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Irrigación sanguínea del sistema
nervioso central
Desde el punto de visla metabólico. el siste-
ma nervioso central es uno de los más activos
del
organismo.
Si
bien el
encéfalo
constituye
sólo
un
2% de l peso corporal. requiere el
17
%
del volumen minuto cardíaco y el 20% del oxí-
geno utilizado por
el
organismo. Las estimacio-
nes del flujo
sanguíneo I.:crebral basadas en el
método del óxido nitroso indican
un
!lujo san-
guíneo normal de alrededor de 50 mi/lOO g de
tejido encefálico por minuto.
De
tal
manera.
un
encéf
..
Jo
de peso promedio tiene
un
flujo san-
guíneo
de
alrededor de 750
mi
por minuto y
un
consumo medio de oxígeno de alrededor de 3.3
mi/lOO
g de tejido encefálico
po
r minuto (alre-
dedor de
46
mi
por minuto para todo el encéfa-
lo).
El
e
nc
éf
alo no es
un
órgano homogéneo. y
la actividad metabólica de las diversas regiones
reíleja la
actividad funcional de diferentes sis-
temas neuronales. Esta actividad funcional
di
-
ferenciada de los sistemas
neuronales se puede
demo~lrar
aUlorrad iOl!ráficamente mediante la
técnica
de
mapeo
m;tabólico
con
2_[
14C]des_
oxiglucosa,
la cuut
emplea
un análogo de la
glucosa que atraviesa
la barrera hematoencefá-
lica. es metabolizado de manera parcial por las
neuronas funcionalmente
aclÍvas y es captado
por
ellas (
fig
s.
13-[9. 13-2üy 13-21).
Toda
in
t
erferencia
de la circulación cere-
braL
incluso
si
es breve. puede causar trastor-
nos neurológicos o tncl1Ialcs.
El
tejido nervioso
privado de una adecuada irrigación sanguínea
suf
re necrosi
s.
La alteración de la irrigación
s
an
guínea local o regional constituye la causa
má~
común
de lesiones del
sistema
nervioso
central. Comúnmente. las lesiones
vasculares
son la consecuencia de
la
arteriosclerosis
de
los
vasos cerebrales
y cervicales (es decir. la arte-
ría car
ótida
interna). que
disminuye
el flujo
~anguínco
y puede dar lugar a la trombosis. Las
oclusiones vasculares
también pueden ser oca-
sionadas por émbolos (es decir. fragmentos de
coágulos
sanguíneos. grasa y mmores o burbu-
jas
de aire).
L
a~
lesionc~
vasculares
pueden
ocasionar hemorragia en el tejido encefálico.
los ventrículos cerebrales o las
meninges. Pro-
bablemente la causa mas común de hemorragia
espontánea en el encéfalo y en el espacio sllba-
racnoideo
sea la rotura
de
aneurismas cerebra-
les (saculaciones
anonlwles).
la
mayor parte de
[os cuales tienen
un
origen congénito.
La
s le-
siones neurales consecutivas
a interrupciones
de la irrigación sanguínea a menudo se pueden
localizar en arterias cerebrales específicas so-
bre
la base de délicit sensoriales y motores ca-
raclerísticos.
IRRI
GA
CI
ÓN
SANGuíNEA
DE
LA MÉDULA
ESPI
NA
L
La médula espinal está irrigada por 1) ramas
de las
arterias I·er/ebro/es que descienden y 2)
por
múl
tiples arterias radirlllares deriradas
de
los
l"GSOS
segmenrarios (fig.
14
-
1).
Cada una de
las arterias vertebrales. conforme
asciende por
la cara :.tnterolateral del bulbo. emite dos vasos
descendellles:
1)
la
arteria espinal posterior y
2)
la
arteria espinal aTllerior.
Arte
ri
as espi nales posterior
es
El
par de arrerias espinales posteriores des-
cienden por la cara posterior
de
la
médula espi-
nal. en situación medial a las raíces dorsales.
Estos
vasos reciben contribuciones va
ri
ables de
las arterias radiculares posteriores
y forma dos
canales plexifonnes longitudinales próximos a
la
zona de entrada de la raíz dorsal (fi
g.
1'¡
-1).
En
cienos lugares. las arterias
espinale~
posle-
riores se tornan discontinuas. o
tan
pequeña~
que
[o
parecen.
Esta~
arterias se distribuyen en
el lereio posterior de
la
médula espinal.