exacto a este fenómeno primario y basal del conocimiento delirante del "interpretador" que
de Clerambault emparentó con el automatismo mental (1927 y 1935)
A) Las Interpretaciones Exógenas se refieren a datos proporcionados por los sentidos. Así el
"interpretador" percibe el sentido irónico o amenazador de un saludo, el valor profético del
color de una corbata, la certidumbre de infidelidad descubierta en una maceta de
pensamientos expuestas a la vista de un vecino, la prueba de una conspiración revelada en la
mirada de un transeúnte o en el gesto de una visita, etc. A veces la significación es
relativamente comprensible o refiere a símbolos o a supersticiones comunes. Pero a menudo
el sentido escapa a toda comprensión inmediata. Pero, naturalmente, es el lenguaje corriente
de la conversación, de intercambios sociales, lectura, telegrafía sin hilos, lo que más se presta
para estas interpretaciones (alusiones, intención oculta, sobreentendidos, revelaciones a
través de la entonación de metáforas y de los juegos de palabras). Ciertos enfermos ocupan
todo el tiempo en descifrar, como si se tratara de jeroglíficos, lo que "quieren decir" las
palabras de una canción, un artículo de un periódico, un discurso o prospecto. "Me basta una
sola palabra", dicen estos delirantes, "para comprender toda la idea". También puede ocurrir
que una simple palabra engendre toda una fabulación. "Al entrar he oído llamar a Violette, lo
que querría decir que yo había querido violar a mi hija"
B) Las Interpretaciones Endógenas: Se dirigen a las sensaciones corporales, al ejercicio del
pensamiento, a los sueños, a las imágenes o ideas, que se presentan en su mente a pesar de
ellos.
Por medio de este mecanismo interpretativo, a la vez inferencia errónea e intuición inmediata,
los enfermos realizan una verdadera transformación delirante del mundo. Este no siempre
resulta más claro, ya que, de no estar sistematizado y dilucidado completamente, permanece
ante sus ojos como un embrollo, como un laberinto o farsa de la que no consiguen reconstruir
el rompecabezas
Naturalmente, el delirio se construye sobre temas más diversos. Los temas de persecución son
los de una persecución policiaca, los de una conspiración de la familia que quiere envenenar al
enfermo. Los temas más frecuentes de los megalomaníacos son los de la descendencia
aristrocrática, del gran papel político o de la misión divina. La estructura de estos delirios es,
como decía de Clérambault (en oposición de los delirios pasionales) no en "sector" sino en
"red". Así como los delirios pasionales se desarrollan, en efecto, como una cadena, a partir de
una "célula-madre" y son en cierta manera "vertebrados", el delirio de la interpretación es "en
red", es decir que el conjunto de síntomas delirantes (interpretación, alusiones, suposiciones,
seudorrazonamientos) constituye un sistema más libre y difuso, como una yuxtaposición o un
mosaico de ideas delirantes, en lugar de una organización apretada y coherente. Pero esto
puede no ser siempre verdad, ya que el delirio de interpretación sufre a menudo una
evolución sistemática: las observaciones de G. de Clérambault tienen valor, sobre todo, en
fases iniciales de la psicosis (cuando el enfermo sumergido en las experiencias delirantes, tiene
la impresión de que un misterio le rodea) Pero en el período en que la sistematización está
acabada, el "interpretador", al realizar su "trabajo de razonamiento", en la elaboración misma
de su delirio, extrae la convicción de que al fin descubre la verdad y piensa, vive y construye
esta inexactitud como un sistema que ha sido demostrado hasta la evidencia
Al lado de esta evolución con orden y claridad (Kraepelin) de la psicosis interpretativa, también
puede ocurrir que el delirio se haga cada vez más hermético y se entronque con el tipo de