Hombros
ESQUELETO DE LA CINTURA ESCAPULAR
El esqueleto de la cintura del miembro superior (cintura pectoral o cintura escapular) une el
brazo al tórax; está constituido por dos huesos: la clavícula anteriormente y la escápula
posteriormente.
Clavicula
La clavícula es un hueso largo situado en la parte anterosuperior del tórax. Se extiende del
esternón al acromion, siguiendo una dirección oblicua lateral y posteriormente.
La clavícula tiene la forma de una S cursiva. Describe, en efecto, dos curvaturas: una medial,
que es cóncava posteriormente, y otra lateral, menos extensa que la anterior, que es cóncava
anteriormente.
La clavícula está aplanada de superior a inferior. Este aplanamiento es bastante más
acentuado lateral que medialmente, donde el hueso tiende a adoptar una forma
irregularmente cilíndrica.
En este hueso hay que distinguir dos caras (una superior y otra inferior), dos bordes y dos
extremidades.
1. Cara superior Es lisa en casi toda su
extensión. Solamente algunas rugosidades
inconstantes marcan las zonas sobre las cuales
se extienden las insercio- nes del músculo
esternocleidomastoideo medialmente, del
músculo deltoides lateral y anteriormente, y
del músculo trapecio lateral y posteriormente.
2. Cara inferior La cara inferior se halla
excavada en su parte media por una depresión alargada en la dirección del eje mayor de la
clavícula; esta depresión suele ser poco aparente y se denomina surco del músculo
subclavio porque sirve de inserción a éste. Hacia la parte media de esta cara se aprecia el
agujero nutricio del hueso, que se abre habitualmente en el surco del músculo subclavio,
aunque a veces lo hace en su parte posterior. En la extremidad esternal de la cara
inferior existe una pequeña superficie rugosa, denominada impresión del ligamento
costoclavicular, que corresponde a la inserción superior de dicho ligamento. Cerca de la
extremidad acromial se encuentra un conjunto de rugosidades conocido con el nombre de
tuberosidad del ligamento coracoclavicular, donde se insertan los ligamentos trapezoideo
y conoideo. La tuberosidad del ligamento coracoclavicular consta de dos segmentos:
uno es anterior y consiste en una superficie rugosa alargada, triangular, ancha
anteriormente y que se va estrechando de
anterior a posterior y de lateral a medial,
desde el borde anterior hasta el borde
posterior del hueso; este segmento sirve de
inserción al ligamento trapezoideo y se
denomina línea trapezoidea; el otro
segmento es posterior y corto, está
destinado a la inserción del ligamento
conoideo, presenta continuidad con el
segmento anterior y se dirige de lateral a
medial a lo largo del borde posterior del
hueso. Normalmente la línea de inserción
del ligamento conoideo está enteramente
ocupada por un saliente muy marcado
denominado tubérculo conoideo.
3. Borde anterior En sus dos tercios
mediales este borde es grueso, convexo y ligeramente áspero, y sirve de inserción al
músculo pectoral mayor. Su tercio lateral es cóncavo y delgado, y presenta asperezas en
las cuales se fijan los fascículos anteriores del músculo deltoides.
4. Borde posterior El borde posterior es grueso, cóncavo y liso en sus dos tercios mediales;
lateralmente es convexo y rugoso, y sirve de inserción a los fascículos claviculares del
músculo trapecio.
5. Extremidad acromial Aplanada de superior a inferior, la extremidad acromial presenta
una cara articular elíptica, alargada de anterior a posterior y tallada en bisel a expensas de
la cara inferior del hueso. Esta cara se apoya sobre una superficie articular del acromion
orientada en sentido inverso.
6. Extremidad esternalEs la parte más voluminosa del hueso. Presenta en su parte
anteroinferior una cara articular triangular, cóncava en sentido anteroposterior y convexa
verticalmente. Esta superficie se prolonga sobre la porción vecina de la cara inferior del
hueso, de manera que ambas forman en conjunto un ángulo diedro saliente que
corresponde a la superficie articular, en forma de ángulo diedro entrante, constituida por
el esternón y el primer cartílago costal. Superior y posteriormente a la superficie articular,
se encuentra una superficie cubierta de rugosidades producidas por las inserciones del
disco articular y de los ligamentos.
ARQUITECTURA La clavícula está formada por una vaina de tejido óseo compacto, muy
gruesa en la parte media del hueso y que se adelgaza progresivamente hacia las
extremidades. El tejido óseo compacto rodea el tejido óseo esponjoso, el cual se rarifica
hacia la parte media del hueso, donde puede aparecer un esbozo de cavidad medular.
OSIFICACIÓN La clavícula se desarrolla por medio de dos centros de osificación, uno
primario y otro se- cundario. El centro primario es el primer centro de osificación que se
forma en el curso del desarrollo del esqueleto y aparece al final del primer mes en el tejido
indiferenciado. El esbozo cartilaginoso que dirige la osificación se desarrolla solamente
después de la aparición del centro primario (Gegenbaur).
ESCÁPULA
La escápula es un hueso plano, ancho, delgado y triangular, que se aplica sobre la parte
posterior y superior del tórax a la altura de las siete primeras costillas.
En la escápula se distinguen dos caras, tres bordes y tres ángulos.
CARAS De las dos caras, una es anterior y otra posterior.
1. Cara anterior o cara costal Está excavada en casi toda su extensión y recibe el
nombre de fosa subescapular. En la unión de su cuarto superior con sus tres cuartas
partes inferiores, la depresión es más pronunciada y angulosa. Inferiormente a esta
porción, la fosa subescapular está atravesada por tres o cuatro crestas que irradian
desde el cuello de la escápula hacia su borde medial; en ellas se insertan las láminas
tendinosas del músculo subescapular. En el límite lateral de la fosa subescapular se
advierte un saliente alargado, semicilíndrico y romo, paralelo al borde lateral del
hueso: es el denominado pilar de la escápula (Poirier). Forma el labio medial de un
surco, denominado surco del borde lateral comprendido entre el borde lateral del
hueso y el pilar de la escápula. En dicho surco y en el pilar se insertan los fascículos
inferiores del músculo subescapular. Medialmente a la fosa subescapular y a lo
largo del borde medial de la escápula, en las proximidades de cada uno de los
extremos de este borde, se observa una superficie rugosa alargada y de forma
triangular, en la cual se fija el músculo serrato anterior. Este músculo se inserta
además en una cresta discontinua que bordea toda la porción del borde medial
intermedio a estas superficies.
2. Cara posterior La cara posterior está dividida en dos partes por un saliente
transversal: la espina de la escápula. Superiormente a la espina se encuentra la fosa
supraespinosa, e inferiormente la fosa infraespinosa.
a) ESPINA DE LA ESCÁPULA. ACROMION. La espina de la escápula es una lámina ósea triangular
implantada transversalmente sobre la cara posterior de la escápula, en la unión de su cuarta
parte superior con sus tres cuartas partes inferiores.
Por sus dos caras, la espina contribuye a formar las fosas supraespinosa e infraespinosa. Sus
superficies son lisas. La cara superior se halla acanalada en sus dos tercios laterales. La inferior
también es acanalada, pero sólo en sus dos tercios mediales.
De los tres bordes, el anterior se une a la escápula. El lateral, que es cóncavo y liso, presenta
continuidad con la cara inferior del acromion. Por último, el posterior es subcutáneo, grueso
y rugoso, y se halla dividido por una cresta en dos vertientes; en la vertiente superior se inserta
el músculo trapecio y en la inferior el músculo deltoides. Además, presenta en su parte media
un ensanchamiento elíptico denominado tubérculo deltoideo. En su extremo medial se
encuentra un ensanchamiento triangular, sobre el cual se deslizan fascículos tendinosos del
músculo trapecio.
La espina de la escápula se continúa lateralmente por una apófisis: el acromion. El acromion se
halla aplanado en sentido inverso a la espina y presenta dos caras (superior e inferior) y dos
bordes (medial y lateral). La cara superior es rugosa y parece resultar del ensanchamiento
del borde posterior de la espina. La cara inferior es cóncava y lisa, y resulta del
ensanchamiento del borde lateral. El borde medial es continuación del labio superior del
borde posterior de la espina. Está ocupado, en las dos terceras partes de su extensión, por una
carilla articular elíptica que se halla orientada medial y superiormente, y se articula con la cara
articular acromial de la clavícula. El borde lateral prolonga anterior y lateralmente el labio
inferior del borde posterior de la espina de la escápula. En este punto se insertan los fascículos
medios del músculo deltoides. Los dos bordes del acromion se unen anteriormente,
formando un ángulo redondeado denominado ángulo acromial.
b) FOSA SUPRAESPINOSA. Es un canal de superficie lisa, más amplio pero menos pro- fundo
medial que lateralmente; sirve de inserción al músculo supraespinoso.
c) FOSA INFRAESPINOSA. La parte de la fosa infraespinosa subyacente a la espina de la
escápula se encuentra dividida por una cresta que discurre a lo largo del borde lateral del
hueso en dos partes principales: una medial y otra lateral. La parte medial comprende las
tres cuartas partes de la superficie de esta fosa y sirve de inserción al músculo infraespinoso.
Es convexa en su parte medial y ligeramente cóncava en su parte lateral. La parte lateral de
la fosa infraespinosa está subdividida, por una cresta oblicua inferior y medialmente, en dos
zonas secundarias: una superior, donde se inserta el músculo redondo menor, y otra inferior,
que sirve de inserción al músculo redondo mayor. La superficie en la que se inserta el músculo
redondo menor está bastante frecuentemente dividida en dos segmentos por un surco
vascular que la cruza casi en la unión de su tercio superior con sus dos tercios inferiores. Este
surco da paso a ramas de la arteria y de la vena subescapulares.
BORDES Se dividen en superior, medial y lateral
1. Borde superior. El borde superior es corto y delgado. Termina lateralmente en la escotadura
de la escápula, por la que discurre el nervio supraescapular. Medialmente a la escotadura se
inserta el músculo omohioideo.
2. Borde medial. El borde medial es el más largo de los tres. Forma un ángulo muy abierto
lateralmente cuyo vértice corresponde a la extremidad medial de la espina de la escápula.
Superiormente a la espina se inserta el músculo romboides menor, e infe- riormente el
músculo romboides mayor.
3. Borde lateral. El borde lateral está constituido por una cresta ósea que separa el surco de
este borde de las superficies de inserción de los músculos redondo mayor y redondo menor.
Esta cresta ter- mina superiormente en una superficie rugosa y triangular denominada
tubérculo infraglenoideo, donde se fija el tendón de la cabeza larga del músculo tríceps
braquial.
ÁNGULOS. Son tres: superior, inferior y lateral.
1. Ángulo superior. Se sitúa en la unión de los bordes superior y medial, y forma un ángulo de
casi 90°, o bien un ángulo agudo. Sir- ve de inserción al músculo eleva- dor de la escápula.
2. Ángulo inferior. Es grueso, redondeado y rugoso, y une los bordes medial y lateral del hueso.
En este punto se inserta a veces un pequeño fascículo del múscu- lo dorsal ancho.
3. Ángulo lateral. Presenta tres elementos: la cavidad glenoidea, el cuello de la escápula y la
apófisis coracoides .
a) CAVIDAD GLENOIDEA. Es una superficie articular cóncava; su forma es oval de extremo
grueso inferior. Está orientada lateral, anterior y un poco superiormente, y se articula con la
cabeza del húmero.
El centro de la cavidad glenoidea presenta un pequeño saliente romo y redondea- do,
denominado tubérculo glenoideo. La cavidad glenoidea se halla algo más excavada
inferiormente al tubérculo glenoideo que en el resto de su extensión. En el borde anterior, en
la unión de sus dos tercios superiores, existe una depresión ancha y poco profunda: la
escotadura glenoidea.
Inmediatamente superior a la cavidad glenoidea, se aprecia una superficie rugosa y saliente,
denominada tubérculo supraglenoideo, en la cual se inserta la cabeza larga del músculo bíceps
braquial. Inferiormente a la cavidad se encuentra el tubérculo infragle- noideo, que termina
superiormente al borde lateral de la escápula.
b) CUELLO DE LA ESCÁPULA. La cavidad glenoidea tiene como soporte un cuello grueso, corto y
aplanado de anterior a posterior: el cuello de la escápula. La cara pos- terior del cuello forma
un canal que comunica, lateralmente a la espina de la escápu- la, las fosas supraespinosa e
infraespinosa (fig. 8).
c) APÓFISIS CORACOIDES. La apófisis cora- coides se implanta sobre la cara superior del cuello,
medialmente al tubérculo su- praglenoideo (fig. 6). Tiene la forma de un dedo semiflexionado.
Se dirige primero superior y un poco anteriormente, y des- pués lateral y anteriormente. Por lo
tanto, presenta dos segmentos, uno vertical y otro horizontal. El segmento vertical se une al
cuello de la escápula por medio de una base ancha. El segmento horizontal presenta: a)
una cara inferior cóncava y lisa; b) una cara superior convexa y ás- pera en la que se insertan
parcialmente el músculo pectoral menor anteriormente y los ligamentos conoideo y
trapezoideo en su parte posterior; c) un borde lateral de superficie irregular en el que se
insertan
los ligamentos coracoacromial y coracohumeral; d) un borde medial en el que tam- bién se
insertan el músculo pectoral menor anteriormente y el ligamento coracoclavi- cular en la parte
posterior, y e) un vértice redondeado y rugoso, en el que se insertan los tendones de la
cabeza corta del músculo bíceps braquial y del músculo coracobraquial.
ARQUITECTURA. Las fosas supraespinosa e infraespinosa están formadas por una lámina de
tejido óseo compacto, a menudo muy delgada. Se observa tejido óseo esponjoso en los bordes
y en los ángulos de la escápula, sobre todo en el ángulo lateral.
OSIFICACIÓN La escápula se desarrolla: a) por medio de un centro de osificación primario
que aparece hacia la mitad del segundo mes en la fosa infraespinosa y forma la mayor parte
del hueso, y b) por medio de ocho o diez centros secundarios, de los cuales dos son para la
cavidad glenoidea, dos para el acromion, tres para la apófisis coracoides, uno para el borde
medial, uno para el ángulo inferior y uno para el borde posterior de la espina de la escápula.
HÚMERO
El húmero constituye el esqueleto del brazo. Es un hueso largo, articulado con la escápula
superiormente, y con el cúbito y el radio inferiormente. Presenta, como todos los huesos
largos, un cuerpo y dos extremos.
Cuerpo
El cuerpo (o diáfisis) del húmero es más o menos rectilíneo. Sin embargo, parece hallarse
ligeramente torcido sobre su eje hacia la parte media. Es irregularmente cilíndrico
superiormente y prismático triangular en su parte inferior, por lo cual se describen en él tres
caras y tres bordes.
CARAS Son tres: anterolateral, anteromedial y posterior.
1. Cara anterolateral: Está orientada lateral y un poco anteriormente. La orientación anterior
resulta especialmente acentuada en su mitad inferior. Se percibe, inferiormente a su parte
media, una cresta rugosa, oblicua superior y posteriormente; ésta, junto con la parte vecina
del borde anterior del hueso, forma una V abierta superiormente, denominada tuberosidad
deltoidea porque sirve de inserción al músculo deltoides. Inferiormente a la tuberosidad
deltoidea, la superficie ósea es lisa y sirve de inserción al músculo braquial. En esta región, está
ligeramente deprimida a modo de canal oblicuo inferior y anteriormente.
2. Cara anteromedial. La cara anteromedial se halla orientada anterior y medialmente. Se
observan en esta cara:
a) superiormente, la parte inferior del surco intertubercular, que será descrito con el
extremo superior del hueso;
b) en su parte media, una pequeña superficie rugosa, cercana al borde medial del hueso,
producida por la inserción del músculo coracobraquial;
c) inferior o anteriormente a la impresión del músculo coracobraquial, el agujero nutricio
del hueso,
d) una superficie lisa que comprende toda la mitad inferior de la cara anteromedial y en la
que se insertan los fascículos mediales del músculo braquial. Con escasa frecuencia (casi dos
veces de cada cien), en la parte inferior de esta cara y 5 o 6 cm superiormente al epicóndilo
medial, se encuentra un saliente más o menos pronunciado denominado apófisis
supraepicondílea. Esta apófisis se halla muy cercana al borde medial del hueso y puede
describirse con éste.
3. Cara posterior: Está dividida en dos partes por un canal ancho y poco profundo: el
surco del nervio radial. Este surco atraviesa el tercio medio de la cara posterior de
superior a inferior y de medial a lateral. Superior y lateralmente al surco, se inserta la
cabeza lateral del músculo tríceps braquial, e inferior y medialmente la cabeza medial
del músculo tríceps braquial. En este mismo surco discurren el nervio radial y los vasos
braquiales profundos.
BORDES De los tres bordes, uno es anterior, otro lateral y el tercero medial.
1. Borde anterior: Es rugoso en su mitad superior, donde se confunde con el labio anterior
del surco intertubercular; más inferiormente se confunde con la rama anterior de la
tuberosidad deltoidea. En su mitad inferior, este borde es romo y sirve de inserción al
músculo braquial; termina dividiéndose, en las proximidades del extremo inferior, en dos
ramas que limitan la fosa coronoidea.
2. Borde lateral. Está escasamente marcado en su parte superior y queda interrumpido en
su parte media por el surco del nervio radial. Inferiormente a este surco, es un borde
saliente y se halla mucho más marcado. Sirve de inserción inferiormente al tabique inter-
muscular lateral del brazo, y a los músculos braquiorradial y extensor radial largo del
carpo.
3. Borde medial. Al igual que el borde lateral, el medial es redondeado en su parte
superior y saliente en su parte inferior. Da inserción al tabique intermuscular medial del
brazo.
Extremo superior
Presenta tres salientes: uno medial y articular, que constituye la cabeza del húmero, y
otros dos no articulares, que son el tubérculo mayor y el tubérculo menor, y se hallan si-
tuados lateral y anteriormente al anterior.
a) CABEZA DEL HÚMERO. La cabeza del húmero es redondeada, lisa y regular. Representa
casi la tercera parte de una esfera de 30 mm de radio. Su diámetro vertical es un poco
mayor que su diámetro anteroposterior. En un sujeto erguido, con el brazo colgando a lo
largo del cuerpo, la cabeza del húmero se orienta medial, posterior y superior; su eje,
orientado oblicuamente lateral e inferior, forma con el del cuerpo del hueso un ángulo de
130° aproximadamente. La cabeza del húmero se articula con la cavidad glenoidea de la
escápula.
La cabeza del húmero está separada de los tubérculos mayor y menor por un surco
circular, el cuello anatómico. El labio medial del cuello anatómico es de forma casi circular,
constituye el contorno de la cabeza del húmero y presenta, superiormente al tubérculo
menor, una escotadura triangular o semilunar que avanza sobre la superficie articular: es
la fosita supratubercular del ligamento glenohumeral superior.
b) TUBÉRCULO MAYOR. El tubérculo mayor está situado lateralmente a la cabeza, en la
prolongación de la cara anterolateral del cuerpo del hueso. Presenta en sus caras superior
y posterior tres carillas dispuestas de anterior a posterior de forma sucesiva. La carilla
superior se orienta superiormente y sirve de inserción al músculo supraespinoso; la
media se halla inclinada inferior y posteriormente y sirve de inserción al músculo
infraespinoso; la posterior se orienta sobre todo posteriormente y en ella se inserta el
músculo redondo menor; esta carilla posterior presenta continuidad inferiormente con un
saliente alargado y romo, cuyo relieve se atenúa de superior a inferior y en el que se
insertan los fascículos inferiores del músculo redondo menor.
c) TUBÉRCULO MENOR. El tubérculo menor está situado en la parte anterior del hueso,
medialmente al tubérculo mayor, del cual está separado por la parte superior del surco in-
tertubercular. En el tubérculo menor se inserta el músculo subescapular, cuyo tendón
marca una impresión en la parte superomedial del tubérculo. Inferiormente a esta su-
perficie de inserción, el tubérculo menor se estrecha de forma progresiva en sentido
inferior para continuarse por medio de la cresta del tubérculo menor.
Los tubérculos menor y mayor están separados por un canal, denominado surco
intertubercular, por el que discurre, envuelto en su vaina sinovial, el tendón de la cabeza
larga del músculo bíceps braquial, así como una rama de la arteria circunfleja humeral
anterior. El surco intertubercular continúa inferiormente en la cara anteromedial del
cuerpo del hueso y queda limitado por dos crestas rugosas o labios: una anterior o lateral y
otra posterior o medial. La primera, denominada cresta del tubérculo mayor o labio
lateral, es ancha y saliente, prolonga inferiormente el borde anterior del tubérculo mayor,
presenta continuidad con el borde anterior del cuerpo del hueso y sirve de inserción al
tendón del músculo pectoral mayor. En la cresta posterior o medial, denominada cresta
del tubérculo menor o labio medial, se inserta el músculo redondo mayor, mientras que el
músculo dorsal ancho se fija en el fondo del surco intertubercular, en una estrecha línea
rugosa apenas visible.
Se denomina cuello quirúrgico del húmero al segmento del hueso que une el cuerpo con el
extremo superior.
Articulaciones
ARTICULACIÓN DE LA CLAVÍCULA CON LA ESCÁPULA
La clavícula y la escápula están unidas por la articulación acromioclavicular y por el
ligamento coracoclavicular.
ARTICULACIÓN ACROMIOCLAVICULAR
La articulación acromioclavicular une el acromion con la extremidad acromial de la
clavícula. Es una articulación plana.
A. Superficies articulares
La superficie acromial ocupa la parte anterior del borde medial del acromion. La superficie
clavicular está situada en la extremidad acromial de la clavícula. Las dos superficies son
casi planas, elípticas y alargadas de anterior a posterior y un poco de medial a lateral. La
superficie acromial está tallada en bisel a expensas de la cara superior del acromion, y se
halla orientada superior y medialmente, mientras que la superficie clavicular presenta una
orientación inversa y se apoya sobre la superficie acromial. Esto explica por qué la luxación
de la clavícula superiormente es el tipo de luxación más frecuente de esta articulación. Las
dos superficies articulares están revestidas por una capa de fibrocartílago de superficie
desigual y rugosa. Cuando no existe disco articular, el revestimiento fibrocartilaginoso de
la superficie clavicular suele ser más grueso superiormente que en la parte inferior; por el
contrario, en la superficie acromial es más grueso inferior que superiormente.
B- Medios de unión
Una cápsula articular y un ligamento acromioclavicular mantienen en contacto las
superficies articulares.
CÁPSULA ARTICULAR. Presenta un manguito fibroso bastante grueso que se inserta en
ambos huesos muy cerca del revestimiento fibrocartilaginoso. La cápsula articular está
reforzada en su cara superior por el ligamento acromioclavicular.
LIGAMENTO ACROMIOCLAVICULAR.
Este ligamento es muy fuerte y ocupa la cara superior de la articulación. Comprende dos
planos fibrosos, uno profundo y otro superficial. El plano profundo constituye un
engrosamiento de la propia cápsula articular. El plano superficial se compone de fascículos
fibrosos que se dirigen oblicuamente de anterior a posterior y de lateral a medial, y cuya
longitud crece de forma gradual de anterior a posterior. Este plano ligamentoso es
distinto, por su textura, de la cápsula articular, de la cual puede separarse fácilmente en la
mayor parte de los casos mediante disección. Su borde anterior describe un relieve sobre
el plano capsular, un poco posterior al borde anterior de la articulación y a una distancia
variable de éste.
DISCO ARTICULAR
En una tercera parte de los casos, las superficies articulares no se corresponden de
manera exacta. La adaptación perfecta es entonces asegurada por un disco articular
fibrocartilaginoso o simplemente fibroso; a menudo el disco articular está formado por
una lámina prismática triangular que ocupa la parte superior o inferior de la articulación.
Se inserta por su base en la cápsula articular o en el fibrocartílago que reviste una u otra
de las superficies articulares, y termina en la cavidad articular por medio de un borde libre.
Membrana sinovial
Tapiza la cara profunda de la cápsula articular, se refleja a lo largo de la inserción del
manguito fibroso y recubre el periostio hasta el contorno de las superficies articulares. La
membrana sinovial es doble cuando existe un disco articular completo, esté o no
perforado.
LIGAMENTO CORACOCLAVICULAR
La clavícula está unida a la apófisis coracoides por el ligamento coracoclavicular, que
presenta a su vez dos porciones bien diferenciadas: el ligamento trapezoideo y el
ligamento conoideo
Ligamento trapezoideo o trapezoide.
Se inserta por una parte, inferiormente, en la mitad o tercio posterior del borde medial del
segmento horizontal de la apófisis coracoides, a lo largo de la cara superior y de la parte
próxima a ésta. Por lo general las inserciones sobre la cara superior se extienden más hacia
la parte posterior que hacia la parte anterior. Desde ese punto, el ligamento se dirige
oblicuamente en sentido superior y lateral, y termina en el segmento anterior de la línea
trapezoidea que presenta la extremidad acromial de la clavícula.
El ligamento trapezoideo consiste en una lámina fibrosa cuadrilátera, orientada según un
plano oblicuo de superior a inferior y de lateral a medial. Presenta dos caras: una es
anteromedial y se orienta medial, anterior y superiormente; la otra es posterolateral y
presenta una orientación inversa, correspondiendo a la cara superior de la apófisis
coracoides y al ligamento coracoacromial. El borde anterior es libre; el borde posterior
está relacionado con el ligamento conoideo. El ligamento trapezoideo tiene un grosor de 4
a 5 mm y está compuesto por dos hojas fibrosas poco diferenciadas superiormente pero
separadas inferiormente, cerca de su inserción coracoidea, por tejido celular laxo que
contiene a menudo una bolsa sinovial.
Ligamento conoideo o conoide.
Se inserta inferiormente, posterior al precedente, en el extremo posterior y saliente de la
cara medial del codo formado por la apófisis coracoides, y en la parte cercana de la cara
superior de dicha apófisis; esta inserción se prolonga inferiormente sobre la cara medial
del segmento vertical de la apófisis coracoides. Desde esta inserción, los fascículos
divergen en abanico, en un plano frontal, hacia la cara inferior de la clavícula. Se insertan
en el tubérculo conoideo de la clavícula.
El ligamento conoideo es triangular de vértice inferior. Presenta dos caras (anterior y
posterior) y dos bordes; de los bordes, uno es medial, vertical y libre, y otro lateral y
oblicuo superior y lateralmente, estando a veces unido y a veces simplemente adosado al
borde posterior del ligamento trapezoideo. Los ligamentos conoideo y trapezoideo están
dispuestos en dos planos casi perpendiculares entre sí: el ligamento conoideo se halla en
un plano frontal y el trapezoideo en un plano oblicuo posterior y lateral. Forman las
paredes de un ángulo diedro abierto medial y anteriormente, cuya arista corresponde a la
línea de unión del borde posterior del ligamento trapezoideo con el borde lateral del
ligamento conoideo.
ARTICULACIÓN CORACOCLAVICULAR.
En algunos movimientos del hombro, la clavícula y la apófisis coracoides se deslizan una
sobre otra. De ese modo, se desarrolla una articulación coracoclavicular que presenta dos
carillas articulares, una clavicular y otra coracoidea. Esta articulación está frecuentemente
constituida por una capa fibrocartilaginosa que se incrusta en la cara superomedial del
ligamento trapezoideo.
MECÁNICA.
Esta articulación presenta movimientos de deslizamiento muy limitados, que pueden
efectuarse en todos los sentidos. Los más extensos son los que se producen alrededor de
un eje vertical, mediante los cuales las superficies articulares clavicular y acromial se
deslizan una sobre otra siguiendo su eje mayor, es decir, de anterior a posterior y de
posterior a anterior. Estos movimientos determinan la apertura o cierre del ángulo
escapuloclavicular. El movimiento que produce la abertura de este ángulo está limitado
por la tensión del ligamento conoideo, mientras que, si el ángulo disminuye, el
movimiento es limitado por la tensión del ligamento trapezoideo
LIGAMENTOS PROPIOS DE LA ESCÁPULA
Se denominan ligamentos propios de la escápula las láminas fibrosas que se extienden
entre diferentes partes de este hueso. Son tres: el ligamento coracoacromial, el ligamento
transverso superior de la escápula y el ligamento transverso inferior de la escápula.
Ligamento coracoacromial.
Se trata de una lámina fibrosa triangular fijada por su vértice al vértice del acromion y por
su base al borde lateral de la apófisis coracoides. Los fascículos anteriores y posteriores
son más gruesos que los fascículos medios. La cara superior del ligamento está en relación
con la cara profunda del músculo deltoides. Su cara inferior se orienta hacia la articulación
del hombro y los músculos periarticulares, de los que está separada por una bolsa sinovial,
denominada bolsa subacromial o bolsa subdeltoidea.
Ligamento transverso superior de la escápula.
Se da este nombre a una delgada banda fibrosa que se extiende de un extremo al otro de
la escotadura de la escápula, la cual transforma en un agujero osteofibroso por el que
discurre el nervio supraescapular.
Ligamento transverso inferior de la escápula.
Es un fascículo fibroso, estrecho y delgado, que se extiende del borde lateral de la espina
de la escápula al reborde posterior de la cavidad glenoidea. Pasa a manera de un puente
superiormente al surco que forma el cuello de la escápula. El orificio así limitado da paso a
los vasos y nervio supraescapulares, que discurren desde la fosa supraespinosa hasta la
fosa infraespinosa.
ARTICULACIÓN DEL HOMBRO
La articulación del hombro o articulación glenohumeral es una articulación esferoidea que
une el húmero a la escápula.
Superficies articulares
Son la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula. 1. Cabeza del húmero. La
cabeza del húmero (fig. 44) representa la tercera parte de una esfera de 30 mm de radio,
ligeramente más extensa en sentido vertical que anteroposterior. Está revestida por una
capa uniforme de cartílago de 2 mm de espesor aproximadamente. El revestimiento
cartilaginoso está limitado por el labio medial del cuello anatómico y presenta,
superiormente al tubérculo menor, una escotadura angular o en forma de media luna, que
corresponde a la superficie que hemos descrito en osteología con el nombre de fosita
supratubercular del ligamento glenohumeral superior.
Cavidad glenoidea de la escápula. La cavidad glenoidea es mucho menos extensa que la
cabeza del húmero y presenta una orientación inversa. Su superficie es de forma oval con
el extremo ancho situado inferiormente y está irregularmente excavada en el hueso seco.
Presenta en su centro una eminencia denominada tubérculo glenoideo; además, su
concavidad es más pronunciada en la parte inferior que en el resto de su superficie. El
cartílago que reviste esta cavidad en estado fresco hace desaparecer las irregularidades
del tejido óseo y regulariza la curvatura de su concavidad. Por consiguiente, el es pesor del
cartílago es desigual, siendo más grueso en la mitad inferior de la cavidad articular y muy
delgado a la altura del tubérculo, donde presenta un aspecto gris amarillento debido a la
delgadez del cartílago y a su estructura fibrocartilaginosa.
Articulación escapulotorácica
La articulación escapulotorácica [omoparietoserrática] no es una verdadera articulación.
Pertenece al grupo de las sisarcosis, aquellas articulaciones cuyas superficies articulares
están formadas por músculos, en este caso por el músculo subescapular y el músculo
serrato anterior. Este último músculo delimita dos espacios: el espacio toracoserrático
(limitado por fuera y por detrás por el músculo serrato anterior y medialmente por la
pared torácica) y el espacio serratoescapular (limitado hacia lateral y por detrás por el
músculo subescapular, y el músculo serrato anterior en dirección anteromedial). Estos
espacios con tejido conectivo laxo son esenciales para permitir los movimientos de la
cintura pectoral, ya que gracias a ellos la escápula se puede deslizar sobre la pared
torácica.
Articulación esternoclavicular
La articulación esternoclavicular es una articulación sinovial, en forma de silla de montar
(selar). Sus superficies articulares están representadas por una superficie del esternón: la
escotadura clavicular, una pequeña superficie articular triangular del primer cartílago
costal, y las dos carillas, vertical y horizontal, del extremo medial de la clavícula. Entre
estas superficies articulares hay un disco articular, con forma de lente concavoconvexa,
que mejora la congruencia entre ellas. La articulación está rodeada por una cápsula,
reforzada por cuatro ligamentos, y presenta una sinovial que está dividida por el disco
articular en una cavidad sinovial clavicular y otra esternal. La articulación esternoclavicular
se relaciona en dirección anterior e inferior con el músculo pectoral mayor, en dirección
superior y medial con el músculo esternocleidomastoideo, y en dirección posterior con los
músculos esternohioideo y esternotiroideo. Los movimientos de esta articulación son
limitados y de pequeña amplitud; la clavícula es el único hueso móvil de la articulación.
Debido a la longitud de la clavícula y de la libertad de la escápula, estos movimientos se
traducen en la posibilidad de desplazamientos importantes de la escápula con respecto al
tórax.
Ligamentos de la articulación esternoclavicular
El ligamento esternoclavicular anterior se extiende desde la porción anterosuperior de la
clavícula hasta la porción anterior del manubrio esternal y del primer cartílago.
El ligamento esternoclavicular posterior refuerza la cara posterosuperior de la clavícula y
llega hasta el manubrio esternal.
El ligamento interclavicular une la cara superior del extremo medial de la clavícula con la
porción lateral de la escotadura yugular y con la clavícula opuesta.
El ligamento costoclavicular es el principal ligamento de la articulación. Es sólido y de
forma romboidal, se dispone en un plano anterior y otro posterior, y une la clavícula con el
primer cartílago costal y la cara inferior de la clavícula.
Rodete glenoideo.
Se da este nombre a un anillo fibrocartilaginoso que se aplica sobre el contorno de la
cavidad glenoidea y que aumenta su profundidad. Observado en un corte, es triangular,
por lo que en él pueden reconocerse tres caras: periférica, articular y adherente. La cara
periférica prolonga externamente la superficie del cuello de la escápula y sirve de inserción
a la cápsula articular en todo su contorno. La cara articular es libre, lisa y cóncava, y
forma parte de la superficie articular glenoidea. La cara adherente está en estrecha
conexión con la periferia de la cavidad glenoidea, a la que a veces se adhiere en toda su
extensión. Muy a menudo, la estrecha unión entre el rodete glenoideo y la cavidad
glenoidea se realiza sólo en la parte inferior del contorno de la cavidad glenoidea, mientras
que superiormente el rodete glenoideo se une sólo al borde de la cavidad glenoidea,
quedando el resto de esta cara adherente del rodete glenoideo aplicada sobre el cartílago
glenoideo; la unión termina en dirección hacia el centro de la cavidad glenoidea mediante
un borde libre. La parte superior del rodete glenoideo presenta entonces las características
de un menisco articular. El rodete glenoideo suele ser más ancho inferior que
superiormente, es decir, avanza más hacia el centro de la cavidad glenoidea en la parte
inferior.
El rodete glenoideo está compuesto, además de por los elementos cartilaginosos que
recubren su cara articular: a) por fibras propias, que se extienden de un punto a otro del
contorno de la cavidad glenoidea; b) por fascículos que proceden del tendón de la cabeza
larga del músculo bíceps braquial; este tendón nace en gran parte del propio rodete
glenoideo por medio de dos fascículos que presentan continuidad con sus segmentos
anterior y posterior, y c) por fibras que presentan continuidad con las del tendón de la
cabeza larga del músculo tríceps braquial. El rodete glenoideo aumenta la concavidad de la
cavidad glenoidea, pero la hace crecer muy poco en extensión. La cabeza del húmero, más
grande que la cavidad glenoidea rodeada por su rodete glenoideo, sólo es parcialmente
acogida por esta cavidad.
Medios de unión
El húmero y la escápula están unidos: a) por una cápsula articular; b) por los ligamentos
que refuerzan la cápsula articular, y c) por los músculos periarticulares.
CÁPSULA ARTICULAR. Presenta la forma de un manguito fibroso muy laxo, que permite
una separación de las superficies articulares de hasta 2 o 3 cm. Se extiende desde el
contorno de la cavidad glenoidea hasta el extremo superior del húmero. La inserción
escapular de la cápsula articular se realiza sobre la cara periférica del rodete glenoideo y se
extiende hasta la parte próxima del reborde óseo de la cavidad glenoidea. Sin embargo, en
la parte superior, la inserción capsular rodea medialmente la inserción del tendón de la
cabeza larga del músculo bíceps braquial y alcanza la base de la apófisis coracoides .
Además, en la parte inferior de la cavidad glenoidea, la cápsula articular se fusiona con el
tendón de la cabeza larga del músculo tríceps braquial. La inserción humeral se efectúa a
una distancia de la cabeza del húmero que es diferente en la parte superior y en la inferior
. En la mitad superior, la inserción tiene lugar en el cuello anatómico y, por consiguiente,
muy cerca de la superficie articular. En la mitad inferior, la línea de inserción se separa de
forma progresiva, de superior a inferior, del revestimiento cartilaginoso; en la porción que
corresponde al polo inferior de la cabeza del húmero, la línea de inserción se encuentra a 1
cm aproximadamente de la superficie articular.
LIGAMENTOS. El espesor de la cápsula articular es desigual: muy delgada cuando está en
contacto con los tendones periarticulares y más gruesa en los espacios intertendinosos, si
bien incluso en estos espacios el espesor no es uniforme. En diversos puntos, la cápsula
articular se engruesa y forma bandas fibrosas que se extienden de la cavidad glenoidea al
húmero y que se denominan ligamentos glenohumerales. También está reforzada por un
ligamento coracohumeral y un ligamento coracoglenoideo, los cuales se distinguen de los
ligamentos glenohumerales: a) por su inserción coracoidea, y b) porque son
independientes de la cápsula articular en una porción más o menos amplia de su
extensión.
El ligamento coracohumeral Es una lámina fibrosa gruesa, que se inserta medialmente en
toda la longitud del borde lateral de la apófisis coracoides, inferiormente al ligamento
coracoacromial. Se extiende desde la base de la apófisis coracoides hasta el borde
superior de los tubérculos mayor y menor del húmero. El ligamento coracoglenoideo
tendría la misma significación que el ligamento coracohumeral
Ligamento coracoglenoideo.
Este ligamento, descrito por Sappey con el nombre de fascículo profundo o
coracoglenoideo del ligamento coracohumeral, nace de la parte posterior del borde lateral
de la apófisis coracoides y del codo formado por ésta, se dirige posterior y lateralmente, y
termina en el rodete glenoideo y en la parte vecina de la cápsula articular.
Existen tres: el ligamento glenohumeral superior, el ligamento glenohumeral medio y el
ligamento glenohumeral inferior
El ligamento glenohumeral superior se inserta medialmente en la parte superior del rodete
glenoideo y del cuello de la escápula. La parte superior de la inserción escapular de este
ligamento, así como la de la cápsula articular, está desplazada medialmente al rodete
glenoideo por el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial, y se extiende hasta
la base de la apófisis coracoides. Se extiende desde la porción superior del labrum
glenoideo y la superficie ósea que está por encima de la cavidad glenoidea, hasta el cuello
anatómico. Al dirigirse lateralmente, los dos ligamentos se aproximan de forma gradual el
uno al otro y acaban fusionándose. El ligamento glenohumeral superior, unido al fascículo
del tubérculo menor del ligamento coracohumeral, se fija en sentido inmediatamente
superior al tubérculo menor en el cuello anatómico y en una escotadura que presenta la
cabeza del húmero, cerca del extremo superior de su tubérculo menor.

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