
No es la finalidad de nuestra propuesta que los alumnos manejen
contenidos teóricos, sino que aprendan a seleccionar y emplear estrategias para
encontrar, jerarquizar, relacionar y seleccionar la información. Sobre todo, se busca
que estén en condiciones de emplear estrategias (operaciones cognitivas) como
identificación, unión, disyunción, extrapolación, clasificación, jerarquización,
elección, impugnación, reconstrucción, generalización, sustitución, combinación,
inferencia, para mejorar su comprensión textual.
Para nuestra propuesta programática, hemos tenido en cuenta que la
comprensión lectora se relaciona con la interacción de cuatro elementos esenciales:
lector, texto, conocimientos previos y objetivos que se persiguen con la lectura. En
cuanto al lector, se supone en él una voluntad de interactuar con los otros tres
elementos para que se logre la comunicación, debido a que la lectocomprensión
implica, en primer lugar, la interacción comunicativa. El texto es de donde el lector
deberá recuperar el mensaje y con el que deberá interactuar. En lo relacionado con
los conocimientos previos, podemos afirmar que para poder comprender lo que lee
es necesario que el lector relacione la información nueva con la información que ya
posee sobre ese tema en forma de estructuras cognitivas. De allí que, para la
comprensión lectora, sea necesario que el alumno posea un conocimiento previo
adecuado. Por otra parte, producir textos es mucho más que transmitir datos:
escribiendo se "elabora" el conocimiento, se construye la identidad del autor, se elige
al lector, se ejerce el poder, se organiza el mundo. En la universidad, no solo hace
falta adquirir conocimientos, entre otras cosas, sino también poder escribir y
comunicar bien esos conocimientos. Por supuesto que nadie puede escribir
correctamente si no lee comprensivamente.
Los objetivos de la lectura son muchos y variados. Lo importante es que el
lector sepa distinguirlos: están, entre otros, los de estudio, los que persiguen una
definición, o la caracterización de un objeto de estudio, la confrontación de ideas,
etcétera; o, acabadamente, el tema del texto. En esto colaborarán los distintos tipos
de preguntas que pretendemos que ejerciten con nuestra propuesta.
El verdadero reconocimiento de la finalidad de su lectura va a ser el que guíe
al lector para que elija aquella estrategia más acorde con sus fines. De allí la
necesidad de promover la lectura como una razón vital, donde el alumno:
Lectocomprensión