6) En órganos simétricos resulta útil la percusión comparada de uno y otro lado, prestando
atención a colocar el dedo de la misma manera y percutir con igual fuerza.
7) Además de la sensación auditiva se prestará atención también a las vibraciones que
percibe el dedo pleximetro. Cuando la sonoridad pulmonar es escasa o nula, es decir,
hay matidez el dedo percibe la disminución o ausencia de la vibración de la pared.
Sonidos obtenidos en la percusión del tórax:
1) Sonoridad: se observa percurtiendo sobre el pulmón aireado, un sonido de intensidad
fuerte, tono bajo, duración prolongada. Se lo encuentra con toda su pureza en la zona
infraclavicular.
2) Matidez: aparece cuando se percute sobre un pulmón privado totalmente de aire
(neumonía, atelectasia) y, por lo tanto, incapacidad para vibrar o cuando entre este y la
superficie del tórax se interpone líquido que impide propagación de las vibraciones. Es
un sonido de escasa intensidad, tono alto, duración breve, idéntico al que se obtiene al
percutir órganos macizos como hígado o bazo o sobre masas musculares.
3) Timpanismo: normalmente se percibe percutiendo sobre órganos de contenido solo
aéreo como estomago e intestinos. Un sonido musical con intensidad superior a los
otros sonidos, duración máxima, tonalidad intermedia entre el mate y el sonoro. En el
tórax se lo encuentra sobre el espacio de Traube.
4) Submatidez: variación del mate con mayor sonoridad y tono más grave. En zonas del
pulmón con menor aireación que la necesaria para producir sonoridad o cuando
disminuye la lámina de pulmón por encima de un órgano sólido. El ejemplo
característico es la submatidez hepática a nivel de la 5ª costilla derecha, zona
intermedia entre sonoridad pulmonar y matidez hepática.
5) Hipersonoridad: variedad de la sonoridad por ser más fuerte, más grave y de mayor
duración, pero sin el carácter musical del timpanismo. Está en pulmones hiperaireados
y en el neumotórax.
Debe percutirse la totalidad del tórax, y para ello resulta útil seguir una sistemática
preestablecida. En orden de la percusión es:
Región anterior (paciente decúbito dorsal o sentado), se percute sobre los espacios
intercostales desde la región superior hasta la inferior mientras el paciente respira suavemente.
En el lado derecho se encuentra sonoridad desde la región infraclavicular hasta la 5ª costilla,
donde comienza la submatidez hepática. Sobre la 6ª costilla aparece normalmente la matidez
hepática, limite percutorio valioso pues junto con el limite hepático inferior permite establecer el
tamaño del hígado.
Vértices pulmonares.
Región dorsal se realiza con el paciente sentado, con los miembros superiores relajados y en
posición simétrica. Se percute de arriba hacia abajo siguiendo las líneas paravertebral,
medioaxilar y axilar posterior. Resulta muy útil la percusión comparativa de ambos hemitórax.
Entre la 1ª y la 7ª costilla la sonoridad es menor que en la región anterior por la superposición
de las masas musculares y la escapula. La sonoridad aumenta entre la 7ª y 11ª costilla para
pasar luego a la matidez de las bases pulmonares.
Para explorar la excursión de bases se procede de la siguiente manera: con el paciente
respirando normalmente se traza una pequeña marca a la altura de donde comienza la matidez.
Se solicita luego que realice una inspiración profunda y contenga la respiración, se percute
hacia abajo hasta volver a encontrar la matidez, sitio donde se hace una nueva marca. En
condiciones normales y coincidiendo con el descenso de las bases pulmonares durante la
inspiración, el límite de la matidez se desplaza cuatro a seis centímetros hacia abajo.