PARCIAL SOCIEDAD Y ESTADO (16/05)
Consideraciones acerca de la formación del Estado argentino Corigliano
Introducción, conceptos de Estado y Nación
Según Strasser, el Estado es la organización que impone y/u obtiene acatamiento de la población
valiéndose tanto del poder o la coerción como de la autoridad o legitimidad para lograrlo. Es el ordenador
de la sociedad, regulando y/o resolviendo conflictos sociales. Es un instrumento de dominación política
que impone un determinado tipo de orden y expresa el interés general de la sociedad.
La Nación, en cambio, es una realidad de orden cultural constituida por tradiciones, lengua, religión,
hábitos, estilos de vida e historia.
Según Oszlak, hay Estado nacional cuando:
Capacidad de manifestar su poder, obteniendo reconocimiento.
Capacidad de institucionalizar su autoridad, estructura de relaciones de poder.
Capacidad de diferenciar su control mediante instituciones políticas legítimas.
Capacidad de ejercer un control ideológico.
La formación de una economía capitalista y un Estado nacional son un mismo proceso, debido a que esta
economía define un territorio, estructuras productivas e intereses de clases.
Emancipación y proceso de formación del Estado argentino: el largo camino hacia la organización
nacional (1810-1860)
Primer período (1810-1829)
La Revolución de Mayo y las luchas de emancipación iniciadas en 1810 marcaron el comienzo del proceso
de creación de la Nación argentina, pero roto el vínculo colonial, se hizo evidente que el virreinato del Río
de la Plata era unificado por el control español.
La primera Junta de Gobierno no pudo ganar adhesiones fuera de Buenos Aires ya que sus intereses no
coincidían con las demás partes.
Con la desaparición del poder español, se descubrió la existencia de tres áreas distintas: Buenos Aires, el
interior mediterráneo y el Litoral.
El esquema de dominación propuesto por Buenos Aires se basaba en el fortalecimiento del circuito
económico Buenos Aires-mercado exterior concentrado en el puerto con la exportación de productos
ganaderos y el control de los recursos obtenidos a través de la aduana. Esto significaba la muerte para
las economías del interior cuya producción artesanal no podía competir con los europeos. La expansión del
mediterráneo dependía de un Estado que limitara las exportaciones, quitara a Buenos Aires el control
exclusivo de la aduana y destinara una porción de estas ganancias a subsidiar y vincular a los gobiernos
provinciales.
Por otro lado, el Litoral concordaba con Buenos Aires en la necesidad de eliminar las barreras aduaneras
y fortalecer el intercambio con el exterior. Sin embargo, querían terminar con el dominio exclusivo del
puerto por parte de estos a través de la sanción de libre navegación de los ríos internos y la
nacionalización del puerto.
El origen de los conflictos civiles entre federales y unitarios se debió a estas contradicciones de
intereses.
El proyecto de organización de Buenos Aires falló y en 1929 comenzó un período en donde cada provincia
se autogobernaba, con su propia moneda, ejército y administración.
Segundo período (1829-1852)
Basado en el predominio político-económico de Buenos Aires con la autoridad de Rosas asentado sobre
una coalición entre Buenos Aires y las provincias, que aún tenían su cuota de autonomía política. Este
orden político se basaba en los pactos y coaliciones de facto entre Rosas y los caudillos provinciales. No
había una Constitución ni un Estado nacional.
Tercer período (1852-1860)
La victoria de Urquiza sobre Rosas en Caseros, representante de los intereses del Litoral, no lograba la
adhesión de Buenos Aires, que se mantuvo separada del resto del país, manejando los recursos de la
aduana.
Cuarto período (1860 en adelante)
La victoria de las fuerzas porteñas sobre Urquiza da comienzo a la formación del Estado nacional
argentino.
La penetración del gobierno central sobre el resto del país se hace efectiva por los mecanismos:
Represivos: creación de una fuerza militar unificada y distribuida territorialmente que sofoca
todo intento de alteración del orden.
Cooptativos: crecimiento de personal civil y militar en el interior designado por el gobierno
nacional para controlar los asuntos internos provinciales. Otorgamiento o suspensión de subsidios.
Materiales: obras, servicios y provincias.
Ideológicos: creación y difusión de valores, conocimientos y símbolos que refuerzan los
sentimientos de nacionalidad.
Un conjunto de factores materiales, entre ellos el aumento de la demanda de productos agropecuarios y
la posibilidad de acceder a avances tecnológicos como el ferrocarril y el telégrafo, mejoraron la
comunicación entre los distintos puntos del país.
Clases y estratos sociales Lucchini
La estratificación social es la característica de una sociedad dividida en grupos con diferentes
posibilidades de acceso a recursos escasos considerados valiosos.
Desde el enfoque marxista, la clase social es una estructura objetiva de posiciones sociales y resalta el
criterio económico para definir a qué lugar pertenece cada individuo. La clase social, para ser reconocida,
debe cumplir con:
Económico: lugar que ocupan las personas en el sistema de producción social y su relación con los
medios de producción (propietario o no). Estas condiciones forman en un conjunto de individuos
una situación común, con una cultura e intereses comunes. Marx los apoda “clases en sí” porque sus
miembros están dispersos, no son conscientes de sus cosas en común y mantienen una relación de
competencia mutua en el mercado.
Subjetivo: solo en la lucha con otra clase estos individuos adquieren conciencia de clase y se
convierten en una “clase para sí”, unificada y organizada.
En el capitalismo se reconoce al capitalista/burgués que es dueño de las fábricas que le concede poder
económico, social y político, y al obrero, dueño de su fuerza de trabajo y que sin trabajo no podía vivir.
Sin embargo, también reconoció otras clases intermedias, lo que sugiere que la división no era puramente
económica.
Marx señala que las ideas prevalecientes en cada época son la de la clase dominante. Al controlar los
medios de producción material, controlan los medios de producción mental, imponiendo sus ideas al resto.
Cuando no haya más clases, tampoco habrá clase dominante y por lo tanto, ni una ideología propia de esa
clase.
Por otro lado, para Weber, la estratificación es una característica de toda sociedad y sus tipos dependen
de los criterios del mercado para juzgar la posición de la gente.
Clase: depende de la situación económica del individuo con relación al mercado.
Prestigio: posesión de características valuadas como superiores o inferiores, no necesariamente
comercializables. Forman estamentos.
Poder: capacidad de influir y hacer actuar a los otros según propios deseos. Ej: partidos políticos.
También señala la existencia de clases medias.
Explotación: capacidad de un individuo o clase para apropiarse del trabajo ajeno.
Dominación: habilidad para conseguir la obediencia de otros.
Según Marx, las relaciones de clase son primordiales, mientras que las de dominación política o ideológica
secundarias, surgidas para asegurar las condiciones de explotación y reproducción.
Para Weber, las relaciones de dominación no están subordinadas al objetivo de explotación puesto que a
veces se busca el dominio sobre otros para explotar el propio trabajo, por el prestigio social o por
satisfacción.
Los conflictos de cases son la lucha política entre las colectividades dominantes y las subordinadas.
Estatus: posición de una persona o grupo en la escala de estratificación social.
La teoría funcionalista sostiene que la estratificación es fundamental para estimular a las personas a
esforzarse en el desempeño de sus actividades para mejorar su posición social.
La construcción del Estado nacional argentino (1852-1880) Marcaida y Scaltritti
El espacio rioplatense era un conjunto de provincias organizadas autónomamente, unidas formamente por
una Confederación y enfrentadas.
Su economía estaba atrasada, desarticulada y era marginal para el mercado mundial.
Rosas mantenía un poder absoluto sobre Buenos Aires y había logrado extenderse hacia el resto de las
provincias. Representaba los intereses de los terratenientes y saladeristas y estaba en contra de toda
unidad política debido a que creía, era lo que originaba las luchas civiles y frenaba la expansión de la
economía bonaerense.
Debido a los cambios de Europa y EEUU, se consideró a Rosas como una traba para la modernización
económica, la inserción en la economía internaciomal y la institucionalización del orden, y alrededor de
1850 se forma una coalición antirrosista, a cargo del gobernador de Entre Ríos, Urquiza, quien compartía
el desarrollo de la ganaría y el intercambio con otros países, pero exigía la libre navegación de los ríos
para comerciar sin intermediación porteña.
La década de desunión. La conformación de dos unidades políticas
En 1852, en la batalla de Caseros, Rosas fue vencido.
La construcción del Estado era indispensable para atraer capitales y mano de obra y así expandir el
mercado nacional. Se debía, también, poner fin a la presencia indígena qye limitaba la ocupación
productiva de tierras fértiles.
Las guerras civiles volvieron a estallar y el país quedó dividido en Buenos Aires y la Confederación.
La construcción del Estado nacional
La integración de Buenos Aires y el litoral al mercado mundial, las posibilidades que daba la apertura al
mundo y los lazos económicos entre provincias fueron dando cuenta de la importancia de la unión.
Sin embargo, Buenos Aires y la Confederación siguieron intentando ser Estados separados.
La Confederación fracasó por la falta de recursos económicos.
Buenos Aires, a cargo de Mitre, intentó un nuevo proyecto organizador.
La construcción del Estado nacional suponía expropiar a varios actores sus poderes y funciones, por lo que
enfrentó a los gobiernos provinciales con este. También se tuvo que avanzar sobre normas establecidas
por costumbre y tradición, lo que lo enfrentó con la Iglesia y otras instituciones civiles.
Entre 1862 y 1880, con represión (ejército reprimiendo resistencias) y consensos (subsidios, puestos de
trabajo, intervención federal), se fue estableciendo un Estado nacional.
Casi la mitad del territorio sobre el que Argentina reclamaba soberanía era ocupado por indígenes, por lo
que en 1879 se comenzó la conquista de estas tierras, la conquista del desierto, y en 2 años el ejército
nacional salió victorioso.
El indígena, como el gaucho, era un sujeto que no se podía integrar al nuevo orden.
El Estado ganó consenso con normas que regulaban las actividades económicas, obras y servicios que
expandían la economía y aumento de la riqueza que beneficiaba a varios sectores.
Por medio de recursos ideológicos impuestos a través del aparato educativo (en 1880 el Estado pone bajo
su mando el área educativa y en 1884 establece la enseñanza laica, gratuita y obligatoria) y el servicio
militar obligatorio se fueron formando los sentimientos de pertenencia a la nación.
Se fueron construyendo instituciones que aseguraran la autoridad, como la Corte Suprema de Justicia,
entre otros.
El proceso de construcción del Estado nacional argentino concluyó en 1880.
Una construcción particular
El tránsito hacia la modernidad se realizó “desde arriba”, siendo elitista y antipopular. El Estado
determinó a la sociedad y fue un agente aglutinante de esta.
El gobierno era cerrado y actuaba para beneficio de un círculo de intereses e individuos privilegiados.
Los cambios en el Estado y la sociedad. Argentina (1880-1930) Marcaida, Rodríguez y Scaltritti
En este período, el Estado nacional se consolidó y fue garante del mantenimiento y reproducción de un
régimen de acumulación capitalista basado en actividades agrarias y economías industriales.
Un régimen político que daba amplias libertades civiles y que limitiba a unos pocos al acceso al poder.
Liberalismo económico y conservadurismo político. Liberalismo oligárquico.
A partir de 1916, por las luchas sociales comienza el liberalismo democrático.
El cilo del liberalismo oligárquico (1880-1916)
El régimen político oligárquico
Las luchas de este período se caracterizan por ser de la clase dominante por las posiciones de gobierno.
En 1880, forman el Partido Autonomista Nacional (PAN) y sientan las bases de estabilización política,
monopolizando el poder hasta 1916. Roca fue uno de los líderes, llegando a la presidencia en 1880-1886 y
1898-1904. Esto hizo que el Estado pueda separarse de su matriz porteña.
Este gobierno fue oligárquico, donde quienes salían designaban a los que los sucedían. El fraude y las
intervenciones federales sirvieron para excluir a los opositores. La oferta de cargos y candidaturas se
utilizaban para cooptar a las oposiciones moderadas.
La autonomía de los políticos respecto de los grupos económicos más poderosos fue diluyéndose a medida
que el proceso de modernización capitalista se afianzaba y hubo una compenetración entre élites políticas
y clase dominante.
“Orden y progreso”
El positivismo une el conservadurismo político con las posiciones liberales y progresistas en la esfera
económica y social. Su lema: orden y progreso, se basaba en construir sociedades fuertes y dinámicas con
un ordenamiento firme en el poder. El orden mantenía la unidad de la sociedad y esto se juntaba con el
avance sostenido de la ciencia, técnica, fuerzas productivas y la superación social.
En Argentina se pensaba suprimir la política, relacionada con el caudillismo, enfrentamientos y
cuestionamientos; y reemplazarla por la administración, una actividad con rasgos científicos que encauza
a la sociedad por el camino del progreso indefinido.
Se apoyó el laicismo y la inmigración ya que la herencia hispano-colonial y la religión católica trababa la
modernización. La integración al mercado mundial y la imitación de países europeos fue el paso de la
“barbarie” a la civilización.
El Estado y la modernización económica y social
Argentina se integró al mercado mundial como país agroexportador, por lo que el Estado profundizó en
políticas para crear y ensamblar distintos factores que concurren en la producción y brindó las bases
jurídicas para formar una economía capitalista.
Con la conquista del desierto, las tierras fueron distribuidas en enormes extensiones entre pocas
personas privilegiadas, lo que con estos cambios, les dio más poder.
Se formó un mercado de trabajo, mediante políticas de atracción y promoción de inmigración para contar
con mano de obra abundante y también un transplante cultural. Hacia 1914, la mitad de la población era
extranjera.
Con los capitales provenientes de Gran Bretaña y en menor medida, Europa y Estados Unidos, creció la
infraestructura.
La expansión de la economía agroexportadora
Argentina puso en marcha el modelo agroexportador: régimen de acumulación basado en la producción de
alimentos y materias primas para la exportación e importación de manufacturas capitales y trabajadores.
Esto necesitaba una fuerte complementación entre la economía argentina y la del exterior.
La incorporación de tierras y trabajadores, la modernización de técnicas e infraestructura permitió el
crecimiento y diversificación de la economía argentina, que basaba ahora en el desarrollo agrícola y la
producción de carnes.
Para 1913, las exportaciones agrícolas igualaron y superaron a las ganaderas. Esto se debió a los cambios
en la producción inducidos por las necesidades de expandir la ganadería. Con los frigoríficos se pudo
exportar carnes, pero había que adaptar al ganado a la demanda, por lo que había que alimentarlo bien
todo el año: sistema de estancia mixta. Una parte de las tierras era reservada para la agricultura y otra
para la ganadería.
También hubo un fuerte proceso de urbanización. En un país agroexportador, donde la inmigración se
había convocado para poblar los campos, la mayoría de los extranjeros se concentraron en las ciudades.
Esto se debió a la organización de la producción agropecuaria, centradas en la gran propiedad latifundista
y el arrendamiento. Por otro lado, en las ciudades había mayores posibilidades de trabajo y ascenso
social.
También se logró un importante desarrollo industrial vinculado con las actividades de exportación.
Los factores de desarrollo del modelo agroexportador
Argentina era considerada el granero del mundo. Ocupaba uno de los primeros lugares en las
exportaciones mundiales de cereales, lino, lana y carne. Crecieron las áreas y sectores vinculados a la
agricultura, se desarrolló un sector urbano, comercial e industrial. El capitalismo argentino se basó en la
riqueza natural de sus suelos.
Los más beneficiados eran los dueños de las tierras pampeanas ya que, dada la increíble fertilidad de sus
suelos, podían rentarlos a altos precios y los capitalistas ingleses, que monopolizaron el transporte, parte
de aparato financiero y el control del comercio exterior. Ellos tendrían el poder político. En cuanto a los
que efectuaban el trabajo productivo, eran quienes menor capacidad de apropiarse de las riquezas tenían.
En las ciudades se desarrollaban el comercio, los servicios y las manufacturas precarias. Lo que mayor
riqueza daba eran los servicios vinculados a la exportación y los financieros.
Argentina tenía un capitalismo agrario dependiente. Su economía dependía de las crisis cíclicas del
capitalismo mundial, los problemas ambientales y/o las variaciones bruscas en los volúmenes o en los
precios de la demanda internacional. Debido a esto, la estrategia empresarial buscaría maximizar los
beneficios diversificando riesgos, combinando actividades económicas. Para lograr esto, se
desestimulaban las inversiones muy especializadas y se favorecía el mantenimiento de activos líquidos o
semilíquidos que podían ser utilizados alternativamente en la actividad más rentable. Esto permitió la
expansión de la economía agroexportadora y su posterior estancamiento.
Los cambios sociales
Se constituyeron los sectores dominantes, los populares y las capas medias.
El primer sector se apoyaba en la propiedad de las tierras pampeanas, con una economía multisectorial,
utilizaba al Estado como fuente de oportunidades de diversos negocios y tenían comportamientos
fuertemente especulativos.
Los sectores medios se encontraban en las ciudades y en las zonas agraras con acceso fácil a la propiedad
de sus tierras. Se apoyaban en las actividades terciarias y tenían un gran nivel inmigratorio. Estos
sectores incrementaron su nivel de consumo y educación y se relacionaron con organizaciones que
reclamaban una ampliación del sistea político.
También se expandió la clase trabajadora, predominantemente extranjera, con el desarrollo de la
industria.
Como consecuencia de las malas condiciones de vida, se formaron las organizaciones y movilizaciones
obreras, los sindicatos y las corrientes anarquistas. Se formó la primer central del proletariado, la
Federación Obrera Regional Argentina (FORA), que rechazaba el sistema político y la organización
partidaria tradicional.
Crecieron las ideas socialistas, que se basaban en el abierto reformismo. Y también el sindicalismo
revolucionario, contrario a las prácticas parlamentarias y a toda forma de organización extrasindical.
El Estado oligárquico y los nuevos desafíos
La cuestión social
La amenaza al orden procedía de el crecimiento demográfico, la integración de los inmigrantes, la
urbanización, la alta conflictividad social y la emergencia del movimiento obrero.
Entre 1890 y 1910 empiezan las huelgas anarquistas, cuestionando el orden social capitalista. La
respuesta fue puramente represiva.
La Ley de Residencia de 1902 permitió la deportación de inmigrantes que fueran activistas gremiales y
políticos. Consolidada con la Ley de Defensa Social de 1910 que inauguró figuras penales y sanciones para
los luchadores sociales. Se estableció la pena de muerte para quienes cometieran atentados que
resultaran en la muerte de otros y penas de prisión para actividades incluso no violentas, como la
asociación para propagar ideas contrarias al orden.
Sin embargo, estas huelgas también consiguieron las primeras leyes laborales que reglamentaron el
trabajo.
La cuestión nacional
Desde la escuela, el servicio militar obligatorio y otras instituciones, el Estado utilizó mecanismos de
control social para imponer una forma de concebir y entender la realidad que justificaba el orden y las
jerarquías sociales vigentes, otorgando legitimidad a la dominación.
Con la Ley 1420 de 1884 donde se establecía la educación obligatoria, gratuita y laica, hubo una relativa
uniformación, donde se enseñaba la Constitución, la historia y la geografía.
La Ley 4031 de Organización del Ejército lo hacía obligatorio. Este se convirtió en un factor de
ciudadanización y de disciplinamiento de las clases populares, que complementó la acción de la escuela.
Transformó a los ciudadanos en fieles servidores del Estado.
La expansión y consolidación del Estado oligárquico
El pasaje a la jurisdicción nacional de los territorios indígenas y Buenos Aires, dotó al Estado nacional de
un poder avasallador frente a los poderes provinciales.
A modo de balance o conclusión
Las políticas que favorecieron el desarrollo de la economía agroexportadora permitieron el crecimiento
del área pampeana, un ingreso per cápita muy elevado y un sector urbano diversificado. Pero también, un
desarrollo desigual de Argentina, ya que el interior no se vio muy beneficiado. Muchas producciones
regionales quebraron al no poder competir con las importadas, por esto la economía productiva se estancó
y el empleo público fue la principal fuente de subsintencia. La población se movilizaba a áreas más
dinámicas de trabajo, lo que provocó alta urbanización en partes y “desiertos” en otras. La economía
agroexportadora tenía una alta dependencia externa y se basaba en la especulación.
El ciclo del liberalismo democrático (1916-1930)
En 1889 hubo una crisis política y también económica. La prosperidad era frágil, ya que dependía de los
capitales y la demanda externa. El país estaba endeudado. Había más importaciones que exportaciones,
los precios internacionales de los productos agropecuarios bajaban y hubo menor aporte de capitales
extranjeros.
Hubo una fuerte inflación y una crisis financiera que concluyó en 1890 con la cesación de pagos.
La culpa recayó en el gobierno de Celman, intengrante del PAN, que contrajo deudas, expandió el crédito,
privatizó obras y servicios públicos y alentó la especulación. Así se conformó un movimiento opositor, la
Unión Cívica (UC) que demandaba un cambio ético y político. Este movimiento era heterogéneo, por un lado
Mitre y por otro Alem. A través de una insurreción cívico-militar de 1890, la Revolución del Parque, el
gobierno salió debilitado y Celman tuvo que renunciar. Los mayores beneficiados fueron el grupo de Mitre
y Roca, con quien pactaron. Alem formó la Unión Cívica Radical (UCR).
La sanción de una nueva ley electoral
Yrigoyen, sucesor de Alem, fue el protagonista de la oposición política.
La ampliación de la participación política permitió canalizar las demás de la mayor parte posible de los
grupos sociales dentro del sistema y poder evitar una revuelta aarmada que pusiera en peligro el orden.
La Ley de Reforma Electoral o Ley Sáenz Peña de 1912 estableció el voto secreto y obligatorio para los
hombres nativos mayores de 18, la utilización del padrón militar y la representación de minorías.
En 1916 triunfan los radicales, dando comienzo al Estado liberal-democrático que se prolongó hasta 1930.
Los sectores dominantes continuan con el poder en lo económico, cultural e ideológico.
El radicalismo: bases sociales, programa y doctrina
En las primeras elecciones, Yrigoyen se impone con un 45% de los votos. La UCR buscaba reformas del
esquema vigente, pero no cambios profundos. Sus propuestas solo se fijaban en la Constitución. Sus
objetivos eran globales, de modo que ningún sector podía sentirse excluído. Se presentaban como la unión
de todos los ciudadanos.
Buscaba la equidad y solidaridad nacional, defensa del bienestar general y la búsqueda de la unidad
nacional. El Estado debería ser un armonizador de los diferentes intereses. Debería intervenir en lo
económico, permitiendo tener una economía más independiente.
El yrigoyenismo en el gobierno
Yrigoyen asumió en medio de un momento de recesión económica, inflación, desequilibrios en la balanza de
pagos y cuentas fiscales, resultado de la Primer Guerra Mundial.
Además, tenía minoría en las cámaras del Parlamento, la mayoría las seguían teniendo los grupos
tradicionales. Tampoco contaba con el apoyo de la prensa o los grandes empresarios.
Por su heterogeneidad, era una unidad frágil.
Aseguró mercados externos para los productos agrícolas y tratados bilaterales.
Facilitó la exportación mediante la creación de una marina mercante nacional.
Favoreció el acceso a las tierras de los pequeños productores agrícolas.
Desarrolló una política de autoabastecimiento energético.
Construyó nuevos puertos y ferrocarriles para descentralizar las actividades económicas.
Controló las cuentas de capital de las empresas ferroviarias para que no abusaran en las tarifas.
Tenía gran obstrucción por los terratenientes y parlamentarios conservadores. Hubieron conflictos
agrarios, a los que se respondió con represión y también medidas favorables para los pequeños y medianos
productores.
Se fue formando la corriente sindicalista. Hubieron luchas obreras por el mejoramiento de los salarios.
Yrigoyen intervino favoreciendo a los trabajadores. Hubo un acercamiento entre el gobierno y la FORA
socialista. Cuando las huelgas eran lideradas por sindicatos anarquistas, socialistas o el Estado era
patrón, se respondía de manera hostil. También favorecía a los trabajadores de de empresas extranjeras,
antes que a los de empresas nacionales.
En 1919, la Semana Trágica, hubo choques entre trabajadores y la policía, e Yrigoyen perdió el control.
Con el ejército, logró reestablecer el orden, pero tomó medidas represivas contra los huelguistas. Temía
un levantamiento militar de la Liga Patriótica.
Otorgó al ejército el rol de represión del conflicto social. Así, fue perdiendo apoyos.
Los estudiantes se movilizaron contra el dogmatismo, autoritarismo y falta de actualización académica y
se sancionó la Reforma Universitaria de 1918, que democratizó el gobierno de la universidad e introdujo
cambios en los contenidos y prácticas.
Los tiempos de Alvear: prosperidad económica y ruptura del partido radical
Alvear accedió al gobierno entre 1922 y 1928. Expandió la economía mundial capitalista. La Argentina
siguió basándose en el modelo agroexportador y la industria.
Disminuyeron las luchas sociales.
La UCR estaba dividida entre Yrigoyen, ala popular (UCR yrigoyenista), y Alvear, sector aristocrático
(UCR antipersonalista).
Crisis económica y golpe de Estado
En 1928 el yrigoyeniso volvió al poder, pero los sectores más poderosos de la sociedad exigían su
renuncia, hasta un golpe de Estado encabezado por Uriburu.
Hubo un nuevo régimen de acumulación y una nueva estructuración social, mayor intervención del Estado y
cambios en el sistema de ideas dominantes. Fin del ciclo del liberalismo.
Reflexiones finales
El yrigoyenismo no tuvo el apoyo necesario para sus reformas. El partido consolidaba su poosición solo en
términos de votos individuales, no de organizaciones o factores de poder. Además, los sectores
dominantes seguían teniendo un comportamiento antidemocrático.
La UCR no asumía una posición firme y concluía cediendo en las presiones y condicionamientos de los
factores de poder. También se les dificultaba contraer alianzas con organizaciones sociales populares.
La pasividad con la que la sociedad recibió el golpe de Estado de 1930 da idea de que no se produjeron
cambios sustanciales en la época.
Una década de transición: el Estado y la sociedad argentina durante los años 30 de Luque y
Scaltritti
El golpe de Estado de 1930 restauró la corrupción y el régimen oligárquico. Hubo un gran
intervencionismo estatal y el reemplazo del modelo agroexportador por un régimen de acumulación basado
en la industrialización sistitutiva de importaciones. Nuevas fracciones burguesas y se expandió la clase
obrera industrial. El Ejército y la Iglesia se fortalecieron. Autonomización del Estado que se alejó de los
intereses de los sectores dominantes. Década infame.
Los cambios en el régimen político: de la dictadura de Uriburu a la restauración oligárquica
La crisis de 1929 produjo un estancamiento de la economía, aumento de la desocupación y crisis en las
finanzas del Estado, que culminó en la cesación de pagos. Los grupos dominantes se unieron al ejército y
dieron un golpe de Estado, derrocando a Yrigoyen. Así, el gobierno y el Estado volvieron a quedar en
manos de los grupos dominantes tradicionales.
La acción del Ejército fue decisiva ya que sostuvo regímenes y gobiernos carentes de legalidad y
legitimidad. Derrocando gobiernos constitucionales o ejerciendo su poder de veto, fue una constante en
la política argentina.
La opción corporativa
El golpe de 1930 fue encabezado por Uriburu, secundado por el ejército que respondía a Justo, civiles de
la derecha nacionalista y los sectores dominantes.
Esta dictadura rescindió el contrato de varios empleados públicos, implantó el Estado de sitio y la Ley
Marcial, disolvió el Congreso, intervino provincias y universidades y persiguió a militantes y sindicalistas
radicales, comunistas y anarquistas.
Se buscaba un régimen corporativista.
De la opción democrática a la restauración oligárquica
En 1931, se llamó a elecciones para la renovación de gobernadores. El candidato radical triunfó en Buenos
Aires y esto derribó el mito de la popularidad de golpe y fue la muerte política de Uriburu. En elecciones
libres, era imposible vencer al radicalismo.
Anulados los resultados y vetada la candidatura de Alvear con pretexto de que no se habían cumplido los
plazos constitucionales, la UCR se volvió a unir y se abstuvo a participar en elecciones.
En las elecciones presidenciales de 1932, se impuso Justo, candidato de la Concordancia, partido que
estuvo en el poder hasta 1943.
La exclusión política de la mayoría se justificaba en que hacer fraude era patriótico porque el pueblo no
tenía la capacidad de discernir y eran arrastrados por tiranos como Yrigoyen.
Se volvió al liberalismo económico y conservadurismo político.
Los sectores dominantes fueron perdiendo prestigio y poder social.
Repercusiones económicas de la crisis de 1929 y del nuevo ordenamiento internacional de los años
30
Desde 1930 se frenó el flujo de mano de obra extranjera y alcanzó su límite la expansión de las
fronteras agrícolas en las tierras pampeanas. El crecimiento del comercio mundial de productos
agropecuarios era lento. Esto le dificultó a Argentina la posibilidad de importar. Los capitales dejaron de
llegar.
El centro de gravedad de la economía internacional pasó a estar en Estados Unidos. La economía de este
país era competitiva oara los países agroexportadores, al ser uno de los más importantes productores y
exportadores de materias primas y alimentos y también líder mundial en la producción industrial.
Los capitales estadounidenses se instalaron en los frigoríficos de Argentina y otras ramas industriales, lo
que apartó a los ingleses.
El intervencionismo estatal como respuesta a la crisis
El Estado amplio sus ámbitos de actuación y aparato institucional. Uriburu intentó equilibrar las finanzas
y cumplir con el pago de las obligaciones externas mediante la disminución del gasto público y el aumento
de los recursos del fisco. Sin embargo, no tenía en cuenta la caída de la actividad interna provocada por la
disminución de exportaciones.
Hubo un retroceso de las actividades agrarias y una fuerte caída de la actividad industrial, un aumento
del desempleo y la emergencia de villas miseria y ollas populares.
El Pacto Roca-Runciman fue un tratado entre Argentina e Inglaterra de 1933, donde se protegían los
capitales ingleses ante la competencia norteamericana y se establecía una cuota estable de exportación.
En 1933 se puso en marcha el Plan de Reestructuración Económica, con un mayor intervencionismo estatal
em el campo económico. Las tarifas aduaneras eran altas, obras públicas, la creación del Banco Central,
regulación de importaciones, establecimiento de cupos de producción y precios sostén y la intención de
ampliar la capacidad de obtención de recursos por parte del Estado, entre otras cosas.
El descenso de precios y demanda internacional de productos agropecuarios fue un impacto en los precios
internos.
Una nueva modalidad de acumulación: la industrialización por sustitución de importaciones (ISI)
La economía tendió a la autarquía. El mercado interno cobró una importancia creciente. El centro dinámico
de acumulación capital se encontraba en la manufactura.
Factores que favorecieron la industrialización y características de la misma
La brutal y brusca disminución de las importaciones debido a la crisis de 1929 dejaba un margen
importante de necesidades insatisfechas, que se resolvió con la producción local de bienes industriales
para el abastecimiento del mercado interno.
La restricción de importaciones y los recargos aduaneros contribuyeron a favorecer el desarrollo
industrial, creando un mercado protegido que reducía la competencia externa. Esto también fue
favorecido por la oferta de mano de obra que provenía del campo.
Los sectores agrarios buscaron una actividad sustitutiva para sus negocios, la industria.
Se mantenía el comportamiento especulativo con las altas tasas de liquidez, para desplazarse
rápidamente hacia las actividades más rentables.
La sociedad en la década de 1930
Los cambios en la economía resultó en una sociedad de masas.
Los sectores dominantes se dividieron entre los grandes productores pampeanos y los que invirtieron en
la industria. Crecieron los sectores medios.
Los sectores trabajadores se fueron transformando en los sectores cuantitativa y cualitativamente más
importante.
Las migraciones internas
Las migraciones internas se dieron por la contracción del empleo rural y del incremento de las actividades
industriales. Las provincias más pobres sufrieron un fuerte despoblamiento.
El proceso de industrialización-urbanización acentuó los desequilibrios regionales y fortaleció a Buenos
Aires como el núcleo del desarrollo económico y social de la Argentina.
También crecieron las villas miseria y la consolidación de los barrios. Los sectores populares
desarrollaron una nueva identidad y construyeron redes asociativas.
Situación de la clase obrera y los sectores populares
Miseria y discriminación
Los migrantes internos que no tenían experiencia en el trabajo industrial se incorporaron al proceso
industrializador como mano de obra no calificada.
El Estado no daba respuesta a las necesidades de vivienda e infraestructura y estos individuos vivían en
casas de cartón y lata en las villas miseria. Además, tenían pautas propias frente a una sociedad que no
los integraba, sino que desconfiaba y los discriminaba, y sus interacciones sociales se dieron con otros de
su misma condición.
Arbitrariedad y desprotección
Este tiempo fue de injusticia, desprotección estatal y la arbitrariedad patronal. Desocupación
(reabsorbida por la actividad industrial posteriormente), reducción de los salarios reales y represión de
los sindicalistas. La insuficiencia de los salarios solo podía ser cubierto por el trabajo de mujeres y niños.
Las condiciones de trabajo eran fijadas por los patrones. La falta de convenios colectivos de trabajo
daba margen a la arbitrariedad. La legislación laboral se incumplía.
Los desafíos al régimen
El régimen de minorías carecía de legitimidad y solo podía mantenerse por la fuerza.
Los sectores dominantes mantenían sus tradicionales privilegios pero no tenían ya su posición de prestigio
indiscutido.
El Estado regulaba la economía en beneficio de las clases acomodadas. En 1935, de la Torre denuncia esto
y en el propio Senado se lo intenta matar.
Una de las medidas más impopulares del gobierno de Justo fue la obligatoriedad de entregar los
colectivos de la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires a la Compaía de Tranvías Anglo-
Argentina.
La oposición cuestionó al gobierno pidiendo la democratización del sistema político ya que el gobierno de
facto iba en contra de los intereses del país. Crecían los conflictos proyagonizados por la clase obrera,
los socialistas, comunistas y las Fuerzas Armadas, que habían perdido poder político en este gobierno.
Las luchas de los trabajadores y la intervención del Estado
La unificación de las distintas federaciones en 1930 dan como resultado la Federación General del
Trabajo (CGT). A partir de 1935 aumentaron las luchas obreras y la capacidad de negociación de los
sindicatos. El gobierno respondió con políticas represivas.
Declinación del anarquismo, ascenso del sindicalismo moerado y un socialismo más propenso a la
negociación que a la huelga.
El Estado intervino más en la problemática social ya que necesitaban controlar el movimiento obrero,
interviniendo en los conflictos laborales y solucionándolos antes de que terminaran en huelgas.
Las luchas por la democratización y las respuestas del régimen
El acercamiento entre los partidos de oposición y los sindicatos obreron fue un peligro para la coalición
dominante. Por eso, para impedir el triunfo de Alvear en 1937 y asegurárselo a Ortiz, comenzó la
persecución y se estrecharon los vínculos con la Iglesia.
En las elecciones más corruptas de la historia argentina, Ortiz llega al poder pero debe renunciar en 1940
por problemas de salud y Castillo, del Partido Demócrata Nacional (PDN) lo reemplaza. El régimen
oligárquico vuelve y en un contexto mundial donde el eje nazi-fascista de la Segunda Guerra Mundial no
paraba de cosechar victorias.
La Segunda Guerra Mundial: nuevas oportunidades, desafíos y antagonismos
Castillo mantuvo una postura neutralista y autoritaria, por lo que se fue alejando de la Concordancia. Las
Fuerzas Armadas empezaron a considerarse un interlocutor político válido.
Un nuevo impulso al desarrollo industrial
La guerra puso nuevamente en crisis la economía dependiente argentina.
Las industrias comenzaron a improvisar para sustituir las importaciones.El mar, al ser un escenario de la
guerra, dificultaba las exportaciones. Las inversiones se reducían. Se comenzó a utilizar combustibles no
convencionales.
Creciente intervencionismo y autonomización del Estado
El intervencionismo estatal se profundizó. Se diseñó el Plan de Reactivación de la Economía Nacional. Se
estimuló a la producción de bienes exportables y a la construcción. Adquisición de los excedentes
agrícolas por parte del Estado.
Los emprendimientos del tipo militar tendieron a crecer.
Se firmó un nuevo tratado comercial con Estados Unidos y se abrieron nuevos mercados externos para
colocar bienes exportables no tradicionales.
El intervencionismo estatal estuvo en oposición con los sectores del empesariado, por lo que el primero
tendió a automizarse, alejándose de los intereses de los capitalistas.
La autonomización de las Fuerzas Armadas
Las ideas nacionalistas fueron tomando fuerza dentro de ellas. Apoyaban una mayor autarquía económica
y buscaban la calidad de vida de la población.
Una Argentina a la deriva
En los años 40, Argentina vivía una crisis política profunda. El régimen de acumulación fraccionaba a los
sectores dominantes: los que buscaban el retorno al modelo agroexportador y estaban vinculados a los
capitales británicos; y los que estaban interesados en la industria y los capitales estadounidenses.
Los partidos políticos no advertían la emergencia de la nueva clase obrera por lo que estos vivían en una
crisis de representatividad, fragmentación y débil sindicalización, lo que limitaba sus pposibilidades para
modificar su situación.
El malestar de la sociedad fue expresado en el tango y el suicidio.
La llegada del peronismo, 1943-1946 Cattaruzza
En 1943, un nuevo golpe de Estado destituye a Castillo y pone a Rawson como su sucesor, aunque este
también es removido por un movimiento militar interno y asume Ramírez. Este también duró poco y
otorgó el mando Farrell, y con él, gana visibilidad Perón.
Durante el gobierno de Ortiz, con el fraude electoral, se veía la intervención militar como única
alternativa para la reestauración de elecciones limpias. Además, la neutralidad asumida en la Segunda
Guerra Mundial nos causó problemas con la entrada de Estados Unidos a esta. El golpe también tuvo como
uno de los objetivos alinear el país con los Aliados.
El GOU
En el interior del ejército, el Grupo de Oficiales Unidos (GOU) era el más eficaz. Entre ellos, Perón.
La preocupación se tornaba alrededor de la defensa nacional en base a la nación en armas. La autonomía
industrial era necesaria para esto. La negativa de Estados Unidos a vender armas a Argentina por su
neutralidad dio mayor trascendencia a esto. El Estado debe intervenir en la vida económica. La atención a
la cuestión social (políticas sociales) servía para prevenir el conflicto y la lucha de clases que amenazaba
la unidad nacional.
El GOU decidió el reemplazo de Rawson por Ramírez, quien continúa con la neutralidad y además, con
presencia en el gobierno de fascistas, nazis y antisemitas. En 1944, Ramírez rompe lazos con el Eje. Este
desvío de la política neutral es lo que hace que lo desplazen a él también.
Perón, los sindicatos y la Secretaría de Trabajo
Las primeras políticas del gobierno militar ante el movimiento obrero habían sido represivas. Perón
estaba a cargo del Departamento Nacional del Trabajo, luego fue secretario de la Secretaría de Trabajo
y Previsión y con Farrell al mando, estuvo a la cabeza del Ministerio de Guerra. Pronto sería también
vicepresidente y su relación con los sindicatos se afianzaría.
La Secretaría de Trabajo aprobaba cada convenio entre sindicatos y empresarios y los hacía obligatorios.
Los sindicatos y gremios tuvieron mayor afiliación y reconocimiento.
Se establecieron tribunales de trabajo.
Se controló el cumplimiento de las jornadas laborales.
Se extendió el régimen jubilatorio.
Se sancionó el Estatuto del Peón que establecía los derechos de los trabajadores rurales e
intervenía en las relaciones laborales.
Se fijaron las vacaciones pagas, el aguinaldo y condiciones de estabilidad.
Los sindicatos reaciones al alineamientos sufrían el encarcelamiento de sus dirigentes y la creación de
organizaciones paralelas.

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