utilidad supone el cuerpo dócil, el cuerpo maleable; con el cuerpo se puede hacer lo que
uno se proponga, siempre que lo haga disciplinadamente y eso es muy útil, es muy
fructífero. Por ejemplo, en términos de la conformación industrial, un obrero se hace, se
hace con capacitación para la fuerza de trabajo.
Esto es lo que llama Foucault disciplina; pero, claro está, lo que él muestra es que pocos
se han ocupado de estudiar la disciplina, quizás porque la disciplina se nos presenta
como algo natural (!normal¡), y no solamente natural porque lo llevamos acendrado en
nuestro comportamiento, sino que además es asunto despreciable por menudo y regular,
en fin, por ser asunto de detalle. Y ciertamente, de eso se trata, de ínfimos detalles, mas
con consecuencias extremas y tremendas.
"La minucia de los reglamentos, la mirada puntillosa de las inspecciones, la sujeción a
control de las menores partículas de la vida y del cuerpo dan, dentro del marco de la
escuela, del cuartel, del hospital o del taller, un contenido laicizado, una racionalidad
económica o técnica al cálculo místico de lo ínfimo y del infinito."
Es decir, la disciplina obviamente no es un invento de la época estudiada; disciplina
tenían por ejemplo los jesuitas, grandes contribuidores de la disciplina, pero en el origen
con un sentido completamente místico; es decir, muy disciplinadamente el ejercicio de los
jesuitas es la búsqueda del encuentro con Dios, y eso se hace en silencio, tiene sus
especificaciones. Foucault muestra cómo ese sentido va derivando en uno que ya es laico
y que se transforma en un ejercicio que se da en las primeras escuelas fundadas por los
religiosos en Europa, más o menos a mediados del siglo XVI. "Una observación minuciosa
del detalle, y a la vez una consideración política de pequeñas cosas, para el control y la
utilización de los hombres, se abren paso a través de la época clásica, llevando consigo
todo un conjunto de técnicas, todo un corpus de procedimientos y de saber, de
descripciones, de recetas y de datos". Es decir, hay todo un cuerpo de conocimientos que
nosotros, en principio, consideramos como despreciable, hasta que se nos muestra la
magnitud que tienen, por ejemplo, al cristalizar como pedagogía en el campo educativo, o
como psiquiatría en el campo de los hospitales o de los encierros, o como criminología en
el caso de la cárcel. Cuerpos del saber, en su origen, de minucias, de detalles que
conformaron, lentamente, un modo de ser individuos: enfermo-médico, loco- psiquiatra,
alumno-pedagogo, preso-carcelero, delincuente-criminólogo. "Y de estas fruslerías, sin
duda, ha nacido el hombre del humanismo moderno". Ese es el hombre construido.
La disciplina, por otra parte, se resume en la idea del Poder Disciplinario. En el Poder
Disciplinario se conjugan fundamentalmente, como ya hemos señalado, la vigilancia y el