Descubrimos, en efecto, al comienzo para nuestra máxima sorpresa, que los síntomas
histéricos singulares desaparecían enseguida y sin retornar cuando se conseguía
despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador, convocando al
mismo tiempo el afecto acompañante, y cuando luego el enfermo describía ese proceso
de la manera más detallada posible y expresaba en palabras el afecto. Un recordar no
acompañado de afecto es casi siempre totalmente ineficaz; el decurso del proceso
psíquico originario tiene que ser repetido con la mayor vividez posible, puesto en status
nascendi y luego «declarado» {«Aussprechen»}. En tal caso, cuando los fenómenos
respectivos son de estimulación, como convulsiones, neuralgias, alucinaciones, ellos
afloran una vez más con intensidad total y luego desaparecen para siempre.
El empalidecimiento o pérdida de afectividad de un recuerdo depende de varios factores.
Lo que sobre todo importa es si frente al suceso afectante se reaccionó enérgicamente o
no. Por «reacción» entendemos aquí toda la serie de reflejos voluntarios e involuntarios
en que, según lo sabemos por experiencia, se descargan los afectos: desde el llanto hasta
la venganza. Si esta reacción se produce en la escala suficiente, desaparece buena parte
del afecto; nuestra lengua testimonia este hecho de observación cotidiana mediante las
expresiones «sich austoben» {«desfogarse»), «sich ausweinen» («desahogarse
llorando»}, etc. Si la reacción es sofocada, el afecto permanece conectado con el
recuerdo. Un ultraje devuelto, aunque sólo sea de palabra, es recordado de otro modo
que un ultraje que fue preciso tragarse.
La «abreacción» no es, empero, el único modo de tramitación de que dispone el
mecanismo psíquico normal de la persona sana cuando ha experimentado un trauma
psíquico. Su recuerdo, aunque no se lo abreaccione, entra en el gran complejo de la
asociación, se inserta junto a otras vivencias que acaso lo contradicen, es rectificado por
otras representaciones. Por ejemplo, tras un accidente, al recuerdo del peligro y a