FREUD, S. - CONFERENCIA N° 1: INTRODUCCIÓN
Conferencias de introducción al psicoanálisis
El psicoanálisis es una modalidad de tratamiento médico de pacientes neuróticos. En
el resto de la medicina, cuando sometemos a un enfermo a una técnica médica que le
resulta nueva, por regla general restamos importancia a las dificultades y le damos
optimistas seguridades acerca del éxito del tratamiento. Cuando tomamos a un
neurótico bajo tratamiento psicoanalítico le exponemos las dificultades del método, su
prolongada duración, los esfuerzos y sacrificios que cuesta y, en lo tocante al
resultado, le decimos, nada podemos asegurarle: eso depende de su conducta, de su
inteligencia, de su docilidad, de su perseverancia.
En el tratamiento analítico no ocurre otra cosa que un intercambio de palabras entre
analizado y médico. El paciente habla, cuenta vivencias pasadas y sus impresiones
presentes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas. El médico
escucha, procura dirigir las ilaciones de pensamiento del paciente, exhorta, empuja su
atención en ciertas direcciones, le da esclarecimientos y observa las reacciones de
comprensión o rechazo que de ese modo provoca en el enfermo. Los pariente de
nuestros enfermos nunca dejan de manifestar su duda de que "meras palabras puedan
lograr algo con la enfermedad".
La conversación en que consiste el tratamiento psicoanalítico no soporta terceros
oyente; no admite ser presentada en público. Las comunicaciones de que el análisis
necesita sólo serán hechas por él a condición de que se haya establecido un particular
lazo afectivo con el médico. Esas comunicaciones tocan lo más intimo de su vida
anímica, todo lo que él como persona socialmente autónoma tiene que ocultar a los
otros y, además, todo lo que como personalidad unitaria no quiere confesarse a sí
mismo.
El psicoanálisis se aprende primero en uno mismo, por el estudio de la personalidad
propia. Existe una serie íntegra de fenómenos harto frecuentes y de todos conocidos
que, tras alguna instrucción en la técnica, pueden pasar a ser objeto del análisis en
uno mismo. Por esa vía se obtiene la buscada convicción de la realidad de los
procesos que el psicoanálisis describe y acerca de lo correcto de sus concepciones.
De todos modos, los progresos alcanzables por este camino encuentran límites
precisos. Más lejos se llega si uno se hace analizar por un analista experto, si se