6. Caracterice que se considera un enfoque relacional desde el enfoque antropológico.
Asumir un enfoque relacional supone reconocer que todo acto humano, como lo es el proceso de S/E/A,
opera dentro de un marco de relaciones sociales. El atender a las interacciones e intercambios (de saber,
poder, prestigio, escucha) entre curadores y usuarios de ciertas prácticas, la consideración de las relaciones
institucionales, étnicas, socioeconómicas que atraviesan los modos de enfermar o estar sano, así como las
relaciones entre diferentes prácticas y modelos de atención o cuidado.
La perspectiva relacional es imprescindible de considerar al analizar las prácticas de salud y los modelos de
atención presentes en cada conjunto social. La misma permite visualizar los procesos de síntesis,
yuxtaposición, exclusión, hegemonía y subordinación, entre los diversos sistemas curativos. Esto implica
considerar que se presentan prácticas y representaciones dominantes, legitimadas, hegemónicas, y otras
subordinadas, invisibilizadas, rechazadas. En sociedades como la nuestra en razón del desarrollo de
procesos económico- políticos y técnico- científicos, la biomedicina constituye una de las formas
institucionalizadas de atención de la enfermedad, esta medicina es portadora de una ideología que la
legítima e intenta la exclusión ideológica y jurídica de otras prácticas correspondientes a otros modelos de
atención.
La perspectiva relacional además ha permitido visualizar la relación médico/paciente o curador /enfermo en
las interacciones cotidianas, los intercambios, valoraciones, que se establecen entre ambos así como las
construcciones y papel de cada quien en los procesos de curación/atención.
En el enfoque biomédico, se encuentra que el médico es quien tiene el saber y el poder de diagnosticar,
tratar y curar. También encontramos los “protocolos” en las prácticas biomédicas que nos advierten de la
separación entre saber y sentir y el lugar negado que se otorga a las emociones, al dolor, al sufrimiento –de
profesionales y pacientes- en las consultas médicas. En el enfoque de prácticas alternativas encontramos
diversos modos de relación, comunicación e intercambios (saberes, prestigio, poderes, etc.) entre curadores
y enfermos.
7. ¿Qué debates y desafíos se platean en el campo de la salud en la actualidad, entre antropología y
biomedicina?
Pese a la amplia producción antropológica que ha buscado complejizar las miradas y abordajes de la S/E/A,
en la actualidad encontramos una fuerte legitimidad y expansión de los enfoques biomédicos. La vigencia
de los mismos puede observarse en auge de las tecnologías biomédicas, la ingeniería genética y las
neurociencias, entre otras. Mantilla señala que, en las últimas décadas, las neurociencias han tenido una
expansión considerable a partir de la influencia de la biología molecular y la tecnologización de la
biomedicina que, desde la perspectiva científica, han contribuido a ver al cerebro no solo en su dimensión
médica sino otorgándole un valor social y cultural.
Por su parte, Menéndez postula que la continua expansión de la biomedicina, afecta el desarrollo y su
relación con las otras formas de atención. Dicha expansión se caracteriza por un proceso de
continuidad/discontinuidad, donde la continuidad está dada por el constante, aunque intermitente proceso
de expansión basado en la investigación biomédica, en la producción farmacológica, y en la medicalización
no solo de padeceres sino también de los comportamientos y la discontinuidad por las orientaciones críticas
surgidas al interior y por fuera de la propia biomedicina, así como por las prácticas de los diferentes
conjuntos sociales para asegurar la atención y solución real y/o imaginaria de sus padecimientos.
Más allá de los aportes específicos de la AM a los procesos de S/E/A, las producciones teóricas y
etnográficas se conforman en un soporte para pensar problemas centrales de la teoría antropológica y
también se constituyen en insumos para otras disciplinas, al reflexionar sobre temáticas referidas al cuerpo,
el lenguaje, las emociones, las experiencias, los cuidados, la subjetividad, los intercambios y las relaciones
con la otredad. Los desafíos actuales, complejos y apremiantes, hacen necesaria la adopción de una mirada,
escucha y prácticas que complejicen los abordajes y atiendan a dimensiones poco exploradas por los
enfoques biomédicos y/o psicológicos de la S/E/A, que aporte luz para comprender las formas de producción,
resistencia y creatividad transformadora de los sujetos individuales y colectivos.