actividad para con la diversidad cultural. Cuando la teoría de la actividad
se internacionalizó, las cuestiones de la diversidad y el diálogo entre las
diferentes tradiciones o perspectivas se convirtieron en desafíos cada
vez más serios. Son estos retos con los que la tercera generación de la
teoría de la actividad debe hacer frente.
La tercera generación de la teoría de la actividad necesita desarrollar
herramientas conceptuales para entender el diálogo, las múltiples
perspectivas, y las redes de interacción de los sistemas de actividad.
Wertsch (1991) presentó las ideas de Bakhtin (1981, 1986) sobre
dialogicidad como una forma de ampliar el marco vygotskiano. Ritva
Engeström (1995) ha dado un paso más al aunar las ideas de Bakhtin
con el concepto de actividad de Leontiev.
Nociones como la de redes de actividad (por ejemplo, Russell, 1997) se
están desarrollando, y un debate entre la teoría de la actividad y la teoría
del actor en red de Latour (1993) se ha iniciado (Engeström & Escalante,
1996; Miettinen, 1999). El concepto de “cruce de fronteras” «boundary
crossing» se está elaborando en la teoría de la actividad (Engeström et
al. 1995). Por ejemplo, Gutiérrez y sus coautores (Gutiérrez et al. 1995;
Gutiérrez et al. 1999) sugieren el concepto de "tercer espacio" para tener
en cuenta los acontecimientos de discurso áulico donde el
aparentemente autosuficiente mundo y guiones «scripts» del profesor y
de los alumnos se encuentran e interactúan para formar nuevos
significados que van más allá de las evidentes 2 limitaciones de ambos.
Estos acontecimientos indican que la puerta está abierta para la
formación de la tercera generación de la teoría de la actividad. En este
modo de investigación, el modelo básico es ampliado para incluir
mínimamente a dos sistemas de actividad que interactúan.
En la figura, el objeto/objetivo se desplaza de un estado inicial no
pensado, vinculado a determinada "materia prima" (objeto 1; por ejemplo,
un paciente específico entrando a un consultorio médico) a un
objeto/objetivo significativo construido colectivamente por la actividad del
sistema (objeto 2, por ejemplo, el paciente construido como un
espécimen de una categoría biomédica de enfermedades y, por tanto,
como una instanciación del objeto general de la salud/enfermedad), y a
un objeto/objetivo construido potencialmente de manera compartida o en
común (objeto 3; por ejemplo, la comprensión de la situación de vida del
paciente y su plan médico construido colaborativamente). El