
La elaboración de las posiciones persecutoria y depresiva se extiende durante los primeros años de la niñez y
desempeña un papel esencial en la neurosis infantil. En el curso de este proceso las ansiedades pierden
intensidad, los objetos se vuelven menos idealizados y terroríficos, y el yo se unifica más. Todo esto está ligado a
la creciente percepción de la realidad y adaptación a ella.
Si no se ha elaborado bien la posición esquizo-paranoide y no puede manejar el impacto de las ansiedades
depresivas surge un circulo vicioso. Temor persecutorio es muy intenso = el yo no elabora la posición depresiva =
regresión a la posición EP y refuerzo de temores persecutorios y fenómenos esquizoides.
Experiencias externas son muy importantes.
Relación entre los fenómenos esquizoides y maniaco-depresivos:
Siempre se producen fluctuaciones entre la posición esquizoparanoide y la depresiva, que son parte del
desarrollo normal. Por tanto, no puede establecerse una división neta entre los dos estadios del desarrollo;
además, la modificación es un proceso gradual y los fenómenos de las dos posiciones permanecen, durante algún
tiempo y hasta cierto punto, entremezclándose e interactuando. En el desarrollo anormal esta interacción influye,
creo, en el cuadro clínico, tanto de algunas formas de esquizofrenia como de las perturbaciones maníaco-
depresivas.
Ejemplo: una paciente maniaco-depresiva durante una parte del análisis asociaba muy libremente proporcionaba
sueños y material para el mismo. No obstante, no había respuesta emocional a mis interpretaciones y sí un gran
desprecio por ellas. muy raramente se producía una confirmación consciente de lo que yo le sugería, pero el
material con el que respondía a estas interpretaciones reflejaba sus efectos inconscientes. la fuerte resistencia
exhibida en esa época parecía provenir de una sola parte de su personalidad. No solo había partes de su
personalidad que no cooperaban conmigo, sino que no cooperan entre sí. La mezcla de rasgos esquizoides y
maníaco depresivos era la que determinaba la naturaleza de su enfermedad. Por ejemplo, había sesiones en las
que la paciente estaba evidentemente muy deprimida llena de auto reproches y sentimientos de desvalorización.
pero cuando le interpretaba estas emociones decía que no las sentía.
Algunas defensas esquizoides:
Enfermos esquizoides → más difíciles de tratar que los maniacos depresivos. Tienen una actitud más retraída, los
elementos narcisistas de sus relaciones de objeto, una distante hostilidad con el analista, crean una resistencia
muy difícil. Creo que en parte los procesos de escisión son los que explican el fracaso del paciente para establecer
contacto con el analista y la falta de respuesta a sus interpretaciones. “Oigo lo que usted dice. Puede tener razón,
pero para mí no tiene significado...". No hay un rechazo de las interpretaciones activo, sino que parece que hay
partes y emociones escindidas.
Ejemplo: el paciente hizo comparaciones con personas de más éxito y más afortunadas que él, estas observaciones
se relacionaban también conmigo. Cuando le interprete que estos sentimientos estaban dirigidos contra el analista
y quería destruirme su estado de ánimo cambió súbitamente. Dijo que se sentía alejado de toda la situación que
ya no deseaba nada y nada valía la pena como para preocuparse por ella mis interpretaciones giraron alrededor
de las causas de este cambio de humor, le sugerí que en el momento de mi interpretación el peligro de destruirme
se le había hecho muy real y que la consecuencia inmediata era el temor de perderme. En vez de sentir depresión
y culpa trato ahora de manejar estos peligros por medio de un método especial de escisión. Como sabemos bajo
la presión de la ambivalencia el conflicto y la culpa, el enfermo escinde a menudo la figura del analista entonces
este puede ser a veces amado y a veces odiado. O puede escindirse la relación con él en forma tal que sigue siendo
la figura buena tómala mientras alguna otra persona se convierte en la figura opuesta. Pero éste no fue el tipo de
escisión que tuvo lugar en nuestro caso. El paciente escindió aquellas partes del sí mismo que sentía peligrosas y
hostiles hacia el analista, dirigió sus impulsos destructivos desde su objeto hacia su uso con el resultado de que
partes de su yo dejaron temporariamente de existir.
La violenta escisión y destrucción de una parte de su personalidad bajo la presión de la ansiedad y culpa constituye
un importante mecanismo esquizoide.
Ansiedad latente en pacientes esquizoides:
Pacientes esquizoides → carencia de emoción → ausencia de ansiedad = falta un importante sostén para el
análisis.
Esta falta de ansiedad es solo aparente. Porque los mecanismos esquizoides implica una dispersión de las
emociones, incluyendo la ansiedad, pero estos elementos dispersos siguen existiendo en el paciente. Tienen
ansiedad latente que es mantenida de esa forma por el temor de dispersión. El sentimiento de estar
desintegrado, de ser incapaz de experimentar emociones, de perder los propios objetos, es en realidad el
equivalente de la ansiedad.
Cuando faltaban las emociones, las relaciones eran vagas e inciertas y se sentían perdidas partes de la
personalidad, todo parece muerto → ansiedad muy seria.