El suicidio Durkheim
El estudio del suicidio en Durkheim comienza con una definición del fenómeno; continua
con una refutación de las interpretaciones anteriores, luego, hallamos una determinación
de los tipos de suicidio, y finalmente sobre la base de esta tipología, se desarrolla una
teoría general del fenómeno considerado.
El suicidio es: “todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un caso
positivo o negativo realizado por la victima misma, y que, según ella, sabia, debía producir
este resultado”.
Acto positivo: dispararse un tiro en la cien.
Acto negativo: no abandonar una casa en llamas o reusarse a comer hasta dejarse morir.
Una huelga de hambre llevada hasta la muerte es un ejemplo de suicidio.
La expresión “directa o indirectamente” remite a su distinción comparable a la que existe
entre los positivos y los negativos.
Las estadísticas demuestran inmediatamente que la tasa de suicidios es relativamente
constante. No varia de modo arbitrario, sino en función de múltiples circunstancias.
Después de definir el fenómeno Durkheim desecha las explicaciones de tipo psicológico.
Reconoce que hay una predisposición psicológica al suicidio pero, la fuerza que determina
el suicidio no es psicológica sino social. la discusión científica esta centrada alrededor de
estos dos términos: predisposición psicológica y determinación social.
Estudia las variaciones de la tasa de suicidios en las diferentes poblaciones y se esfuerza
por demostrar que no hay correlación entre la frecuencia de los estados psicopatológicos y
de la de los suicidios.
Los tres tipos de suicidios que Durkheim se cree autorizado a definir son: el suicidio
egoísta, altruista y anómico.
Este primer tipo social de suicidio, establecido mediante el estudio estadístico de las
correlaciones, se define con el termino egoísta. Los hombres y mujeres tienden mas a
quitarse la vida cuando piensan esencialmente en su mismos, cuando no están integrados.
El segundo tipo es el suicidio altruista- dos ejemplos principales: uno es el de una viuda
que en la India acepta que la depositen sobre la pira donde ardera el cuerpo de su marido.
Del mismo modo el comandante que no quiere sobrevivir a la pérdida de su embarcación
se suicida por altruismo.
Por consiguiente, la corriente suicidogena puede elegir dos tipos de hombres, los que
están excesivamente apartados del grupo y los que no lo están lo suficiente. Los egoístas
se suicidan más fácilmente que los otros, pero también lo hacen los que tienen exceso de
altruismo. Los que se confunden de tal modo con el grupo al que pertenecen que son
incapaces de resistir los golpes de la suerte.
Finalmente hay un tercer tipo de suicidio, el suicidio anómico. Este tipo es el que le
interesa particularmente a Durkheim porque es el más característico de las sociedades
modernas. Este suicidio anómico es el que refleja en la correlación estadística entre la
frecuencia de los suicidios y la fase del ciclo económico. Estos fenómenos, el aumento de
la frecuencia en las bases de la agitación social, la disminución de la frecuencia en
ocasiones de los grandes acontecimientos sugiere la idea de suicidio anómico. Este no es
solo el que aumente durante las crisis económicas, es también cuya frecuencia crece
paralelamente con el numero de divorcios, el suicidio anómico que afecta a los individuos a
causas de las condiciones de existencia que caracterizan a la sociedad moderna. En estas
sociedades, la existencia social ya no es regular por la costumbre; los individuos compiten
permanentemente unos con otros; por lo tanto, están acechados perpetuamente por el
sufrimiento que se origina en la desproporción entre sus aspiraciones y satisfacciones.
Resumiendo, la teoría de Durkheim: los suicidios son fenómenos individuales que
responden a causas sociales.
Hallamos aquí una vez mas el tema fundamental de la sociología de Durkheim, a saber,
que en si mismas las sociedades son heterogéneas respecto de los individuos. Para
extraer las consecuencias practicas del estudio del suicidio, conviene examinar el carácter
normal o patológico de este fenómeno. A juicio de Durkheim el delito es un fenómeno
socialmente normal, si consideramos lo que ocurre regularmente el delito no es un
fenómeno patológico. A si mismo, podemos considerar normal cierta tasa de suicidios pero
Durkheim entiende que el aumento de la tasa de suicidios en la sociedad moderna es un
fenómeno patológico.
¿Cómo puede restablecerse la integración del individuo con la colectividad? Durkheim
examina sucesivamente un grupo familiar, el grupo religioso y el grupo político (sobre todo
el estado) y procura mostrar que ninguno de los tres ofrece el marco social cercano al
individuo que puede ofrecerle seguridad al mismo tiempo que lo somete a las exigencias
de la solidaridad.
Desecha por dos razones la reintegración en el grupo familiar. Por una parte, la tasa de
suicidios anómicos no aumente menos en las personas casadas que en las célibes lo cual
indica que el grupo familiar no ofrece una protección mas eficaz contra la corriente
suicidogena. Por otra parte. Las funciones de la familia decaen en la sociedad moderna.
El estado o agrupamiento político está demasiado lejos del individuo, es excesivamente
abstracto tiende demasiado a lo autoritario para ofrecer el contexto necesario de la
integración.
Finalmente, tampoco la religión puede poner fin a la anomia eliminando las causas
profundas del mal. En las sociedades modernas las religiones presentan un carácter cada
vez más abstracto e intelectual. Ya no son escuelas de disciplina como antaño. Ahora bien,
lo que Durkheim busca para curar los males de la sociedad moderna, no son ideas
abstractas y teóricas, sino formas morales de acción.
Por lo tanto, el único grupo social que puede favorecer la integración de los individuos en la
colectividad es la profesión; o para utilizar el termino de Durkheim la corporación.
I
Una investigación no puede cumplir su finalidad más que basándose en los hechos
comprobables. Lo primero que se debe hacer determinar el tipo de hecho que nos
proponemos estudiar bajo el nombre de suicidio.
Los diversos tipos de muertes que hemos analizado comparten el rasgo esencial de ser
obra de esta misma víctima. Esta misma característica es el fundamento de la idea de
suicidio. Aunque por regla general se presenta el suicidio como una acción positiva y
violenta que implica cierto empleo de fuerza muscular, puede ocurrir que una actitud
puramente negativa o una simple abstención produzca la misma consecuencia. La relación
de causalidad puede ser indirecta sin que el fenómeno cambie de naturaleza por ello. Por
lo general tendemos a creer que el suicidio es el acto de desesperación de un hombre que
no quiere vivir, pero en realidad puesto que el suicida esté ligado a la vida no deja de
renunciar a ella y a los actos a través de los cuales un ser vivo.
Tenemos una primera definición: llamamos suicidio a toda muerte que resulta, media o
inmediatamente, de un acto, positivo o negativo, realizado por la propia víctima.
Lo que tienen en común todas las formas de esta renuncia suprema es que el acto que la
consagra se realiza con conocimiento de causa, que cunado la victima obra sabe cual
es el resultado. Todas las muertes se diferencian claramente de aquellas a las que el
paciente no es el agente de su propia muerte o solo lo es inconscientemente.
Entonces, se llama suicidio a todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de
un acto positivo o negativo realizado por la victima misma, sabiendo cual va a ser el
resultado. La tentativa seria el mismo acto, pero cuando no llega a la muerte.
Los suicidios no constituyen un conjunto independiente de fenómenos monstruosos sin
relación alguna con otras modalidades de la conducta a las que les ligan una serie de
relaciones intermedias, no son mas que una forma exagerada de practicas usuales. Hay
suicidio cuando hay víctima, en el momento que realiza el acto que pone fin a su vida, sabe
con toda certeza lo que sería normal que pasara.
Si consideramos el conjunto de los suicidios cometidos en una sociedad dada, durante una
unidad de tiempo determinada, que en total no es una simple suma de unidades
independientes, sino que constituye por si mismo un hecho nuevo y sui generis, es decir
con naturaleza propia.
En periodos cortos, apenas cambian las circunstancias en las que se desenvuelven la vida
de los pueblos y además siempre coinciden con alguna crisis que afecta temporalmente el
estado social. si consideramos intervalos mayores hallaremos cambios más graves.
Cada sociedad tiene de un momento determinado de su historia una aptitud definida para
el suicidio.
Entre los muchos factores del suicidio los únicos que conciernen son los que actúan sobre
le conjunto de la sociedad. Este fenómeno solo ´puede deberse a causas extra sociales
muy generales o a causas propiamente sociales.
Las grandes conmociones sociales como las guerras populares avivan los sentimientos
colectivos estimulando tanto el espíritu del partido como el patriotismo y permitiendo una
mayor integración a la sociedad, aunque sea temporal. No es una crisis a la que se debe
esta influencia, sino a las luchas que generan estas crisis.
Causas y tipos sociales:
El suicidio egoísta:
Hemos establecido 3 hipótesis: el suicidio varía en razón inversa al grado de integración
de:
- La comunidad religiosa
- La comunidad religiosa
- La comunidad política
Si esas diferentes comunidades ejercen una influencia sobre el suicidio, no es a causa de
caracteres particulares de casa una de ellas, sino de una causa que es común a todas. El
suicidio varía en razón inversa al grado de integración de los grupos en que forma parte el
individuo. Cuanto más débiles son los grupos a los que pertenece, menos depende de
ellos y mas se exalta a si mismo para no reconocer otras reglas de conducta que las
fundadas en sus intereses privados. así, llamamos egoísmo al estado en el que el yo
individual se afirma en exceso frente al yo social a expensas de este último, es un
tipo concreto de suicidio que resulta de una individuación desmesurada.
¿como puede tener tal origen el suicidio? Si la fuerza colectiva que reprime el suicidio se
debilita, éste tenderá a aumentar. Cuando la sociedad esta fuertemente integrada y los
individuos dependen de ellas, no les permite disponer de si mismo a su propio antojo. Pero
cuando los individuos niegan la legitimidad de esta subordinación no tiene autoridad
necesaria para retenerlos.
El egoísmo es contrario a la naturaleza humana y es demasiado precario para perdurar. El
hombre tiene una doble dimensión, es porque el hombre físico se le superpone al hombre
social. este ser social lo es todo para el hombre civilizado, es lo que es de valor a su
existencia. El resultado de todo ello es que nos falta razones para vivir porque la única vida
a la que podíamos tener apego ya no responde a nuestras necesidades, ya no nos
contentamos con lo que satisface al niño o al animal.
Esa ruptura no solo se produce en individuos aislado, hay un humor colectivo que inclina a
los pueblos a la tristeza o a la alegría. Asi se forman corrientes de depresión que no
emanan de ningún individuo en particular pero expresan un estado de desintegración.
Aparecen sistemas metafísicos y religiosas que reduciendo a forma de sentimientos
oscuros viene a demostrar a los hombres que la vida no tiene sentido y surgen entonces
nuevas morales que recomiendan el suicido o lo incentivan, recomendando vivir lo menos
posible. Como esas corrientes son colectivas, tiene una autoridad que se impone al
individuo y lo empuja con mas fuerza en la misma dirección. Incluso en el momento en el
que se libra el ambiente social sigue sufriendo influencia. El egoísmo no es un factor
secundario, es su causa.
El suicidio anómico:
La influencia agravante que tienen las crisis económicas sobre la tendencia es sobre
conocida. No es una relación que se compruebe solo en casos excepcionales, es una ley.
El volumen de las quiebras es un barómetro que refleja con suficiente exactitud las
variaciones de la vida económica. Cuando de un año a otro estas de incrementan
bruscamente, se puede tener la certeza de que ha habido alguna perturbación grave.
Pero ¿a qué se debe la influencia de estas crisis?
Si las muertes voluntarias aumentan al hacerse mas cruda la vida, debería disminuir
cuando el bienestar aumenta, pero no se comprueba que los suicidios desciendan en el
caso contrario. El aumento de la miseria tampoco constituye al de los suicidios pues las
crisis de prosperidad que incrementan bruscamente el bienestar de un país influyen tanto
como los desastres económicos.
así pues, si las crisis industriales o financieras aumentan el numero de suicidios no es por
lo que empobrecen, puesto que las crisis de prosperidad tienen el mismo resultado, es
porque son crisis, perturbaciones en el orden colectivo. Toda ruptura de equilibrio
incentiva la muerte voluntaria aun cuando de ella resulte un bienestar mayor.
Ningún ser vivo puede vivir si no tiene los medios necesarios para cubrir sus necesidades.
Si se le exige mas de los que puede conceder siempre estará a disgusto. Cuando más
tenga más querrá, puesto que las satisfacciones recibidas estimulan las necesidades en
lugar de calmarlas.
Cada uno está en armonía con su condición cuando no desea mas que lo que puede
esperar legítimamente como precio normal de su actividad. El trabajador no está en
armonía con su situación social si no esta convencido de que tiene lo que debe tener.
Todo ser siendo parte del universo es relativo al resto. Su naturaleza y la manera en
manifestarse no dependen solo de ellos mismos, sino también de los otros seres que los
contienen y les marcan límites.
El mundo del comercio y la industria.
El desencadenamiento de los deseos se vio agravado por el desarrollo de la industria y la
extensión del mercado. Cuando el productor solo podía vender sus productos en la
vecindad, sus ganancias no podían alimentar mucho sus ambiciones. Pero ahora que el
mundo entero puede ser cliente, se forma una perspectiva sin límites que nunca satisfacen
necesidades. De ahí procede el estado de crisis de anomalía, nada podrá calmarlo, porque
su objetivo va mucho más allá de lo que puede alcanzar.
Como es el mundo económico el que causa mas estragos, también es el que se cobra mas
víctimas. Los profesionales de la industria y el comercio están entre los profesionales que
arrojan mas suicidios. La elevada taza de suicidios de la población rentista demuestra que
son los de mayor fortuna quienes más sufren. Las clases inferiores ven limitado su
horizonte por las que están por encima de ellas y por eso mismo sus deseos son mas
definidos. Pero los que viven en el vacío están predeterminados a perderse en el si no hay
una fuerza que los impulse hacia atrás.
La anomia es un factor que afecta a los suicidios, una de las fuentes de las que se
alimenta el contingente actual. El suicidio egoísta se comete porque los hombres no ven la
razón de vivir, el suicidio altruista porque ven la razón de vivir fuera de la vida misma, y el
suicidio anómico surge porque la actividad social esta desorganizada, lo que genera
mucho sufrimiento. El suicidio egoísta está ausente de actividad colecta, en cambio el
anómico lo que queda desprovisto son las paciones humanas.
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