Como ocurre con el resto de nuestro organismo, la fisiología renal está ligada a la estructura del
aparato excretor renal, diseñada para mantener un flujo unidireccional. Este flujo hará que la orina,
que inicia su formación en los riñones, órganos principales del sistema, pase a través de los uréteres
a la vejiga urinaria para su almacenamiento, para que posteriormente pueda ser eliminada a través
de la uretra. Para que esta actividad se lleve a cabo, los riñones cuentan con una vascularización
muy significativa, que facilita que, a pesar de su pequeño tamaño, reciban aproximadamente un 20%
del gasto cardiaco. Además, una destacada inervación por fibras nerviosas simpáticas, regula entre
otras actividades la liberación de renina, el flujo sanguíneo renal o la reabsorción de Na+ en las
células tubulares.
2. CARACTERISTICAS MORFO-FUNCIONALES DE LOS RIÑONES. LA NEFRONA
Desde un punto de vista macroscópico
(Figura 1), los riñones son dos órganos ovalados con una
indentación medial. Miden aproximadamente 11 x 7 x 3 cm y pesan unos 150 g, siendo normalmente
el riñón izquierdo algo mayor que el derecho. Los riñones se localizan en la zona retroperitoneal, en
la pared posterior del abdomen a ambos lados de la columna vertebral, desde la altura de la última
vértebra dorsal hasta por encima de la tercera vértebra lumbar. El riñón derecho suele estar algo
más bajo que el izquierdo, debido a la ocupación del espacio derecho por otros órganos
abdominales, como el hígado. La cara medial de cada riñón contiene una región con una muesca,
llamada hilio, por la que pasan la arteria y la vena renales, los vasos linfáticos, la inervación y el
uréter.
En un corte sagital del riñón pueden observarse las estructuras que conforman el órgano y que
clásicamente se conocen como corteza externa y regiones internas de la médula. La médula se
divide en 8-10 masas de tejido en forma de cono llamadas pirámides renales. La base de cada
pirámide se origina en el borde entre la corteza y termina en la papila, que se proyecta en el espacio
de la pelvis renal. El borde externo de la pelvis renal se divide en los cálices mayores, que se
extienden hacia abajo y se dividen en los cálices menores, que recogen la orina de los túbulos de
cada papila.
A nivel microscópico, se establece una unidad funcional renal, la nefrona
(Figura 2). Cada riñón
humano contiene alrededor de 800.000 a 1.000.000 nefronas, cada una de las cuales es capaz de
formar orina. A lo largo del envejecimiento renal normal, por lesión o por enfermedad, el número de
nefronas se puede reducir gradualmente debido a que no se pueden regenerar. Sin embargo, la
pérdida de nefronas no suele comprometer la función renal porque se producen cambios adaptativos