
Collado V. M. et al. Revista Complutense de Ciencias Veterinarias 2 (1) 2008: 1-16
6
Tabla 1. Características de las respuestas inmunes innatas y adquiridas.
INMUNIDAD INNATA INMUNIDAD ADQUIRIDA
Primera línea de defensa Segunda línea de defensa
Innata: se nace con las células y moléculas
que la identifican
Adquirida: aunque se nace con el repertorio
de células capaces de responder al antígeno,
éstas no alcanzan un número suficientemente
elevado hasta que no se enfrentan al
antígeno.
Inespecífica: los receptores que reconocen a
muchas de las moléculas están sobre una
misma célula.
Específica: cada célula posee sólo receptores
que reconocen a uno y sólo un antígeno
concreto.
Independiente de antígeno: las células y
moléculas están preparadas para la defensa
desde antes de enfrentarse con el agente
patógeno.
Dependiente de antígeno: los linfocitos con
un receptor concreto proliferan cuando su
receptor reacciona con el antígeno,
adquiriendo sólo entonces funciones
efectoras
Inespecífica de antígeno: no discierne entre
agentes próximos o incluso alejados
Específica de antígeno: ante la llegada del
antígeno sólo proliferan los linfocitos que
poseen el receptor específico para el mismo
Respuesta máxima inmediata: como los
elementos y mecanismos están siempre
presentes, se ponen en marcha de forma
inmediata
Respuesta máxima retardada o con fase de
latencia: los efectos de esta inmunidad no se
notan hasta que las células no han proliferado
hasta alcanzar un número elevado que
garantice su éxito
Sin memoria inmunológica: la respuesta es
similar independientemente del número de
veces que se haya respondido a un agente
concreto previamente
Con memoria inmunológica: la respuesta es
por lo general muy superior (en rapidez e
intensidad) en exposiciones sucesivas al
mismo antígeno
Reconocimiento de los agentes patógenos por el sistema inmune innato
Recientemente se ha evidenciado que las células del sistema inmune innato poseen unos
receptores que se ha dado en denominar “receptores de reconocimiento de patrones” (PRRs).
Éstos reconocen estructuras concretas en los agentes patógenos, los denominados “patrones
moleculares asociados a patógenos” (PAMPs), que realmente son activadores microbianos de
la respuesta inmune innata (Janeway, 1989). Este paso es esencial para la activación de
mecanismos innatos internos.
Entre los PRRs se encuentran los “toll-like receptors” o TLRs, unos receptores identificados
ya en insectos, y de los que hasta la fecha se ha descrito alrededor de una docena (Chuang y
Ulevitch, 2000; Du et al., 2000; Chuang y Ulevitch, 2001). Cada TLR confiere la capacidad