COSAS DICHAS: Espacio social y poder simbólico - BOURDIEU
Bourdieu comienza caracterizando su trabajo como estructuralista constructivista. Por
estructuralismo quiere decir que existen en el mundo social mismo. Por constructivismo
quiere decir que hay una génesis social de una parte de esquemas de percepción, de
pensamiento y de acción que constituyen el habitas, y por otra parte estructuras, campos y
grupos, especialmente de lo que se llama clases sociales.
La ciencia social oscila entre objetivismo y subjetivismo. La primera trata de los hechos
sociales como cosas y deja de lado todo lo que deben al hecho de que son objetos de
conocimiento o desconocimiento en la existencia social (Durkheim y Marx). La segunda
reduce el mundo social a las representaciones de que ´él se hacen los agentes, entonces
ciencia social produce un “informe de los informes” producción de los agentes.
Se puede comparar el espacio social con un espacio geográfico. Los agentes tienen tantas
más propiedades en común, cuanto más próximos estén en este espacio; las distancias
espaciales coinciden con las distancias sociales.
A través del habitus tenemos un mundo de sentido común, un mundo social que parece
evidente. El habitus es un sistema de esquemas de producción de prácticas y a su vez un
sistema de esquemas de percepción y apreciación de prácticas. En ambos casos sus
operaciones expresan la posición social y, en consecuencia, el habitus produce prácticas y
representaciones disponibles para la clasificación. Los agentes clasifican ellos mismo, se
exponen a la clasificación, al elegir, conforme a sus gustos diferentes atributos, vestimenta,
alimento etc.
El espacio social funciona como un espacio simbólico, un espacio de estilos de vida y de
grupos de estatus, caracterizado por diferentes estilos de vida. así la percepción del mundo
social es producto de una doble estructuración: por el lado objetivo, esta socialmente
estructurada por que las propiedades atribuidas a los agentes o a las instituciones se
presentan en combinaciones con probabilidades muy desiguales. Por el lado subjetivo,
está estructurada por que los esquemas de percepción y de apreciación, especialmente los
del lenguaje, expresan el estado de las relaciones de poder simbólico.
Las luchas simbólicas pueden tomar dos formas diferentes:
Objetivas: puede actuar por acciones de representaciones, individuales o colectivas,
destinadas a hacer ver y valer ciertas realidades.
Subjetivo: Puede actuar tratando de cambiar las categorías de percepción y apreciación
del mundo social, las estructuras cognitivas y evaluativas.
Estas luchas simbólicas, tanto las luchas individuales de la existencia cotidiana como las
luchas colectivas y
organizadas de la vida política, tienen una lógica específica, que les confiere una
autonomía real con la relación a las estructuras en las cuales se enraízan. Esto es así
porque el capital simbólico es el capital económico o cultural cuando es reconocido según
las categorías de percepción que impones, las relaciones de fuerza tienden a reproducir y
reforzar las relaciones de fuerza de espacio social.
Poder simbólico
Es el poder de constituir lo dado al enunciarlo, de actuar sobre el mundo actual sobre su
representación, de producir un efecto, una transformación real en ausencia de contacto
físico, dentro y mediante de una relación definida. El poder simbólico es el poder de hacer
los grupos, y esta fundado en dos condiciones:
1)la posesión de un capital simbólico,
2) el grado ene l que la visión propuesta está fundada en la realidad. El poder simbólico es
un poder de hacer cosas con palabras. Es un poder de consagración o de revelación, un
poder de consagrar o de revelar las cosas que ya existen.
Violencia simbólica
Es la forma de violencia que se ejerce sobre un agente social con su consentimiento. En
términos más estrictos, los agentes sociales son agentes conscientes que, aunque estén
sometidos a determinismos, contribuyen a producir la eficacia de lo que los determina, en
la medida en que ellos estructuran lo que los determina.
Estado
El estado constituye un meta-campo, del que dependen los otros campos, dotado de meta-
capital. Esta suerte de meta-capital capaz de ejercer poder sobre las otras especies de
capital y sobre las tazas de cambio entre ellas, define el poder propiamente estatal.
Estado y violencia simbólica legitima tienen una explicita filiación weberiana “un conjunto
de campos de fuerza donde se llevan a cabo las luchas cuyo objetivo sería (corrigiendo a
Weber) el monopolio de la violencia simbólica legitima: es decir, el poder de constituiré
imponer como universal y universalmente aplicable en el marco de una nación (dentro de
los límites de un país) un conjunto común de normas coercitivas”. Los mandatos del estado
se imponen con tanta potencia, porque ya impuso a las estructuras cognitivas según las
cuales percibimos esos mandatos. Por esto, el estado cuando ordena no necesita ejercer
coerción física directa o disciplinar, en tanto produce estructuras cognoscitivas
incorporadas acordes a las estructuras objetivas, asegura esa sumisión (“complicidad
ontológica).
En nuestras sociedades, el estado contribuye a la producción y reproducción de
instrumentos de construcción de la realidad social. Impone en la realidad y en los cerebros,
todos los principios de clasificación fundamental (sexo, edad, etc) a través de la imposición
de divisiones de categorías sociales.
Campo
Espacios estructurados que puede analizarse en forma independiente de las
características de sus ocupantes. Un campo se define, definiendo aquello que está en
juego y los intereses específicos que son irreductibles a lo que se encuentra en juego en
otros campos o a intereses propios. Para que funcione es necesario que haya algo en
juego y gente dispuesta a jugar
relación inconsciente habitus-campo: conocer el campo especifico permite producir
innovaciones que transmutan el campo. Teniendo ya un habitus profesional por lo cual se
pueden instalar determinadas problemáticas, que se inscriben en la historia del campo por
ser legitimadas, consideradas como problemas. Esas transformaciones son efecto
automático de la pertenencia del campo, el dominio de la historia especifica.
Habitus:
Sistema de esquemas de producción y prácticas, y un sistema de percepción y apreciación
de la práctica. Como sistemas de disposiciones adquiridas por medio del aprendizaje
implícito o explicito que funciona como un sistema de esquemas que genere estrategias
que pueden estar objetivamente conformes con los intereses, objetivos de sus autores sin
haber sido concebidas y expresadas con ese fin.
Modo de acción y pensar, originado en la posición que ocupa un agente dentro de un
campo. El habitus otorga márgenes de maniobra, y el sujeto aprende las reglas del campo
y las internaliza; es un mediador entre lo objetivo y lo subjetivo.
Illusio:
Es el hecho de estar metido en el juego, de creer que el juego merece la pena. Es esa
relación de fascinación con un juego que es fruto de una relación de complicidad
ontológica entre las estructuras mentales y las estructuras objetivas del espacio social.
En cualquier campo encontraremos una lucha entre el recién llegado, que trata de romper
cerrojos del derecho de entrada, y el dominante que trata de defender su monopolio y
excluir la competencia.
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