tejido adiposo, e IRS-4 a riñón y encéfalo (8). El IRS-1 es una proteína rica en regiones de unión a tirosinas fosforiladas (regiones PTB, de PhosphoTyrosine
Binding), que le permiten unirse al receptor y ser fosforilado por él en sus residuos de tirosina (8,9). Una vez el IRS-1 es fosforilado, liga a dos moléculas de
gran importancia en la respuesta biológica a la insulina: PI3K y Grb-2 (1,8,9).
Fosfatidilinositol 3-cinasa (PI3K): PI3K es una proteína dimérica con una subunidad catalítica (p110) y una subunidad regulatoria (p85). La subunidad p85 se
une a los IRS fosforilados y eso hace que cese su actividad inhibitoria sobre la subunidad p110 (1,13,14). La subunidad p110 desinhibida fosforila varios
fosfolípidos de membrana, principalmente el fosfatidilinositol 4,5 bifosfato (PI 4,5P) para generar fosfatidilinositol trifosfato (PIP3). El PIP3 es el encargado
de fijar a la membrana y activar a PDK1 y AKT, dos enzimas cinasas que median la mayoría de los efectos metabólicos de la insulina (1,15). Cuando se han
realizado experimentos con bloqueo genético o farmacológico de la actividad de PI3K, sucede lo siguiente (16-19): Se reduce dramáticamente la expresión
de GLUT-4 en la membrana plasmática. Se pierde el "freno antilipólisis" brindado por la insulina. Se inactiva la glucógeno sintetasa. Se reduce de forma
importante la síntesis de nuevas proteínas y DNA.
Grb-2: Los IRS fosforilados también ligan una proteína llamada Grb-2, que tras su unión con los IRS se dimeriza con la proteína mSOS (1,20). El complejo Grb-
2/mSOS actúa sobre una proteína GTPasa asociada a la membrana llamada Ras, haciendo que intercambie GDP por GTP y se active toda la vía de las MAP
cinasas, esencial en la regulación del crecimiento y proliferación celulares, así como de la expresión génica (21).
PDK1/AKT:Después de que PDK1 y AKT se han fijado a la membrana y AKT se encuentra activo, AKT fosforila varias proteínas ocasionando efectos
metabólicos importantes: - AKT fosforila a VAMP y otras proteínas de fusión presentes en las vesículas de almacenamiento de los GLUT-4, ocasionando la
traslocación de los GLUT-4 a la membrana y por tanto la captación de glucosa (22). - AKT fosforila a GSK3, una enzima que fosforila a la glucógeno sintasa y a
la glucógeno fosforilasa. Cuando AKT fosforila a GSK3, la inactiva. Así, habrá una menor fosforilación tanto de la glucógeno sintasa como de la glucógeno
fosforilasa (1,23,24). La glucógeno sintasa sin fosforilar es activa, mientras que la glucógeno fosforilasa sin fosforilar es inactiva. Se dará por tanto una mayor
síntesis y menor degradación del glucógeno. - AKT fosforila a varias proteínas ribosomales, entre ellas p70S6K y 4E-BI, un factor de inicio de la traducción,
activándolo. Se estimulará por tanto la síntesis de proteínas (25).
El receptor de insulina transfiere grupos fosfato desde el ATP a ciertas proteínas específicas dentro de la célula. Esto conlleva un incremento del transporte
de moléculas de glucosa desde la circulación sanguínea al interior de los miocitos y los adipocitos, y por lo tanto un incremento en la concentración de
glucosa en el interior de las células del músculo y del tejido adiposo. La activación de este proceso se logra en el momento en que una molécula de insulina
se une al receptor, produciendo un cambio en la conformación de su estructura, lo que induce la iniciación de las actividades enzimáticas en el interior de la
célula.
Cuando la glicemia sube, la glucosa ingresa libremente a las células pancreáticas a través de los GLUT2. En el interior, la glucosa es metabolizada y libera ATP
que inhibe los canales de K sensible a ATP, produciéndose, en consecuencia, el ingreso de calcio a la célula (despolarización de la célula llevando a un influjo
de Ca2+). Este calcio desencadena varias reacciones consecutivas que culminan en la ruptura de la unión péptido C – insulina y la posterior liberación de
ambas moléculas; en consecuencia, mientras más alta sea la glicemia, mayor será la liberación de insulina. Una vez secretada al torrente sanguíneo, la
insulina ejerce efectos metabólicos en las células mediante su unión al receptor de insulina, el cual es una proteína conformada por 4 subunidades: dos de
ellas (las alfa) sobresalen en la membrana celular y las dos restantes (las beta) atraviesan la membrana hasta llegar al citoplasma [El receptor de insulina es
particularmente abundante en hígado, tejido adiposo y muscular]. Las subunidades alfa poseen una actividad inhibitoria sobre las subunidades beta. Cuando
las subunidades alfa entran en contacto con la insulina se inactivan, dando paso a la activación inmediata de las subunidades beta. La subunidades beta ya
activas empiezan a captar grupos fosfato que son ubicados a nivel de los residuos de tirosina (este proceso se llama autofosforilación del receptor). Este
evento es clave para entender la resistencia a la insulina, en términos moleculares, porque todos los eventos posteriores a la activación del receptor se
llevarán a cabo, únicamente si la fosforilación se produce a nivel de los residuos de tirosina; si la fosforilación se presenta a nivel de los residuos de serina y
treonina no habrá actividad fisiológica posterior.
El residuo fosforilado de tirosina capta unas proteínas citoplasmáticas que se denominan Sustrato del Receptor de Insulina (IRS, por sus siglas en inglés) que
a su vez pueden asociarse con diversos compuestos para desencadenar decenas de eventos metabólicos dentro de la célula, entre los que podemos citar:
Liberación de receptores GLUT4 hacia la membrana celular, con lo cual se capta glucosa. Estímulo de la síntesis de glucógeno e inhibición de su degradación
en hígado y músculo, con lo cual esa glucosa se almacena. Estímulo para la glucólisis e inhibición de la gluconeogénesis. Estímulo de la actividad de la
Liproteina Lipasa (LPL) y triglicérido sintasa, con lo cual no solo se captan ácidos grasos sino que además se guardan como triglicéridos. Inhibición de la lipasa
hormona sensible con lo cual se detiene la lipólisis.
b-2) Describa en detalle las principales vías de señalización que activa esta hormona, lentas y rápidas, y su apagado.
Los efectos de la insulina en la regulación de la síntesis de proteínas son mediados principalmente a través de la activación de la vía de señalización de las
MAP cinasas (Fig. 2). La fosforilación en residuos de Tyr del dominio citoplasmático del IR, promueve la asociación de la proteína Shc, la cual une al complejo
Grb2/ SOS; SOS es un factor recambiador de nucleótidos de guanina (GEF), capaz de activar a Ras. La activación de Ras (GTP-Ras) inicia el encendido de la
cascada de las MAP cinasas. GTP-Ras se une y activa a Raf-1 que subsecuentemente lleva a la fosforilación y activación de la vía, que involucra el
reclutamiento y activación de MEK (también llamada cinasa de MAP cinasa) y de las ERK1 (cinasa regulada extracelularmente 1) y ERK2. Alternativamente a
esta vía de señalización que lleva a la activación de las ERK1 y ERK2 (conocidas genéricamente como MAP cinasas), la insulina es capaz de activar a estas
proteínas por una vía independiente de Shc, pero que depende de la activación del IRS (sustrato del receptor de insulina). Una vez activo IRS, une al
complejo Grb2/ SOS y a partir de este punto la secuencia de activación de proteínas es la misma que se describió para Shc (Fi g. 2). Las MAP cinasas tienen
una amplia gama de sustratos potenciales, incluyendo factores de transcripción y otras cinasas, que participan principalmente en la regulación de la
expresión genética en tejidos sensibles a la insulina pero no en la regulación del transporte de glucosa (2, 6).
La vía de la PI3K es el principal mecanismo por el que la insulina ejerce sus funciones en el metabolismo de la glucosa y de lípidos. La transducción de señales
a través de la vía de PI3K se esquematiza en la figura 3 y se inicia cuando el receptor activo y autofosforilado, interacciona con IRS y lo fosforila. Las
proteínas IRS contienen un dominio amino-terminal de homología a pleckstrina (dominio PH) altamente conservado, seguido por un dominio de unión a
fosfotirosinas (PTB), que en conjunto permiten el acoplamiento de IRS al IR activo. Adicionalmente, los IRSs contienen entre 8 y 18 sitios potenciales de
fosforilación (en función del tipo de IRS, de los cuales se conocen 4 isoformas, IRS-1 a IRS4), que al ser fosforilados por el IR, se convierten en sitios de unión
y activación de proteínas que contienen dominios SH2 (de homología al dominio 2 de la proteína Src), muchas de las cuales funcionan como proteínas
adaptadoras, como es el caso de PI3K, Grb2 (proteína 2 unida al receptor del factor de crecimiento), Crk II, SHP-2 (proteína tirosina fosfatasa con homología
a Src), entre muchas otras (6). A pesar de que existen 4 isoformas de IRS, al parecer la que está involucrada en el transporte de glucosa a las células es la
isoforma 1, por lo que en adelante se hará referencia principalmente a esta isoforma. Las PI3Ks, son heterodímeros que constan de una subunidad
reguladora (p85α, p55α, p50α, p85β ó p55PIK) y de una subunidad catalítica (p110α, p110β ó p110δ). Las subunidades reguladora s son proteínas
adaptadoras que contienen dos dominios SH2, los cuales permiten su unión a las proteínas IRS-1. La interacción entre ambas proteínas provoca cambios
alostéricos en la conformación de la subunidad reguladora dando por resultado la activación de la subunidad catalítica de PI3K. A consecuencia de ello, p110
se localiza cerca de la membrana plasmática en donde tiene acceso a sus sustratos PI4-P (fosfatidilinositol 4-fosfato) y PI4,5-P2 (fosfatidilinositol 4,5-
bisfosfato), los cuales son fosforilados en la posición 3 del inositol, generando los productos PIP2 (PI3,4-bisfosfato) y PIP3 (PI3,4,5- trisfosfato),
respectivamente (Fig. 3). El PIP3 sirve como sitio de unión para cinasas de Ser como PDK1 (cinasa dependiente de fosfoinositi dos-1), y Akt o proteína cinasa
B (PKB) (7). En el caso de la cinasa Akt, después de su reclutamiento a la membrana plasmática es fosforilada en dos residuos, la Ser473 y la Thr308. La
fosforilación en la Ser473 ocurre primero por acción del complejo proteico mTor/Rictor, también conocido como PDK2. Esta fosforilación parece promover
la interacción entre el motivo hidrofóbico del carboxilo terminal de Akt y la cinasa PDK1 que la fosforila en la Thr308; estas dos fosforilaciones son
importantes para que Akt se active completamente (8). Existen tres isoformas de Akt (Akt1-3), de las cuales, la isoforma 2 parece ser la que juega un papel
importante en la incorporación de glucosa inducida por la insulina. La enzima Akt regula varios de los efectos metabólicos de la insulina a través de la
fosforilación de una lista creciente de sustratos que propagan la respuesta de la insulina, incluyendo a la enzima glucógeno sintasa (GS), a la glucógeno
sintasa cinasa 3 (GSK3), a la sintasa de oxido nítrico inducible (iNOS), a la fosfofructocinasa 2 (PFK2), a la proteína de unión al elemento de respuesta al AMP
cíclico (factor de transcripción CREB), a la molécula blanco de la rapamicina en mamíferos (mTOR), a la caspasa 9 y a la proteína antiapoptótica antagonista
de Bcl2 (BAD) (Fig. 3) (3). Entre estos destaca la fosforilación e inactivación de la enzima GSK3 (3, 7), una cinasa que en condiciones de no estímulo inhibe a
la glucógeno sintasa; la inhibición de GSK3 por Akt favorece la activación de la glucógeno sintasa y el aumento en la síntesis de glucógeno (6). La cascada de