
atrás y conservar, a la vez. Y esas imágenes conservadas y superadas constituyen, final//, la realidad interna esencial de
los g.s humanos.
Ficha 2481 “Grupo y producción” de Regina Benevides
Grupo- espacio: individualización/totalización
En la puerta del siglo XXI cuando observamos el creciente proceso de individualización y privatización de las prácticas
sociales y psíquicas, el “grupo” se nos presenta como una posibilidad de poner en cuestión la problemática de la
economía del deseo, de los procesos de subjetivación. Es en este contexto que la oposición individuo-grupo gana
legitimidad. Vemos desarrollarse, teorías individualista, en la que los individuos constituyen la única realidad, cuando
ellos se juntan por motivación, necesidad o características personales, en este ámbito el grupo no existe. Por otro lado,
las tesis grupasionistas que consideran el grupo como una entidad distinta de los individuos que la componen.
Tanto en cuanto en otra explicación, individuo y grupo son apenas polos de un par antitético. En realidad, la antitesis
individuo-grupo tomo lugar en otro anterior individuo-sociedad. El grupo viene a insertarse como intermediario de la
relación individuo-sociedad. Lo que se percibe es la insistencia de lo “social” como algo externo al individuo
manteniéndose la misma lógica disyuntiva (interno-externo, individuo-grupo).
La inconsistencia en la noción de grupo a partir de cinco elementos constitutivos, aunque variables (pluralidad de
individuos, objeto común, espacio dado, tiempo definido y contexto social) refuerza la idea que venimos desarrollando
hasta aquí de que el grupo:
1) ha sido definido con base a la noción de individuo,
2) mantiene la dupla dicotomía individuo-grupo, grupo-sociedad colocándose como intermediario cuya especificidad es
garantizar, por un lado, el llamado estrato subjetivo y por el otro, el estrato social,
3) es considerado como estructura, cuyo funcionamiento tiene al equilibrio,
4) considera el tiempo en su expresión especializada, o sea, cronológica.
Grupo-tiempo: multiplicidad/producción
El grupo se presenta como una posibilidad de cuestionar la problemática de la economía del deseo, de los procesos de
subjetivación. La noción de subjetividad no pude, por lo tanto, ser confundida con la de individuo. En realidad, el
individuo habita hechos, gestos, formas de pensar y sentir; la subjetividad esta circulando en los conjuntos sociales y es
asumida y vivida por individuos en sus existencias particulares.
Los sujetos-individuos son efecto de un capitalismo en serie que invierte en el deseo como siendo algo del individuo, y
en lo social como siendo algo que se construye a partir del deseo individual.
Aquí se abre el segundo punto de inflexión: superar la dupla dicotomía individuo-grupo, grupo-sociedad.
El grupo es pensado a partir del modo de subjetivación individualizante y en este sentido se ve como intermediario entre
un nivel que seria mas individual y otro que seria mas social. Peros si deslizamos la noción de grupo hacia la noción de
subjetividad, encontramos multiplicidad y provisioriedad. En este caso, el grupo deja de ser como los individuos se
organizan, para se un dispositivo. El grupo como dispositivo analítico podrá servir a las descristalizaciones de lugares y
roles que el sujeto-individuo construye y reconstruye en sus historias. Si tomamos el grupo como dispositivo,
accionamos su capacidad de trasformarse, de desterritorializarse, de irrumpir en devenires que nos saquen del lugar
intimista y privatista en que fuimos colocados como individuos.
El grupo como estructura. La noción de estructura grupal en la que la transformación en cada uno de los elementos
abarrería una modificación en todos los otros. Por lo tanto, lo que caracteriza el funcionamiento de la estructura es su
tendencia al equilibrio.
Cuando pensamos el grupo como un dispositivo y lo descentramos de los individuos, entramos en contacto con la
problemática de la producción de las maquinas de un tiempo irreversible. El grupo dispositivo- maquina se instala n el
caos, en los flujos mas diversos, posibilitando la irrupción de lo inesperado donde estaba lo ya naturalizado. El tiempo
del grupo, qui, es el tiempo de los comienzos innumerables, de la producción de los acontecimientos. Su función de
dispositivo crea fluctuaciones y tensiones que no buscan el equilibrio sino la invención de bifurcaciones que den pasaje a
las rupturas operadas. Hacer confluir los puntos de ebullición a partir de los cuales nuevas bifurcaciones sean posibles,
es intentar abrir posibilidades de desordenar el modo de producción de subjetividades capitalistas.
Clínica Grupal de Regina Benevides
En las décadas del 80 y 90 se observa una devaluación del grupo, una disminución de la oferte de espacios terapéuticos
grupales, poca insistencia en la utilización de practicas grupales en los servicios de atención “psi” de la red publica.
Esto se confirma la disminución de la demanda de grupos se debe a la falta de desarrollo teórico en el área, cuestiones
relacionadas al encuadre, aspectos técnicos diversos, la falta de respeto por las individualidades, la falta de sigilo en el
grupo, la difusión del psicoanálisis lacanianao y la inhibición de agresividad, ya que ene el grupo las relaciones tienden a
ser amorosas. En algunas situaciones llegaron a sobrevenir como un recurso de segunda categoría. Tendremos entonces,
en el primer caso, un grupo muerto, y en el segundo, un grupo desvitalizado, casi muerto.
¿Habrá realmente un muerto/casi muerto?
Rastreando el vocablo, un grupo significaba un tipo de pintura característicos del s. XVI en el cual se retrataba un
“conjunto de personas colocado de forma circular” y el termino se habría expandido en el siglo XVIII para significar
“reunión de personas”. Encontramos, así, dos significaciones principales asociadas al grupo: círculo y lazo (cohesión).
El “grupo retrato” pasa a “grupo institución”. La institución grupo asume la función intermediadota entre las otras dos
unidades, individuo y sociedad, y se convierte, también en una unidad. La sociedad, el individuo y el grupo. Tres
unidades, tres totalidades. Tomando esta triada podríamos decir que el modo de subjetivización que ahí se opera es el
mismo: un modo individuo, que ve compuestos utilitarios con relaciones mutuamente interdependientes y busca el
equilibrio de las partes.
Si entendemos al grupo como algo que intermedia, acompaña y producto modos individualizados de subjetivación, solo
se le podría considerar muerto y enterrado por su forma, pero no por su función subjetivadora. En este sentido,
afirmamos que la función subjetivadota individualizante permanece dominante en las practicas psi, sean individuales o
grupales.