PSICOLOGÍA SOCIAL 1er parcial
PROFECÍAS QUE SE AUTOCUMPLEN PAUL WATZLAWICK
Una profecía que se autocumple es una suposición o predicción que, por la sola razón de
haberse hecho, convierte en realidad el suceso supuesto y de esta manera confirma su propia
“exactitud”.
La presunta reacción (el efecto) es efectivamente pues una acción (la causa); la “solu-
ción” crea el problema; la profecía de un suceso hace que se cumpla el suceso profetizado.
Esta peculiar inversión de causa y efecto es particularmente visible en los conflictos in-
terpersonales. Se trata del fenómeno de la llamada puntuación de la secuencia de he-
chos.
En virtud de puntuación opuesta, ambos crean dos realidades contradictorias y engendran
dos profecías que se autocumplen (ejemplo de pareja que se pelea).
Solo cuando se cree una profecía, es decir, solo cuando se la ve como un hecho que ya
ha entrado, por así decir, en el futuro, puede la profecía influir en el presente y así
cumplirse.
Tmb. aquí tenemos la inversión de causa y efecto, el psicoanálisis se atiene a una teoría de
la conducta humana que postula una causalidad líneas según la cual el pasado deter. el pre-
sente (Popper la refuta con su efecto Edipo).
El experimento de Rosenhalt es solo un ejemplo, aunque particularmente claro, de los pro-
fundos y determinantes efectos de nuestras expectativas, prejuicios, supersticiones y deseos
(es decir, construcciones mentales a menudo desprovistas de todo destello de efectividad) so-
bre nuestros semejantes, y tmb. es un ejemplo de las dudas que estos descubrimientos pue-
den suscitar sobre la moda suposición del sobresaliente papel que desempeñan las predis-
posiciones heredadas e innatas. Somos responsables no solo de nuestros sueños sino tmb.
responsables de la realidad que engendran nuestros pensamientos y esperanzas.
Todos nos ponemos a la defensiva cuando vemos amenazada nuestra imagen del mundo.
El hecho de que seamos responsables del mundo en su totalidad, y en medida mucho mayor
de lo que admite nuestra sabiduría escolar, es por el momento casi inconcebible.
La espantosa posibilidad de que por lo menos ciertas llamadas perturbaciones mentales
sean puras construcciones y que los establecimientos psiquiátricos en que deben ser tratadas
aquellas contribuyan a construir tales realidades. Para def. la salud mental sólo disponemos
de conceptos muy grales. y vagos, en tanto que para diagnosticar modos de conducta dispo-
nemos de un elaborado catálogo lleno de refinados detalles. Notemos aquí tan solo que una
parte esencial del efecto autocumplir de los diagnósticos psiquiátricos descansa en nuestra
firme convicción de que todo lo que tiene un nombre debe por eso mismo existir real-
mente.
Viktor Frankl nos cuenta un fenómeno que corresponde al de la muerte vudú: quien ya no
cree en un futuro, quien ya no cree más en su futuro está perdido en el campo de concentra-
ción. Cuando pierde la creencia en el futuro, pierde el sostén espiritual y entonces se de-
rrumba interiormente y sufre una decadencia tanto corporal como psíquica.
Para el oncólogo norteamericano Simonton, vinculado con la consideración de factores psí-
quicos en el tratamiento del cáncer, hay aquí tres cosas de suma importancia: las expectativas
y creencias del paciente, las de la familia del paciente y, en tercer lugar, las del médico que
trata el mal.
Las profecías que se autocumplen son fenómenos que sacuden las bases de nuestra con-
cepción personal de la realidad, y hasta pueden poner en tela de juicio la imagen del
mundo de la ciencia. Todas comparten la capacidad evidente de crear una realidad y suscitar
deter. creencia en el “ser así” de las cosas.
El descubrimiento de que nosotros mismos construimos nuestra realidad equivale a una ex-
pulsión del paraíso del presunto “ser así” del mundo, del cual empero solo nos sentimos
responsables en muy limitada medida. Pero ahora no estamos solo ante la posibilidad de
asumir plena responsabilidad por nosotros mismos sino además ante la responsabilidad de
inventar y elaborar realidades para otros.
Y aquí está el peligro. Los conocimientos del constructivismo han posibilitado la elabora-
ción deseable en alto grado de nuevas y eficaces formas terapéuticas, pero presenta tmb. la
posibilidad de que se abuse de ellas.
Con la mejor comprensión de la naturaleza de las profecías que se autocumplen aumenta
nuestra capacidad de trascenderlas. La profecía de la cual sabemos que es solo una profe-
cía, ya no puede autocumplirse.
El teórico del juego Howard formula su axioma existencialista según el cual “aquel que co-
bra conciencia de una teoría relativa a su conducta ya no está más sometido a ella, sino que
tiene la libertad de pasar por encima de ella”.
Pero aun si alcanzáramos esta matematización de nuestra vida, en modo alguno se com-
prendería la complejidad de nuestra existencia.
¿ES REAL LA REALIDAD? PAUL WATZLAWICK
LAS DOS REALIDADES
Dos conceptos muy distintos de la realidad:
El primero de ellos se refiere a las propiedades puramente físicas (y por ende efectiva-
mente constatables) de las cosas y responde, por tanto, al problema de la llamada
“sana razón humana” o del proceder científico objetivo.
El segundo afecta exclusivamente a la adscripción de un sentido y un valor a estas co-
sas y, en consecuencia, a la comunicación.
Lo verdaderamente ilusorio es suponer que hay una realidad “real” del segundo orden y
que la conocen mejor las personas “normales” que los “perturbados psíquicos”.
PLANOLANDIA
(El sig. párrafo es un resumen de chatgtp)
A. Square experimenta un sueño peculiar donde se encuentra en una realidad unidimensio-
nal. En este sueño, A. Square percibe un mundo en el que solo puede moverse hacia adelante
y hacia atrás, sin la capacidad de desviarse hacia los lados. Esta situación ilustra las limita-
ciones de la percepción y la comprensión de A. Square, quien vive en un mundo bidimensio-
nal y no puede concebir dimensiones adicionales. En la trama, A. Square es visitado por un
ser tridimensional llamado "Esfera", que lo introduce al concepto de una dimensión adicio-
nal. A través de su viaje a Espaciolandia, donde experimenta la tercera dimensión, A. Square
adquiere una nueva comprensión del universo y regresa a Planolandia para intentar difundir
su conocimiento. Sin embargo, enfrenta la incredulidad y la resistencia de sus compatriotas,
que no pueden concebir una dimensión más allá de la suya.
La capacidad de vivir con verdades relativas, con preguntas para las que no hay respuesta,
son la sabiduría de no saber nada y con las paradójicas incertidumbres de la existencia, todo
esto puede ser la esencia de la madurez humana y de la consiguiente tolerancia frente a los
demás.
ACERCA DE ESTAR SANO EN UN MEDIO ENFERMO ROSENHAN
La realidad inventada Paul Watzlawick y otros
Toda realidad es una construcción de aquellos que se esfuerzan por descubrirla e investigarla.
El constructivismo parte de la premisa de que toda realidad es la construcción de aquello que se intenta
descubrir e investigar.
Benedict ya lo dijo allá por 1934: la normalidad y la anormalidad no son conceptos de vali-
dez gral.
LOS PSEUDOPACIENTES Y SU MEDIO
(Lo sig. es un resumen de chatgtp)
Rosenhan y otros siete colaboradores sanos se hicieron pasar por pacientes con síntomas de
enfermedades mentales para ingresar a hospitales psiquiátricos en diferentes ubicaciones de
los Estados Unidos.
Una vez admitidos, los participantes fingieron experimentar alucinaciones auditivas leves y
dieron historias de vida falsas que incluían signos de trastornos mentales. Sin embargo, una
vez dentro, actuaron normalmente y no simularon más síntomas. A pesar de su comporta-
miento no indicativo de enfermedad mental, todos fueron diagnosticados con trastornos psi-
quiátricos y hospitalizados.
Una vez dentro de los hospitales, los participantes observaron y tomaron notas sobre sus
exp. y la dinámica del entorno. Luego, informaron al personal del hospital que no estaban en-
fermos y que querían ser dados de alta. Sin embargo, la mayoría de ellos permanecieron hos-
pitalizados durante un período prolongado, y sus solicitudes de alta fueron interpretadas
como negación de la enfermedad.
LAS PERSONAS NORMALES NO SE DETECTAN COMO SANAS
Los médicos se inclinan más a considerar enferma a una persona sana (resultado positivo
erróneo, tipo -2), que sana a una persona enferma (resultado negativo erróneo, tipo -1).
LAS CLASIF. PSICODIAGNÓSTICAS SE PEGAN
En un sentido estricto se ha creado así una realidad.
Las cosas adq. su sig. por el contexto en que se presentan. Asch demostró que existen ca-
ract. “centrales” de la personalidad. Tan pronto como una persona es catalogada como anor-
mal, todas sus otras formas de conducta y rasgos caracteriológicos se verán teñidos por esta
clasif.
La imagen de las condiciones de vida fue conformada de acuerdo con el diagnóstico.
Una caract. Tacita de los diagnósticos psiquiátricos es que buscan la fuente de la confusión
mental dentro del indv. y solo rara vez en la multiplicidad de los estímulos que lo rodean.
Construcción de una realidad interpersonal.
La persona sana no es “sana” constantemente. De la misma manera, los enfermos mentales
no están constantemente locos.
LA VIVENCIA DE LA HOSPITALIZACIÓN PSIQUIÁTRICA
(El sig. párrafo está sacado de chatgtp)
Además, destacó el estigma asociado con los diagnósticos psiquiátricos y la tendencia de los
hospitales a etiquetar y retener a las personas, incluso cuando no presentaban síntomas de en-
fermedad mental. El Experimento de Rosenhan provocó un intenso debate sobre la validez
de los diagnósticos psiquiátricos, la efectividad de los tratamientos y la ética de la atención
psiquiátrica.
Tmb. se habla de la atención del personal del hospital psiquiátrico con los enfermos com-
parándola con la atención de profesores en una universidad.
IMPOTENCIA Y DESPERSONALIZACIÓN
El contacto visual y la comunicación verbal reflejan el interés y el desarrollo de la persona-
lidad; la falta de ambos sig. evitación y despersonalización.
Algunas personas del personal eran malas.
LA FUENTE DE LA DESPERSONALIZACIÓN
¿Causas?
En 1er lugar es la actitud que tenemos todos, incluidos los terapeutas y asistentes,
frente a los enfermos mentales, una actitud que está caracterizada por una parte por
el temor, la desconfianza y las expectativas horribles y por otra por propósitos bie-
nintencionados. Nuestra ambivalencia lleva, en este caso como en otros, a la pros-
cripción.
En segundo lugar, la estructura jerárquica.
LAS CONSEC. DE LA ESTIGMATIZACIÓN Y LA DESPERSONALIZACIÓN
Nos inclinamos a inventar “conocimiento” y a asumir. Pareciera que no podemos aceptar
que simplemente no sabemos algo.
Goffman denomina “envilecimiento” al proceso de adaptación en tale instituciones, incluye
el proceso de despersonalización.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Se están creando c/ vez mayor n- de inst. psiquiátricas comunales, centros de intervención
durante una crisis, escuelas de autorrealización y centros de terapia para problemas de con-
ducta.
Necesidad de afinar la sensibilidad de aquellos que trabajan en el área de la psiquiatría.
Causa de que fracasaran: debe adjudicarse más bien a la realidad en la que tmb. ellos se en-
contraban y no a una falta de sensibilidad personal.
II. LA SOCIEDAD COMO REALIDAD OBJETIVA BERGER Y LU-
CKMAN
1.INSTITUCIONALIZACIÓN
a) ORGANISMO Y ACTV.
El hombre a dif. de los demás mamíferos superiores, no posee ambiente especif. de su es-
pecie firmemente estructurado por la org. de sus propios instintos.
Las relaciones del hombre con su ambiente se caract. por su apertura al mundo. La peculia-
ridad de la constitución biológica del hombre radica más bien en los componentes de sus ins-
tintos.
El s.h. en proceso de desarrollo se interrelaciona no solo con un ambiente natural deter.,
sino tmb. con un orden cultural y social especif. mediatizado para él por los otros significan-
tes cuyo cargo se halla. La dirección del desarrollo de su organismo está socialmente de-
ter.
La humanidad es variable desde el punto de vista sociocultural.
El organismo y más aún el yo, no pueden entenderse adecuadamente si se los separa del
contexto social particular en que se formaron.
El organismo humano carece de los medios biológicos necesarios para proporcionar estabi-
lidad al comportamiento humano. ¿De dónde deriva la estabilidad del orden humano que
existe empíricamente?
En 1er término, todo desarrollo individual del organismo esta precedido por un orden
social dado.
En 2do término, la apertura al mundo es siempre transformada por el orden social en
una relativa clausura al mundo.
El orden social es una producción humana constante, realizada por el hombre en el
curso de su continua externalización. El orden social no se da biológicamente, su necesidad
surge del equipo biológico del hombre.
b) ORÍGENES DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN
Toda actv. humana está sujeta a la habituacn. Las acciones habitualizadas retienen su
carácter significativo en el indv. Comporta la gran ventaja psicológica de restringir las opcio-
nes, lo que libera al indv. de la carga de “todas esas decisiones”.
La parte más importante de la habituación de la actv. humana se desarrolla en la misma
medida que su institucionalización.
La institucionalización aparece c/ vez que se da una tipificación reciproca de acciones ha-
bitualizadas por tipos de actores. Las tipificaciones de las acciones habitualizadas que consti-
tuyen las instituciones son accesibles a todos los integrantes de un determinado grupo social,
y la institución misma tipifica tanto a los actores individuales como a las acciones individua-
les.
Las instituciones implican historicidad y control. Al adquirir historicidad, estas forma-
ciones perfeccionan la objetividad. Las instituciones se experimentan ahora como si poseye-
ran una realidad propia, que se presenta al indv. como un hecho externo y coercitivo.
Un mundo institucional, se experimenta como realidad objetiva, tiene una historia que an-
tecede al nacimiento del indv. y no es ac. cesible a su memoria biográfica. Tmb. resisten a
todo intento de cambio o evasión.
Dado que las instituciones existen como realidad externa, el indv no puede comprenderlas
por introspección: debe “salir” a conocerlas.
El proceso por el que los productos externalizados de la actv. humana alcanzan el carácter
de objetividad se llama objetivación. El mundo institucional es actv. humana objetivada. La
externalización y la objetivación son momentos de un proceso dialectico continuo. El tercer
momento de este proceso es la internalización. (1.externalización, 2.objetivación, 3.internalización).
Tres momentos dialécticos de la realidad social:
1. La sociedad es un producto humano
2. La sociedad es una realidad objetiva
3. El hombre es un producto social
Solo con la transmisión de mundo social a una nueva generación aparece verdadera-
mente la dialéctica social fundamental en su totalidad, puede hablarse con propiedad de un
mundo social.
c) SEDIMENTACIÓN Y TRADICIÓN
La conciencia retiene solamente una pequeña parte de la totalidad de las exp. humanas,
parte que una vez contenida se sedimenta, vale decir, que esas exp quedan estereotipadas
en el recuerdo como entidades reconocibles y memorables. Tmb. se produce una sedimenta-
ción intersubjetiva cuando varios indv. comparten una biografía común. Un sist. de signos
objetivamente accesible otorga un estatus de anonimato incipiente a las exp. sedimentadas,
esto, al separarlas de su contexto originario de biografías individuales concretas y volverlas
accesibles en gral. a todos los que comparten.
En principio, cualquier sist. de signos podría servir, pero normalmente el decisivo es el lin-
güístico. La objetivación de la exp. en el lenguaje (esto es, en su transformación en un objeto
de conocimiento accesible en gral.) permite entonces su incorporación a un cuerpo más vasto
de tradición.
Toda transmisión de significados institucionales entraña procedimientos de control y legiti-
mación, anexos a las instituciones mismas y administrados por el personal transmisor.
d) ROLES
Los objetivos especif. y las fases entremezcladas de realización se comparten con otros. En
el curso de la acción se produce una identificación del yo con el sentido objetivo de aquella;
la acción que se desarrolla deter. la autoaprehension del actor, en el sentido objetivo que se
atribuye socialmente a la acción.
Un segmento del yo se objetiviza según las tipificaciones socialmente disponibles. Dicho
segmento es el verdadero “yo social”, que se experimenta subjetivamente como distinto de la
totalidad del yo y aun enfrentándose a ella.
El actor se identifica con las tipificaciones de comportamiento objetivadas socialmente en
el acto, pero vuelve a ponerse a distancia de ellas cuando reflexiona posteriormente sobre su
comportamiento.
Podemos comenzar con propiedad a hablar de “roles”, cuando esta clase de tipificación
aparece en el contexto de un cumulo de conocimiento objetivizado, común a una colectivi-
dad de actores. Los “roles” son tipos de actores en dicho contexto.
Al desempeñar roles los indv. participan en un mundo social; al internalizar dichos “roles”,
ese mismo mundo cobra realidad para ellos subjetivamente.
Existen normas para el desempeño de roles, normas que son accesibles a todos los miem-
bros de una sociedad.
Todo comportamiento institucionalizado involucra “roles”, y éstos comparten así el carác-
ter controlador de la institucionalización.
No basta con aprender un rol para adq. las rutinas de necesidad inmediata que requiere su
desempeño “externo”; tmb. hay que penetrar en las diversas capas cognoscitivas y aun afecti-
vas del cuerpo de conocimiento que atañe a ese “rol” directa o indirectamente.
Contemplados desde la perspectiva del orden institucional, los “roles” aparecen como re-
presentaciones y mediaciones institucionales de los conglomerados de conocimientos institu-
cionalmente objetivados. Contemplados desde la perspectiva de los diversos “roles”, c/u de
ellos comporta un apéndice de conocimiento socialmente definido.
e) ALCANCE Y MODOS DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN
En un sentido sumamente formal, el alcance de la institucionalización depende de la gene-
ralidad de las estructuras de relevancia.
La condición más gral. es el grado de la división del trabajo con la diferenciación conco-
mitante de las instituciones. Otra condición gral., es la que consiste en disponer de un superá-
vit económico, que permita a ciertos indv. o grupos dedicarse a actv. especializadas que no
tengan vinculación directa con la subsistencia. Así se tiene la “vida teórica” con su abun-
dante proliferación de cuerpos especializados de conocimiento.
Sin embargo, la institucionalización no es un proceso irreversible, a pesar del hecho de que
las instituciones, una vez formadas, tienden a persistir.
El problema de la integración de sig. se debe a las dificultades subjetivas que pueda tener
el indv. al internalizar los sig. socialmente aceptados. A medida que se van produciendo ma-
yores desviaciones a este modelo heurístico se producirán modif. importantes en ese carácter
dado de los sig. institucionales. Existirá ahora un problema objetivo con respecto a una inte-
gración amplia de sig. dentro de la sociedad total.
Ciertos procesos institucionales aislados pueden seguir coexistiendo sin integración gral.
Sostuvimos entonces que la cohesión de las instituciones, si bien no puede postularse a
priori, existe efectivamente en la realidad.
Otra consecuencia de la segmentación institucional es la posibilidad de que existan subuni-
versos de sig. segregados socialmente, que resulten del incremento de la especialización en
“roles”, hasta el punto de que el conocimiento específico del “rol”, se vuele completamente
reservado en oposición al acoplo común de conocimiento.
Esta multiplicación de perspectivas aumenta sobremanera el problema de establecer una
cubierta simbólica estable para toda la sociedad.
La relación entre el conocimiento y su base social es dialéctica, vale decir, que el conoci-
miento es un producto social y un factor de cambio social. El mundo objetivado es el pro-
ducto de la producción social.
La cuestión de la reificación de la realidad social puede describirse como un paso extremo
en el proceso de la objetivación, por el que el mundo objetivado pierde su comprehensibili-
dad como emp. humana y queda forjado como facticidad inerte, no humana y no humani-
zado. La objetividad del mundo social sig. que enfrenta al hombre como algo ext. a él
mismo.
La reificación de los “roles” restringe la distancia subjetiva que el indv. puede establecer
entre él y su desempeño de un “rol”.
El análisis de la reificación obra una importancia singular para la sociología de conoci-
miento, porque le impide caer en una concepción no dialéctica de la relación que existe entre
lo que los hombres hacen y lo que piensan. Debe toma en cuenta especialmente las circuns-
tancias sociales que favorecen la desreificación.
2. LEGITIMACIÓN
a) ORÍGENES DE LOS UNIVERSOS SIMBÓLICOS
La integración y la cuestión de la plausibilidad subjetiva se refiere a 2 niveles:
1. La totalidad del orden institucional deberá tener sentido para los participantes en
dif. procesos institucionales.
2. La totalidad de la vida del indv., el paso sucesivo a través de diversos órdenes del or-
den institucional debe cobrar sig. subjetivo.
El problema de la legitimación surge inevitablemente cuando las objetivaciones del orden
institucional (ahora histórico) deben transmitirse a una nueva generación.
La legitimación “explica” el orden institucional atribuyendo validez cognoscitiva a sus sig-
nificados objetivados. La legitimación justifica el orden institucional adjudicando digni-
dad normativa a sus imperativos prácticos. El “conocimiento” precede a los “valores” en la
legitimación de las instituciones.
1. La legitimación incipiente aparece tan pronto como se transmite un sist. de objetivaciones
lingüísticas de la exp. humana.
2. El 2do nivel de legitimación: proverbios, máximas morales, sentencias, leyendas, cuentos
populares.
3. El tercer nivel de legitimación contiene teorías explicitas por las que un sector institucio-
nal se legitima en términos de un cuerpo de conocimiento diferenciado (admin. a cargo de
legitimadores con dedicación exclusiva). La legitimación comienza a transcender la apli-
cación pragmática (2do nivel) y a convertirse en “teoría pura”.
4. Los universos simbólicos constituyen el 4to nivel de legitimación. Aporta el orden para la
aprehensión subjetiva de la exp. biográfica. Los procesos simbólicos son procesos de sig-
nificación que se ref. a realidades que no son las de la exp. cotidiana.
Todos los sectores del orden institucional se integran en un marco de ref. gral.
Por el solo hecho de que el “lado sombrío” tiene su realidad propia, que suele ser siniestra,
constituye una amenaza constante para la realidad “lucida”, establecida y positiva de la vida
en sociedad. Constantemente se sugiere la idea (la idea “insana” por excelencia) de que tal
vez la realidad luminosa de la vida cotidiana no sea más que una ilusión, que en cualquier
instante puede ser devorada por las ululantes pesadillas de la otra realidad, la sombría. Esas
ideas de locura y terror se reprimen ordenando todas las realidades concebibles dentro del
mismo universo simbólico que abarca la realidad de la vida cotidiana, ordenándolas de tal
manera, que esta última realidad retenga su calidad prominente, definitiva y más real”.
Una f. legitimadora de los universos simbólicos que tiene importancia estratégica para la
biografía individual es la de la “ubicación” simbólica de la muerte. Todas las legitimaciones
de la muerte deben cumplir la misma tarea esencial: capacitar al indv. para seguir viviendo
en sociedad dsp. de la muerte de otros significantes y anticipar su propia muerte con un te-
rror que, al menos, se halla suficientemente mitigado como para no paralizar la realización
continua de las rutinas de la vida cotidiana.
El universo simbólico tmb. ordena la historia y ubica todos los acontecimientos colectivos
dentro de una u. coherente que incluye el pasado, el presente y el futuro.
Los orígenes del universo simbólico arraigan en la constitución del hombre. Si el hombre
en sociedad es el constructor de un mundo, esto resulta posible debido a esa abertura al
mundo que le ha sido dada constitucionalmente, lo que ya implica el conflicto entre el orden
y el caos.
b) MEC. CONCEPTUALES PARA EL MANTENIMIENTO DE LOS UNIVERSOS SIM-
BÓLICOS
Mientras que el universo simbólico legitima el orden institucional en su más alto nivel de
generalidad, la teorización acerca del universo simbólico puede ser descrita como legitima-
ción en 2do grado, por así decir.
Todo universo simbólico es incipientemente problemático. El proceso de transmisión de un
universo simbólico una generación a otra plantea un problema intrínseco similar al formu-
lado con respecto a la tradición en gral. La socialización nunca se logra totalmente.
Los dif. mec. conceptuales para el mantenimiento de los universos de que disponemos his-
tóricamente:
La mitología
La teología
La filosofía
La ciencia
Aplicaciones de los mec. conceptuales para el mantenimiento de los universos: la terapia y
la aniquilación.
La terapia debe ocuparse de las desviaciones que se apartan de las def. “oficiales” de la
realidad, tiene que desarrollar un mec. conceptual que dé cuenta de tales desviaciones y
mantenga las realidades cuestionadas. Esto req. un cuerpo de conocimiento que incluya
una teoría de la desviación, un aparato para diagnósticos y un sist. conceptual para la
“cura de las almas”.
La aniquilación, a su vez, utiliza un engranaje similar para liquidar conceptualmente
todo lo que esté afuera de dicho universo. Este procedimiento puede tmb. describirse
como una especie de legitimación negativa. La legitimación mantiene la realidad del uni-
verso construido socialmente; la aniquilación niega la realidad de cualquier fenómeno o
interpretación de fenómenos que no encaje dentro de ese universo.
c) ORGANIZACIÓN SOCIAL PARA EL MANTENIMIENTO DE LOS UNIVERSOS
SIMBÓLICOS
El poder en la sociedad incluye el poder de deter. procesos decisivos de socialización y,
por lo tanto, el poder de producir la realidad. Las teorías son convincentes porque funcio-
nan.
Estas consideraciones implican que siempre existirá una base socio-estructural para rivali-
dades entre def. competitivas de la realidad y que el resultado de la rivalidad resultara deter.
por el desarrollo de dicha base.
Rivalidad no solo teórica, sino tmb practica: se “demuestra” como pragmáticamente supe-
rior en virtud, no de sus cualidades intrínsecas, sino de su aplicabilidad a los intereses socia-
les del grupo que se ha convertido en su “portador”.
Monopolio aludido: sig. que una sola tradición simbólica mantiene al universo en cuestión.
Esto no sig. que en esas sociedades no existan escépticos, sino más bien que lo que hay de
escepticismo no se ha org. socialmente para presentar un reto a los sostenedores de la tradi-
ción “oficial”.
En tanto las def. en competencia de la realidad pueden segregarse conceptual y socialmente
como apropiadas para extranjeros y por el hecho mismo no relevantes para uno mismo, es
posible sostener relaciones bastante amistosas con estos extranjeros. Las dificultades surgen
c/ vez que se franquea la “extrañeza” y aparece el universo desviado como hábitat posible
para la sociedad propia.
Las def. tradicionales de la realidad inhiben el cambio social; inversamente, las rupturas de
la aceptación establecida del monopolio lo aceleran.
Cuando una def. particular de la realidad llega a estar anexada a un interés de poder con-
creto, puede llamársela ideología. Casi no tiene sentido el termino si 2 def. dif. de la realidad
se enfrentan mutuamente en contacto intersocietal. Lo que distingue a la ideología reside más
bien en que el mismo universo gral. se interpreta de maneras dif. que dependen de intereses
creados concretos dentro de la sociedad de que se trate.
Importa recordar que la mayoría de las sociedades modernas son pluralistas, sentido éste
que comparten un universo central, establecido en cuanto tal, y dif. universos parciales que
coexisten en un estado de acomodación mutua. Estos últimos tienen probablemente algunas
f. ideológicas, pero los conflictos abiertos entre las ideologías han sido reemplazados por
grados variables de tolerancia o aun de cooperación.
La revolución: en este caso los intelectuales emprenden la realización de sus designios para
la sociedad en la sociedad. El intelectual revolucionario necesita de otros para confirmar sus
concepciones divergentes.
Las def. de la realidad tienen poder de auto-cumplimiento.
ORG. SOCIAL PROF. GABRIEL VODOVOTZ
La org. social es el conjunto de relaciones que se dan entre los indv. de una sociedad, y los
distintos grupos sociales de la misma.
Émile Durkheim_ según él, “los modos de actuar, pensar y sentir son ext. al indv., y po-
seen un poder de coerción en virtud del cual se imponen a él”. Sostenía que la difusión de los
hechos sociales no se debía a la imitación sino a la influencia que ejercían éstos sobre el
indv. Desarrolló la noción de solidaridad social:
Solidaridad mecánica: Caracteriza a las sociedades tradicionales, donde la cohesión se
basa en la similitud y la homogeneidad.
Solidaridad orgánica: Surge en sociedades más complejas y modernas, donde la inter-
dependencia y la especialización de roles son más prominentes.
Hechos sociales: Son aspectos de la vida social ext. al indv., pero que ejercen un control
sobre él.
Conciencia colectiva: Se ref. al conjunto de creencias, valores y normas compartidos por
los mismos miembros de una sociedad; proporciona un sentido de identidad y cohesión so-
cial, existe fuera de los indv. y es independiente de sus exp. indv.
Anomia social: Se ref. a la falta de normas y reglas claras de una sociedad. Puede surgir
cuando la integración social se debilita, lo que puede conducir a tensiones y disfunciones en
la org. social.
La org. social desempeña f. importantes para el bienestar de la sociedad. La división de
trabajo y la especialización de roles permiten una mayor eficiencia en la producción y dis-
tribución de bienes y servicios.
Argumentó que la sociedad era más que la suma de sus partes.
Gabriel Tarde (1843-1904) _ Negó tajantemente la existencia de una conciencia colectiva
independiente de los indv. Una de sus ideas centrales es la imitación como fuerza social do-
minante, sostenía que es el principal mec. a través del cual las ideas y comportamiento se di-
funden en la sociedad.
Argumentaba que la socialización y la org. social se dan a través de procesos de influen-
cia mutua y conformidad a las normas y valores compartidos.
La sociedad se mueve a través de procesos de imitación competitiva. Se centró en la imita-
ción como un proceso pasivo, y tmb. en la invención como un motor del cambio social.
Veía a la sociedad como un conjunto de interacciones individuales.
George Herbert Mead_ Se centró en la interacción social y la formación de la realidad so-
cial a través de procesos de comunicación y simbolización. La conducta de los indv. lleva
implícita una conducta social más amplia que trasciende al sujeto individual y que a su vez
implica a otros miembros del grupo.
La base del orden social reside en la interacción simbólica, que implica el cambio de sig. a
través de símbolos, palabras y gestos, los indv. atribuyen sig. a los símbolos y responden a
esos sig. en sus interacciones sociales.
Introdujo la idea del “yo”, que es la parte activa y creativa de la personalidad. El “mi” es la
parte internalizada de las expectativas sociales y las normas, mientras que el “otro generali-
zado” representa la perspectiva de la sociedad y de los demás. La interacción entre estos ele-
mentos es esencial para el funcionamiento de yo y la construcción del orden social.
En síntesis, afirma que la persona emerge de la interacción social a través del lenguaje y en
la forma de interacción simbólica.
Peter L. Berger (1929-2017) y Thomas Luckman (1927-2016) _ La realidad es un pro-
ducto socialmente construido a través de la interacción y la comunicación.
Influencias que pudieron haber afectado a los autores, algunos de los antecedentes más re-
levantes son:
Fenomenología: Se interesaron en explorar como los indv. experimentan y dan sentido
al mundo que les rodea.
Sociología del conoc.: Examina cómo las estruc. sociales influyen en la creación y di-
fusión del conoc.
Interacción simbólica y teoría de roles: La teoría de la interacción simbólica, que des-
taca la importancia de los símbolos y la comunicación en la construcción de la reali-
dad social, y la teoría de roles, que se centra en las expectativas y comportamientos
asociados con posiciones sociales.
Teoría funcionalista y teoría de sist.: Aunque la “construcción social de la realidad” no
se adhiere de manera estricta a la teoría funcionalista, la comprensión de las f. sociales
y la estabilidad del orden social influyeron en el enfoque de los autores. Además, la
teoría de sist. sociales tmb. proporcionó un marco para entender la interrelación de
partes en la sociedad.
Contexto histórico de los años 60: Período de cambios sociales significativos. Influyó
en la sensibilidad hacia la dinámica social y la construcción de la realidad en un en-
torno de cambio.
Influencia de Max Weber: Abordó cuestiones relacionadas con la acción social, la in-
terpretación y la comprensión de los sig. subjetivos.
En "La construcción Social de la Realidad", Berger y Luckmann exploran la idea de que la
realidad es un producto de la actv. social y cultural. La obra se centra en cómo los indivi-
duos, a lo largo de su vida, internalizan y aceptan las normas, valores y creencias de la socie-
dad en la que viven. La realidad, según los autores, no es simplemente algo dado o predefi-
nido, sino que es construida por los actores sociales a través de procesos de interacción y co-
municación.
CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD
Según desarrollan en sus escritos, el hombre no tiene un ambiente especifico a dif. de los
animales. Con esto se ref. a que la realidad humana no está deter. exclusivamente por el
entorno físico en el que vive. Los s.h. no están simplemente limitados por sus instintos o su
entorno inmediato; tienen la capacidad de crear sig., símbolos y sist. culturales que les per-
miten comprender y dar sentido al mundo que los rodea.
PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
Estos procesos ocurren principalmente en la familia, la educación y otras instituciones so-
ciales, y contribuyen a la formación de la identidad y la comprensión del mundo por parte de
los indv.
En este enfoque la org. social no es un hecho estático, sino un proceso dinámico y cons-
tante que implica la construcción y reconstrucción constante de la realidad social. Las perso-
nas internalizan estas construcciones sociales a través de su socialización y, por lo tanto, lle-
gan a considerarlas como naturales y evidentes.
La sociedad es una estruc. duradera y organizada que proporciona un marco para la interac-
ción humana y establece patrones de comportamiento. No es algo dado de antemano, sino
que es el resultado de la actv. humana y la construcción de sig. compartido.
EL CARA A CARA
Enfatizan la importancia de la interacción cara a cara como base fundamental de la cons-
trucción de la realidad.
LA TIPIFICACIÓN
Se ref. al proceso mediante el cual las personas clasif. y categorizan fenómenos y situacio-
nes de acuerdo con esquemas preexistentes en sus sociedades. Contribuye a la normalización
de la realidad.
Aunque es un mec. eficiente para la org. social, tmb. puede contribuir a la resistencia al
cambio.
No es estática, es un proceso dinámico que evoluciona a lo largo del tiempo.
Tmb. influye en la identidad personal. Las personas internalizan las tipificaciones asocia-
das con los roles que desempeñan, y esto contribuye a la formación de la identidad indivi-
dual.
PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
Aparece c/ vez que se da “una tipificación reciproca de acciones habitualizadas por acto-
res”.
HABITUACIÓN
Se ref. a la adquisición de hábitos y rutinas a través de la repetición constante de acciones.
Se relaciona con la formación y mantenimiento de las instituciones sociales.
Explican la institucionalización como el proceso mediante el cual las creaciones humanas
son transf. en realidades sociales objetivas y estables. Esto implica que las construcciones
subjetivas, como las normas, los valores y las practicas, se solidifican en estruc. sociales más
duraderas y objetivas a través de la repetición y la consolidación en la vida cotidiana. Una
vez que las construcciones sociales se institucionalizan tienden a volverse estables y resisten-
tes al cambio.
El proceso de objetivación implica que las exp. subjetivas individuales se conviertan en
parte de la realidad social compartida.
EL LENGUAJE
Es el objetivador por excelencia, constituye la base más estable del conoc. y el medio por
el que él mismo se distribuye colectivamente: facilita su comprensión y asimilación.
ROLES
Son patrones de comportamiento y expectativas asociadas con posiciones sociales especifi-
cas en una sociedad. No son caract. inherentes a las personas, sino construcciones sociales.
DIVISIÓN DEL TRABAJO
La forma en la que una sociedad organiza y distribuye las tareas laborales refleja las deci-
siones y acuerdos humanos sobre como estructurar la vida social.
La división de trabajo se institucionaliza en diversas instituciones sociales, como el dif.
educativo, las emp. y las dif. gubernamentales. Estas inter. establecen roles y responsabilida-
des específicos para dif. ocupaciones y contribuyen a la legitimación de la división del tra-
bajo en la sociedad.
MOMENTOS DIALÉCTICOS DEL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
1. Externalización: Las inst. son percibidas como si tuvieran una realidad propia y que se
presenta al indv. como un hecho ext. y coercitivo.
2. Objetivación: Proceso por el que los productos externalizados de la actv. humana, como
normas y roles, alcanzan el carácter de objetividad. Implica la construcción de la realidad
social.
3. Internalización: El mundo social objetivado vuelve a proyectarse en la conciencia du-
rante la socialización. La internalización de estas construcciones sociales contribuye a la
legitimación, ya que los indv. las aceptan como parte natural de su entorno.
Estos son momentos de un proceso dialectico continuo.
“…el indv. no nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socie-
dad, y luego llega a ser miembro de una sociedad…”
Las inst. son patrones establecidos de interacción y comportamiento que han sido legitima-
dos por la sociedad a lo largo del tiempo; tmb. son sist. establecidos de reglas, normas, roles
y prácticas que regulan aspectos específicos de la vida social.
HISTORICIDAD Y CONTROL
Las formas y f. de las inst. no son fijas, sino que están influidas por el desarrollo histórico
de la sociedad.
Las inst. tmb. pueden exhibir resistencia al cambio. Los mec. de control y la resistencia
cultural a nuevas ideas pueden mantener la estabilidad institucional a pesar de las presiones
para el cambio.
REIFICACIÓN
Proceso mediante el cual las construcciones sociales, inicialmente creadas por los s.h., son
percibidas como entidades objetivas e independientes de la actv. humana que las generó.
Puede ocurrir cuando las personas tratan las categorías sociales como si fueran caract. inna-
tas y objetivas, en lugar de construcciones sociales y culturales.
Tmb. plantean la posibilidad de la desreificación, es decir, el reconocimiento de que estas
construcciones sociales son productos de la actv. humana y pueden ser cambiadas o reinter-
pretadas.
BERGER Y LUCKMAN EXPLICAN QUE LA REIFICACIÓN OCURRE A TRAVÉS DE
CIERTOS PROCESOS:
La objetivación
La cristalización de roles e inst.
Naturalización de construcciones sociales
Percepción de realidad objetiva
Inercia social (las personas están fuertemente arraigadas a la percepción de que
ciertas estruc. y normas son inmutables y objetivas)
PROCESO DE LEGITIMACIÓN
El proceso de institucionalización req. tmb. de una legitimación: constituye una objetiva-
ción de sig. de “2do orden”. Su f. consiste en lograr que las objetivaciones de “1er orden” ya
institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disp. y subjetivamente plausibles. Implica la
justificación y el reconocimiento de las int. sociales, normas y roles legítimos y adecuados.
NIVELES DE LEGITIMACIÓN
1. Pre-teórico o incipiente: Las construcciones sociales aún no han alcanzado plenamente el
estatus de realidades objetivas en la conciencia colectiva, están siendo compartidas y
transmitidas entre los miembros de la sociedad.
2. Proposiciones teórico-rudimentarias: Las construcciones sociales han logrado una acepta-
ción s generalizada y han sido incorporadas de manera más arraigada en la conciencia
colectiva de la sociedad.
3. Teorías explicitas: Las construcciones sociales han sido completamente incorporadas en
la identidad colectiva de la sociedad; son vistas como inherentes a la existencia misma de
la sociedad, y cualquier desafío a estas construcciones puede ser percibido como una
amenaza a la identidad colectiva.
4. Universos simbólicos: “Son cuerpos de tradición teórica, que integran zonas de sig. dif. y
abarcan el orden institucional en una totalidad simbólica”. “Al llegar a este niel de legiti-
mación la integración reflexiva de los distintos procesos institucionales alcanza su reali-
zación última. Se crea un mundo”.
SIST. DE LEGITIMACIÓN DE LOS UNIVERSOS SIMBÓLICOS
La mitología
La teología (mientras que la mitología es conocida por todo el cuerpo social, la teología
distingue entre el profano y el especialista).
La filosofía
La ciencia.
Dentro del universo simbólico se ubican tmb. aspectos marginales de la vida de las perso-
nas, como los sueños y las fantasías, a los que el universo simbólico les da una explicación.
Cuando algunos de los habitantes llegan a compartir sus visiones divergentes del universo
simbólico vigente, esta versión, desviada de la original, desafía el “statu quo”, convirtiéndose
en una amenaza para el orden institucional legitimado por el universo simbólico vigente. En
estas circunstancias, es necesario poner en marcha diversos mec. destinados a mantener el
universo legitimado contra el desafío herético.
MEC. DE MANTENIMIENTO DE LOS UNIVERSOS SIMBÓLICOS
La terapia: El sist. legitimador controla y trata las desviaciones, eventualmente curándo-
las, para asumirlas dentro del grupo social.
La aniquilación: Busca la anulación y la eliminación de la amenaza hasta situarla fuera de
la sociedad.
Kenneth J. Gergen _ Sostiene que la realidad es socialmente construida a través de las in-
teracciones y los discursos, y que no existe una realidad objetiva independiente de las inter-
pretaciones humanas (crítica del essentialismo).
Ha enfatizado la importancia de la relacionalidad en la formación de la identidad y la cons-
trucción de sig. Su trabajo destaca cómo las personas se constituyen a través de sus relacio-
nes con los demás y cómo la realidad se construye en el intercambio social.
Multiplicidad de identidades: Las personas tienen múltiples identidades que se desarro-
llan en dif. contextos sociales. Cuestiona la noción de una identidad fija y única.
Deconstrucción de la individualidad: Argumenta en contra de la concepción tradicional
de la individualidad autónoma, sugiriendo que la identidad se forma y se nutre en contex-
tos sociales y relacionales.
Dialogo y conversación: Las personas negocian sig., co-crean realidades y participan en
procesos de construcción conjunta.
Énfasis en el contexto: La realidad social es contextual y depende de las condiciones par-
ticulares en las cuales se desarrollan las relaciones. La realidad no es algo que exista de
manera aislada.
La org. social se concibe como un proceso continuo de construcción colectiva de la reali-
dad. Gergen critica la noción de que existen realidades objetivas o verdades universales y
sostiene que lo que consideramos real y verdadero está en constante evolución y es el resul-
tado de las interacciones sociales.
Se enfoca en la idea de la “realidad relacional”, lo que sig. que nuestras exp. y percepcio-
nes están enraizadas en nuestras interacciones con los demás.
EN RESUMEN
Desde los tiempos más antiguos, la org. social en una cultura ha sido fundamental para la
supervivencia y el desarrollo de las comunidades humanas.
El indv. no existe de manera aislada, sino que forma parte de una estruc. que lo deter., a la
vez que es productor de este sist. que integra.
III. LA SOCIEDAD COMO REALIDAD SUBJETIVA BERGER Y
LUCKMANN
1. INTERNALIZACIÓN DE LA REALIDAD
a) SOCIALIZACIÓN PRIMARIA
El indv. no nace miembro de una sociedad, nace con una predisposición hacia la sociali-
dad, y luego llega a ser miembro de una sociedad. El punto de partida de este proceso lo
constituye la internalización: la aprehensión o interpretación inmediata de un acontecimiento
objetivo en cuanto expresa sig.
Socialización: Inducción amplia y coherente de un indv. en el mundo objetivo de una so-
ciedad o en un sector de él.
La socialización primaria es la 1era por la que el indv. atraviesa en la niñez; por me-
dio de ella se convierte en miembro de la sociedad.
La socialización secundaria es cualquier proceso posterior que induce al indv. ya so-
cializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad.
Se advierte a 1era vista que la socialización primaria suele ser la más importante para el
indv., y que la estructura básica de toda socialización secundaria debe semejarse a la de la
primaria.
Está la identidad que es objetivamente atribuida y la que es subjetivamente asumida.
Recibir una identidad comporta adjudicarnos un lugar específico en el mundo.
La socialización primaria crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va
de los “roles” y actitudes de otros específicos, a los “roles” y actitudes en gral.
Su formación dentro de la conciencia sig. que ahora el indv. se identif. no solo con otros
concretos, sino con una generalidad de otros, o sea, con una sociedad.
Cuando el otro generalizado se ha cristalizado en la conciencia, se establece una relación
simétrica entre la realidad objetiva y la realidad subjetiva. Lo que es real “por fuera” se co-
rresponde con lo que es real “por dentro”.
La biografía subjetiva no es totalmente social. El indv. se aprehende a sí mismo como es-
tando fuera y dentro de la sociedad.

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