
enorme perturbación en la economía de su libido narcisista [aquel tipo como
perturbación económica] Grandes sumas de excitación irrumpen hasta él,
producen novedosas sensaciones de displacer; muchos órganos se
conquistan elevadas investiduras, lo cual es una suerte de preludio de la
investidura de objeto que pronto se iniciara; y de todo ello, ¿qué es lo que
podría emplearse como signo distintivo de una "situación de peligro"?
La angustia del niño es entendida debido a que extraña a la persona amada
(añorada). La imagen mnémica de la persona añorada es investida, al
comienzo de manera alucinatoria. Parece como si esta añoranza se trocara
de pronto en angustia. Esa angustia sería una expresión de desconcierto,
como si no supiese qué hacer con su investidura añorante. Así, la angustia se
presenta como una reacción frente a la ausencia del objeto de amor.
La reflexión nos lleva más allá de esa insistencia en la perdida de objeto.
Cuando el niño añora la percepción de la madre, es solo porque ya sabe, por
experiencia, que ella satisface sus necesidades sin dilación [objeto protector].
Entonces, la situación que valora como "peligro" y de la cual quiere
resguardarse es la de la insatisfacción, el aumento de la tensión de necesidad,
frente al cual es importante. La situación de insatisfacción, en que las
magnitudes de estímulo alcanzan un nivel displacentero sin que se las
domine por empleo psíquico y descarga [perturbación económica], tiene que
establecer para el lactante la analogía con la vivencia de nacimiento, la
repetición de la situación de peligro; lo común en ambas es la perturbación
económica por el incremento de las magnitudes de estímulo en espera de
tramitación; este factor constituye el núcleo genuino del "peligro". En
ambos casos sobreviene la reacción de angustia, que en el lactante resulta
ser todavía acorde al fin.
Con la experiencia de que un objeto exterior, aprehensible por vía de
percepción, puede poner término a la situación peligrosa que recuerda al
nacimiento, el contenido del peligro se desplaza de la situación económica a
su condición, la pérdida del objeto. Ahora el peligro es la ausencia de la
madre; el lactante da la señal de angustia tan pronto ella se ausenta, antes
que sobrevenga la situación económica temida. Esta mudanza significa un
primer gran progreso en el logro de la autoconservación; simultáneamente