IPC – Los argumentos inductivos y su evaluación – Material de lectura 4
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segundo a la suya? Resulta sensato responder negativamente.
Las premisas del primer argumento ofrecen mayor apoyo que las del segundo. ¿Por qué?
Porque el primer argumento trata sobre planetas del sistema solar y el segundo, sobre casas
en La Plata. ¿Y qué tienen los planetas que no tengan las casas? La respuesta es simple: que
son muchos menos en cantidad.
Vemos, entonces, que el veredicto sobre las bondades de un argumento inductivo no se reduce
a atender solo a la estructura, pues su evaluación supone la consideración de otros factores.
Por ejemplo, en el caso de los inductivos por enumeración incompleta, la evaluación ha de
tener en cuenta también la extensión del conjunto de que se trate. El primer ejemplo refiere a
los planetas exteriores del sistema solar –los cuales se reducen a cuatro–; el segundo ejemplo
refiere a las casas en la ciudad de La Plata –conjunto mucho mayor que el anterior–. Así, en
un caso no parece tan aventurada la generalización como en el otro.
Ya hemos anticipado que para los argumentos inductivos no disponemos de un patrón claro
como la preservación de la verdad. Por eso, la evaluación de los argumentos inductivos es más
compleja y, tal como veremos, depende de qué tipo de argumento inductivo se trate. Por esta
razón, tendremos que considerar los diferentes tipos de argumentos inductivos y, para cada
uno de ellos, ofrecer algunos criterios para su evaluación y, consecuentemente, para su crítica.
Los criterios que proponemos distan de ser exhaustivos,
pero son suficientes para los
propósitos introductorios de este libro.
Insistimos en que, si bien nuestra atención se centra en el vínculo entre premisas y conclusión,
los argumentos inductivos también pueden ser criticados desafiando la verdad de las premisas.
Evaluación de argumentos por analogía
Hay mejores y peores argumentos por analogía, más o menos fuertes, y ello depende de
diversos factores. En lo que sigue mencionaremos algunos de ellos. Tomemos el siguiente
ejemplo: en él se infiere algo respecto de un evento futuro sobre la base de cierta analogía con
eventos acontecidos en el pasado:
1. Durante cada día de la última semana, Félix ha comprado vegetales en la
verdulería Todo verde y estos resultaron muy buenos.
Hoy Félix comprará vegetales en la verdulería Todo verde.
Probablemente, los vegetales resulten muy buenos.
En este ejemplo se establece una analogía entre los vegetales que fueron comprados y los
otros que se obtendrán: todos habrán sido adquiridos en la verdulería Todo verde y, a partir
de ello, se infiere que los vegetales por comprar serán similares a los ya comprados:
resultarán ser muy buenos. Inferencias de este tipo son muy comunes en nuestra vida
cotidiana. Ahora bien, ¿en qué condiciones podemos fiarnos de ellas?
La consideración del ejemplo sugiere que un primer criterio para evaluar argumentos de este
tipo tiene que ver con la relevancia de las similitudes sobre las que se funda la inferencia. Esto
es, si las similitudes observadas entre los distintos casos son relevantes respecto de aquella
similitud inferida.