5- Hubo una fuerte presión para obtener más recursos de las provincias
¿Cuáles fueron las razones del aumento del déficit?
1-La primera, un aumento del 15% en las jubilaciones
2- La segunda, un aumento en la inversión de la mayor empresa pública de la Argentina
(Yacimientos Petrolíferos Fiscales) que entre 1984 y 1985 había acumulado una deuda de 1,5% del
PBI, deuda que tuvo que ser asumida por el gobierno nacional.
3-La tercera, la decisión del Presidente de disponer un incremento del 25% a las remuneraciones del
personal militar en un contexto de tensiones crecientes con las fuerzas. Y un mes después hubo
que extender el aumento a los docentes y al personal sanitario
Todas esas novedades generaron un aumento del déficit fiscal de alrededor de 1,5% del PIB.
Se subestimo cómo manejar la inflación residual después del congelamiento inicial. Ya que
todas estas medidas eran de corto plazo.
El déficit había superado el 4% en el segundo trimestre de 1986. Para reducir ese efecto Mario
Brodersohn, como Secretario de Hacienda, impuso el régimen de anticipos impositivos que
debían ser pagados a lo largo del año previo a la fecha del vencimiento del impuesto.
En 1986 se tomo el control del Banco Central, pero la inflación seguía aumentando, entre otras
cosas por la fuerte expansión monetaria del Banco Central como consecuencia de los redescuentos
acordados al Banco Hipotecario. Sin el acuerdo del Ministerio de Economía, el Banco Central
extendió redescuentos para financiar un insólito programa de construcción de vivienda que generó
una gran expansión monetaria y, a la larga, un déficit 1% del producto. Desde el Banco Central, una
de las primeras decisiones fue aumentar las tasas de interés e incrementar las tasas de interés
libres, o sea, reducir la importancia de las tasas reguladas por el Banco Central.
Se recupero gran parte del manejo de la economía, al menos lo más relevante desde el punto
de vista macroeconómico. Sin embargo, la inflación ya era de casi 100% anual.
Se volve a congelar los precios en febrero de 1987, siendo una muy mala decisión, entre otras
cosas considerando que el déficit fiscal había aumentado .
Para complicar más la situación, el gobierno había hecho un acuerdo con parte del mundo
sindical, y había designado a Alderete, un líder gremial, como Ministro de trabajo. Se creía que
muchos de los sindicalistas iban a querer sacar ventajas de corto plazo que, dado la endeblez de la
macroeconomía, podían acelerar la inflación. Comenzo asi un conflicto entre el nuevo Ministro de
Trabajo y el Ministro de Economía, lo cual generó más incertidumbre. De cualquier manera,
mientras controlaron el Ministerio no hubo paros de la Confederación General del Trabajo (CGT),
algo destacable dado la cantidad de paros que había soportado ese gobierno.
Para complicar las cosas aún más, hubo una fuerte presión para obtener más recursos de las
provincias, en su mayoría gobernadas por la oposición. La consecuencia fue un aumento de las
transferencias y, en menor medida, un aumento en los redescuentos a los bancos provinciales. La
idea del gobierno nacional era evitar una confrontación con los gobiernos provinciales, entre otras
cosas porque, como sucede hasta hoy, el peronismo controlaba el Senado. Las intervenciones y la
posterior liquidación que realizó el Banco Central de entidades financieras en situación de
insolvencia e insuficiencia patrimonial, en la mayoría de los casos resultado de acciones
fraudulentas de sus directivos, fue una causa adicional de expansión monetaria.