extrínsecos del globo ocular y termina en el músculo recto lateral cerca del extremo
posterior de dicho músculo (figs. 176 y 178).
J
COMUNICACIONES.
Este nervio se comunica con el plexo simpático carotídeo interno.
VII PAR: NERVIO FACIAL Y NERVIO INTERMEDIO
El nervio facial es un nervio mixto formado por dos raíces:
una motora, que consti-
tuye el nervio facial propiamente dicho; también comprende fibras del sistema vegetati-
vo que controlan la secreción lagrimal;
la otra es el nervio intermedio (de Wrisberg); esta
segunda raíz es sensitiva, pero comprende también fibras vegetativas que inervan las
glándulas linguales, submandibular y sublingual (v. tomo 4, Sistema nervioso parasimpático).
J
ORIGEN REAL Y APARENTE.
La raíz motora nace del núcleo del nervio facial situado
en la sustancia reticular gris del puente. Sale del sistema nervioso central por la parte
lateral del surco bulbopontino (fig. 186), después de un trayecto intrapontino comple-
jo que describiremos junto con la vía motora principal (v. tomo 4). Las fibras vegetativas
proceden de dos núcleos situados posteriormente al núcleo motor: los núcleos para-
simpáticos del nervio facial.
La raíz sensitiva tiene su origen en el ganglio geniculado, situado en el trayecto del
nervio facial, a la altura de su primer codo intrapetroso. Las prolongaciones celulífugas
de las células del ganglio geniculado constituyen las fibras sensitivas del nervio interme-
dio.
Estas fibras penetran en el sistema nervioso central a la altura del surco bulbo-
pontino, laterales al nervio facial y mediales al nervio vestibulococlear (fig. 186), y ter-
minan finalmente en la parte superior del núcleo del tracto solitario.
J
TRAYECTO.
Desde el surco bulbopontino, las dos raíces del nervio facial se dirigen
lateral, anterior y superiormente y se introducen en el conducto auditivo interno (fig. 180).
Al llegar al fondo de este conducto, las dos raíces penetran en el conducto facial y
lo recorren en toda su extensión (fig. 187). El nervio presenta, al igual que el conducto,
tres porciones o segmentos:
a) el primer segmento, de 3 a 4 mm de longitud, co-
mienza en el orificio del conducto facial, en el fondo del conducto auditivo interno;
es oblicuo anterior y lateralmente y perpendicular al eje de la porción petrosa del
hueso temporal;
b) el segundo segmento, de aproximadamente 1 cm de largo, es
oblicuo posterior y lateral y un poco inferiormente, y está situado en un plano hori-
zontal casi paralelo al eje mayor de la porción petrosa del hueso temporal, y
c) el ter-
cer segmento es vertical, comienza inferiormente a la entrada al antro mastoideo y ter-
mina en el agujero estilomastoideo; mide aproximadamente 15 mm de longitud.
Al salir de la porción petrosa del hueso temporal, el nervio penetra en la parótida,
donde se divide en sus ramos terminales.
J
RELACIONES.
En la cavidad craneal, los nervios facial e intermedio pasan sobre el
hueso occipital y la cara posterosuperior de la porción petrosa del hueso temporal,
inferiormente al puente y al pedúnculo cerebeloso medio, en el confluente subarac-
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NERVIOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO
NERVIOS CRANEALES
297
noideo pontocerebeloso (v. tomo 4). El nervio facial es primero anterior y después
superior al nervio vestibulococlear; el nervio intermedio está situado entre el nervio
facial y el nervio vestibulococlear (de ahí su nombre)
(fig. 189).
En el conducto auditivo interno, el nervio vestibulococlear adopta la forma de un ca-
nal cóncavo superiormente, en el cual descansan los nervios facial e intermedio. Las
meninges y los espacios supra y subaracnoideos forman las vainas comunes a los tres
nervios y se prolongan hasta el fondo del conducto auditivo interno. Junto con los ner-
vios, en el conducto auditivo interno penetra la arteria laberíntica.
En la primera porción del conducto facial, los nervios facial e intermedio son todavía
distintos y están situados entre la cóclea y el vestíbulo (fig. 189). En el extremo lateral
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NERVIOS CRANEALES
298
Conducto semicircular lat.
Conducto
semicircular ant.
N. facial
N. intermedio
N. petroso menor
N. petroso mayor
A. carótida int.
Cóclea
N. petroso prof.
N. timpánico
Cuerda del tímpano
Cuerda del tímpano
N. alveolar inf.
N. mandibular
N. facial
Lámina fibrosa
que cubre el agujero
rasgado
Ganglio
geniculado
Fig. 187
Nervio facial intrapetroso y nervio timpánico. En esta figura, la cuerda del tímpano se pierde en el
interior del nervio alveolar inferior y no se ve el lugar donde aborda el nervio lingual; dicho punto es un poco
inferior a la región aquí representada.
de este segmento, el nervio facial cambia de dirección para continuar su trayecto en la
segunda porción del conducto facial. Forma un primer codo situado frente al hiato del
conducto del nervio petroso mayor. En la cara anterior de este primer codo, denomi-
nado rodilla del facial, se encuentra el ganglio geniculado. Este ganglio, de forma cóni-
ca y vértice anterior, se confunde por su base con el tronco nervioso.
El nervio intermedio penetra en el ganglio y, a partir de este punto, este nervio y
el nervio facial propiamente dicho se unen en un solo cordón nervioso.
En la segunda porción del conducto facial, el nervio facial está situado sobre la pared medial
de la cavidad timpánica, superior y posteriormente a la fosita de la ventana vestibular (fi-
gura 187). Este segundo segmento del nervio facial termina inferiormente a la entrada al
antro mastoideo, donde el conducto facial se acoda por segunda vez para hacerse vertical.
En la tercera porción, vertical, del conducto facial, el nervio facial desciende posteriormen-
te al conducto del músculo estapedio, en el espesor del muro óseo que separa la cavidad
timpánica del antro mastoideo y de las celdillas mastoideas (fig. 187) (para más detalles,
v. pág. 430 y principalmente Celdas mastoideas, pág. 439). En esta porción de su trayecto,
el nervio es casi vertical y ligeramente oblicuo inferior y lateralmente (v. pág. 439).
En el interior del conducto facial, el nervio facial está acompañado por la arteria es-
tilomastoidea, que es una rama de la arteria auricular posterior.
Al salir del conducto facial por el agujero estilomastoideo, el nervio facial se dirige
inferior, anterior y lateralmente, cruza la cara lateral de la base de la apófisis estiloi-
des y penetra en la parótida pasando entre los músculos digástrico y estilohioideo.
En la parótida, el nervio facial, que es oblicuo anterior, inferior y lateralmente, llega
a la cara lateral de la vena yugular externa, donde se divide en dos ramos terminales.
En su trayecto intraparotídeo, el nervio facial y la parte inicial de sus ramos termina-
les discurren en un plano celulofibroso que divide la glándula parótida en dos lóbulos,
uno superficial y otro profundo (v. Glándula parótida, pág. 479).
J
DISTRIBUCIÓN.
El nervio facial proporciona:
a) ramos colaterales intrapetrosos,
que nacen del tronco nervioso en la porción petrosa del hueso temporal;
b) ramos
extrapetrosos, que se desprenden del nervio facial inferiormente al agujero estilo-
mastoideo, y
c) ramos terminales.
1. Ramos colaterales intrapetrosos. Estos ramos nacen del nervio facial en el con-
ducto facial. Son seis: el nervio petroso mayor, el ramo comunicante con el plexo
timpánico, el nervio estapedio, la cuerda del tímpano
(fig. 187), el ramo sensitivo del
conducto auditivo externo y el ramo comunicante con el nervio vago.
a) NERVIO PETROSO MAYOR. Este nervio se desprende del vértice del ganglio geniculado,
se dirige anteriormente y sale de la porción petrosa del hueso temporal por el hiato
del conducto del nervio petroso mayor. Discurre después por la cara anterosuperior
de la porción petrosa del hueso temporal en un surco óseo que es continuación del hia-
to, pasa inferiormente al ganglio trigeminal y recibe en este trayecto el nervio petroso
profundo y después un filete comunicante del plexo simpático carotídeo interno. De la
unión de los nervios petroso mayor y petroso profundo y del filete simpático, se forma
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NERVIOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO
NERVIOS CRANEALES
299
el nervio del conducto pterigoideo (nervio vidiano). Éste atraviesa el tejido fibroso que cu-
bre el agujero rasgado, recorre de posterior a anterior el conducto pterigoideo y de-
semboca en el ganglio pterigopalatino (fig. 207). El nervio petroso mayor inerva, por
medio de este ganglio, la mucosa buconasofaríngea y la glándula lagrimal (v. fig. 206).
b) RAMO COMUNICANTE CON EL PLEXO TIMPÁNICO. Desde su origen lateral en el ganglio
geniculado, el ramo comunicante con el plexo timpánico menor se dirige anteriormen-
te, atraviesa el hiato del conducto del nervio petroso menor y se desliza en un surco de
la cara anterosuperior de la porción petrosa del hueso temporal, lateralmente al nervio
petroso mayor. Este nervio recibe, poco después de su origen, el nervio petroso menor.
Después, engrosado además por una comunicación del plexo que rodea la arteria me-
níngea media, atraviesa la base del cráneo bien por el agujero petroso bien por la fisura
esfenopetrosa o por el agujero rasgado, y penetra en el ganglio ótico (v. fig. 206).
c) NERVIO ESTAPEDIO. Se desprende del segmento vertical del facial y se dirige hacia el
músculo estapedio atravesando la delgada pared que separa el músculo del conducto facial.
d) CUERDA DEL TÍMPANO. La cuerda del tímpano nace del nervio facial 2 o 3 mm su-
periormente al agujero estilomastoideo. Desde ese punto presenta un trayecto recu-
rrente superior y lateral y un poco anterior, y se introduce en un conducto óseo, el con-
ductillo de la cuerda del tímpano. Penetra en la cavidad timpánica a través de un orificio
situado en la pared posterior de ésta, entre la eminencia piramidal del músculo esta-
pedio, que es medial, y el surco timpánico, que es lateral; está, no obstante, muy cer-
ca de este último, es decir, de la inserción de la membrana timpánica.
En la cavidad timpánica, la cuerda del tímpano se dirige anteriormente dentro del
pliegue anterior del martillo y rodea la cara medial del cuello del martillo. Pasa por el
surco maleolar de la porción timpánica del hueso temporal (v. pág. 429) y emerge de
la cavidad timpánica por la abertura del conductillo de la cuerda del tímpano, excavada en
el espesor de la fisura petrotimpánica (Hovelacque y Rheinhold). La cuerda sale de la
base del cráneo cerca de la espina del hueso esfenoides.
La cuerda del tímpano se inclina entonces inferior y anteriormente, pasa lateral-
mente a la fascia interpterigoidea y medialmente al nervio alveolar inferior, y se une al
nervio lingual. A través del nervio lingual, las fibras de la cuerda del tímpano van a
los ganglios nerviosos submandibular y sublingual, cuyos ramos eferentes se dirigen a
las glándulas submandibular y sublingual (v. fig. 206).
e) RAMO SENSITIVO DEL CONDUCTO AUDITIVO EXTERNO. Este filete nervioso se des-
prende del nervio facial a la altura o un poco inferiormente al agujero estilomastoideo,
rodea el borde anterior de la apófisis mastoides inmediatamente inferior al conducto
auditivo externo y penetra en la pared posterior de dicho conducto, al cual inerva, así
como a una porción de la membrana timpánica.
f) RAMO COMUNICANTE CON EL NERVIO VAGO (Cruveilhier). Nace 4 o 5 mm superior-
mente al agujero estilomastoideo y se introduce por un canalículo óseo intrapetroso
hasta la fosa yugular, donde desemboca por el conductillo mastoideo. Se une poco
después al ganglio superior del nervio vago (v. este nervio). Según algunos autores,
tendría continuación con el ramo del conducto auditivo externo y formaría con éste el
ramo auricular del nervio vago.
NERVIOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO
NERVIOS CRANEALES
300
2. Ramos colaterales extrapetrosos. El nervio facial, inferiormente a la porción pe-
trosa del hueso temporal, proporciona cuatro ramos: el ramo comunicante con el
nervio glosofaríngeo, el nervio auricular posterior, los ramos de los músculos esti-
lohioideo y digástrico y el ramo lingual (fig. 188).
a) RAMO COMUNICANTE CON EL NERVIO GLOSOFARÍNGEO (ASA DE HALLER). Se despren-
de del nervio facial inmediatamente inferior al agujero estilomastoideo, cruza la cara
anterior de la vena yugular interna y termina en el ganglio inferior del nervio glosofa-
ríngeo. Es inconstante.
b) NERVIO AURICULAR POSTERIOR. Nace del nervio facial algunos milímetros infe-
riormente al agujero estilomastoideo; este ramo rodea anteriormente el vientre pos-
terior del músculo digástrico y después el borde anterior de la apófisis mastoides.
Se comunica en la cara lateral de la apófisis mastoides con el nervio auricular mayor
del plexo cervical y se divide en dos ramos secundarios: uno ascendente para los
músculos auricular posterior y auricular superior y para los músculos de la cara me-
dial de la oreja; otro horizontal destinado al vientre occipital del músculo occipito-
frontal.
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NERVIOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO
NERVIOS CRANEALES
301
Comunicante del n. temporal
con el n. auriculotemporal
Ramo cigomático
Parótida
Conducto parotídeo
N. infraorbitario
Ramos temporal y cigomático
N. auriculotemporal
Ramo para el
m. occipital
Ramo para los
mm. auriculares
N. auricular post.
N. facial
N. del m. digástrico
Comunicante con el plexo cervical
Ramos marginal de la mandíbula
y cervical
Fig. 188
Porción extrapetrosa del nervio facial.
c) RAMOS DE LOS MÚSCULOS ESTILOHIOIDEO Y VIENTRE POSTERIOR DEL DIGÁSTRICO. Na-
cen del nervio facial un poco inferiormente al precedente, bien por separado bien, más
a menudo, mediante un tronco común. El ramo del músculo digástrico suele comuni-
carse con el nervio glosofaríngeo; esta comunicación sustituye el ramo comunicante
con el nervio glosofaríngeo (Guerrier y Colin).
d) RAMO LINGUAL. El ramo lingual se observa raramente y parece suplir el ramo comu-
nicante con el nervio glosofaríngeo o la comunicación inconstante que une el ramo del
músculo digástrico con el noveno par. Este ramo se desprende del facial en la proximi-
dad del origen de los ramos precedentes. Se dirige inferior y anteriormente, a lo largo
del músculo estilogloso, y termina cerca de la base de la lengua, donde se comunica con
el nervio glosofaríngeo (fig. 195). De esta comunicación nacen los filetes para la mucosa
de la base de la lengua, así como para los músculos palatogloso y estilogloso.
3. Ramos terminales. El nervio facial se divide, en la cara lateral de la vena yugu-
lar externa, en dos ramos terminales: temporofacial y cervicofacial (fig. 188).
a) RAMO TEMPOROFACIAL. Este ramo se dirige anteriormente, se comunica con el nervio
auriculotemporal y se divide enseguida en numerosos ramos destinados a los músculos
cutáneos del cráneo y de la cara, situados superiormente al orificio bucal. Los ramos ter-
minales del ramo temporofacial discurren en principio entre los dos lóbulos de la paró-
tida (v. Región parotídea). En ese punto, numerosas comunicaciones los unen entre sí y
también con el ramo cervicofacial; así se forma el plexo intraparotídeo. Los ramos salen
de la parótida a lo largo de sus bordes anterior y superior y divergen hacia su territorio.
Se distinguen, de superior a inferior:
ramos temporales destinados al músculo au-
ricular anterior y a los músculos de la cara lateral de la oreja;
ramos frontales y palpe-
brales para el vientre frontal del músculo occipitofrontal, los músculos corrugador de
la ceja, prócer y orbicular del ojo;
ramos cigomáticos (infraorbitarios) destinados a los
músculos cigomáticos mayor y menor, elevador del ala de la nariz y del labio superior,
milohioideo, porción transversa del músculo nasal, elevador del labio superior y de-
presor del tabique;
ramos bucales superiores para el músculo buccinador y para la mi-
tad superior del músculo orbicular de la boca.
b) RAMO CERVICOFACIAL. El ramo cervicofacial discurre entre los dos lóbulos parotí-
deos inferior, anterior y lateralmente, se comunica con el nervio auricular mayor del
plexo cervical, y se divide en numerosos ramos en las proximidades del ángulo de la
mandíbula, pero en general un poco superior y posteriormente a éste. Estos ramos
están destinados a los músculos cutáneos de la cara y del cuello situados inferior-
mente al orificio bucal. Son:
ramos bucales inferiores, destinados al músculo risorio y
a la mitad inferior del músculo orbicular de la boca;
ramo marginal mandibular (ramos
mentonianos) para los músculos depresor del ángulo de la boca, depresor del labio
inferior y mentoniano, y
un ramo cervical para el platisma. Este último se comunica
con el nervio transverso del cuello del plexo cervical.
Los ramos temporofacial y cervicofacial del nervio facial se encuentran constante-
mente comunicados en la parótida por una
comunicación paraductal, que cruza la cara
lateral de la porción inicial del conducto parotídeo (Pons Tortella).
NERVIOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO
NERVIOS CRANEALES
302
J
COMUNICACIONES.
El nervio facial presenta numerosas comunicaciones con los
nervios vecinos. Ya hemos señalado aquellas que lo unen a los ganglios ótico y pteri-
gopalatino mediante los nervios petrosos, a los nervios vago, glosofaríngeo y lingual a
través de la cuerda del tímpano, al nervio auriculotemporal y al plexo cervical. Ade-
más está comunicado con el nervio vestibulococlear por medio de dos delgados filetes
que proceden respectivamente del nervio intermedio y del ganglio geniculado. Final-
mente, un número variable de comunicaciones relacionan los ramos terminales del
nervio facial con las ramificaciones periféricas vecinas de los ramos sensitivos del ner-
vio trigémino (supraorbitario, infraorbitario, bucal y mentoniano).
J
ANATOMÍA FUNCIONAL DEL NERVIO FACIAL.
El nervio facial es, en principio, el ner-
vio de la mímica; los diferentes músculos faciales reciben su inervación del nervio facial.
Accesoriamente, desempeña un papel en la transmisión de los sonidos, ya que
inerva el músculo estapedio, cuya contracción disminuye la presión en el interior del
oído interno.
El nervio facial es también un nervio sensitivo y sensorial: conduce la sensibilidad
del tercio medio de la oreja, del conducto auditivo externo y del tímpano.
Mediante las fibras de la cuerda del tímpano que se unen al nervio lingual, asegu-
ra la sensibilidad gustativa del vértice y de los bordes de la lengua (salado, ácido).
Por último, el nervio facial controla, gracias al nervio trigémino, que conduce sus fi-
bras vegetativas a su territorio terminal, las secreciones lagrimal, nasal y salival de las
glándulas submandibular y sublingual.
VIII PAR: NERVIO VESTIBULOCOCLEAR
El nervio vestibulococlear es un nervio sensorial, constituido por dos partes: el
nervio coclear y el nervio vestibular (fig. 189). El nervio coclear recoge las impresiones au-
ditivas en el oído interno y las transmite a los centros nerviosos. El nervio vestibular
recoge y conduce las impresiones destinadas a mantener el equilibrio.
J
ORIGEN REAL.
Las dos partes del nervio vestibulococlear tienen su origen real en
ganglios periféricos análogos a los ganglios espinales.
El
ganglio de origen del nervio coclear es el ganglio coclear o ganglio espiral (de Corti). Este
ganglio ocupa en la cóclea toda la extensión del conducto espiral del modiolo. Las pro-
longaciones protoplasmáticas de las células de este ganglio se extienden desde el ór-
gano espiral al ganglio, pasando por los conductos longitudinales del modiolo. Los
axones de las células del ganglio coclear constituyen las fibras del nervio coclear. Este
nervio penetra en el puente por el extremo lateral del surco bulbopontino y termina
anteriormente al pedúnculo cerebeloso inferior en los dos núcleos denominados
núcleo
coclear posterior y núcleo coclear anterior (v. tomo 4).
El
ganglio de origen del nervio vestibular se llama ganglio vestibular (de Scarpa). Está si-
tuado en el fondo del conducto auditivo interno. Las prolongaciones protoplasmáticas
de las células del ganglio vestibular conducen las impresiones procedentes del utrícu-
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