acción conductual y neurofisiológicas. Sus efectos conductuales se evidencian ante aumentos crónicos
de glucocorticoides en sangre produciendo depresión y apatía. Su liberación se incrementa durante
situaciones de estrés, como el enfrentar situaciones nuevas, al intervenir en una competencia atlética o
al rendir exámenes finales. Estas hormonas se relacionan con la actividad del sistema nervioso simpático.
Regulan también la función inmunológica suprimiendo las respuestas inflamatorias e inmunes. En las
situaciones de estrés prolongado un aumento de cortisol es un factor importante en el aumento de la
susceptibilidad a la enfermedad.
4. Siendo el hipotálamo y la hipófisis órganos blancos del cortisol, ¿Cuál es su efecto sobre dichos
órganos cuando la concentración en sangre del cortisol se encuentra por encima de los valores
basales? ¿Cómo se denomina este mecanismo?
Los niveles blancos de cortisol estimulan las células neurosecretoras del hipotálamo a secretar el Factor
Liberador de Adenocorticotrofina. Este promueve la liberación de la Hormona Adenocorticotrofina. Laa
ACTH estimula la corteza suprarrenal a secretar cortisol. Cuando la concentración de cortisol aumenta
mínimamente por encima de los valores de referencia, el cortisol por retroalimentación negativa inhibe
la producción de ACTH por parte de la hipófisis y del Factor de Liberación de ACTH por parte del
hipotálamo hasta que el cortisol disminuye su concentración a los valores normales.
5. Describe los principales efectos de la adrenalina sobre los órganos/células blanco identificados en la
figura.
Incrementan la frecuencia y la fuerza del latido cardiaco, elevan la presión sanguínea, estimulan la
respiración y dilatan las vías respiratorias. Tambien incrementan la cantidad de glucosa en sangre,
favoreciendo su utilización por parte de las células. Estas hormonas poseen diversos efectos sobre el
metabolismo. Su secreción forma parte integral de la reacción lucha o huida.
6. Justifica el siguiente texto: “Durante un proceso de estrés agudo, neurotransmisores liberados desde
la corteza cerebral (SNC), estimulan al hipotálamo. Este último controla a través de mecanismos
diferentes tanto la secreción de cortisol por la corteza suprarrenal como la liberación de catecolaminas
por la médula suprarrenal.”
En la base del hipotálamo hay neuronas especializadas en la secreción y liberación de mensajeros
químicos. Sus mensajeros químicos reciben el nombre de neurohormonas, se liberan desde las
terminales de las células nerviosas en respuesta a impulsos neuronales de un modo análogo a lo que
ocurre con los neurotransmisores, pero, son liberados a los vasos sanguíneos de la hipófisis. Las
neurohormonas llegan por sangre a las células blanco e la hipófisis anterior, produciendo la estimulación
o inhibición de la secreción de hormonas hipofisiarias, de allí de su denominación de Factores de
Liberación y Factores de Inhibición hipotalámicos. Las células de la hipófisis anterior reaccionan a las
hormonas liberadoras o inhibidoras, aumentando o disminuyendo la salida de sus hormonas. Su relación
con la hipófisis posterior se realiza de manera diferente.
Cuando te encuentras con una amenaza percibida, como un perro grande que te ladra durante la
caminata matutina, tu hipotálamo, una pequeña región en la base de tu cerebro, activa un sistema de
alarma en tu cuerpo. A través de una combinación de señales nerviosas y hormonales, este sistema
incita a las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, a liberar una oleada de hormonas,
entre ellas, la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, eleva la presión arterial y aumenta los suministros de
energía. El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente
sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan
los tejidos.