La conformación del territorio chileno
Chile Antes de la Guerra del Pacífico
Conformación del Territorio chileno
Tras obtener su independencia, las naciones americanas mantuvieron sus antiguas fronteras
coloniales, lo que se llamó principio de uti possidetis juris de 1810, pero en muchas regiones estas
eran imprecisas o fueron motivo de disputa, por lo que los conflictos limítrofes se hicieron comunes.
A Chile pertenecían el estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego en el sur, y la Patagonia al oriente,
mientras que al norte limitaba con Perú en el despoblado de Atacama. A lo largo del siglo XIX, el
Estado chileno buscó establecer claramente su soberanía sobre todos los territorios que habían
correspondido a la Gobernación durante la Colonia. En 1826, el general Ramón Freire culminó la
ocupación de Chiloé, y en 1843, marinos chilenos fundaron el Fuerte Bulnes y tomaron posesión del
estrecho de Magallanes.
En cuanto a la frontera norte, en 1842 el presidente Manuel Bulnes promulgó la ley que decretó que
eran propiedad de nuestro país los depósitos de guano (un fertilizante de alto valor económico)
ubicados en “las costas de la provincia de Coquimbo, en el litoral del Desierto de Atacama y en las
islas e islotes adyacentes” (artículo 1° Ley de 1842), estableciendo el límite en la bahía de Mejillones,
cercana al paralelo 23. Hacia fines de la década de 1870 Chile se vio enfrentado al mayor conflicto
bélico de su historia, la guerra del Pacífico, en un momento de crisis económica y malestar social. La
victoria sobre Bolivia y Perú y la incorporación de regiones salitreras del norte, permitió a Chile iniciar
un nuevo ciclo de crecimiento económico.
Por otra parte, además de los conflictos de límites entre Estados, existían amplios territorios sin
poblamiento efectivo, inexplorados o en poder de etnias indígenas, que las nuevas repúblicas
buscaron colonizar. Así por ejemplo, el gobierno de Manuel Montt (1851-1861) impulsó una política
de colonización que tuvo como resultado la inmigración de ciudadanos alemanes a las zonas de
Valdivia y del lago Llanquihue. El presidente José Joaquín Pérez (1861-1871) inició la ocupación de
la Araucanía según el plan ideado por el entonces Intendente y Comandante de Armas de Arauco,
Cornelio Saavedra.
Tratados sobre Límites de Chile
TRATADOS Y ACUERDOS LIMITROFES SUSCRITOS ENTRE CHILE Y
ARGENTINA
TRATADO DE 1856
El Artículo 39º del Tratado de 1856,
señalaba los límites de Chile y Argentina de
acuerdo al mismo territorio que les
correspondía en 1810 como herencia de su
condición colonial de Virreinato de la Plata y
Gobernación de Chile, respectivamente.
Argentina lo violó sólo tres años después
con la fundación de una colonia indígena en
el Estrecho de Magallanes, destinada a
bloquear a la colonia Chilena que existía allí
desde 1843
TRATADO DE 1881
Tratado por el cual Chile renunció a sus
derechos jurídicos sobre la Patagonia
Oriental en favor de Argentina, cuando esta
última nación la invadió y amenazó a Chile
con un nuevo frente de guerra por el Sur en
momentos en que el país luchaba contra
Perú y Bolivia en el Norte. El tratado fue
emitido e impuesto por las circunstancias el
23 de julio de 1881. Su ratificación tuvo
lugar el 26 de octubre siguiente. El tratado
fijaba con criterio de delimitación fronteriza
el "divortium aquarum"
, es decir, la división
de aguas de vertiente pacífica (para Chile)
de las de vertiente atlántica (para Argentina)
PROTOCOLO DE 1893
El Protocolo que buscó poner fin a las
futuras controversias, al impedir a Argentina
pretender cualquier nuevo punto territorial
hacia el Pacífico, exigiendo a Chile lo mismo
con relación al Atlántico. Fue ratificado el 23
de diciembre de 1893
LAUDO DE 1902
Fallo arbitral de 1902, donde Argentina logró
desplazar a su favor el criterio limítrofe de
"divortium aquarum"
que impuso en el
Tratado de 1881 y reafirmado en el
Protocolo de 1902, por el de orografía y más
altas cumbres. Este fallo fue desfavorable a
Chile por haber obligado a regalar territorios
donde Argentina había establecido
asentamientos humanos y presentó
variación de conocimientos geográficos con
respecto a las Actas de 1898, además de
cortar cuatro grandes lagos y varios ríos con
la nueva frontera
LAUDO ARBITRAL DE 1977
Laudo de Su Majestad Británica para el
Canal Beagle, presentado en 17 de Abril de
1977, y que Argentina, en un acto increíble
de violación de derecho internacional, no
aceptó declarándolo "insanablemente nulo"
por considerar que no le favorecía, y
detonando la cuasi-guerra del año siguiente
contra Chile
TRATADOS Y ACUERDOS LIMITROFES SUSCRITOS ENTRE CHILE Y
BOLIVIA
PACTO DE TREGUA DE 1884
Las firmas del 3 de Abril de 1884 que
cesaron el conflicto entre Bolivia y Chile en
la Guerra del Pacífico
TRATADO ESPECIAL DE 1895
Tratado del 18 de Mayo de 1895, sobre
definición de territorio. Junto a él se firmaron
otros dos tratados: el de Paz y Amistad y
uno de Comercio
PROTOCOLO DE 1895
Protocolo del 8 de Diciembre de 1895, para
definir el alcance y la obligatoriedad del
Tratado Especial del 18 de Mayo de 1895
PROTOCOLO DE 1896
Protocolo del 30 de Abril de 1896,
complementario al del 8 de Diciembre de
1895
TRATADO DE PAZ Y AMISTAD
DE 1904
Tratado definitivo para los límites de Chile y
Bolivia, firmado el 20 de Octubre de 1904.
Nótese que fue firmado a 20 largos años del
final del conflicto, sin presiones. Bolivia hoy
lo desconoce al alegar "salida al océano" y
privar a Chile de sus derechos sobre el río
Silala. Este Tratado fue aprobado por el
Gobierno de Bolivia el 11 de noviembre de
1904 y por su Congreso en ley de 4 de
Febrero de 1905. Fue ratificado por el
Gobierno de Bolivia el 10 de marzo de 1905.
Ese mismo día, fueron canjeadas las
ratificaciones en La Paz. Chile lo promulgó
el 21 de marzo de 1905. El Altiplano recibió
por su firma una serie de beneficios de
tránsito, aduanas y hasta la construcción
gratuita de un ferrocarril por Chile,
privilegios a los que debiese renunciar y
devolver para pretender reiniciar siquiera
cualquier nueva conversación sobre la
salida al mar.
TRATADOS Y ACUERDOS LIMITROFES SUSCRITOS ENTRE CHILE Y PERU
TRATADO DE ANCON
Tratado del 20 de Octubre de 1883, que
declaraba el fin del conflicto entre Chile y
Perú y cedía el territorio ocupado en
Tarapacá a nuestro país.
TRATADO DE 1929
Tratado del 3 de junio de 1929, famoso por
devolver a Perú la ciudad de Tacna,
conquistada por Chile en la Guerra del
Pacífico, razón por la que también podría
considerarse una entrega de territorio.
PROTOCOLO
COMPLEMENTARIO DE 1929
Protocolo adicional firmado el mismo día del
Tratado de 1929. Su texto indica claramente
la intención de Chile y Perú de mantener su
colindancia limítrofe, por sobre cualquier
intención reivindicacionista de Bolivia.
TRATADOS Y ACUERDOS INTERNACIONALES QUE HAN TENIDO
RELEVANCIA EN MATERIAS LIMITROFES E HISTORICAS PARA CHILE
PACTO SECRETO DE ALIANZA
ENTRE PERU Y BOLIVIA
El infame Tratado de Alianza del 6 de
Febrero de 1873, que cambió para siempre
la historia de Sudamérica. Fue suscrito
especialmente para configurar una eventual
unión contra Chile entre ambas naciones,
como quedó claro en la Guerra del Pacífico,
a pesar de que eran tiempos de paz, pues
un año antes Chile y Bolivia habían firmado
un acuerdo y al año siguiente pactaron un
nuevo tratado, que no fue respetado. Esta
alianza, por lo tanto, era una conspiración
contra Chile cautelosamente planificada por
estos dos países.
CONVENCION DE VIENA DE
1961
Las disposiciones de la Convención de
Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 18
de abril de 1961, que entrara en vigor el 24
de abril de 1964. Sus preceptos sobre la
inviolabilidad de los acuerdos y la
perpetuidad e inmodificabilidad de los
tratados limítrofes están siendo pisoteados
por los entreguistas de Chile y sus amigos
de Argentina, desde la declaración
Aylwin-Menem de 1991 hasta nuestros días,
tanto en Laguna del Desierto como en
Campo de Hielo Sur (contra lo dispuesto en
Protocolo de 1893, Actas de 1898 y Laudo
de 1902). Lo mismo ocurre con los
proyectos de salida al mar para Bolivia, que
atropellan al Tratado de 1904
http://www.profesorenlinea.cl/chilehistoria/LimitesTratados.html
Tratado de límites Chile y Argentina 1985
Incorporación de Chiloé y el estrecho de Magallanes
Finalizada las guerras de Independencia, los territorios ubicados al sur del Biobío quedaron
prácticamente sin control del Estado. Para revertir esto, se organizaron campañas militares que
garantizaran la ocupación de esta zona. En el caso de Chiloé, el general Ramón Freire culminó su
ocupación en 1826 con la firma del Tratado de Tantauco, que traspasaba la isla al dominio chileno y
expulsaba a las últimas tropas españolas del país.
A mediados del siglo XIX crecieron las intenciones de ocupar la zona austral de forma más efectiva.
En 1843, una veintena de marineros viajaron desde Chiloé hasta el estrecho de Magallanes y
establecieron el Fuerte Bulnes para tomar posesión de esa región. Seis años más tarde abandonaron
ese sitio y levantaron un nuevo asentamiento, fundando la ciudad de Punta Arenas (1848) como
puerto libre de aduana, habilitado para el tráfico mercante. La ventajosa posición geográfica del
estrecho de Magallanes que marca el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico le permitió
beneficiarse del movimiento marítimo proveniente de Europa, y como espacio de detención del tráfico
naviero desde y hacia el océano Atlántico. La actividad comercial se intensificó en esta zona y las
praderas patagónicas fueron utilizadas para la crianza de ovejas, destinadas a la producción de lana
a gran escala.
La ocupación de la isla de Chiloé y del estrecho de Magallanes fue el resultado de las políticas de
colonización chilena y extranjera que fueron impulsadas por el Estado chileno, así como de las
posibilidades de desarrollo económico que ofrecían estos territorios, particularmente en el caso del
Estrecho. Es decir, el Estado fue el promotor del proceso de ocupación, pero este fue realizado
efectivamente por privados, quienes controlaron las formas de producción y establecieron sus
propios sistemas de reglas. La presencia del Estado se limitó entonces a resguardar policialmente los
territorios, asegurando de esta manera la expansión del capital privado en la región.
Colonización de Valdivia y Llanquihue
En 1845 se promulgó la primera Ley de Colonización, con el objetivo de atraer inmigrantes europeos
para poblar las tierras ubicadas al sur del río Biobío. El esfuerzo principal se dirigió a la actual
Alemania, desde donde llegaron a Valdivia algunos colonos que se instalaron en La Unión. Durante
la década siguiente, el agente de colonización Vicente Pérez Rosales guió a varias centenas de
familias alemanas que se internaron en la espesa selva, despejaron amplios terrenos en los
alrededores del lago Llanquihue y fundaron las ciudades de Puerto Montt (1853) y Puerto Varas
(1854).
Entre los motivos de interés del gobierno sobre la necesidad de asegurar la soberanía mediante la
vía de la colonización, existía un interés económico en la ocupación y explotación de estos territorios,
pues sus fértiles tierras eran adecuada para la producción de cereales, que en esa época tenían una
gran demanda interna y externa.
Uno de los principales motivos de la emigración extranjera al Sur de Chile fue la necesidad de
expandir el territorio habitado por chilenos a fin de protegerlo ante cualquier intento de ocupación
(conquista de ese territorio).
Además los chilenos rehuían esta zona, por tener mejores perspectivas de vida en la minería del
Norte y carecer del empuje necesario para vencer una naturaleza tan hostil, por lo que fue necesario
buscar gente que trabajara esas tierras.
Otro factor, tal vez no tan relevante, es el referido a la mejora de la raza, trayendo habitantes blancos
(alemanes), se busco aminorar la presencia de indígenas en el territorio chileno.
Incorporación de la Isla de Pascua
En diciembre de 1770, el capitán Felipe González de Haedo en nombre de la corona española, toma
posesión de esta isla designándola Isla de San Carlos. Isla de Pascua pasó a formar parte del
territorio de Chile tras el acuerdo firmado en 1888 entre el capitán de corbeta Policarpo Toro, a
nombre del presidente José Manuel Balmaceda, y el rey rapanui Atamu Tekena. Según la tradición
oral pascuense, el rey cogió un trozo de pasto con tierra, entregó el pasto a los chilenos y se quedó
con la tierra”.
El Consejo de Ancianos, máxima autoridad de los habitantes de Isla de Pascua, además de la Iglesia
católica y otras instancias, solicitaron en varias oportunidades al gobierno de Chile que asumiera la
soberanía sobre la Isla debido a la desprotección en que se encontraban sus habitantes.
Los rapanuí habían sufrido una larga historia de despojos y explotación.
En la década de 1860, hacendados y empresarios peruanos recurrieron a mano de obra esclava
polinésica: unos dos mil isleños fueron capturados con este fin y llevados al Perú.
Una vez parte de Chile, la Isla quedó abandonada. En 1895 fue arrendada al francés Enrique Merlet
y después a la Compañía Explotadora de Isla de Pascua, propiedad de la compañía inglesa
Williamson Balfour. Así, Isla de Pascua se convirtió en una estancia ovejera y sus habitantes fueron
confinados al sector de Hanga Roa, de apenas 1 000 habitantes.
A esto se sumaron las quemas de siembra, prohibición de pescar y castigos corporales. En 1866, el
sacerdote Hipólito Roussel estimó la población en 1 200 individuos; sin embargo, debido al trato a
que fueron sometidos, en 1877 no sobrevivían más de 110 personas. En 1892, un censo que
realizaron los tripulantes
La ocupación de la Araucanía
Una vez terminada la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), el gobierno chileno
entregó tierras al sur del río Biobío a los soldados que regresaban al país. Como resultado, a partir
de 1840 aumentó la presencia de chilenos en la Araucanía. Algunos de estos obtuvieron propiedades
mapuches de manera fraudulenta, otros las arrendaron y muchos ingresaron como colonos
simplemente ocupando los terrenos. En 1852, el gobierno creó la provincia de Arauco, que
comprendió “los territorios indígenas situados al sur del río Biobío y al norte de la provincia de
Valdivia”, es decir, toda la Araucanía, y en 1857 Cornelio Saavedra fue designado como su
Intendente y Comandante de Armas. Desde esta posición, Saavedra ideó un plan de “pacificación”
que consistía en avanzar una línea de fuertes en fases sucesivas.
El plan de ocupación de la Araucanía que expuso Cornelio Saavedra ante el Congreso en 1861
constaba de dos puntos centrales: avanzar la línea de frontera hasta el río Malleco y subdividir y
vender los terrenos que quedarían en manos del Estado a colonos “laboriosos”, que desarrollarían la
agricultura y la industria. Saavedra era partidario de favorecer la colonización extranjera y la entrega
de tierras a los soldados de la Frontera, pero se oponía al despojo total de los indígenas. Otros
dirigentes políticos y comandantes militares abogaron directamente por el exterminio de los
mapuches. En la práctica, el plan de Saavedra fue el único que pudo implementarse, ya que la
resistencia mapuche impidió la eliminación física de la etnia, aunque hubo numerosas masacres y
otras acciones.
En la región de la costa, en 1860, los colonos chilenos habían ocupado hasta el río Lebu. En la
precordillera, sin embargo, la resistencia mapuche fue mayor: conducidos por el toqui Quilapán, los
linajes asentados en esa región protagonizaron un gran levantamiento entre 1868 y 1871. En 1878 se
construyó una siguiente línea de fuertes en el río Traiguén.
En 1881 las tropas que regresaban de la guerra en el norte avanzaron hasta el río Cautín, lo que
provocó la última gran insurrección mapuche, aplastada por fuerzas militares que contaban con un
poder de fuego muy superior.
Al finalizar las campañas militares, y concluida la ocupación de la Araucanía en 1881, los mapuches
fueron radicados en reducciones, es decir, en terrenos de bajo valor que les eran asignados, y que
en conjunto representaron menos del 10% de su territorio original.
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