
● TÉCNICAS KINÉSICAS I
Área Respiratorio
Lic. Fernanda Leonardi.Página 12
RELAJACIÓN.
Durante un acceso de broncoespasmo, un paciente no entrenado instintivamente se
sienta con las manos apoyadas sobre las rodillas, los codos ligeramente flexionados y los
hombros elevados. De este modo, intenta inspirar grandes volúmenes aéreos con
frecuencia respiratoria elevada, entrando en acción hasta los músculos del cuello y cara.
Consigue de esta manera incrementar su estado disneico, aumentar la tensión muscular y
la obstrucción al flujo de aire al generar flujos turbulentos y empeorar entonces su
angustiosa situación.
El objetivo de la relajación es lograr controlar la disnea del paciente mejorando la
mecánica respiratoria y disminuyendo así el trabajo respiratorio.
El paciente debe lograr controlar la situación y, estando atento a lo que le ocurre, sin
tensión, aprender a conocerse mejor y reforzar la confianza en sí mismo. Es fundamental
que comprenda que su dificultad respiratoria radica en la espiración y no en la
inspiración. El aprendizaje de la relajación le permitirá tomar conciencia de que puede
sentirse mejor, incluso en períodos en que la sensación de malestar es dominante, y ésto
es posible a través de su propio entrenamiento. Debe conocer previamente todas las
posiciones de relajación y elegir la más conveniente, como así también los PMR que le
permitirán utilizar de un modo más eficaz su reserva respiratoria. Es conveniente liberar
las vestimentas que presionen su cuerpo como cinturón, corbata o polera.
Las distintas posiciones pueden ser en bipedestación con apoyo posterior, flexión de
cuello y pies separados de la pared; en sedestación con los antebrazos sobre los muslos y
flexión de cuello, Fowler con flexión de rodillas, genupectoral, decúbito lateral en Fowler,
etc.