El ello, el yo y el superyó.
En la primera tópica teníamos un aparato psíquico es dividido en inconsciente por un lado, consciente por el otro y
ahora a partir de la segunda tópica vamos a entender lo bajo lo que freud llama: el ello el yo y el superyó , entre las
tres guardan íntima relacion y están interconectadas e interrelacionadas.
También es relevante saber que el concepto principal que le permite afrontar esta segunda tópica es el concepto de
la pulsión de muerte que la pulsion de muerte Freud la explica como una tendencia a repetir un estado anterior
que se ha tenido que abandonar sin desearlo, sin quererlo. Entonces la pulsión de muerte tiende a que el sujeto se
muera.
continuidad y de analogía entre la primera tópica y la segunda
Antes nosotros teníamos el aparato en la primera tópica inconsciente que es lo que vendría a ser ahora lo que fue
hoy le va a llamar ello, pero con qué modificación con qué dentro de ello va a estar la pulsión de muerte esa es la
diferencia radical digamos entre uno y otro, recordemos que en la primera tópica este aparato inconsciente tenía
que ver principalmente con lo que Freud llamaba la represión de representaciones, la lógica era que el niño era un
perverso polimorfo había todo un periodo de la infancia donde la sexualidad infantil afloraba y se podía disfrutar
plenamente, no había ningún tipo de dique y se podían llevar adelante una serie de prácticas sin ningún tipo de
escrúpulo. Cuando se constituyen los diques en el período de latencia el niño adquiere todas las valoraciones
culturales y tiene que dejar de hacer todas esas actividades esas prácticas sexuales masturbatoria su onanistas,
como le llama Freud, las tiene que resignar pero las resigna en la vida práctica pero no la resigna en su realidad
psíquica, es decir se van a conservar en la memoria en la mente en la psiquis entonces constituido ya los diques esas
fantasías quedan en el aparato psíquico y en algún momento se despertarán porque vivencias de la realidad harán
que afloren estos pensamientos , el decía que no hay nada más difícil que abandonar un placer que ya se ha
conocido. Entonces cuando afloraban esas fantasías el sujeto entraba en un conflicto psíquico, aparecía así la
represión y lo que hacía es que esa fantasía o esa representación inconciliable se dirigía al aparato inconsciente.
Entonces el aparato psíquico de la primera tópica, el inconsciente mejor dicho la primera tópica es un inconsciente
donde se encuentra allí todo lo reprimido básicamente. La frase que podríamos utilizar es: que todo lo reprimido es
inconsciente entonces esta expresión todo lo reprimido ese inconsciente corresponde al inconsciente de la primera
tópica.
En esta segunda tópica se introduce la pulsión de muerte, es el concepto fundamental que él utiliza para cambiar la
forma de comprender el aparato psíquico, se introduce en la pulsión de muerte y entonces eso que antes era
inconsciente que se llamaba inconsciente pasa a llamarse ello, y la diferencia radical cuál es la inclusión de la
pulsión de muerte dentro del ello. Entonces en el ello nos vamos a encontrar ahora con lo que encontrábamos en el
inconsciente de la primera tópica, es decir con todas aquellas fantasías reprimidas con todos los que lo que el sujeto
reprimió, pero además nos vamos a encontrar con algo que tiene que ver con la no represión porque la pulsión de
muerte no tiene que ver con algo que ha sido reprimido sino que Freud lo plantea como una cuestión cuaasí
biológica, entonces esta segunda tópica este ello la segunda tópica tenemos no solamente las fantasías reprimidas
,no solamente lo inconsciente sino también lo inconsciente no reprimido donde nos encontramos con la pulsión de
muerte con esta tendencia que el sujeto se muera, digamos. Entonces esta es la diferencia radical y podríamos
decir entonces que para la segunda tópica la siguiente frase: todo lo reprimido es inconsciente y no todo lo
inconsciente es reprimido porque hay algo que no ha sido reprimido que tiene que ver con la pulsión de muerte.
y con relación a lo que es la primera tópica era lo pre consciente /consciente vendría a ser lo que ahora
entendemos como el yo que tiene que ver con lo de mí mismo digamos como uno se percibe lo que uno cree que es
la relación que uno guarda en definitiva con el mundo exterior.
y lo más novedoso de todo que se introduce en esta segunda súplica es el superyó.
origen del super: Freud va a decir que dentro del yo hay un grado superior o un grado que se coloca por encima
qué es eso a lo que él llamará superyó, y va a decir que el superyó tiene un doble origen el primer origen tiene que
ver con la identificación primaria que lo explica de la siguiente forma dice que la identificación primaria es una
ligazón afectiva que se da de forma temprana directa inmediata no mediada hacia un objeto de amor que por
regla general suele ser el padre de la prehistoria del complejo de edipo , uno se identifica de forma directa no
mediada es decir sin argumentos digamos con el padre, hay una identificación con el padre y no hay motivos para
comprender esta, hay que entenderlo como algo más bien biológico, digamos de identificarse con alguien y según
freud esa identificación remite hacia el padre, se dirige hacia el padre y aclara hacia el padre de la prehistoria del
complejo de Edipo, porque claro es una ligazón tan temprana que se da antes del complejo de edipo y hasta que
incluso es esta ligazón la que permite que uno se vea inmerso en el complejo de edipo porque los niños se
identifican con el padre admiran sus características, sus cualidades, sus fortalezas, se identifican tanto que entonces
van a desear el objeto de amor que el padre tiene es decir a la madre.
Entonces, esta identificación primaria los mete en el complejo de edipo y esto cabe para ambos sexos tanto para el
niño como para la niña, recordemos que para freud en el complejo de edipo al inicio no hay diferencias entre los
sexos ambos aman a la madre porque ambos se identifican con el padre entonces vale para ambos sexos.
Y va a hablar también del otro origen del superyó que tiene que ver con una identificación secundaria este es el
segundo origen que freud lo define como el heredero del complejo de Edipo.
En un determinado momento la ley paterna se impone la severidad del padre se impone cuando quieren conquistar
estos niños a la madre y entonces aparece así lo que ya hemos visto como complejo de castración, amenaza de
castración, etcétera. Entonces aparece así la inscripción de dos leyes fundamentales que son la prohibición de
matar al padre y la prohibición de acostarse con un la madre.
Entonces hay acá una identificación secundaria reforzada, dice freud por la identificación primaria, aparece una
identificación secundaria donde los niños van a introyectar a las figuras parentales por eso dice que el supresión este
segundo origen es el heredero del complejo de Edipo.
¿que está diciendo? uno se identifica con los padres la severidad la rigurosidad todos los valores que ellos
pregonaban que ellos tenían que ellos nos transmitieron y ¿qué sucede con esos valores? se introduzcan al yo, yo
me identifico con ellos y todos los valores que ellos tienen los voy a incorporar al mi mismo.
Dice también entonces que este segundo origen tiene que ver con la agencia representante del vínculo parental
¿qué quiere decir con esto? uno en la infancia antes de tener estas leyes, los que actuaban como la ley eran los
padres quienes te decían que era lo correcto, que era lo incorrecto,etc. Finalizado el complejo de Edipo entonces,
estas figuras y estos valores se introyectan al yo vía identificación secundaria reforzada por la identificación primaria,
entonces toda esa severidad y esa rigurosidad que antes tenían los padres lo pasa a poseer uno en este grado
superior dentro del yo, que él llama el superyó. Entonces el superyó vendría a ser la incorporación de esos valores
que tus padres tenían y que te transfirieron, te transmitieron cuando vos todavía no tenías ninguna ley dentro tuyo.
Paradoja del superyó: con relación a esto, antes de explicar esto hay que remontar el concepto previo el
antecedente del superyó, que es el concepto de ideal del yo que Freud lo plantea en introducción del narcisismo,
que lo plantea antes del concepto de la pulsión de muerte y obviamente antes de el superyó. Hay una diferencia
significativa entre ellos, se suele entender tradicionalmente al superyó de una forma positiva, como que es algo
bueno para el aparato psíquico. Esta forma de concebir al superyó como algo positivo deviene de la noción previa
que es el del ideal del yo, cuando Freud plantea el ideal del yo se refiere a la inscripción de las leyes, por lo tanto ese
ideal del yo era algo positivo, esa inscripción de que en definitiva te permite convivir socialmente y poder adecuarse
a la realidad y poder diferenciar qué es lo correcto de lo incorrecto, por lo tanto es algo positivo, que tiene con la
moralidad, con la ética, pero no es solo eso el superyó. Lo que introduce el freud con este doble origen es que el
primer origen tiene que ver con la transgresión, que es lo que dice que por más que se inscriba una ley con el
segundo origen del superyó siempre queda un resto del primer origen que tiende a la transgresión.
Entonces el superyó tiende también a romper con las leyes, además de pretender con que se cumplan las leyes, de
ahí la paradoja que tiende a las dos cosas. Entonces no hay que entender al súper yo como algo moral, como algo
ético, sino que hay quien del superyó como algo hiper moral como algo como algo hiper ético, esas son las formas
de llamarle, porque si el superyó fuese simplemente algo que tiende a la inscripción de leyes ya proteger y a
resguardar la integridad del sujeto cuando uno cumpliese con esas leyes el superyó que apaciguaría se pondría
contento porque han satisfecho lo que él propuso, sin embargo esto no es así, cuando uno responde a las exigencias
del superyó, el superyó se vuelve más tormentoso pretende que uno sea más riguroso que la satisfacción sea aún
mayor.
El superyó es híper exigente y nunca le alcanza con nada, nunca deja tranquila a la persona, cuanto más la persona
cumple con la exigencia del superyó el superyó más le demandará.
Lo fundamental también es que el superyó responde, va a decir Freud, a los intereses del ello, el superyó vela y
representa los intereses del ello. El superyó tiene su parte de protección del aparato, pero además tiene su parte de
destrucción del aparato en definitiva porque lo atormenta, lo somete, lo agobia, vuelve loca a la persona, y si la
somete se está poniendo a disposición del ello, principalmente de la pulsión de muerte que es una parte del ello.
Por ejemplo, puede pasar que la persona opte por quitarse la vida, entonces vemos ahí claramente como el superyó
sometió a un sujeto y ese sujeto acabó con su vida porque el superyó lo estaba sometiendo. Donde esa persona
acaba con su vida está cumpliendo lo que ello quiere que cumplas qué tiene que ver con la tendencia de repetir ese
estado anterior que es la muerte.
Entonces superyó y ello tiene en su parte entramado donde se conectan y donde son primos hermanos, podríamos
pensar esos casos más patológicos donde la muerte del yo es una muerte que se lleva a cabo porque no se aguantan
más las exigencias del superyó que pretende que se cumpla lo que el ello demanda que es la tendencia a morirse.
entonces esto es la paradoja del superyó esta doble dimensión que va por caminos opuestos que tiene que ver con
el cuidado del aparato pero a su vez con la destrucción de la integridad psíquica que tiene que ver con el
cumplimiento de las normas pero siempre con ese resto que tiende a transgredir las normas.
las relaciones se establece frente entre estas tres partes del aparato , no hay que entenderlas como divisiones
tajantes sino que hay una relación directa entre cada uno de ellos.
Freud dice que el yo no está desde el inicio, el ello está desde el inicio, es decir como si las pulsiones están desde el
inicio que nacen apuntaladas a las funciones biológicas de autoconservación. Entonces dirá que el yo es una parte
del ello puestá en la superficie que se relaciona con la realidad, con el exterior. Entonces que hay una relación
directa hay un camino entre ellos donde desde el y yo siempre se busca por salir todo lo que está en aquello busca
salir a la conciencia busca llegar al yo. Lo que va a decir es que el ello en la sede de las pulsiones, entre ellas la
pulsión de muerte ,hablará también del superyó diciendo que tiene una íntima relación también con el ello, lo dice
acá claramente el superyó es la pulsión de muerte dirigida contra el yo , el ello es amoral no hay ninguna ley en él
ellos simplemente se buscan desde esos deseos inconscientes poder lograr la satisfacción y el placer regirse
absolutamente por principio de placer sin ningún principio ético estético o moral que por otro lado el yo si es moral
y que el superyó entonces como decía antes es hiper moral y por último habla en esta parte de él yo como vasallo lo
cual es muy importante con vasallo es el yo como un siervo como un esclavo, porque a veces uno puede entender o
tal vez en otros paradigmas no se entiende mucho al yo como una parte en mí mismo en la conciencia como una
porción donde uno puede ejercer cierto dominio sobre la realidad donde uno tiene el control ello tiene el control por
su el resto acá prueba decir no todo lo contrario el yo es siervo y es esclavo de tres elementos el yo no domina nada
el yo es nominado es controlado por los demás.
¿a qué se refiere? a que el yo recibe los tormentos del superyó de esta híper moralidad, recibe las exigencias
funcionales que parten desde el ello y también el yo recibe los principios culturales que les llegan de la realidad.
entonces dicen que yo es un vasallo que responde a tres dueños al ello al superyó y a la realidad.
Reacción terapéutica negativa: hay una serie de pacientes que se comportan de una forma extrañísima donde si
hay alguna solución parcial en la terapia o donde se le analiza le da unas buenas palabras dice que está yendo por
buen camino le da esperanza lo elogió lo que fuese el paciente inmediatamente vuelve para atrás, es decir en vez de
que haya una mejoría hay un retroceso.
cuando debería aparecer de que tendría que manifestarse una mejoría ocurre todo lo contrario, es decir hay una
reacción negativa en la terapia cuando no debería ser así pero le atribuye esto y lo pone a modo de ejemplo como la
influencia del superyó y del hecho donde hay una necesidad de castigo dice la persona se siente extremadamente
culpable, cree que tiene que ser merecedora de castigo y por lo tanto no quiere salir de ese lugar entonces siempre
que uno intenta sacarlo de ese lugar el sujeto vuelve a ponerse en ese pozo. Dice que solo lo que le importa al
paciente es la necesidad de castigo no quiere salir de ese lugar de padecimiento.
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