LIC. FRAGA MYRIAM
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FISIOPATOLOGÍA DEL SISTEMA VASCULAR LINFÁTICO
La palabra
edema
deriva del griego
oideema
que significa hinchazón. Por ello se puede definir al
edema como una hinchazón palpable y visible en una región del cuerpo, causada por acumulación
de líquidos en el espacio intersticial. En general se desarrolla entre la fascia superficial y la piel.
Raramente se ubica por debajo de la fascias.
El rendimiento de la bomba linfática es limitado. El sistema linfático es insuficiente cuando no es
capaz de transportar las cargas linfáticas proteico-fisiológicas e hídrico-fisiológicas, y garantizar a
la vez un mecanismo de seguridad eficiente.
La diferencia entre el débito linfático medido en reposo y el débito calculado con un aumento de
la carga linfática hídrico-fisiológica o proteico-fisiológica constituye la reserva funcional. Esto
significa que un aumento de las cargas linfáticas no puede ser compensado por un aumento del
flujo linfático más allá de su reserva funcional.
Un aumento de la carga linfática hídrico-fisiológica o proteico-fisiológica genera un aumento
compensatorio del flujo que no llega a sobrepasar la capacidad de transporte del sistema
linfático.
Insuficiencia del Sistema Linfático:
Un sistema linfático insuficiente es aquel que NO es capaz de
transportar la carga linfática y garantizar un mecanismo de seguridad eficiente.
Insuficiencia Linfática de tipo Mecánica:
Se manifiesta cuando la capacidad de transporte
disminuye por una enfermedad del sistema linfático o un traumatismo. La carga linfática es
normal. Se caracteriza por dar origen a un edema
de bajo flujo y alto contenido
proteico. Ejemplo: el linfedema del miembro superior postquirúrgico o postradioterapia.
Insuficiencia mecánica= Capacidad de Transporte disminuida + Capacidad Linfática normal.
Insuficiencia Linfática de tipo Dinámica:
Según Foldi cuando las cargas linfáticas sobrepasan la
capacidad de transporte del sistema linfático se produce una insuficiencia de tipo dinámica con la
consiguiente formación de edema. Como es el caso de una hipoproteinemia, donde el aumento
de líquido intersticial provoca una sobrecarga del sistema linfático. Este edema es de alto flujo y
bajo contenido proteico.
El flujo linfático corresponde a la capacidad de transporte. Como consecuencia, la carga linfática
(carga hídrica + carga proteica) excede al flujo linfático por unidad de tiempo. Ejemplos:
flebedema, edema ortostático, edema hipo proteico, procesos inflamatorios agudos.
Insuficiencia del mecanismo de Seguridad o también llamado de la válvula de seguridad:
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Se caracteriza por una capacidad de transporte disminuida y una carga linfática aumentada. El
aumento de la carga linfática puede deberse a un incremento de la carga linfática hídrica y/o
proteica. Durante la fase inicial de un cuadro inflamatorio agudo se instala temporalmente una
insuficiencia dinámica del sistema vascular linfático. Si el proceso inflamatorio afecta directamente
al sistema linfático se suma una insuficiencia linfática mecánica, la sobrecarga crónica de los
linfangiones disminuye la capacidad de trabajo. Ejemplo: edema mixto (linfoflebedema o
flebolinfedema).
Consecuencias de la disminución de la función linfática:
La pérdida de la función linfática puede ser de origen orgánico o funcional.
La obstrucción o destrucción de las corrientes linfáticas es la causa más frecuente de linfedema.
La disección ganglionar en la cirugía oncológica y las radiaciones ionizantes, que se utilizan en el
tratamiento del cáncer bloquean la circulación linfática. El edema en general aparece después de
un período de latencia que oscila entre algunos meses y varios años. Los trabajos experimentales
revelan que después de una fase de oclusión linfática con edema transitorio, la circulación de
reserva reemprende y estimula al máximo a todos los linfáticos residuales. Como consecuencia de
esta hiperfunción y del desarrollo de una esclerosis secundaria a la cirugía y radioterapia se
instaura, con el paso del tiempo, una pérdida gradual de la función de los linfáticos residuales.
En todos los casos de linfedema por bloqueo, la dilatación de los troncos linfáticos implica una
incompetencia o incluso una destrucción valvular donde el vaso colector es incapaz de cumplir su
función, a menos que pueda derivarse el bloqueo.
Causas Orgánicas
- Anomalías de los canales tisulares (espacios prelinfáticos)
- Anomalías de los colectores iniciales malformados y en número muy reducido: Enfermedad de
Milroy-Nonne o enfermedad de Meige
- Disminución del número de troncos linfáticos o centros linfáticos
- Dilatación y aumento del número de vasos linfáticos de aspecto varicoso
- Obstrucción p destrucción de las corrientes linfáticas
La disminución de la función linfática determina una acumulación de líquido, sustancias y células
que no pueden derivarse desde el espacio intersticial hacia otra vía que no sea linfática. Las
consecuencias principales del desequilibrio entre la carga linfática y la disminución de la
capacidad de transporte son:
1. La presión del primer vaso linfático inicial es positiva (4mm de Hg). En el linfedema
primitivo se triplica.
2. Retención de proteínas de alto peso molecular, cuyo poder oncótico retiene agua creando
un edema rico en proteínas; también son retenidos gérmenes, partículas inertes, etc. Si la
distancia entre los capilares sanguíneos y las células aumenta, el proceso de difusión
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empeora. El aumento de la distancia de difusión entre los capilares y las células dificulta el
metabolismo celular.
3. Las proteínas favorecen la fibrosis que culmina con la neoformación de tejido conectivo de
naturaleza fibrosa; por eso, el edema evoluciona hacia un cuadro de fibrosis hiperplásica.
4. Las proteínas son las causantes de los episodios de infección. Las infecciones generan
fibrosis, determinando así un circulo vicioso cada vez mas desfavorable.
5. Alteraciones en la inmunidad que explican la mayor frecuencia de episodios infecciosos e
inflamatorios.
6. La actividad fibrinolítica disminuye, lo que explica el engrosamiento cutáneo.
Mecanismos orgánicos de compensación:
Cuando se produce una linfostasis, el organismo pone en marcha mecanismos de compensación,
esquematizados de la siguiente manera:
1. Cuando existe un problema mecánico la linfa es evacuada por vías colaterales.
2. Se abren anastomosis linfo-venosas intentando derivar la linfa.
3. Se forman anastomosis linfo-linfáticas
4. Aumenta el número de monocitos en el intersticio, los que se transforman en macrófagos
que absorben las proteínas y las diluyen.
Cuando existe una linfostasis y fallan los mecanismos de compensación mencionados, se produce
el edema, llamado linfedema.
LOCALIZACIÓN DE LOS EDEMAS
La palabra edema procede del griego «oideema» (hinchazón). Con ella definimos un estado de
hinchazón visible y palpable en una parte del cuerpo causada por un acumulo de líquido en el
espacio existente entre las células de los tejidos y que denominamos espacio intersticial,
intercelular o extracelular. En la inmensa mayoría de las veces, los edemas aparecen en el espacio
existente entre las fascias (cubiertas) musculares y la piel. Es muy poco frecuente que se lleguen a
desarrollar por debajo de las fascias musculares (edemas subfasciales)
ORIGEN DE LOS EDEMAS
Existen diversas causas que pueden dar lugar a la aparición de un edema. Vamos a describirlas,
ya que no toda situación edematosa es susceptible de ser tratada con DLM. Hemos visto en la
unidad anterior que existen toda una serie de fuerzas y mecanismos que cuando se desequilibran
pueden dar lugar a la aparición de acumulo de líquido en los tejidos. Estas circunstancias son las
siguientes:
l. Aumento de la presión hidrostática intracapilar (Pa y Pv)
Las causas más frecuentes son:
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Insuficiencia cardiaca (derecha) descompensada. Suele dar lugar a edemas simétricos en
las piernas. Empeoran al estar el paciente de pie. La piel suele mostrarse cianótica
(azulada) y algo enrojecida. Su tratamiento con DLM está totalmente contraindicada.
Trastorno (insuficiencia) de la circulación venosa. A consecuencia de unas varices muy
desarrolladas o bien por una trombosis, tromboflebitis, etc. Suelen presentarse en una sola
extremidad (asimétricos). Cuando el edema ocasionado es por causas obstructivas
(trombosis) o inflamatorias (flebitis) el DLM está contraindicado.
2. Disminución de la presión oncótica (Po)
Por disminución de la concentración de proteínas (albúmina, sobre todo) de la sangre
(hipoproteinemia). Sus causas más frecuentes son:
Dietas bajísimas en proteínas, como sucede en las zonas de hambre endémica del planeta.
Todos hemos visto las imágenes de niños con el vientre y las piernas hinchadas
(edematosas) en fotografías realizadas en estos lugares.
En otros casos, a pesar de que la dieta es suficiente o incluso abundante en proteínas, puede
aparecer una hipoproteinemia como consecuencia de diversas enfermedades de determinados
órganos, como:
Riñón (síndrome nefrótico). Se trata de nefropatías degenerativas a causa de las cuales se
pierden proteínas plasmáticas por la orina. Si esta pérdida se hace intensa y duradera
disminuirán también las proteínas en sangre. Los edemas resultantes se inician muchas
veces en el rostro. Tampoco aquí el DLM está indicado mientras no se resuelva la
enfermedad renal.
Hígado. En aquellas hepatopatías en que se afecte (disminuya) la formación (síntesis) de
albúmina, lo cual es detectable con un análisis de sangre.
Intestino delgado (enteropatías linfostáticas). En ellas se produce una hiperplasia de los
vasos linfáticos que recogen la linfa (quilo) intestinal, lo que da lugar a un edema de la
pared intestinal y heces diarreicas. A pesar de que se trata de enfermos crónicos, la
combinación de una alimentación en que las grasas sean de cadena corta, la práctica de
gimnasia respiratoria y DLM abdominal profundo han dado buenos resultados en estos
trastornos.
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3. Aumento de la permeabilidad de los capilares sanguíneos
La pared de los capilares sanguíneos puede hacerse más permeable y, por lo tanto, dejar salir
una mayor cantidad de líquido de su interior al espacio intestinal, como sucede, por ejemplo, ante
toda inflamación. Una de las características básicas de toda inflamación es la existencia de
hinchazón, por el edema que se forma. La inflamación puede tener diversas causas:
Infección aguda. El DLM está aquí totalmente contraindicado, pues con él favoreceríamos
la difusión de la infección por vía linfática.
Reacción alérgica. Puede manifestarse en la superficie corporal y abarcar una determinada
zona de la piel. En los eccemas alérgicos de tipo crónico, podemos utilizar el DLM para
tratarlos. No así en los agudos
Traumatismos (golpes, contusiones, heridas, esguinces, etc.). Pueden ser accidentales o
deberse a una intervención quirúrgica. Los vasos sanguíneos y linfáticos lesionados vierten
su contenido en el espacio intersticial dando lugar a hematomas. Su tratamiento con DLM
es especialmente útil para favorecer su reabsorción por vía linfática y que desaparezcan lo
antes posible y no den lugar a complicaciones (endurecimientos).
En los edemas hiperproteicos, como son todos los linfedemas en general y los hematomas en
particular, existe una elevada concentración de proteínas que estimulan a los fibroblastos del
tejido conjuntivo de la zona afectada a producir una mayor cantidad de tejido conjuntivo que, con
el paso del tiempo, da lugar a nódulos o placas endurecidas en el área afectada, sobre todo
cuando la magnitud y la extensión de los hematomas ha sido amplia
4. Otras causas
En el organismo se pueden presentar también edemas por otras causas que las expuestas hasta
ahora. Así tenemos, por ejemplo:
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Los lipedemas. Se trata de edemas resultantes de ciertos depósitos de grasa entre los
cuales comentaremos el caso de las «celulitis» en el capítulo de las indicaciones en el
campo de la estética.
Embarazo. Pueden aparecer edemas por diversos motivos en el curso del embarazo
(compresión de los vasos linfáticos profundos intraabdominales, pérdida de albúmina por
la orina, etc.).
Menstruación. A algunas mujeres, poco antes de aparecer la menstruación y por causas de
tipo hormonal, les aparece un edema en los tobillos que les dura unos pocos días (edema
cíclico idiopático).
5. Trastornos del flujo (drenaje) linfático
Dan lugar a los linfedemas o edemas linfostáticos. Son especialmente interesantes para nosotros,
ya que constituyen la indicación principal del DLM. En ellos la causa (impedimento) reside en
alguna parte del sistema linfático vascular. Pueden ser de tipo:
Funcional (defecto de funcionamiento), como pueden suceder, por ejemplo en casos de:
espasmos
de los angiones linfáticos, como ocurre en el caso de surgir un proceso
infeccioso; el propio organismo trata de evitar la propagación de la infección, lo que
determina que los vasos linfáticos de la zona afectada se estrechen (espasmodicen)
parcialmente.
Parálisis
de los linfangiones, éstos permanecen entreabiertos y sin funcionar
correctamente;
Puede suceder también que la pared de los vasos linfáticos se haga más
permeable
(porosa) y deje pasar a su través parte del líquido linfático que transportan;
En otros casos, son las válvulas de los linfangiones las que no funcionan bien y se hacen
insuficientes.
Orgánico (defecto material o físico), que puede afectar a los:
Canales pre-linfáticos
, como sucede, por ejemplo, en la artritis reumatoide; estos canales
existentes en el tejido conjuntivo y que conducen la linfa hasta los capilares linfáticos
pueden bloquearse por coágulos de fibrina, como sucede también en padecimientos
venosos de las piernas (depósitos de fibrina pericapilar);
Filamentos de sujeción de los capilares linfáticos
: pueden lesionarse, sobre todo por efecto
de un enzima (hialuronidasa) o, sustancias parecidas; sin estos filamentos o sin sus puntos
de anclaje los capilares linfáticos dejan de funcionar correctamente;
Los grandes
troncos, vasos y ganglios linfáticos
pueden lesionarse y entorpecer el drenaje
de la linfa como se observa, por ejemplo, cuando éstos se irradian (radioterapia) o en
determinadas afecciones en que se establece un proceso de fibrosis que los endurece.
Pueden afectarse también por una destrucción importante (traumatismo, extirpación
quirúrgica, etc.) o por un agente que los comprima (tumor, prendas de vestir, etc.).
CLASIFICACIÓN DE LOS LINFEDEMAS
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Los edemas de origen linfático podemos clasificarlos según diversos parámetros. Así, según su
origen, pueden ser:
l. Primarios
Cuando no nos podemos explicar el origen de sus causas. El paciente, en estos casos, suele haber
nacido ya con una alteración congénita de los vasos linfáticos, en algún lugar del cuerpo. Pueden
ser por:
- Aplasia: Carencia total de vasos linfáticos en un tramo del organismo. Hecho discutible, ya que
una carencia total de cierta amplitud daría lugar a un edema brutal con graves problemas para la
supervivencia, como se ha observado en animales de experimentación. Se piensa que si en
radiografías de contraste no se aprecia a veces la presencia de vasos linfáticos es debido más
bien a un espasmo (cierre) que no a una ausencia de éstos.
- Hipoplasia: Suele ser la causa más frecuente. El individuo nace con un número menor de vasos
linfáticos, o los que tiene son más estrechos de lo normal.
Esta dificultad de paso da lugar con el tiempo a un edema de la zona afectada.
- Hiperplasia: Por insuficiencia valvular, los angiones linfáticos pueden dilatarse y engrosarse más
de lo normal y, como hacen las venas en las varices, dejar de funcionar correctamente y dar lugar,
en este caso, a un linfedema.
Los linfedemas pueden aparecer entonces de:
-
forma lenta y progresiva:
los vasos linfáticos afectados por una de las causas anteriores van
agotándose físicamente con el tiempo. Y si bien durante unos años han estado transportando la
linfa sin problemas, llega un momento en que se hacen insuficientes, instaurándose
solapadamente un edema (edema espontáneo).
-
forma brusca:
Aquí los vasos linfáticos ya afectados se vuelven rápidamente insuficientes por
una causa desencadenante (golpe, inflamación, embarazo, etc.) que a veces puede ser incluso
insignificante.
El aumento de la carga linfática que ello ocasiona es suficiente para dar lugar a un edema de
desarrollo rápido.
2. Secundarios
Aparecen en aquellas personas cuyos vasos linfáticos se hallan en un buen estado de salud y
funcionamiento, pero que, al verse afectados por una serie de trastornos, lesiones o
enfermedades, les sobreviene un linfedema. De todas formas, el sistema linfático vascular posee
una gran capacidad de regeneración, por lo que, si las lesiones o trastornos no son muy amplios
ni de gran magnitud, es posible que a través de colaterales o mediante la formación de nuevas
interconexiones entre los vasos linfáticos lesionados se restablezca la circulación linfática y no
aparezca edema alguno.
Las causas más frecuentes que pueden dar lugar a un linfedema secundario son:
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- Traumatismo (heridas amplias, cicatrices, etc.) que por su extensión y amplitud hace insuficientes
los procesos de regeneración de los vasos linfáticos dañados, impidiendo que éstos puedan
restablecer una circulación linfática suficiente
- Inflamación de vasos linfáticos (linfangitis) y ganglios linfáticos (linfadenitis), cuando se afectan
varios de ellos y llegan a obturarse generalmente por causas infecciosas o químicas (Silicatos). En
países tropicales hay muchísimas personas afectadas de filariasis. Se trata de un parásito que
penetra por picadura de mosquito y que anida en los vasos linfáticos del paciente y da lugar a
Iinfedemas.
-
Procesos tumorales u otros trastornos de tipo expansivo que en su crecimiento comprimen los
vasos linfáticos vecinos, dificultando el drenaje de la linfa en ellos.
-
Causa iatrogénica, es decir, ocasionada por un tratamiento dico. Aquí debemos mencionar
ante todo, el tratamiento del cáncer en que se extirpan quirúrgicamente ganglios linfáticos, aparte
del tumor, o se aplica radioterapia de forma intensiva, la cual afecta y destruye fácilmente tamo
vasos como ganglios linfáticos. En otros casos el cirujano puede ocasionar también un linfedema
si en cualquier tipo de intervención quirúrgica destruye o lesiona gran número de vasos y
ganglios linfáticos.
EVOLUCIÓN CLÍNICA DE LOS LINFEDEMAS
Si el linfedema se deja sin tratar, evoluciona hacia un empeoramiento progresivo, pasando por
tres diferentes estadios o fases:
1) Fase reversible: Se trata de edemas relativamente recientes y que se caracterizan porque:
- el edema es todavía blando al tacto; puede ser que ya presenten el signo de la «fovea»
(depresión que resta unos segundos en la superficie del edema al ser comprimido durante unos
instantes con un dedo);
- todavía no se observan cambios estructurales en los tejidos afectados;
- colocando la parte edematosa (pierna, por ejemplo) en una posición elevada desaparece o se
reduce el edema al cabo de poco tiempo.
2) Fase espontáneamente irreversible: Con el paso del tiempo la parte del cuerpo edematizada se
va endureciendo, siendo difícil provocar el signo de la fovea. Hasta hace poco tiempo se
consideraba que llegado a un determinado grado de evolución todos los linfedemas se hacían
irreversibles, ya que por sí solos o incluso elevando la parte afectada (pierna) apenas se vaciaban.
No obstante con la práctica de medidas desedematizantes, entre las que destaca la práctica del
drenaje linfático manual, es posible resolverlos con éxito, a pesar de que en esta fase ya existan
cambios en los tejidos afectados (proliferación de tejido conjuntivo) al producirse en ellos una
especie de espeso empantanamiento rico en proteínas.
3) Elefantiasis de origen linfostático: Recibe este nombre (elefantiasis) porque la pierna afectada
ha alcanzado tal forma y volumen que adquiere el aspecto de una pierna de elefante. Por otra
parte, la piel de la zona afectada se engruesa y endurece tanto que se parece a la piel del
paquidermo en cuestión. Incluso en estos casos tan avanzados, en los que existe un gran
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empantanamiento y proliferación de tejido conjuntivo, es posible conseguir buenos resultados
con la práctica asidua del DLM y otras medidas de apoyo (KPE).
Un gran problema que surge en estos estadios tan avanzados es el déficit defensivo-inmunitario
que se observa en los tejidos edematizados, pues no llegan bien las defensas, ni funcionan bien
en ellos los mecanismos de «limpieza».
Cualquier pequeña herida, raspadura o quemadura puede representar una grave complicación,
pues se infectan muy fácilmente, pudiendo aparecer desde persistentes micosis hasta la grave y
peligrosa erisipela. Estos pacientes deben limpiar y cuidarsu piel con esmero y suministrarle un
sucedáneo del manto defensivo de la piel (<<manto ácido») en forma de pomada, como el «pH
Eucerin» o similares.
Si la elefantiasis de la que estamos hablando no se soluciona, al cabo de los años puede
malignizarse (un 10% al cabo de unos 10 años) y dar lugar a un funesto angiosarcoma (síndrome
de Stewart-Treves).
LA RESPUESTA DEL CUERPO A UNA LINFOSTASIS
La vía linfática actúa, como hemos visto, como una especie de mecanismo de seguridad para
evitar que se produzcan «encharcamientos» de líquido en los tejidos, ya que esto supone un
grave peligro para su integridad. No obstante, esta importe vía de salida puede ser insuficiente
por los motivos anteriormente citados (causas de linfedema). En estas situaciones, el organismo
trata de compensar estos desarreglos poniendo en marcha una serie de mecanismos
compensatorios, tales como:
1)
Los vasos linfáticos (Linfangiones) que no están dañados transportan una mayor cantidad de
linfa. Precisando más: aumentan el volumen de linfa que transportan por unidad de tiempo,
tratando de compensar así a los dañados. Los linfangiones, afectados por una lesión o por un
obstáculo que impide su efecto propulsor de la linfa, la empujan con mayor fuerza, tratando de
vencer el obstáculo que impide el paso de la linfa, hasta que al cabo de un tiempo dejan de
pulsar ya y permanecen totalmente dilatados y sin movimiento. Si la situación lo permite, los
linfangiones vecinos deberán suplir en sus funciones a los afectados, aumentando en ellos la
cantidad de linfa que hasta entonces portaban.
2) De lo dicho anteriormente se deduce, pues, que se establecerá además una circulación linfática
supletoria que rodea la zona afectada y supera el obstáculo que ésta representa. Esto es posible
porque existen diversas interconexiones (anastomosis) entre los diferentes vasos y territorios
linfáticos. El número de estas anastomosis varía de una persona a otra, pero en mayor o menor
número siempre suelen estar presentes. Así, por ejemplo, si bien la mayor parte de la linfa que
proviene del brazo va a parar a los ganglios de la axila, hay una serie de colaterales que llevan
directamente la linfa a los ganglios supraclaviculares (próximos al «Terminus») sin pasar por la
axila. También resulta de gran
interés la existencia de interconexiones (anastomosis) que van de un territorio (cuadrante) linfático
a otro atravesando las divisorias linfáticas (tales como la medial sagital o la transversal, por
ejemplo), dando lugar a anastomosis axiloaxilares y axila-inguinales respetivamente.
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3) Creación de anastomosis linfolinfáticas o linfovenosas. Los propios vasos linfáticos que se
hallan dañados o interrumpidos tratan de superar el impedimento creando, a los pocos días y en
un lugar próximo a la parte interrumpida, una anastomosis supletoria que irá a desembocar a un
vaso linfático próximo o a una vena vecina. Los vasos linfáticos de cierto calibre suelen circular
junto a vasos sanguíneos, por lo que no resulta difícil que se produzca este fenómeno. Incluso allí
donde se extirparon ganglios linfáticos se forman vasos linfáticos (anastomosis linfolinfáticas) que
tratan de conectar los extremos cortados de los vasos linfáticos que iban a los ganglios y los que
salían de ellos. El problema es que, si se forma una cicatriz demasiado amplia, se dificulta el
proceso regenerativo de los vasos linfáticos y éstos ya no la pueden atravesar.
4) Los canales prelinfáticos que se hallan en la capa más externa (adventicia) de los vasos
sanguíneos de un cierto calibre son utilizados también por el organismo para transportar parte
del líquido encharcado y poder superar obstáculos (divisorias linfáticas, zonas ganglionares
extirpadas, etc.) hasta que este sea recogido por vasos linfáticos existentes en la adventicia de los
vasos sanguíneos, al otro lado de la barrera.
5) En el interior de los vasos sanguíneos existen unas lulas llamadas
monocitos. Al producirse
una linfostasis en un lugar determinado del cuerpo gran parte de éstos abandonan el torrente
circulatorio sanguíneo y pasan al espacio intersticial convirtiéndose en macrófagos encargados de
fagocitar una parte de las proteínas acumuladas en toda linfostasis, y desintegrar otra con
enzimas que vierten al medio intersticial afectado. Con todo ello se consigue que, al bajar la
concentración protésica de la Iinfostasis, ésta pueda mejorar en parte, aunque este efecto es
insuficiente por sí solo para poder hacer desaparecer un linfedema. Hay medicamentos, como, por
ejemplo, el «Unguentum lymphaticum» de la firma alemana PGM que aplicado sobre la piel de la
zona afectada por el linfedema estimula el «efecto limpiador» y antiedematizante de los
macrófagos. Producto que podremos utilizar como medida complementaria a la práctica del
drenaje linfático manual.
En nuestro país disponemos de un extracto de meliloto (Esberiven®), planta herbacea de fiares
pequeñas y amarillas, en la que, según estudios médicos se ha podido apreciar un cierto efecto
estimulante de la motricidad de los angiones linfáticos, que da lugar a un aumento de la
capacidad de transporte de los vasos linfáticos, a la vez que proporciona un cierto efecto
estimulante de los macrófagos (activación del sistema proteolítico tisular).
Es una ayuda a tener en cuenta a la hora de tratar a pacientes con linfedemas, si bien su efecto
drenante es mucho menor que el conseguido directamente con las manipulaciones de DLM.
EL TRATAMIENTO DE LOS LINFEDEMAS
Ellinfedema constituye en si mismo una verdadera enfermedad, a diferencia de las otras clases de
edemas, que son más bien, consecuencia de diferentes tipos de enfermedades (corazón, riñón,
etc.).
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En Alemania, país donde más se ha avanzado en el tratamiento fisioterapico de los linfedemas, se
ha
impuesto con el paso de los años lo que se ha definido como KPE (Komplexe physikalische
Enstauunstherapie) y que podríamos traducir como «tratamiento fisioterápico complejo
(multifactorial) de desestancamiento (descongestión)>>. Con él conseguimos un tratamiento
causal de los linfedemas y no meramente sintomático como en un primer momento podría
suponerse, porque con el KPE, entre cuyos componentes destaca el DLM, conseguimos volver
funcionalmente suficiente una circulación linfática que era hasta entonces insuficiente, es decir,
incapaz de transportar la carga linfática normal que se producía en los tejidos y que por lo tanto
se habían edematizado. Fundamentalmente, con el DLM se consigue aumentar la capacidad de
transporte de la vía linfática, lo cual es suficiente en la mayoría de los casos para resolver el
linfedema con éxito, pudiéndose vaciar de forma progresiva prácticamente en su totalidad.
Resultados cuya consecución y mantenimiento se ven favorecidos también por el resto de las
medidas que conforman el KPE.
El linfedema se caracteriza por presentar un notable acúmulo de proteínas plasmáticas en el
espacio o medio intersticial, aparte, claro está, de una gran cantidad de agua, por lo que se 10
cataloga como edema hiperproteico, a diferencia de otros edemas como, por ejemplo, los de
origen cardiaco o renal, que presentan una concentración de proteínas mucho más baja (edemas
hipoproteicos).
Los diuréticos son productos farmacéuticos que producen una mayor cantidad de orina. En
muchos edemas, el médico suele prescribir diuréticos para que estos pacientes eliminen una
mayor cantidad de agua de su cuerpo, cuando ésta se acumula. En los linfedemas no tienen
ninguna utilidad, ya que no eliminan las proteínas acumuladas en ellos. Como éstas atraen agua
hacia ellas y ésta se halla en abundancia en el medio intersticial, el linfedema no sólo no acaba de
resolverse nunca, sino que incluso se empeora el estado del paciente. En cambio, con el DLM
que eliminamos las proteínas que sobrecargan el medio intersticial, ya que justamente activamos
manualmente la vía linfática que es su única vía posible de salida.
Con todas las medidas que constituyen el KPE se llegan a conseguir resultados excelentes incluso
en linfedemas de gran magnitud (elefantiasis), siempre que existan, claro está, vasos linfáticos en
buen estado de funcionamiento en la zona afectada, es decir, que no se halle totalmente
interrumpido el drenaje de la linfa que circula por ellos.
Hasta no hace muchos años, la mayoría de los linfoterapeutas trataban los linfedemas casi
únicamente con DLM, consiguiendo también así buenos resultados. No obstante, ante grandes
linfedemas que llevan ya bastante tiempo instaurados, la piel y sobre todo las fibras elásticas del
tejido conjuntivo subyacente se han estirado tanto que, si no se utilizan otro tipo de medidas
complementarias, como pueden ser los vendajes compresivos, los buenos resultados conseguidos
con el DLM no se mantienen mucho tiempo. No hay que olvidar que el linfedema constituye una
enfermedad crónica y como tal precisa de la aplicación de medidas de mantenimiento, una vez
que se ha conseguido su vaciado.
Por consiguiente, se considera que existen dos fases en la aplicación del KPE:
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La principal medida que permite vaciar un linfedema es el DLM. Si la retención de líquido ha
alcanzado un volumen notable, antes de drenada manualmente a través de las vías todavía libres
o en buen estado (anastomosis que atraviesan las divisorias linfáticas), deberemos activar
previamente el drenaje
de los cuadrantes linfáticos vecinos sanos, pues con ello, según se ha podido comprobar, se
ejerce una especie de efecto «succionante» sobre el cuadrante afectado por el linfedema, lo cual,
como es lógico, va a contribuir a un mejor vaciado del mismo. Posteriormente empujaremos el
linfedema hacia los cuadrantes vecinos «sanos», previamente drenados.
Sabemos de la importancia de la dieta en el tratamiento de base de muchas enfermedades. Los
pacientes con linfedema deberían restringir el consumo de sal a las necesidades mínimas diarias
(unos 2 gramos). Si además se es obeso hay que seguir una dieta pobre en calorías, a ser posible
abundante en vegetales crudos (frutas, hortalizas) y hervidos (verduras), ya que un exceso de
peso agrava el linfedema ya instaurado. En cambio, no es conveniente que el paciente siga una
dieta pobre o deficitaria en proteínas, ni que se abstenga de beber si tiene sed. Con ello
conseguiríamos más perjuicios que beneficios.
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LIPEDEMA
Definición:
Es un desorden de la distribución de la grasa subcutánea en los miembros inferiores,
asociados a edema y dolor.
DESORDEN DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA GRASA + EDEMA ORTOSTÁTICO + DOLOR =
LIPEDEMA
Características:
Se detiene en el tobillo, pudiendo observarse un colgajo de grasa que lo
sobrepasa.
1. Los primeros signos usualmente aparecen al final de la pubertad, pero la enfermedad
puede surgir en cualquier etapa de la vida.
2. En la mayor parte de los casos existe una tendencia familiar.
3. La causa exacta que produce el aumento de tejido graso subcutáneo es hasta ahora
desconocida. Como el lipedema se da en mujeres, causa de origen hormonal juega un
importante rol.
4. La grasa que se acumula en el lipedema no es la misma grasa que se deposita en un
paciente obeso. Las células del tejido graso de los miembros inferiores presentan una
estructura diferente. La grasa del lipedema, a diferencia de la grasa abdominal, no
responde a dietas.
Localización:
Las almohadillas o pads de grasa se localizansiempre simétricamente sobre los glúteos, caderas,
muslos y cara interna de las rodillas.
El tejido graso puede crecer en forma descendente hasta alcanzar el tobillo, tomando la forma de
una columna. Los pies y los dedos del pie no se afectan y el signo de Stemmer es negativo.
LIC. FRAGA MYRIAM
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Sintomas:
1. Sensación de hinchazón y tumefacción.
2. Edema ortostático.
3. Aumento de la sensibilidad al contacto y/o presión, y al frío.
4. Telangiectasias en la cara lateral de los muslos resultante de la presión ejercida por el
tejido graso que obstruye a los vasos subcutáneos. Esto puede progresar apareciendo
hematomas sin existir causa externa que los originen.
5. Ateraciones osteomusculares y dificultad en la marcha.
6. Disminución de la elasticidad cutánea, que cursa con un aumento de la extensibilidad.
Curso:
Frecuentemente comienza en la región de la cadera y se extiende descendiendo hacia las rodillas
terminando en los tobillos. Con el transcurso de los años, el lipedema se asocia a un linfedema.
Tipos de Lipedema:
Tipo I: aumento de la distribución de la grasaen los muslos y glúteos.
Tipo II: se extiende hasta las rodillas, con la formación de almohadillas en la cara interna
de las mismas.
Tipo III: se extiende desde las caderas hasta los tobillos.
Tipo IV: los brazos estan tan afectados como los miembros inferiores.

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FISIOPATOLOGÍA DEL SISTEMA LINFÁTICO.docx
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