PRACTICO 2 COLUMNA VERTEBRAL
La columna vertebral [raquis] está constituida por piezas óseas superpuestas, las
vértebras, cuyo número es de 33 a 34.
La columna comprende 4 porciones que, de arriba hacia abajo,
son: cervical, torácica, lumbar y pélvica. Existen:
- 7 vértebras cervicales
- 12 vértebras torácicas
- 5 vértebras lumbares
- 9 (o 10) vértebras pélvicas soldadas entre sí para formar 2 piezas óseas distintas:
el sacro y el cóccix.
Características comunes a todas las vértebras: vértebra tipo
CUERPO:
- masa ósea que forma su parte anterior,
- y un arco vertebral, situado detrás del cuerpo (figs. 4-1 y 4-2).
Ambos se encuentran unidos por dos columnas anteroposteriores: los pedículos del
arco vertebral, que contribuyen a delimitar a ambos lados el foramen vertebral.
Cuerpo vertebral
- Ocupa la porción anterior de la vértebra.
- Tiene la forma de un cilindro con dos caras, una superior y la otra inferior; es
acentuadamente convexo hacia adelante;
- sus caras laterales y anterior son algo cóncavas en sentido vertical;
- su cara posterior es cóncava en sentido transversal y forma la pared anterior
del foramen vertebral.
- Su periferia está limitada por tejido compacto.
- El cuerpo vertebral está constituido por tejido esponjoso, espeso, sólido y
resistente,
- y sus trabéculas se hallan orientadas en el sentido de las presiones;
- el cuerpo vertebral es el elemento que contribuye a la sustentación de la
columna.
Arco vertebral
Está colocado por detrás del cuerpo vertebral, al cual está unido
por los pedículos (derecho e izquierdo).
Comprende:
- Apófisis (procesos) transversas, en número de dos, dirigidas lateralmente;
terminan en un extremo libre.
- Apófisis (procesos) articulares (cigapófisis): dos superiores y dos inferiores; se
articulan con las vértebras suprayacentes y subyacentes.
- Apófisis (proceso) espinosa: una, más ancha por adelante (base), que por atrás
(vértice); impar, posterior y situada en el plano mediano, es muy saliente hacia atrás.
- Láminas vertebrales: dos; desde la base de la apófisis (proceso) espinosa, se
dirigen lateralmente para unirse a las apófisis (procesos) transversas y articulares.
- Pedículos, en número de dos, se extienden desde la base de las apófisis
(procesos) transversas y articulares hasta la parte posterior y lateral del cuerpo
vertebral. Sus bordes superior e inferior describen dos curvas opuestas por su
convexidad, que se ensanchan en sus extremos. Estas incisuras [escotaduras] se
corresponden con las de las vértebras suprayacentes y subyacentes, formando los
forámenes intervertebrales [agujeros de conjunción].
La porción entre el pedículo y la lámina se denomina [macizo apofisario]. En él se
describe una porción interarticular [istmo vertebral], difícil de delimitar:
corresponde a una línea oblicua que reúne las apófisis (procesos) articulares
superior e inferior,
bien visibles en las radiografías de la columna vertebral, en una proyección oblicua
(fig. 4-3). Es un“punto débil”susceptible de romperse accidentalmente (espóndilolisis
traumática).
Foramen vertebral
- Está delimitado adelante por la cara posterior del cuerpo vertebral;
- atrás, por las láminas y la base de la apófisis (proceso) espinosa,
- y lateralmente por los pedículos y las apófisis (procesos) articulares.
La superposición de los forámenes vertebrales constituye el conducto (canal)
vertebral, que aloja a la médula espinal, sus raíces, sus envolturas y sus anexos.
La vértebra es un elemento de protección del contenido nervioso, noble y frágil, que
alberga.
El foramen vertebral se abre a ambos lados, en los forámenes intervertebrales
[agujeros de conjunción] (véase fig. 4-2), limitados adelante por los cuerpos
vertebrales y el disco intervertebral; atrás, por las apófisis (procesos) articulares;
arriba y abajo, por los bordes superiores e inferiores de los pedículos adyacentes
(cuadro 4-1). Los forámenes intervertebrales dan paso a las raíces espinales
originadas en la médula espinal (cuadro 4-2).
Posición de una vértebra
El cuerpo, hacia adelante, y la incisura [escotadura] menos profunda de los
pedículos del arco, hacia arriba. Para las vértebras cervicales y torácicas, se
encuentran hacia arriba las apófisis (procesos) articulares que miran hacia atrás;
para las vértebras lumbares, aquellas que miran hacia atrás y medialmente.
Características particulares de las vértebras de cada región
Vértebras cervicales
Cuerpo: alargado transversalmente. En los extremos de su cara superior se
observan dos pequeñas salientes:
- las apófisis (procesos) unciformes [semilunares] del cuerpo; en los
extremos laterales de la cara inferior: dos escotaduras para las apófisis
(procesos) unciformes de la vértebra subyacente.
- La cara anterior del cuerpo es cóncava en sentido vertical; la cara posterior es
casi plana (figs. 4-4 y 4-5).
Pedículos del arco vertebral: emergen del cuerpo vertebral, oblicuos hacia atrás y
lateralmente.
- Su extremo anterior se fija en la unión de las caras lateral y posterior del
cuerpo;
- su extremo posterior se confunde atrás con la lámina, y lateralmente con las
apófisis (procesos) articulares.
- Su cara lateral presenta un canal vertical que constituye la pared del foramen
transverso por el que transcurre la arteria vertebral;
- su cara medial contribuye a delimitar el foramen vertebral.
- El borde superior presenta una incisura [escotadura] más marcada que la
del borde inferior. Ambos bordes son gruesos, por lo cual el foramen
intervertebral se vuelve un verdadero conducto.
Láminas:
- de forma cuadrilátera, más largas que anchas, están dirigidas hacia abajo y
hacia atrás.
- Su cara anterior está inclinada hacia adelante; su cara posterior, orientada
en sentido inverso.
- El borde superior descendente hacia la apófisis (proceso) espinosa se une al
del lado opuesto. Por adelante y hacia lateral, se continúa con el borde
superior de la apófisis (proceso) articular superior.
- El borde inferior, romo, se continúa medialmente atrás con el opuesto.
- Por sus extremos posteriores, las láminas se unen en el plano mediano,
donde se constituye la apófisis (proceso) espinosa.
- Su extremo anterior y lateral se continúa con la columna ósea que sostiene
los procesos articulares.
Apófisis (procesos) espinosas:
- prismáticas y triangulares, están inclinadas hacia abajo y hacia atrás.
- Sus caras laterales convergen arriba, formando el borde superior;
- su cara inferior, excavada, representa un canal donde, en la extensión de la
cabeza, se aloja el borde superior de la apófisis (proceso) subyacente.
- El vértice termina en dos tubérculos, en general separados por una incisura,
rara vez asimétricos.
Apófisis (procesos) transversas:
se hallan situadas por delante de las apófisis (procesos) articulares y de los
pedículos.
Presentan dos raíces:
- anterior, que se une al cuerpo por adelante y lateral a la implantación del
pedículo;
- posterior, que se implanta lateral a la columna de las apófisis (procesos)
articulares y por delante del pedículo.
Ambas raíces se encuentran unidas hacia lateral por un puente óseo dirigido de
adelante hacia atrás; estas raíces delimitan con la cara anterior del pedículo y con
la porción lateral del cuerpo, el foramen transverso, por donde pasan la arteria
vertebral, las venas vertebrales y el nervio vertebral [nervio de François-Franck]
(ramo del simpático).
El vértice de la apófisis (proceso) transversa termina en dos tubérculos: anterior y
posterior.
Apófisis (procesos) articulares:
están situadas en los extremos del [macizo apofisario] al que se conectan la
lámina, el pedículo y la apófisis (proceso) transversa.
Presentan dos carillas articulares:
- una superior, inclinada hacia atrás, hacia arriba y ligeramente en dirección
medial,
- y una inferior, orientada hacia abajo y hacia adelante. Se articulan con las
apófisis (procesos) correspondientes de las vértebras suprayacentes y
subyacentes.
Vértebras torácicas
Cuerpo:
- es redondeado, más voluminoso cuanto más abajo se lo considere.
- Las caras laterales del cuerpo vertebral presentan un canal circunferencial y,
por delante de los pedículos, dos fositas costales, superior e inferior, cerca
de los bordes del cuerpo.
- Con las fositas homólogas de las vértebras suprayacente y subyacente, estas
forman un ángulo entrante, cuyo vértice corresponde al disco intervertebral
en el que se aloja la cabeza costal (figs. 4-1 y 4-6).
Pedículos:
- tienen un borde superior ligeramente cóncavo,
- mientras que su borde inferior presenta una fuerte incisura [escotadura] de
acuerdo con la inclinación de las láminas y de las apófisis (procesos)
espinosas.
Láminas: son cuadriláteras, casi verticales.
Apófisis (proceso) espinosa:
- dirigida hacia abajo y hacia atrás, larga y de sección triangular.
- El borde superior es romo; el borde inferior, excavado en canal; sus caras
laterales se estrechan hacia el vértice.
Apófisis (procesos) transversas:
- se separan ampliamente por detrás del pedículo.
- En la cara anterior de su vértice presentan una fosita articular, la fosita costal
de la apófisis (proceso) transversa, donde se articula el tubérculo costal.
Apófisis (procesos) articulares:
las superiores, muy salientes, se elevan en sentido vertical. Las inferiores, por el
contrario, están reducidas a dos carillas articulares sobre la cara anterior de las
láminas, orientadas hacia adelante y algo medialmente.
Foramen vertebral: es casi circular y comparativamente pequeño.
Las vértebras de la columna torácica son relativamente fijas, pues constituyen un
sólido apoyo a las costillas y, por lo tanto, a los movimientos de la caja torácica.
Vértebras lumbares
Estas vértebras son sólidas y móviles al mismo tiempo.
Cuerpo: es muy voluminoso. Su diámetro transversal es mayor que el
anteroposterior (figs. 4-7 y 4-8).
Pedículos: emergen de los ángulos posterosuperiores del cuerpo y se dirigen de
adelante hacia atrás. Cortos y horizontales, su incisura [escotadura] inferior es
mucho más marcada que la superior.
Láminas: gruesas y cuadriláteras, más altas que anchas, son oblicuas de arriba
hacia abajo y de adelante hacia atrás. Por su ángulo superolateral se unen al
pedículo y a la apófisis (proceso) articular superior; en su ángulo inferior y lateral se
implanta la apófisis (proceso) articular inferior.
Apófisis (proceso) espinosa: cuadrilátera y robusta, se dirige en sentido horizontal
hacia atrás; sus caras laterales son sagitales y rugosas. El borde posterior, más
espeso y rugoso, tiene en su parte inferior un tubérculo que representa el vértice de
la apófisis (proceso).
Apófisis (procesos) costales: son abultadas y transversales, y se desprenden a la
mitad de la altura del pedículo. Semejan a los procesos transversos de los otros
niveles.
Apófisis (procesos) articulares: se distinguen las superiores, excavadas, situadas
por detrás y por encima de la apófisis (proceso) costal, orientadas hacia atrás y
medialmente, y las inferiores, cilindroides, convexas, orientadas en sentido lateral y
ligeramente hacia adelante. Estas superficies articulares están enmarcadas por un
rodete óseo prominente.
Foramen vertebral: triangular, de lados iguales, es relativamente pequeño pues, a
partir de la 2.a vértebra lumbar, solo contiene las raíces espinales inferiores y sus
envolturas.
En las vértebras lumbares también se describen:
- Las apófisis (procesos) mamilares, una de cada lado, situadas inmediatamente
laterales a la raíz de la apófisis (proceso) articular superior.
- Las apófisis (procesos) accesorias, inconstantes, que se hallan
detrás de la raíz de cada una de las apófisis (procesos) transversas.
Cómo reconocer una vértebra
Se debe examinar primero la base de las apófisis (procesos) transversas: se
observa si existe o no un foramen. En el primer caso, se trata de una rtebra
cervical. De no haber un foramen transverso, la vértebra puede ser torácica o
lumbar. Se procede, entonces, a examinar la parte posterolateral del cuerpo
vertebral:
si existen fositas costales, es una vértebra torácica; si no las hay, es una vértebra
lumbar (fig. 4-9).
Caracteres individuales de ciertas vértebras
Atlas [CI]
se observan dos masas laterales, reunidas por:
- un arco anterior
- y un arco posterior (figs. 4-10 y 4-11).
Masas laterales: son dos columnas óseas cuyas caras superior e inferior convergen
medialmente.
Cara superior: presenta una superficie articular, la carilla articular superior
[cavidad glenoidea], configurada en forma de suela de zapato, orientada hacia arriba
y medialmente, que se articula con el cóndilo del occipital.
Cara inferior: superficie articular planocóncava en sentido transversal y convexa en
sentido anteroposterior, orientada hacia abajo medialmente; la carilla articular
inferior se articula con la carilla articular superior del axis.
Cara lateral: en ella se implanta la apófisis (proceso) transversa.
Cara medial: en su tercio anterior presenta un tubérculo donde se inserta el
ligamento transverso del atlas para la articulación atlantoaxoidea mediana.
Cara anterior: en ella se implanta el arco anterior.
Cara posterior: en ella se implanta el arco posterior.
Apófisis (procesos) transversas: cada una emerge de la cara lateral de la masa
lateral. Se extienden más lateralmente que las de las otras vértebras cervicales. Se
implantan por medio de dos raíces: la anterior, más alta que la posterior, se sitúa en
el tercio anterior; la posterior, sobre el tercio posterior, a mitad de su altura. Ambas
circunscriben el foramen transverso para la arteria vertebral. En sentido lateral, la
reunión de las raíces forma un tubérculo aplastado de arriba hacia abajo.
Arco anterior: aplastado de adelante hacia atrás, se implanta, por medio de sus dos
extremos, en las caras anteriores de las masas laterales. Constituye, junto con el
diente del axis, el equivalente al “cuerpo de la vértebra C1”. Cara anterior:
convexa, presenta el tubérculo anterior en la línea mediana y, a sus lados, dos
depresiones y rugosidades. Cara posterior: cóncava, tiene, en el medio, una
superficie articular también cóncava, limitada por un reborde, la fosita del diente,
donde articula la cara anterior del diente del axis.
Arco posterior: describe una curvatura de concavidad anterior, cuyos extremos se
implantan en la cara posterior de las masas laterales. En su parte lateral, es
aplastado de arriba hacia abajo. La cara superior presenta el surco de la arteria
vertebral, donde se ubican la arteria vertebral y el 1.er nervio cervical.
La cara inferior es convexa; su borde medial contribuye a delimitar el foramen
vertebral; su borde lateral se continúa con la raíz posterior de la apófisis (proceso)
transversa. El arco posterior es aplastado de adelante hacia atrás en su parte media.
La cara anterior delimita el foramen vertebral. La cara posterior presenta una
saliente: el tubérculo posterior del atlas dividido por una cresta en dos vertientes.
Foramen vertebral: circunscrito por las masas laterales y los arcos, está compuesto
por dos partes: una anterior, que aloja al diente del axis, y otra posterior, que
representa el conducto vertebral ocupado por la transición entre la médula
oblongada [bulbo raquídeo] y la médula espinal, con sus envolturas.
El atlas puede hallarse en parte o totalmente soldado al occipital (occipitalización del
atlas).
Posición
Se coloca hacia adelante el más corto de los arcos, que se caracteriza por
presentar, en su cara posterior, una carilla articular (la fosita del diente; hacia
arriba), las carillas articulares superiores, que son alargadas en forma de suela de
zapato.
Axis: [CII]
Cuerpo: casi tan ancho como alto, en él se origina el diente del axis [apófisis
odontoides], que se fija por su base en la cara superior del cuerpo vertebral. Por
encima de la base, el diente se estrecha y forma el cuello; luego, se ensancha y
forma el cuerpo, aplastado de adelante hacia atrás. Este último presenta, en su
cara anterior, una carilla articular anterior oval de eje mayor vertical que se
corresponde con la que existe en la cara posterior del arco anterior del atlas; la cara
posterior presenta la carilla articular posterior, que es convexa y transversal para
el ligamento transverso del atlas, y el vértice del diente del axis, en cuyo extremo se
inserta el ligamento del vértice del diente. La cara anterior del cuerpo vertebral
presenta una saliente triangular; la cara posterior es semejante a la de las otras
vértebras (figs. 4-12 a 4-14).
Pedículos: se extienden desde el cuerpo hasta las apófisis (procesos) articulares y
láminas; su borde inferior presenta una marcada incisura [escotadura], ausente en el
borde superior.
Láminas: gruesas y rugosas, sus caras superiores se encuentran excavadas en el
tercio medial para inserciones musculares.
Apófisis (proceso) espinosa: se implanta en la unión de ambas láminas; es
voluminosa y se dirige hacia atrás. Su extremo bifurcado en “V” es abierto hacia
abajo.
Apófisis (procesos) transversas: su raíz anterior se implanta en el cuerpo, y la raíz
posterior, en el pedículo. A diferencia de las otras vértebras cervicales, su extremo
es unituberculoso.
La raíz anterior y el pedículo se unen por un puente óseo que soporta la mitad
anterior de la apófisis (proceso) articular superior.
En la cara inferior de este puente, se observa un canal por el que pasa la arteria
vertebral, que a este nivel describe un codo.
El foramen transverso está limitado por el cuerpo vertebral, por el pedículo y por las
raíces anterior y posterior de la apófisis (proceso) transversa.
Apófisis (procesos) articulares:
las superiores están separadas de la base del diente por un surco. Las carillas
superiores son ovales, con un pequeño extremo anteromedial, convexas de adelante
hacia atrás, y casi planas en sentido transversal. Las inferiore s, situadas por fuera
y por detrás de las precedentes, por debajo del extremo anterior de las láminas,
presentan una carilla articular más pequeña, orientada como la de las vértebras
subyacentes.
Foramen vertebral: es triangular y de base anterior. Menor que el foramen vertebral
del atlas y mayor que los del resto de las vértebras cervicales.
Posición
Se sitúa hacia adelante y hacia arriba el diente de esta vértebra; la cara inferior del
cuerpo, horizontal.
Sacro y cóccix
Las vértebras que continúan la columna lumbar constituyen la porción pélvica de la
columna vertebral. Las 5 primeras vértebras, separadas en el niño, no tardan en
soldarse entre sí para dar origen al sacro. Las vértebras siguientes se fusionan y
forman el cóccix.
Sacro
Está situado en la parte posterior de la pelvis, entre los huesos ilíacos; aplanado de
adelante hacia atrás, es más voluminoso arriba que abajo.
Sus dimensiones disminuyen a partir del punto en que su función de sustentación
es transferida a la pelvis por la articulación sacroilíaca (figs. 4-15 a 4-19).
Francamente oblicuo, de arriba hacia abajo y de adelante hacia atrás, se distinguen
cuatro caras, una base y un vértice.
Cara anterior o pélvica (fig. 4-15): es cóncava hacia adelante y hacia abajo;
presenta en la línea mediana cuatro salientes:
- las líneas transversales del sacro, que exteriorizan la soldadura de las cinco
vértebras sacras. En los extremos de cada línea se disponen los forámenes
sacros anteriores, que se prolongan en sentido lateral, por canales
transversales de diferente orientación, que convergen hacia la escotadura
ciática mayor.
Esta cara se halla delimitada por tres bordes:
- Borde superior y anterior, convexo; su parte media corresponde al cuerpo
de la 1.a rtebra sacra y recibe el nombre de promontorio. A ambos lados,
el borde es convexo y romo y corresponde al borde anterior de las alas del
sacro.
- Los bordes laterales tienen tres segmentos:
o anterior, cóncavo hacia abajo y hacia adelante, es el borde anterior de
la superficie articular;
o medio, cóncavo hacia abajo, continúa a la escotadura ciática mayor
del hueso coxal, y
o posterior, oblicuo hacia abajo, hacia atrás y medial, hacia el vértice del
sacro.
Cara posterior (fig. 4-16):
Es irregular en la línea mediana y, desde la base al vértice, se observan:
- una escotadura de concavidad superior, origen del conducto sacro
- y una cresta saliente que representa las apófisis (procesos) espinosas de las
vértebras sacras, la cresta sacra mediana, cuya parte inferior se continúa en
un orificio con forma de “V” invertida, el hiato sacro.
Lateralmente a la cresta sacra, a ambos lados: el surco medial, que corresponde a
las soldaduras de las láminas vertebrales. Más lateral aún, la cresta sacra medial
[intermedia], que resulta de la unión de las apófisis (procesos) articulares.
A nivel de la 5.a sacra, esos tubérculos forman, a ambos lados del plano mediano,
las astas del sacro, que limitan lateralmente la parte inferior del canal sacro y
responden a las astas del cóccix.
Laterales a los tubérculos, se observan los cuatro forámenes sacros posteriores,
más laterales que los anteriores, y, por último, la cresta sacra lateral, que presenta
la soldadura de las apófisis (procesos) transversas.
Base (fig. 4-17):
su parte media está constituida por una superficie oval que representa el cuerpo de
la 1.a vértebra sacra; su borde anterior saliente corresponde al promontorio. Por
detrás de esta superficie se observa el foramen superior del conducto sacro; el
ángulo posterior es redondeado, y los extremos laterales están ocupados por un
surco que se extiende desde el primer foramen sacro posterior hasta el último
foramen intervertebral.
En sentido más lateral, se observa a cada lado una superficie triangular, plana, de
eje mayor transversal: las alas del sacro.
Sobre el borde posterior de la base, entre el cuerpo y el ala, se elevan las apófisis
(procesos) articulares superiores, cuyas superficies miran hacia atrás,
medialmente, y se articulan con las apófisis (procesos) articulares inferiores de la 5.a
vértebra lumbar.
Caras laterales (fig. 4-18):
su parte superior es ancha y constituye una verdadera cara, mientras que la inferior
se adelgaza y forma un borde.
La parte superior presenta la carilla auricular, amplia superficie articular para el
hueso coxal, más saliente hacia adelante. Detrás de ella, se observa una superficie
irregular, con excavaciones más o menos profundas para inserciones ligamentosas y
con orificios para la penetración de vasos: la fosa cribosa.
Vértice: en la región mediana hay una carilla elíptica de eje mayor transversal,
convexa en todos los sentidos, que se articula con la base cóncava del cóccix.
Conducto (canal) sacro: prolonga el conducto (canal) vertebral; se estrecha y
aplana progresivamente hacia abajo.
En el vértice del sacro, su pared posterior desaparece y se observa un hiato limitado
por las astas inferiores del sacro.
A ambos lados de los ángulos laterales del conducto sacro se ven los forámenes
intervertebrales (
fig. 4-19), por los que transcurren los nervios sacros. Simples en
su origen y transversales lateralmente, cada uno de ellos da origen a dos conductos:
- uno dirigido hacia adelante, que termina en el foramen sacro anterior;
- el otro, posterior, que termina en el foramen sacro posterior. El orificio
inferior o hiato sacro tiene forma variable, según los procesos de soldadura
de las vértebras.
Posición
Se coloca la cara cóncava y lisa hacia adelante y hacia abajo, la parte más ancha
(base) del hueso hacia arriba y hacia adelante.

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