¿Cuál era el resultado? Es el caso más demostrativo. Resultaban dos cosas. La primera, evidente en el
interrogatorio, era la dificultad que tenía para volver a evocar cualquier cosa en el viejo registro, es decir, para
expresarse en el dialecto de su infancia, el único que hablaba con su madre. Cuando le pedí que se expresase en
ese dialecto, que me repitiese comentarios que había podido intercambiar con su padre, por ejemplo, me
respondió: no puedo sacarlo. Por otra parte, se veía en él una neurosis, huellas de un comportamiento que
permitía adivinar un mecanismo que puede llamarse – en un término que siempre empleo con prudencia –
regresivo. Pero todo lo que es del orden de lo que está habitualmente reprimido, todo el contenido comúnmente
expresado mediante síntomas neuróticos, era perfectamente cristalino, y no tuve dificultad en hacérselo
expresar.
El establecimiento del discurso común, casi diría del discurso público, es un factor importante en la función
propia del mecanismo de represión. Este depende en sí mismo de la imposibilidad de acordar con el discurso
cierto pasado de la palabra del sujeto, vinculado, como Freud lo subrayó, al mudo propio de las revelaciones
infantiles. Precisamente, en la lengua primitiva, sigue funcionando ese pasado de la palabra. Ahora bien, para
este sujeto, esa lengua es su dialecto corso, en el cual podía decir las cosas más extraordinarias,por ejemplo
arrojarle a su padre:si no te vas de aquí, te voy a botar al mal.
¿QUÉ ES LA REPRESIÓN PARA EL NEURÓTICO? ES UNA LENGUA, OTRA LENGUA QUE FABRICA CON SUS
SINTOMAS, ES DECIR, SI ES UN HISTERICO O UN OBSESIVO, CON LA DIALECTICA IMAGINARIA DE ÉL Y EL OTRO.
EL SINTOMA NEUROTICO CUMPLE EL PAPEL DE LA LENGUA QUE PERMITE EXPRESAR LA REPRESIÓN. ESTO HACE
PALPAR REALMENTE QUE LA REPRESION Y EL RETORNO A LO REPRIMIDO SON UNA UNICA Y SOLA COSA, AL
REVES Y EL DERECHO DE UN SOLO Y UNICO PROCESO.
¿Cuál es nuestro método a propósito del presidente Schreber? No decimos que la psicosis tiene la misma
etiología que la neurosis, tampoco decimos, ni mucho menos, que al igual que la neurosis es un puro y simple
hecho de lenguaje. Señalamos simplemente que es muy fecunda en cuanto a lo que puede expresar en el
discurso. Así procedemos a partir de discurso del sujeto, y ello nos permitirá acercarnos a los mecanismos
constitutivos de la psicosis. El presidente Schreber relata con toda claridad las primeras fases de su psicosis. Y
nos da la atestación de que entre el primer brote de la psicosis, fase llamada no sin fundamento pre-psicótica, y
el apogeo de estabilización en que escribió su obra, tuvo un fantasma que se expresa con estas palabras: sería
algo hermoso ser una mujer sufriendo el acoplamiento.
Subraya el carácter de imaginación de este pensamiento que lo sorprende, precisando a la vez haberlo
experimentado con indignación.
Se tiene claramente la impresión de que eso parte del yo. El énfasis puesto que eso sería hermoso… tiene todo
el carácter de pensamiento seductor, que el ego está lejos de desconocer.
En el sueño: El mecanismo de conexión dice Freud, se vuelve mucho más transparente cuando se sustituye la
oposición de lo consciente y lo inconsciente, por la del yo y lo reprimido. Señalamos aquí solamente que los
sueños de castigo no están vinculados necesariamente con la persistencia de sueños dolorosos, nacen en cambio
a menudo, parece, cuando esos sueños del día son de naturaleza apaciguante, pero expresan satisfacción
interior. Todos esos pensamientos prohibidos son reemplazados en este concepto manifiesto del sueño por su
contrario. El carácter esencial de los sueños de castigo me parece entonces ser el siguiente: los produce no un
deseo inconsciente originado en lo reprimido, sino un deseo de sentido contrario que se realiza contra éste,
deseo de castigo que aunque inconsciente, más exactamente preconsciente, pertenece al yo.
¿Qué relación hay entre la emergencia en el yo –de una manera, lo subrayo, no conflictiva- del pensamiento
sería hermoso ser una mujer sufriendo el acoplamiento, y la concepción en la que florecerá el delirio llegado a
su punto culminante, a saber, que el hombre debe ser la mujer permanente de dios?. Lo que digo, que es casi
demasiado artificial, indica claramente en qué dirección debemos investigar a fin de resolver nuestro problema.
No tenemos otro medio para hacerlo sino seguir sus huellas en el único elemento que poseemos, a saber, el
documento mismo, el discurso del sujeto. Por eso, los introduje la vez pasada a lo que debe orientar nuestra
investigación, a saber, la estructura de ese discurso mismo.
Comencé distinguiendo las tres esferas de la palabra en cuanto tal. Recordarán que podemos, en el seno mismo
del fenómeno de la palabra, integrar los tres planos de lo simbólico,representado por el significante, de lo