primitivos extremos constituyen las piedras de construcción de
las pulsiones de agresión y libido; es decir, que las pulsiones
de agresión y libido, son integraciones jerárquicamente supraor-
denadas a efectos básicos que las constituyen. Libido que, si
bien está basado en los primeros afectos de fusión libidinal pla-
centera entre bebé y madre desde este punto de vista, agrega
a esta sensación placentera que se maximiza en los momen-
tos de relación simbiótica la capacidad de excitación sexual y,
gradualmente, centra la libido en la excitación sexual como el
afecto básico de libido. Excitación sexual que, a su vez, según
sabemos hoy, se desarrolla gradualmente desde los primeros
meses de vida, basada en la relación sexual madre-bebé.
Del mismo modo, la agresión como pulsión, se organiza a
base de las primeras experiencias de rabia, que son reaccio-
nes afectivas inmediatas frente a frustraciones o dolor, como
medio primitivo de evacuar frustraciones y dolor, y que, bajo
condiciones extremas y patológicas, evolucionan hacia el odio
como un afecto agresivo secundario, permanente, estructura-
do, con el objeto de destruir el objeto odiado que origina el
sufrimiento, el dolor. Podemos decir entonces que, a base de
rabia primitiva, van elaborándose en escalones sucesivos eta-
pas de organización del odio: primero rabia como eliminación
de las fuentes de irritación, afecto agresivo transitorio; des-
pués, rabia como esfuerzo de eliminar un obstáculo o una
barrera para la gratificación; después, rabia para destruir a un
objeto frustrante. Ya en este momento la rabia se transforma
en odio, y la internalización de una relación de objeto entre Self
furioso y objeto odiado, internaliza no sólo la relación de obje-
to, sino la emoción de rabia transformada en destructividad
crónica, en odio, Y este odio evoluciona, primero, en una bús-
queda de destrucción del objeto; segundo, si esto no basta, en
una destrucción de la realidad, un deseo de destruir la reali-
dad, el mismo conocimiento del objeto, la percepción del sufri-
miento, la autodestrucción total como único medio de eliminar
el objeto del odio y a sí mismo como sujeto que sufre.
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