesan los logros de diferentes culturas; -respeta y valora perspectivas diferentes; -le preocupa los valores;
-colabora en los logros individuales, comunitarios y sociales.
Abordajes teóricos actuales
Diana Aisenson
Ov como dispositivo articulador entre educación, trabajo y salud
, considerando a la orientación
como un proceso continuo y permanente y destaca que desde la escuela se debe acompañar la
transición a la vida adulta.
Explica que los enfoques actuales proponen para la orientación los objetivos de ayudar a ampliar el
conocimiento de sí mismo y la información sobre el entorno social y el mundo del trabajo, aprender a
tomar decisiones con responsabilidad respecto de sus consecuencias y prepararse para las
transiciones.
Uno de los objetivos
más importantes que se plantea la orientación en un mundo con cambios
vertiginosos, problemas económicos y la amenaza creciente de la desocupación es la necesidad de
desarrollar recursos personales y competencias que permitan hacer frente a contextos de
incertidumbre.
De esta manera, tomando los aportes de Krumboltz (1996) expresa que la
orientación vocacional en la actualidad se plantea, desde un enfoque interdisciplinario, como una
orientación personal, social, educativa y laboral.
Asimismo va a plantear la orientación como un proceso de aprendizaje y desarrollo personal
que implica considerar las vicisitudes de la elección profesional desde la perspectiva de la salud. La
orientación concebida como una intervención psicoeducativa, se apoya sobre la psicología como
disciplina científica, y comprende abordajes preventivos, del desarrollo, psico-educativos, sociales y
comunitarios.
Articulación entre educación, salud y trabajo
en la medida que la escuela, red social en la que
circulan niños/as y jóvenes, tiene como objetivos posibilitar la formación personal, el desarrollo y
crecimientos saludables y capacitar para la futura inserción social y laboral. De esta manera la
finalización de la escuela obligatoria significa para los jóvenes el tránsito al trabajo y al mundo
adulto y su búsqueda de inserción socio-laboral.
La escuela puede dar respuesta a importantes
necesidades sociales, funcionando como un dispositivo protector cuyo objetivo es promover el
desarrollo personal y educativo de la juventud, formándolos en las competencias requeridas en tres
dimensiones: conocimiento, destrezas y actitudes. Y preparándolos para enfrentar la transición al
trabajo.
Es importante que los programas de prevención y salud logren potenciar las posibilidades y
recursos de las personas, grupos y comunidades, especialmente, para la población joven
, que
constituye un grupo vulnerable, en riesgo, dada la situación de transición en la que se encuentran.
Es importante que los orientadores y orientadoras vocacionales promuevan a través de
acciones de promoción de salud que los miembros de un grupo o comunidad reconozcan y
desarrollen sus potencialidades y recursos
, adquiriendo la capacidad y la fuerza para usarlos en
la transformación de su ambiente psicológico, social y comunitario. En este marco es importante
también el trabajo con los adultos que están en contacto con los/as jóvenes para aumentar su
comprensión acerca de sus necesidades y poder brindarles la contención y el apoyo emocional que
necesitan. El enfoque comunitario promueve alternativas de participación
, creando espacios
grupales en torno de objetivos compartidos.
A través de las estrategias de orientación vocacional pueden realizarse intervenciones para
preparar a los y las jóvenes en las transiciones educativas y laborales que van a atravesar
, con
el fin de ayudarlos a reflexionar y construir proyectos personales de vida, estudio y trabajo e
itinerarios futuros, disponer de información actualizada de las ocupaciones y adquirir
representaciones más realistas acerca de ellas, aumentar la participación de la familia y establecer
conexiones y redes con otros recursos institucionales y comunitarios.
Sergio Rascovan
Propone generar una revisión crítica que permita ubicar a los problemas vocacionales bajo el
paradigma de la salud mental, entendida como una trama inextricable entre lo subjetivo y lo social.
Plantea el abordaje de las problemáticas vocacionales desde un paradigma crítico, complejo y
transdisciplinario
.
Este paradigma se propone confrontar con las concepciones de orientación que se presentan como
“neutras” desde un punto de vista ideológico y alejado de toda reflexión sobre la cuestión de las
finalidades sociales que persiguen. Se trata de un saber crítico que intenta el develamiento de
las deformaciones, presiones y restricciones que operan en los sujetos, en los colectivos
humanos
, propiciando la autonomía y la responsabilidad tanto individual como social en la
construcción del proyecto de vida. El paradigma es complejo en la medida que invita a pensar y
operar en los atravesamientos entre lo singular y lo colectivo, y reconoce la
multidimensionalidad
de los fenómenos en general y de las personas en particular. Y es
transdisciplinario
ya que lo vocacional es un campo no un objeto, es decir, un conjunto de
problemáticas atravesadas por dimensiones de distinto orden (políticas, sociales, culturales,
psicológicas y económicas) que deberán ser abordadas por saberes de diferentes disciplinas.
Este enfoque requiere romper con lo vocacional como algo fijo o como un proceso acabado.
El desafío que propone el autor es promover la articulación entre dos áreas de producción
teórica y de intervención psicosocial hasta ahora separadas, la llamada salud mental
comunitaria, por un lado y de la orientación vocacional, por otro.
Entender la salud mental
como comunitaria es hacer foco en las relaciones que se producen entre sujetos y sociedad,
constituyéndose de este modo en un campo de análisis e intervención propio, los problemas
vocacionales se ubican justamente en esa relación y esto coloca a la comunidad en el centro del
problema.
La OV integra un campo más amplio y de mayor compromiso con las nuevas exigencias sociales y
debería integrar al conjunto de las políticas sociales en general.
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