
Principales características de este modelo:
1) Valuación de los bienes al incorporarse al patrimonio: El criterio general es
asignarles su costo de adquisición o producción, según corresponda. Por lo general,
el costo de adquisición o producción va a ser representativo del valor corriente de
los bienes a ese momento, por lo cual es valido tomarlo como criterio para valuar los
bienes que se incorporan en el patrimonio, aunque en el caso de que al cierre del
ejercicio se apliquen valores corrientes.
2) Reconocimiento de ingresos: Este no exige que allá una transacción terminada,
que exista una venta, para reconocer resultados positivos. Se reconocen cuando
están realizados, es decir, cuando provienen de una transacción en firme y se
reconocen ganancias por tenencia (un activo o pasivo genera una medición mayor,
o menos, que la original). Los modelos que aplican valores corrientes van a
reconocer tanto resultados negativos como positivos por la tenencia de bienes.
3) Valuación de activos al cierre del ejercicio: El criterio de prudencia: Se mantiene
un criterio de prudencia en el sentido de que los activos no deben ser sobrevaluados
y, por lo tanto, no pueden exceder un valor tope o límite, dado por su valor
recuperable. Pero hay una reformulación del criterio de prudencia tradicional, en el
sentido de que ya no debe asignarse al activo el menor de todos los valores
alternativos. En efecto, la base para la valuación de las partidas es su valor
corriente, aunque sea superior al costo histórico. Una vez establecido el valor
corriente, se lo comparara con el valor recuperable, optándose por el menor.
Resultados Reconocidos por este modelo: Transaccionales, tenencia negativa y
positiva.
Ámbito de aplicación: Los criterios aplicados en nuestro país desde septiembre de
1995 se asemejan a este modelo. En marzo de 1996, la Federación Argentina de
Consejos Profesionales emitió un pronunciamiento por el cual se considera que la
moneda corriente –no ajustada por inflación- cumple con el requisito de moneda
constante u homogénea, siempre que la inflación anual no exceda el 8%.
Comparación entre el modelo 3 y 4:
• En cuanto al total del activo en ambos casos es igual ya que todas las partidas se
presentan por su valor corriente.
• El capital en el modelo sin ajuste por inflación (moneda heterogénea) al no tomar
en cuenta la inflación será menos que el del modelo con ajuste por inflación
(moneda homogénea) por lo que la ganancia retenida será mayor.
• Al no tomar en cuenta la inflación, si esta existe, resulta que se determinan
ganancias por tenencia resultantes de comprar valores corrientes de los bienes en
moneda de hoy, con el costo original de adquisición de los mismos, en moneda de
varios meses atrás. Además, se omite la exposición del resultado por exposición a
la inflación. En síntesis, tiende a sobredimensionar la ganancia, por que el total del