11. Tomar las medidas necesarias tendientes a velar por la seguridad rural, tanto de
personas como de bienes que, en los últimos años, ha sufrido una escalada
motivada por impulsos ideológicos alejados de la realidad y de la libertad.
12. En materia de pesca debemos cuidar nuestro patrimonio marítimo y evitar el
aprovechamiento indiscriminado e ilegal.
13. Eliminar las cuantiosas restricciones y marañas laborales y administrativas que
impidan eficaces actividades portuarias, tanto en materia de almacenamiento como
de descarga, transferencia y embarque de productos y servicios.
14. Otorgar un tratamiento especial a la cuenca marítima e incluso fluvial mediante
sistema de concesiones e incluso de privatizaciones.
15. Para finalizar debe promoverse la industrialización de la pesca local y para ello
eliminarse las cuantiosas restricciones imperantes.
Con este conjunto de medidas de inmediato el país volverá a ser un exportador importante
de granos, carnes, oleaginosas, lana, flores y de todo tipo de productos provenientes de las
economías regionales como cítricos, uva, vino, nueces, olivas, yerba mate, limones,
duraznos, manzanas, cerezas, tabaco, verduras etc., tanto como materias primas como
productos industrializados.
EN CAPITAL HUMANO
El capital humano de una persona es el valor de todos los beneficios futuros que se espera
obtener de ella con su trabajo en el transcurso de la vida productiva. Siendo mayor cuanto
más joven es lo que implica que se va reduciendo según pasan los años, pero aumentando
con la adquisición de su educación, experiencia y habilidades.
El capital humano es el conjunto de habilidades actitudes experiencias y conocimientos de
cada persona imprescindible para la economía de un país. Invirtiendo en él se aumenta la
productividad y se impulsa el progreso tecnológico además de los múltiples beneficios que
se obtienen en otras áreas como las sociales o científicas. Es decir que lo más valioso e
importante de cualquier organización son las personas.
Sin personas las instituciones no pueden funcionar. Se puede mejorar la eficiencia
automatizando procesos e incluso robotizar toda la producción, pero las personas siempre
tendrán reservado el papel más importante.
Las instituciones dependen de la capacidad y el talento de los hombres y mujeres que las
integran para llegar a lograr sus objetivos. Muchas veces se dice que una institución es tan
buena como buenos sean sus funcionarios, y por ello hay que poner atención en la
selección de personal.
La incorporación de conocimientos y capacidades laborales de los ciudadanos se asocia
con un mejor rendimiento y eficiencia de los recursos. De ahí que el Estado considere
oportuno llegar al máximo desarrollo intelectual del instrumento público.
Entendiendo esto, desde La Libertad Avanza creemos que la mejor manera de preservar e
invertir en el capital humano de la Argentina es fusionando los Ministerios de Desarrollo